Sponish Herd | Plataforma Brony de España

Minerbat sonreía de oreja a oreja, sin dejar de observar la escena. Su faceta de análisis echaba humo, analizando cada rincón, cada hueso, cada rama a su alcance. Sin poder dejar de relamerse escuchó las ideas del resto de la familia, de crear una ilusión que les ocultara, de ir a la cabeza para atacar en caso de ser necesario. Ah, por fin buenas ideas en las que ella podía lucirse.

"Por favor, al menos deja de relamerte."

"Huesos de grifo... Imagina la carne que hay ahí..."

"Estaría llena de plumas y cartílago. Por favor, ni se te ocurra meter eso en nuestro estómago."

"En cuanto te despistes lo haré."

"Ugh."

Con aquella y escalofriante sonrisa Minerbat miró al resto de la familia, asintiendo a modo de aceptación de los planes, tras lo cual se puso al lado de Nana.

-No te preocupes... Les partiré el cuello si intentan acercarse... Tengo ganas de comer pollo al fin... -después de decir eso una profunda risa gutural salió de su garganta, helando la sangre de los presentes.

Con el plan en marca, y yendo todos juntos, seguís avanzando.

Quaver logra mantener la ilusión mientras avanzais, aunque tenéis que hacer numerosas pausas en zonas cubiertas para que descanse. Ahí es cuando aprovechais para que los más sigilosos o veloces puedan echar un vistazo en los alrededores, buscando más pistas. La experiencia os ha enseñado a evitar hacer fuego para no llamar la atención, y a hacer lo posible por ocultar vuestros rastos. Por desgracia la nevada que estaba cayendo parece haber cesado, lo cual dificulta esta última tarea.

Pale Paper

Aprovechas la última pausa que habéis tomado para explorar los alrededores. Yendo tú solo te es mucho más fácil ocultarte entre los árboles, rocas, e incluso enterrarte entre nieve y cenizas si es necesario para pasar desapercibido; el saber bien dónde pisar para no dejar huellas es un arte que tienes más que dominado, y lo aplicas casi sin pensar. Al alejarte un poco la arboleda se abre en un gran claro que da al valle central del Oeste desconocido. Aunque no puedes verlas, por la oscuridad y la distancia, sabes que hacia el sur está la cadena montañosa situada al oeste de Las Pegasus.

Sin embargo, algo te llama la atención: Unos pocos kilómetros al suroeste hay una construcción. Puedes ver luces en la misma, e incluso crees ver algo de movimiento; no logras apreciar muchos más detalles, está demasiado lejos y oscuro para ello.

Minerva/Minerbat

Sabiendo la emboscada que visteis antes, vuelas entre las copas de los árboles cuando hacéis una pausa en busca de cualquier trampa o grifo que os pueda estar acechando. Hasta el momento no parece haber nada.
Sin embargo, hay un movimiento sobre tu cabeza, y tú te ocultas rápidamente: Dos sombras pasan volando por encima tuyo, mucho más grandes que un pegaso. Parecen dirigirse a donde se está ocultando tu familia, por lo que decides seguirlas.

Poco después no tardas en darte cuenta de que no iban hacia tu familia, sino que más bien parecían hacer un vuelo de reconocimiento, volando a ras del bosque. Hasta que, en un momento, oyes una voz y ambas sombras se posan en el suelo, sacando una luz a continuación.

Dos grifos.
Puedes apreciar que van bien armados: Ambos portan armaduras de cuero reforzado y metal, además de sendas ballestas colgadas bajo sus alas. A ambos lados de su pecho llevan dos hachas de garra, preparadas para ser desenfundadas al instante.

Los dos guerreros estudian el suelo, y reconoces la senda por la que habíais pasado hace menos de una hora; a pesar de vuestro trabajo, el rastro que habéis dejado es bastante evidente. Tras unos segundos, uno se lleva una garra a la cabeza y habla en voz baja. Mirando un poco mejor, reconoces que está usando algún tipo de comunicador.

—Aquí Geold. Hemos encontrado un rastro, ponis. Posiblemente media docena, el rastro es reciente. ¿Órdenes?

Pasan unos segundos en los que Geold y su compañero prestan atención a las instrucciones que les dan.

—Entendido. Corto.

Nana intentaba animar al grupo mientras se paraban a descansar. Quaver estaba agotada, ya que el esfuerzo de llevarlos a todos camuflados les estaba costando demasiado. Sin embargo, bueno... no quería pensar en ello, pero si iban más separados, alguien podría correr, quizás, y escapar el tiempo suficiente como para pedir ayuda. No es algo que quisiera pensar, pero tenían que estar preparados. Sin embargo, lo importante era tenerlos animados, así que se dedicaba a lanzar palabras de ánimo a sus compañeros, sobre todo a Quaver.

"Quaver, gracias por protegernos. Lo estás haciendo muy bien y todos te lo agradecemos y estamos seguros de que tendremos éxito gracias a ti." Le sonreía todo el rato, intentaba animarla, encontrarle algún sitio en el que sentarse a descansar en medio de aquella nevizna mientras esperaban a que llegaran Minerva y Pale y les dijeran que podían seguir adelante.

Sharp Eye descansa junto a sus cosas. El haber dejado de nevar había aumentado sensiblemente la luz para que la pegaso continuara leyendo su única novela consigo. Hacerlo la entristece, puesto que fue publicada en el esplendor de Equestria, ahora convertida en una parodia con la que debía vivir.

Tras una frase especialmente emotiva, la pegaso guarda su libro y se acerca a Mad Fire, necesitando compañía. Casi espera que la abrace o algo.
"Mad, ¿Crees que los pegasos somos malos? En todas partes dicen que sí. ¿Por qué los ponis nos ven como déspotas que quieren cerrar los cielos o mercenarios sin corazón?" Y para terminar: "¿Crees que soy mala persona?"

Mad tuerce la cabeza, en un gesto de cansancio tras horas de búsqueda. Queria relajarse, pero no podia, no queria bajar la guardia y necesitaba estar listo por si algo iba mal.

Ve como se acerca Sharp y la escucha, para luego negar, abrazandola con suavidad, para luego frotar su hocico contra su mejilla en un gesto de cariño y apoyo.

"OHDIOSMÍOVAMOSAMORIR."

Minerbat ignoró el grito de pánico de Minerva mientras observaba alejarse a los grifos. Habían conseguido discernir sus huellas a pesar de los esfuerzos por ocultarlas, y eso los ponía en peligro. Debía regresar inmediatamente con el resto de la familia y alertarles. La batponi desistió de intentar emboscarles: que la superasen en número no era problema, pero iban armados hasta los dientes y bien protegidos y eso podría suponer un problema con sólo un puñal con el que poder defenderse.

Sin dejar de volar, se dirigió lo más sigilosamente que pudo al lugar donde habían parado a descansar. Los miró a todos fijamente, alerta ante cualquier ruido a su alrededor.

-Escuchad. No podemos quedarnos aquí más. Dos grifos, armados, y no descarto más. Han encontrado nuestras huellas. Es posible que nos estén siguiendo. Debemos marcharnos ya -sus orejas se movían y vibraban suavemente, buscando cualquier indicio de ruido sospechoso a su alrededor.

Sharp Eye, sin apartarse de Mad, pregunta:
"¿Cuánta ventaja les llevamos?"

Quaver Note estaba terminando de recuperarse cuando Nana se le acercó a reconfortarla con palabras de ánimo. Le devolvió una cálida sonrisa al tiempo que le acariciaba la crin en tono amistoso. Fue entonces cuando Minerva llegó y dio la voz de alarma: habían encontrado su rastro y podrían venir más.

La unicornio recordó lo que ocurrió con los perros joyeros: si habían algunos grifos cerca, eso significaba que quizás hubiese algún asentamiento cercano.

No estaban allí con el fin de iniciar una disputa con otra raza a no ser que estos no les dejasen opción: lo fundamental era conseguir información sobre Skamash. La opción mas sensata ahora era tratar de desplazarse lo mas lejos de aquella patrulla y procurar que no pudiesen rastrearlos de nuevo, sino todo lo contrario: tratar de seguirlos a ellos por si podían conducirlos al asentamiento.

Tiemblo como una moneda sobre una moneda tras golpear una mesa con la risa de Minerbat y me escabullo un poco del grupo, aunque desobedezca a Sharp de alejarme del grupo.

Ir por los bosques no es tan complicado de ir, es solo cosa de pisar los bordes de los arboles o las rocas, aunque lo ultimo la experiencia solamente te lo dice. También ayuda mucho si difuminas tus huellas con las crines de la cola al pasar o de ir de espaldas para disuadir a los rastreadores.

Al ver el edificio no puedo distinguir si es uno de los templos o si es la guarida de los asesinos de los Trolls, el brillo de las estrellas no es suficiente, en ambos casos es un riesgo ir solo ya que me puede poner en riesgo y al grupo en el proceso. Lo mejor es rastrear el lugar si encuentro mas objetos útiles o interesantes, aunque la tentación y la curiosidad me coman por dentro.

Debo darle el aviso a alguien acerca de edificio... ¿Pero a quien?

Acción: Volver al grupo y mientras ellos avanzan busco por objetos.

OFF:

Quaver Note esperó a que volviesen todos para pedirles que se acercasen. Dibujando un tosco mapa de la zona en el suelo, la unicornio procedió a explicar su plan. Primero creó una pequeña figura equina con magia desplazándose hacia una escarpada zona cercana tratando de dejar un rastro que los rastreadores pudiesen seguir. El hecho de que fuese una zona rocosa facilitaría poder crear la falsa idea entre sus rastreadores de haber podido seguir por allí sin dejar un rastro claro. Quaver Note creó entonces un pequeño grupo de ponis que esperaba en una zona algo mas resguardada de la zona escarpada a que la patrulla pasase cerca: ese sería el momento para que los cazadores pasasen a ser presa.

La unicornio notó cierta emoción en los ojos de Minerva, pero se apresuró a negar con la cabeza. Si acababan con ellos ahora, sus compañeros notarían que algo no iba bien y enviarían un grupo mayor y mas preparado; ya habían dado parte de su presencia allí, por lo que no era una buena idea. Prefirió proyectar a dos grifos desplazándose mientras el grupo los seguía con sigilo: era una buena forma de que les condujesen a su asentamiento. Una vez allí, podrían analizar como proceder.

Acción: explicar mediante ilusiones y un mapa como poder seguir a los grifos hasta su asentamiento

"Creo que lo he entendido, me parece bien. Tranquila, Minerva, piensa que en vez de dos, cuando lleguemos, tendrás muchos más grifos a los que atacar." Nada más decir esto una voz en su mente le dijo "Qué formas de motivar más raras tienes". Se sonrojó un poco. Pero tampoco sintió que estuviera mintiendo. Y si iban directos a la boca del lobo, por supuesto se sentiría más segura en compañía de Minerva.

Sharp Eye escucha el plan de Quaver atentamente. En sí no es mal plan, pero en su cabeza estudiaba lo que podría salir o no mal. No puede no verbalizarlo:

"No es mal plan. Pero tengo dudas. Esos grifos saben que debe haber vario ponis, posiblemente crean que sabemos dónde está su base. Y desde luego, son más rápidos que nosotros. ¿Qué garantía tenemos de que nos van a seguir habiendo visto las huellas? Si yo fuera un feroz pero inteligente predador, y me superaran en número por tres a uno, posiblemente quisiera llamar a refuerzos, atacar donde tenga ventaja o tender una trampa a mis presas. Ninguna incluye seguirnos sin más para luego irse directos a la base, como supones. Pero supongamos que funcionara ¿Qué haríamos al descubrir su guarida? ¿Y si es otra trampa? No, creo que debe haber otra opción. Quizá deberíamos hacer otra cosa." Propone. "Y es ir a buscarles, antes de que nos encuentren a nosotros"

Quaver Note sacudió la cabeza ante aquella propuesta. Tampoco parecía mal plan presentarse ante los grifos, ya que si no se mostraban hostiles se podría tratar de parlamentar con ellos. Pero también era verdad que cabía la posibilidad de que se mostrasen poco dados al parlamento o que incluso les atacasen. Si iban a exponerse de esa forma, lo mejor era tener un plan de acción...

La unicornio trazó con la ayuda de su magia un nuevo escenario: dos ponis saliendo al paso de la patrulla mientras el resto esperaba agazapado para poder salir en su ayuda. En aquel terreno entre boscoso y montañoso, no les iba a resultar difícil encontrar un punto donde organizar una posible emboscada.

La cosa estaba en quien iba a exponerse a semejante riesgo. A la unicornio no le asustaba la idea de ser ella una de las que se mostrase, ya que con su magia, sus ilusiones y en última instancia su escudo, era de las que mas posibilidades tenía de eludir daños en una refriega; pero no era la mas apta para "parlamentar". Del resto de sus compañeros, Mad Fire era demasiado taciturno, Minerva prefería la acción antes de la palabra y Pale Paper posiblemente optaría por la retirada sobre todo si mostraban aunque fuese un leve síntoma de agresividad. Eso solo dejaba a Nana y a Sharp Eye, pero la pequeña aun era algo principiante con el arco como para encararse tan abiertamente en una refriega frontal y el arma de la pegaso funcionaría mejor si formaba parte de la emboscada.

Sin duda, era una decisión peliaguda que prefería exponer a sus compañeros antes de elegir aquella ruta de acción.