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Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (capítulo 12 completo)

MensajePublicado: 13 Jun 2015, 18:55
por Sasir96
Muy buen capitulo.Me gusta la sensacion que trasmiten estos capitulos.Es como si diversos ejercitos estuvieran reuniendo recursos e informacion antes de una guerra. :rdsir: Como la paz armada antes de la II GM,vaya.
He de admitir que ha habido una parte, en la que fog leia a daring do,en la que me he quedado como "¿¡QUEEEEEE?!" :ppomg: Porque no me esperaba que lo estuviese leyendo él.
Bueno, y,la verdad,hay unos pocos factores que me hacen pensar que este fic y un juego por el cual yo estaria Banned si lo menciono, :rdgosh:ocurren a la vez.
Deberia dejar la droga. :D2
Ah,y hablando de eso.¿soy el unico que cree que ear es gay?
Por cierto,me ha encantado aparecer.
Y estoy seguro de que el viaje en tren con 5 personajes importantes será divertido.
Y lo de cherady promete una historia interesante.Aunque igual solo es que a los academicos les desaparecian bocatas.
Pues creo que eso es todo, no quiero hacer un tocho.
Esperando el 12+1. :)

Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (capítulo 12 completo)

MensajePublicado: 28 Jun 2015, 19:32
por horwaith
Me encantan las escenas, aunque no sabría con cual quedarme, porque me gustan todas y el título parece estar hecho adrede para la mayoría de ellas, realmente se Sumergen en problemas como dice el capítulo. Muy buenas y quiero saber más (si es que se puede).

Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (capítulo 12 completo)

MensajePublicado: 01 Jul 2015, 11:49
por Mishiro
Gracias por vuestros comentarios. :) :3
Capítulo 13. La Gran y Laboriosa Trixie
Spoiler:
El vapor flotaba, denso, pesado, anegando el pequeño cuarto de baño y dejando empañados el espejo y los cristales de la ventana, donde se reflejaba pálidamente la luz de la pequeña lámpara que pendía del techo. La habitación estaba en silencio, aunque llegaban constantemente ruidos y sonido de charla desde el piso de abajo. La unicornio, sin embargo, ya algo acostumbrada a ello, se limitaba a ignorarlos mientras disfrutaba, relajándose, de aquel baño de espuma, sumergida casi por completo en el agua caliente. Tras lo que para ella había sido una larga y extenuante jornada de trabajo, nada encontraba más agradable que el envolvente y suave tacto del agua sobre todo su pelaje.

La mente de Trixie, mientras, volvía a divagar sobre el futuro y sobre sus planes de cara a él. Y, por primera vez desde hacía mucho tiempo, no tenía entre sus prioridades la recuperación de su antigua vida, sus deseos de venganza o la búsqueda de medios para conseguir aquella. Lo que centraba sus pensamientos era casi exclusivamente lo que había ocurrido durante la jornada que estaba cerrándose, durante la tarde, durante las últimas horas más concretamente. Ser la “Gran y Laboriosa Trixie” había resultado ser más fatigoso y exigente de lo que en un principio había llegado a imaginar: la caminata a la ferretería, la carga de la carreta, otra vez la marcha de vuelta y ahora con el peso añadido… Era cierto que gran parte del esfuerzo, de hecho, prácticamente todo el esfuerzo, había sido realizado por Applejack y por su hermano, pero sólo el acompañarles y echarles un casco puntual ya había sido suficiente para dejar desfallecida a la maga. Sin embargo, no se sentía a disgusto con ello.

Aunque sus cascos habían padecido hasta el punto de que casi los sintió gritar, al volver la mirada atrás, encontraba que había sido una mejor tarde que las anteriores, que habían transcurrido entre bostezos y aburridos intentos de lectura de aquellas, para la unicornio, tontas novelas de aventuras de Daring Do. La idea ya le había rondado la cabeza recientemente, pero ahora con más fuerza, se veía llevando ese estilo de vida que en el pasado había despreciado. Realmente aquella perspectiva, aunque no estaba segura de que fuera posible, se le llegaba a presentar casi como deseable. Incluso, se corregía, sí que era factible, pues ni siquiera necesitaba que los Apple la aceptaran en su hogar más tiempo del necesario, ya que incluso, llevada por aquel optimismo que la embriagaba, ni siquiera la idea de volver a aquella granja de cerezas que tanto había odiado en el pasado le parecía una locura. De hecho, incluso podía llegar a tenerla como la mejor salida posible dadas sus circunstancias.

-¡Trixie!-la voz de Applejack, que de repente llamó con varios golpes a la puerta del baño, la sacó de golpe de sus meditaciones-La cena está en la mesa ¡Ve saliendo ya, que se ha hecho muy tarde!

-¡Ya voy, ya voy!-le replicó la unicornio, en realidad sin moverse, en ese momento demasiado cómoda y con insuficientes fuerzas como para siquiera pensar en levantarse.

-¿Te encuentras bien?-le preguntó Applejack desde el pasillo, un tanto preocupada. Aquella, que había tardado cinco minutos en ducharse para limpiarse todo el polvo y barro de la jornada, no entendía como había yeguas capaz de estarse tantas horas en el baño-¿Necesitas algo?

-¡No, no! ¡Te digo que ya voy!-respondió Trixie mientras, con sumo esfuerzo y sólo por pensar en su estómago vacío, lograba alzarse y quedar de pie en la bañera, dispuesta a salir. Desde el otro lado de la puerta, la rubia pudo escuchar perfectamente el ruido al salirse la unicornio de la bañera y el sonido del agua yéndose por el desagüe-¡Que bajo enseguida!-insistió al notar que la otra pony aún seguía en el pasillo.

Trixie depositó con cuidado sus patas sobre la esponjosa alfombrilla del baño, verde y con varias manzanas dibujadas en su contorno, y alcanzó una de las toallas que había en un estante, con la que procedió a secarse antes de dejarla de cualquier modo sobre el inodoro. Abrió el grifo del agua fría del lavado para poder despejar el espejo y todavía pasó un largo tiempo frente al mismo, arreglándose el pelaje, la crin y la cola. Cuando finalmente abrió la puerta, el desastre de un baño encharcado, con huellas de barro en algunas partes, toallas húmedas sobre el retrete, todos los objetos de aseo revueltos, etc., un estropicio como nunca antes se había visto en aquel baño, apareció ante Applejack.

-¡Por las herraduras de Bob el granjero, Trixie!-se quedó asombrada al ver aquello-¿Qué se supone que has estado haciendo?

-La Gran y Laboriosa Trixie sólo ha tomado un baño-le dijo con indiferencia aquella.

-Ya, pero, ¿cómo se supone que lo has hecho?-se asoma al baño-¡Uf! Que calor más asfixiante-entró para poder abrir la ventana y que se aireará la habitación-En fin… Ya vendré a limpiar esto después de la cena. Ahora bajemos a la cocina, que la cena se enfría y ya llevamos esperándote un buen rato.

-¿Esperar? ¿Esperáis a la Gran y Laboriosa Trixie?-aún no dejaban de sorprenderle aquellos gestos de los Apple.

-Pues claro, terroncito. Eso es lo educado-asintió la pony naranja con el tono firme del sencillo pony que no imagina otra forma de hacer las cosas que la propia.

-Bueno. De hecho la Gran y Laboriosa Trixie tiene hambre. Vamos.

-¿Realmente vas a seguir mucho tiempo con ese, eh, nuevo apodo de “la Gran y Laboriosa Trixie”?

-La Gran y Laboriosa Trixie no usa apodos-se limitó a replicarle antes de alejarse a paso rápido en dirección a la cocina, seguida de cerca por Applejack.

En la cocina, la mesa ya estaba dispuesta y repleta de platos, como ya tantas veces había visto Trixie aquellos días, con los demás miembros de la familia Apple sentados en su sitio a la espera de la llegada de las dos yeguas faltantes para empezar a cenar. Especialmente la pequeña Apple Bloom se movía inquieta en su silla, reaccionando con énfasis ante la entrada de aquellas:

-¡Oh! ¡Ya están aquí! ¿Puedo empezar?-rogó a su abuela, con mirada casi suplicante mientras sentía sus tripas rugir.

-Un poco de paciencia, Apple Bloom-le regañó levemente Granny Smith mientras Trixie y Applejack tomaban asiento-Ahora sí-le señaló, ante lo cual la potrilla se lanzó con ansia a devorar su plato-¡Apple Bloom!

-¡Oh! Lo siento, Granny-se disculpó la potrilla, empezando a cenar con normalidad-¡Y mañana es el día, mañana es el día!-saltó, de repente. Parecía haber esperado con ansía y emoción contenida el poder compartir su alegría con todos los presentes.

-¿Mañana es el día? La Gran y Laboriosa Trixie quiere saber que pasa mañana-reaccionó la unicornio, que, por lo que notaba en los demás, era claramente la única que no conocía la razón de tal entusiasmo de la pequeña potrillo.

-¡Mañana llega mi prima, Babs Seed, desde Manehattan!-le respondió Apple Bloom-¡Estoy deseando conocerla!

-Bueno, bueno, terroncito. Tampoco es para tanto, así que tómatelo con un poco más de tranquilidad, ¿de acuerdo?-le aconsejó su hermana-¿No te parece, Big Mac?

-Eyup-asintió el potro, con su habitual parquedad de palabras, mientras a su vez cenaba también.

-Y si no tuviera cutie mark, podría unirse a las Cutie Mark Crusaders, ¿no sería genial?-siguió hablando la potrilla, ignorando a sus hermanos mayores.

-Quizá, pero no la vayas a agobiar con eso, ¿eh?-le advirtió Applejack-Va a venir a pasar unos días y no precisamente para que le estéis metiendo en líos.

-Que sí, que sí. No te preocupes, Applejack. Sabes que soy muy responsable-le replicó su hermanita mientras ponía su mejor cara de potrilla inocente.

-Ya, claro, manzanita-el tono suspicaz de la rubia era evidente-Muy… ¡Eh! ¿Qué te hace gracia?-le preguntó a Trixie, que escuchaba la conversación con interés, encontrándola bastante graciosa, por lo que no pudo evitar una leve risa.

-¡Ah! ¡Una cosa, una cosa!-saltó la potrilla antes de que la unicornio pudiera hablar-¿Va a poder venir Trixie a la acampada en Winsome Falls? ¡Así sería más divertida!

-Eh… Bueno, si Trixie quiere venir…-aquel repentino cambio de tema desconcertó por un momento a Applejack.

-Pero llevad ropa de abrigo suficiente-intervino de repente Granny Smith en la conversación-Que por las noches refresca y así se cogen los resfriados.

-Eyup-asintió Big Mac a las palabras de la abuela.

-Lo sé, abuela, lo sé-dijo Applejack-Iremos bien preparadas a la acampada y, oh, vaya, hablando de preparativos, aún tenemos que montarle una cama a Babs Seed en tu cuarto Apple Bloom y eso que mañana deberíamos empezar a trabajar en la reforma del granero, ahora que hoy lo hemos dejado preparado. Y al tiempo no podemos dejar de cosechar las manzanas del campo oeste, que ya están maduras y listas. No sé como se ha podido juntar de repente tanto trabajo acumulado-reflexionó en voz alta la rubia, intentando no parecer agobiada por lo que veía se les echaba encima-Estos días van a ser duros.

Eyup-asintió también Big Ma, de acuerdo igualmente con su hermana.

-Oh, pues menos mal que contáis con ¡la Gran y Laboriosa Trixie!-intervino finalmente la unicornio.

-No, Trixie, esto es en serio-le dijo intentando sonar firme pero no ruda ni hostil-Ayudar a acarrear peso es posible que puedas, pero, ¿cosechar manzanas o echar un casco a construir el nuevo granero? Eso ya no lo tendría tan claro.

-¡La Gran y Laboriosa Trixie puede hacer todo lo que se proponga!-le replicó a su vez, indignada.

-Ya, sí, sí-Applejack no atinaba a encontrar las palabras adecuadas para lo que quería decir-Me parece muy bien que quieras ayudar. Es de agradecer y todo eso, pero…-se rasca la nuca-Eh…

-¿Pero qué? ¿Qué objeción puede haber contra la ayuda de la Gran y Laboriosa Trixie?

-Eh…-realmente la rubia no encontraba la forma de decirlo sin resultar ofensiva y le costaba un gran esfuerzo callarse lo que pensaba.

-Oh, vamos, manzanita-salió Granny Smith en inesperada defensa de la unicornio-Déjale que ayude, que no va a pasar nada malo por eso.

-Granny, no tiene ninguna preparación ni experiencia en este tipo de trabajos y nosotros no tenemos tiempo para enseñarle, por mucha buena voluntad que tenga-sentenció finalmente la rubia.

-Applejack-le dijo su hermano, con tono seco y serio-Yo me ocupo.

-¿Cómo? ¿Estás seguro de eso, Big Mac?-le preguntó su hermana, sorprendida ante aquello.

-Eyup-asintió su el pony.

-¡Perfecto!-exclamó, sonriente, Granny Smith, antes de que Applejack pudiera volver a expresar sus dudas-Pues todo queda arreglado. Ahora, que alguien me haga el favor de acercarme la ensalada de patata.
Capítulo 14. Audiencia Nocturna
Spoiler:
El sonido metálico de los característicos pasos de los soldados, rítmico en su marcha, llenaba la plaza que se abría ante el Palacio Real según el metal de las herraduras chocaba con el empedrado de la calle. La tropa, en columna de a cuatro, salía desde el cercano patio de armas y desfilaba, dirigiéndose y enfilando la calle principal, con rumbo hacia la especial estación que para uso del ejército estaba situada en uno de los niveles menos elevados de Canterlot. Muchos ponies que paseaban por las calles o que iban de camino a algún lado se detenían, con mayor a o menor curiosidad, ante aquel aparentemente improvisado y nocturno desfile.

La unicornio había llegado a tiempo de contemplar este pequeño espectáculo, que transcurría a la brillante luz de las farolas. Realmente le parecía extraño aquello y se preguntó porqué y a dónde irían esos soldados a aquellas horas de la noche. ¿Habría pasado alguna emergencia? Mientras contemplaba aquello y la serie ininterrumpida de todo tipo de ponies marchando a paso regular con el resonar de sus armaduras, no pudo evitar pensar en su hermano y preguntarse que tal le iría ahora que llevaba una nueva vida como príncipe del Imperio de Cristal. Sonrió al imaginarlo, realmente aún sin acostumbrarse a ver imaginar a Shining de esa manera. “Es como si alguien viniera a decirme que algún día yo también seré una princesa. Me parecería un absurdo”, rió, intentando fantasear con cómo se vería como tal. “Vamos, Twilight”, se recriminó aquella perdida de tiempo, “No es buena idea perder el tiempo en divagaciones sin sentido”.

Tras dejar aquello de lado y, sin dejar de mirar conforme avanzaba hacia Palacio el paso de los soldados por la calle, volvió a reflexionar en el tema que realmente le estaba preocupando. Acudía a pedir audiencia con la princesa Celestia con la excusa de despedirse hocico a hocico antes de volver a Ponyville, pero también había un tema que le preocupaba y no poco. ¿Qué pasaba con el profesor Knowling? No entendía aún que podía tener entre patas para que la princesa Luna le estuviera investigando, pero si la alicornio solar estaba informada de ello, y debía estarlo o eso creía la joven pony, ¿Por qué había permitido que la pusieran bajo su tutela? ¿A qué venía aquello? Tenía que preguntarle a su maestra qué sabía sobre la investigación de su hermana y sobre las razones que la llevaban a indagar sobre el unicornio.

Lo cierto es que, según le había dado vueltas al problema, sólo había atinado a dar una solución. En principio su instinto le había dicho que el profesor iba tras la pirámide de Adenror, pero lo cierto era que, según meditaba sobre el asunto, se preguntó si el interés en enviarla a ella a Ponyville para estudiar allí y con ella a Fogsun no formaría parte de ese plan que la princesa estaría investigando. Y no habiendo nada en Ponyville relacionado, por lo que ella sabía, con la magia aydara, sólo se le ocurría una única razón para interesarse por el lugar. Llegó a esbozar la teoría de que el unicornio debía ir en pos de apoderarse de los elementos de la armonía, aunque no terminaba de hacerse a la idea de cómo intentaría lograr tal cosa.

Por fortuna y conforme esperaba, los guardias que custodiaban la entrada a palacio la reconocieron y, de la misma forma que en sus otras visitas, logró ser recibida en seguida en audiencia por la princesa. Celestia, a esas horas y de igual manera que el sábado a su llegada, la recibió en su gabinete privado, acogiéndola al verla entrar con una cálida sonrisa y una cortés invitación a tomar asiento, mientras le ofrecía una taza del mismo té que ella en ese momento estaba tomando.

-¡Oh, no, gracias, Princesa!-se negó amablemente Twilight mientras se sentaba-Es muy amable, pero hace poco que he cenado y no me apetece tomar nada-se excusó.

-Entiendo-asintió la alicornio antes de dar un sorbo a su taza-Y, bien, mi querida Twilight, ¿hay algo que pueda hacer por ti?

-¡No, no! Es decir, todo está perfectamente. Aunque los soldados que he visto de camino me han inquietado-le dijo, inquiriendo con curiosidad.

-Puedes desechar toda inquietud, Twilight. No son más que una guarnición de refuerzo que se envía al Imperio en tanto no pueda garantizar su propia seguridad y defensa con sus tropas nativas. Al fin y al cabo, al norte de su frontera está Yakyakistan y aunque no ha habido contactos entre los ponies y los yaks desde hace siglos, es mejor ser precavidos. Los yaks pueden ser muy susceptibles y belicosos.

-Claro, entiendo.

-Pero, cambiando de tema-la alicornio tomó otro sorbo de su taza-Imagino que vienes a despedirte, puesto que creo que esta noche vuelves a Ponyville. ¿Es cierto?

-La verdad es que sí-le respondió la joven unicornio-Lo cierto es que ha sido una decisión algo precipitada del profesor Knowling, aunque no entiendo muy bien porqué-añadió, tanteando con sus palabras la reacción de la alicornio. Realmente sentía la necesidad y el impulso de preguntar, pero tampoco estaba tan segura y no quería enfadar a la princesa Luna, que le había dicho que no debía decir nada a nadie. Claro que Twilight no estaba segura de que ese “nadie” pudiera extenderse a la diosa del sol.

-Supongo que el Profesor lo hace como un gesto de cortesía-fue la suave pero escueta reflexión de Celestia sobre aquel hecho-Aunque tal vez no hayan sido aconsejables tales apresuramientos. Me han informado de que algunas vías han sufrido daños debido a que el reciente calor del verano ha derretido parte de la nieve y el hielo que quedan en las cumbres más altas y estos han dañado los raíles. No sería sorprendente que algunos trenes queden parados en mitad de la nada en plena noche.

-Al principio también pensé que lo hacía por cortesía, por eso de que era alumna suya, pero, la verdad es que me estoy preguntando si no sería posible que el profesor Knowling tuviera algún interés en Ponyville-dijo con voz entrecortada, sin querer mencionar la visita de la alicornio nocturna a su casa-Pero, claro, ¿qué interés podría tener? No hay ninguna razón para que a un estudioso y experto en magia aydara le interesa Ponyville. ¿No le parece, Princesa?

-Es una cuestión acertada la que propones, mi querida Twilight. ¿Qué razón podría tener un estudioso en magia aydara en Ponyville? A primera vista no tiene motivos para interesarse en calidad de tal por aquel encantador pueblo-respondió casi más como si meditará para sí misma que manteniendo una conversación-Me alegra ver que tu inteligencia se mantiene aguda y perspicaz.

-Eh, lo cierto, Princesa, es que he escuchado, bueno, que hay algunas sospechas sobre su comportamiento, sobre sus actividades, sobre algo-realmente estaba nerviosa y no atinaba Twilight a explicarse, buscando la forma de decir lo que sabía sin decirlo realmente-Y, al no haber nada que a un estudioso aydara pudiera interesarle en Ponyville, no he podido evitar temer que, si estuviera realmente planeando algún malvado plan, no puedo imaginar otra meta que no fuera apoderarse de los elementos de la armonía, o eso he supuesto, ya que no veo que otra cosa pudiera ser… Aunque es cierto que es una teoría sin demasiados fundamentos-se atrevió finalmente a expresar su temor.

-¿Y dónde has escuchado que existen tales sospechas?-le preguntó con delicadeza.

-¿Es que no es cierto?-le preguntó Twilight, tan preocupada por el tema que no pudo evitar ser directa con la propia Celestia.

-Tu instinto te sirve bien-fue toda la respuesta que obtuvo-Sin embargo, lo mejor que te puedo decir ahora mismo es que no ignoras, en este momento, nada que precises saber. Puedes estar tranquila y volver a Ponyville sin preocuparte del profesor Knowling. Es mi deseo que te dediques con esmero a tus estudios y, como parte de estos, sería muy oportuno que ayudases al joven Fogsun Dremtly en la tarea adicional que se le ha asignado.

-¿Tarea adicional? ¿Qué tarea adicional?-aquello atrajo de inmediato su curiosidad.

-Me alegra que me hagas esa pregunta-asintió sonriente la alicornio diurna-Verás, se le ha encomendado a Dremtly unas “prácticas de campo” en Ponyville y considero que puede ser un ejercicio positivo para ambos que le ayudes en ellas. Al fin y al cabo, tú has podido conocer más que bien Ponyville y sus alrededores y por otra parte, le serías muy útil al tiempo que te resultaría enormemente instructivo.

-Supongo que sí-asintió Twilight-Y…

-¿Las clases marchan bien, no es cierto?-le preguntó antes de que pudiera decir nada.

-Así es, Princesa-le respondió-Las lecciones son realmente fascinantes y Fog explica realmente bien, sin excederse en un lenguaje rococó pero sin dejar de lado ningún detalle ni aspecto importante.

-Entonces, como me pareció el otro día, realmente habéis congeniado el joven Dremtly y tú.

-Así es, Princesa. Además, es un buen amigo-le replicó, sonriente, su alumna.

-Me alegra oírlo.

-Aunque, la verdad, me parece que mi madre cree que, bueno, podría haber algo más y ha hecho algunas insinuaciones al respecto y temo que mis amigas hagan lo mismo cuando estemos en Ponyville. Podría llegar a ser algo muy incómodo. Para ambos.

-Desde luego entiendo tu postura, pero lo mejor es ignorar ese tipo de cosas. Prestarles oídos sólo hará que tus amigas lo hagan con más afán, por divertirse a costa de tu rubor. Además, si no hay nada, no hay verdadera razón para preocuparse de que hagan bromas sobre ello. ¿No te parece?

-Eh… Desde luego, Princesa, desde luego-asintió rápidamente Twilight-Pero como Fogsun es bastante tímido, me preocupaba por él. Esencialmente era por eso.

-No lo pongo en duda, mi querida Twilight-sonrió, divertida, Celestia-No lo pongo en duda.

Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (nuevos capítulos 13 y

MensajePublicado: 15 Jul 2015, 13:46
por Mishiro
Capítulo 15. Los Ojos de Luna
Spoiler:
Aquella noche, el gabinete de la princesa Luna, normalmente un refugio, una isla de paz y sosiego en que la alicornio se retiraba lejos del ajetreo del palacio, presentaba un aspecto realmente insólito. La normalmente amplia y espaciosa sala estaba atestada de mesas de trabajo y escritorios hasta el punto de que apenas se podía encontrar un paso entre ellos. Sobre aquellos se esparcía un maremagno de libros, carpetas, elevadas pilas de documentos, tinteros, plumas y estilizados candelabros que arrojaban su tintineante luz sobre el papel mientras una serie de ponies, a cada cual más atareado, proseguía con toda la concentración de la que disponía su trabajo.

Y es que la alicornio, lejos de acatar la petición de su hermana de dejar de investigar el “caso Knowling”, había decidido abordar el asunto con todos los recursos que tuviera disponibles y a casco, organizando una serie de equipos de eruditos y agentes que la asistieran y agilizaran la obtención de información y el control de la situación.

Algunos estudiosos de confianza de la Princesa, aunque ajenos al mundo de la cultura aydara, ahora se dedicaban a devorar a toda prisa todos los libros posibles sobre aquella vieja civilización a la búsqueda de cualquier información útil que pudieran obtener. Unos cuantos bat-ponies de su guardia, por su parte, sistematizaban y rastreaban en los archivos todos los datos posibles sobre el profesor Knowling y sobre todos los demás miembros de su departamento, consistente en cuatro adjuntos, cuatro unicornios llamados, respectivamente, Fogsun Dremtly, Sasir Reywal, Starlight Skydriver y Magicshy Moonwriter. Finalmente unos expertos en criptografía examinaban los pocos documentos cascoscritos que el director Knightley les había remitido tras hallarlos en el despacho del profesor Knowling y que estaban claramente escritos en un extraño código que estaba siendo difícil de descifrar.

La propia alicornio continuaba con todo su esfuerzo en ello, prosiguiendo con interés la lectura del libro de Schlihippo y especialmente había llegado a una parte que le estaba resultando especialmente curiosa y que le iba a ser muy reveladora...

“La paz establecida, no sin gran coste y penosas dificultades, tras la llamada Guerra de los Virreyes, terminó la política de neutralidad que había intentado llevar Fogking III desde su llegada al trono en 439. El Edicto Real de Unidad, con la abolición de los virreinatos y la derogación de las viejas leyes y pragmáticas sanciones emanadas del Manifiesto Gris, así como el envió de una delegación a Canterlot en 458, suponían el cumplimiento de los objetivos que se había propuesto el Concilio Blanco en su casi absoluta totalidad. El rey se había vuelto contra los apoyos que inicialmente le auparon al trono tras el asesinato de Cloudsking y ahora estaba decidido a volcarse en la reconstrucción del reino, en que aún quedaban, junto a los daños del reciente conflicto civil, aún sangrantes heridas procedentes de la invasión de los grifos y de la última rebelión de los pegasos de New Skyland en 429.

El reino seguía padeciendo las dificultades económicas que se derivaban, tanto de la situación de conflicto, como de la cada vez mayor tendencia migratoria que empujaba, no ya sólo a pegasos y terrestres, sino a unicornios, a abandonar Hiponia y a refugiarse en la vecina, más segura y pacífica tierra de Equestria. Las ciudades y sus centros alquímicos empezaban a tener problemas para garantizar abastos a las ciudades y mantener efectivo y engrasado el sistema económico del reino. La situación de descontento era mayor mientras los estudios alquimistas, sin genios entre sus filas y sin aportes que ayudasen a subsanar los problemas crecientes, no se libraban de la sensación de decadencia que lo envolvía todo.

Con este panorama no extrañará a nadie que la oposición organizada en el Concilio Negro, aún perdidos los bastiones de poder que habían sido la senescalía, los tronos de los virreyes y los tribunales del Orden, mantuviese aún rescoldos suficientes para intentar desatar un último gran incendio. La conjura comenzó en 460 en el seno de la vieja Guardia Pretoriana, cuyos miembros aún respaldaban mayoritariamente las antiguas ideas de Valtader y que permitieron la infiltración en el palacio y apoyaron el ascenso a puestos clave del servicio regio de nuevos y jóvenes ponies procedentes de nuevos reclutas del Concilio Negro. El objetivo era crear una red de contactos oportunos que, aprovechando el descontento que reinaba en el ambiente, hacer propicia la ocasión de dar un golpe de casco que permitiera el destronamiento del rey y un giro completo de la política que se estaba realizando.

El plan, con todo, prosperó lentamente y no logró copar, como esperaba, demasiados puestos bien situados en la corte de Ádralon y no progresó prácticamente nada en el ámbito local. En ciudades de la importancia de Celsylvania y Cherady no tenía ninguna presencia y sólo en Bostmount lograron, con esfuerzo, poner a uno de los suyos al frente del importante puerto local. Los líderes de la conjura recomendaban paciencia, pero los miembros más jóvenes y radicales del movimiento deseaban, ya tras dos años de paciente labor, dar el paso y no esperar más.

A inicios del 463, una noche de invierno, se consumó el golpe de casco cuando parte de los pretorianos intentó asesinar al rey Fogking III mientras dormía. Oportunamente, unos pocos guardias leales, con ciertas ayudas mencionadas por los relatos de los testigos y nunca identificadas, impidieron el éxito de los golpistas. Con el monarca aún vivo, los intentos de apoderarse de los principales centros de poder, estaban destinados al fracaso… Pero Fogking III ya no se sentía demasiado seguro, a pesar del poco apoyo que habían recibido sus enemigos. Y decidió urdir una estratagema.

Aquí he de traer en mi apoyo la importante inscripción, base de la leyenda del ritual de la coronación, que fue encontrada sobre la gran puerta de la cripta de Ádralon. Las dataciones de ese escrito nos sitúan precisamente en la segunda mitad del reinado de Fogking III, como asimismo lo puede demostrar la comparativa de estilo y lenguaje con otras obras y epígrafes similares que tenemos perfectamente fechados. Es cierto que en tiempos de Fogking III se realizaron algunas restauraciones de viejos monumentos, como las reformas de la Torre del Reloj de Celsylvania, pero la hipótesis de mis colegas eruditos de explicar la novedad del relieve explicando que es una sustitución de uno más antiguo que procedería de los inicios de la historia de Hiponia, no tiene fundamento alguno más que la que dan sus prejuicios e ideas preestablecidas. Recordemos el texto en sí de la inscripción:

<<El Orden se basa en el Poder. El Poder establece y garantiza el Orden. En la cumbre sólo hay lugar para el mejor, la cima de la Pirámide del Reino debe ser dada al que demuestra su grandeza y majestad. Tú, atrevido, que entras en búsqueda de la Corona, si eres digno, recorrerás las seis sendas que ascienden cual dura escalera hasta el Trono de Fuego, cuyas llamas devoran a sus enemigos. De lo contrario, aléjate de estas puertas y respeta a tu Amo, vencedor de mil peligros, antes de perecer de segura muerte>>

Es evidente que la mención a las seis sendas es una referencia a la búsqueda y reunión de los seis fragmentos de la pirámide de Adenror y en esto se basa toda la historia tradicional sobre ella. Sin embargo, su ausencia en otras fuentes y de que las pocas que hablan de ella sean de tiempos de los últimos reyes, especialmente Fogking III y Minerva, demuestran que ese texto y el mito que refleja, es muy tardío. Un intento del soberano de poner a sus enemigos, con la cortina de humo y prestigio que para el Concilio Negro suponía la figura de Sunnight, una meta que consideraba imposible a fin de impedir más conjura por parte de los aydara más recalcitrantes. Y, de alguna manera, parece ser que logró su objetivo.

Además, mirando el texto, se ve claramente que no puede emanar de un aydara que fuera respetuoso y fiel para con las ideas de Valtader y de los principios ideológicos de los aydara. La visión deformada y claramente malévola, aunque coincidamos en ver como tales el punto de vista clasista de los aydara, que reflejan los términos del epígrafe son, en todo punto, equívocos y ajenos al lenguaje base que estableció el Manifiesto Gris. Hay que recordar que ellos basan su noción del “Orden” en la noción que tienen de la naturaleza y nunca hablan de esa manera del “poder”. Y la naturaleza se expresa per se, no necesita pruebas y demostraciones. Es decir, la idea de una prueba de fuerza que hiciese patente quién es el mejor para reinar es a todas luces patentemente ridícula para la mentalidad aydara. Además, la mención al “Amo” como “vencedor de mis peligros”, pese a sus pretensiones asépticas, hace claramente referencia al convulso y problemático reinado de Fogking III.

Además, hay un último aspecto que añadir al respecto. El análisis de las cartas que en estos años se cruzaron entre las cortes de Ádralon y Canterlot, aunque escuetas y poco claras, hacen mención de un proyecto conjunto emprendido bajo los auspicios conjuntos del rey Fogking y de la princesa Celestia. Tras ir descartando otras opciones, no me queda más solución, y encaja bien con lo que hasta ahora sabemos de pensar que no se trata de otra cosa que de la construcción, en pleno corazón del reino pony de la diosa solar, de una oculta y muy secreta cripta aydara en que uno de los seis fragmentos del Adenror sería puesto a buen recaudo. Una forma de añadir dificultad sobre dificultad al nuevo mito del ritual de coronación que desde Ádralon se pretendía difundir. Mis intentos de situar los fragmentos en sus escondites, que hasta ahora ha sido sólo levemente fructuoso y no sin esfuerzo, con los fragmentos exteriores, han sido del todo estériles para situar el fragmento central y maestro, que he de creer estaba oculto nada más y nada menos que bajo la atenta vigilancia de Canterlot. Una teoría mía fundamentada en lo que he de decir a continuación y que rápidamente ha encontrado la critica y la burla de mis colegas, mas nula refutación.”


En la mente de la alicornio, las piezas de aquel puzzle empezaban a tener un sentido claro y lógico, a encajar en su sitio… El profesor Knowling, al que en ese momento no tenían localizado pero que debía llevar los cuatro fragmentos del Adenror consigo, tenía sacado un billete de tren para la mañana siguiente con rumbo a Celsylvania. Por otro lado, ese joven de su departamento al que había asignado la tutela de la joven Sparkle, iba a ir con ella a Ponyville aquella misma noche. Para Luna estaba claro que, lejos de pretender escapar por haber notado la intrusión que realizó en su sueño, el unicornio estaba continuando su plan y al galope. El joven Dremtly habría sido enviado a encontrar la cripta oculta cerca de Canterlot, que por algún motivo debían pensar estaba en Ponyville mientras el propio Knowling buscaba el sexto y último fragmento en la propia Hiponia.

Recordando las palabras de su hermana sobre “otros factores” y una “meta más esquiva e inalcanzable”, no se le ocurría otra posibilidad salvo que se refiriera a supervivientes del Concilio Negro, la organización creada por los valedores más firmes de la ideología aydara, que de alguna manera hubieran sobrevivido en las sombras durante ya los cinco siglos de integración de las tierras de Hiponia en Equestria. Quizá algunos de ellos, sino toda la organización que tuvieran, estuvieran implicados en el plan de Knowling. Quizá Knowling pensaba o esperaba recibir su apoyo como parte de sus planes para hacerse con el poder… En cualquier caso, la única razón que encontraba Luna para que Celestia dejase campar a sus anchas y por sus respetos a Knowling era el que éste les condujera a otros objetivos, puede que incluso más valiosos. ¿Quiénes podrían ser? La princesa se sintió frustrada por su desconocimiento de Hiponia y de su realidad política… Otro aspecto que debía remediar si quería acometer aquella empresa con posibilidades de éxito.

Estaba dándole vueltas a todas aquellas ideas cuando el anuncio de uno de sus secretarios interrumpió la cadena de sus pensamientos. Finalmente, los miembros del último equipo que había decidido conformar para la investigación, llegaba para hacer acto de presencia. Éstos no tardaron en entrar y en aproximarse volando por encima del enjambre de mesas y atareados ponies, hasta inclinarse en respetuosa reverencia frente a su Soberana. Eran cuatro pegasos que conformaban parte de los llamados “Ojos de Luna”, un grupo de agentes especiales que la alicornio había formado hacía algún tiempo para misiones delicadas y especiales, como aquellas que debía encomendarles en ese momento.

Uno de ellos era un fornido pegaso de gran talla y expresión seria, de pelaje anaranjado teñido con manchas negras y crin también bicolor amarilla y negra. Su cutie mark era un rayo atravesado sobre un escudo. No era la primera vez que Luna recurría a aquel antiguo teniente de la guardia solar que casi había sido expulsado de la milicia con deshonor cuando agredió a un superior durante una misión en Angmar. Se llamaba Dark Thunder y era ya un veterano agente con el grado de “Ojo derecho”, es decir, de miembro líder o señor de una pareja.

Su compañero u “Ojo izquierdo” era un joven pegaso llamado Dust Typhoon, menor en aptitudes físicas pero igualmente atlético y bien ejercitado que había pertenecido a un escuadrón de pegasos de rescate antes de ser reclutado por el mismo Thunder. Un joven de abultada crin azul y pelaje amarillo, de actitud animada y algo arrogante cuya cutie mark era, conforme a su apellido, un veloz y aguerrido tifón.

La única yegua presente era una joven y atractiva pegaso rubia de suave pelaje azulado y que lucía no sin orgullo unas magníficas alas que parecían brillar y deslumbrar como las de una ígnea ave fénix. A pesar de su apariencia inocente, era una experimentada agente muy ducha en misiones de todo tipo y que había probado su valía por los rincones más peligrosos de toda Equestria. Su cutie mark iba, como su apariencia ajena a su trabajo, parecía parte de su camuflaje y consistía en unas nubes blancas que flotaban sobre el cielo que aparentaba ser su azulado pelaje. Entre los cuatro agentes presentes, era la única que mantenía una actitud relajada y para nada tensa o impresionada por estar en presencia de la misma Princesa Luna. Su nombre real era Violet Sunshine, pero era comúnmente más conocida por su apodo de Skie. Tenía el grado de “Ojo derecho”.

El último de los cuatro era el joven compañero de Skie. Un pegaso anaranjado y de crin bicolor, verde y azul, llamado Summer Lights. Era un experto en orientación, como denotaba su cutie mark consistente en una brújula y bastante habilidoso, aunque algo apático y reacio en ocasiones al trabajo. En parte era una de las razones por las que su compañera le mantenía a su lado, ya que Skie se consideraba más un “ave de vuelos solitarios” y le gustaba ir a su aire en las misiones que se le encomendaban. Y, por la expresión de desgana que se esforzaba por ocultar, parecía que aquella sería una de tantas veces.

-Yegua y caballos, agentes-empezó a hablarles la alicornio-Nos les hemos convocado a nuestra real presencia a consecuencia de un peligro que se cierne sobre la tierra de Equestria en la forma de una magia ancestral que la ambición de un malvado pretende reavivar. Aunque no es llegado el momento de actuar con toda la determinación que a Nos nos habría de complacer, sin embargo, es nuestro regio deseo que ambos equipos sigan y mantengan bajo severa vigilancia y control, la actividad de los dos, según nuestra sospecha, unicornios involucrados directamente en el complot.

Los cuatro la escuchaban atentamente: Thunder esperando instrucciones concretas, Skie con interés en ser enviada a algún destino emocionante, Dust con curiosidad por lo que sería aquella amenaza y sólo Summer carecía de interés en lo que oía.

-A usted, capitán Thunder y al sargento Dust, su compañero, le tenemos una importante misión que confiarle en sus capaces cascos. Mañana a las nueve y cuarto sale un tren de la estación de las Flores, aquí en Canterlot, con rumbo a Celsylvania. Su objetivo, el profesor Knowling, del que luego le pasarán una foto, irá en él y debería llevar consigo un cofre, maleta o cualquier tipo de valija que contendrá cuatro especiales artefactos de gran poder. Deben seguirle y mantener siempre localizados dichos artefactos por si Nos diéramos la orden de que se apoderasen de ellos. ¿Alguna duda?

-Seguir, localizar, interceptar-la voz de Thunder resonaba clara y firme-Recibido. Puede confiar en nosotros, Majestad.

-Eso esperábamos oír-la alicornio se volvió hacia el otro equipo-Vuestra misión, teniente Sunshine y sargento Lights, es acudir cuando antes a Ponyville. Una vez allí mantendrán vigilado a un joven estudioso, alumno de Knowling, llamado Fogsun Dremtly, sin, y esto es importante, sin que ningún pony se percate de su presencia. Tenemos base para sospechar que habrá de ocurrir un descubrimiento de calado en el pueblo y habrán de estar preparados para cualquier tipo de intervención que pueda ser necesaria.

-¡Skie siempre está lista para cualquier cosa, Majestad!-respondió la pegaso-Puedo dar esa misión por cumplida.

Ante aquella reacción, propia de aquella jovial y entusiasta pegaso, la Princesa, dándose por satisfecha y dadas ya las instrucciones a sus “Ojos”, les hizo un leve gesto de asentimiento con la cabeza para que se retirasen. Ya les darían otros los detalles más concretos y la información que pudieran precisar sobre sus objetivos. Mientras, tan silenciosamente como al acercarse, le hacían los cuatro otra reverencia y se retiraban de su presencia, la alicornio se sonrió, dándose un respiro y satisfecha de cómo estaba llevando aquella situación.

Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (nuevo capítulo 15)

MensajePublicado: 15 Jul 2015, 14:16
por EdoNova
La cosa avanza, a ver como evoluciona el resto de la historia en el futuro

Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (nuevo capítulo 15)

MensajePublicado: 18 Jul 2015, 13:20
por horwaith
Ya veo la diferencia con los otros, al profundizar en personajes, en lugar de la historia, se puede continuar bastante bien con esa parte sin tener tanto texto. Ahora te voy a decir de cada capítulo:
13- Creo que tengo tanto miedo de la "ayuda" de ella como Applejack, porque puede preparar las cosas magníficamente (mal) pese a querer hacer algo por si misma.
14- Me ha gustado como han manipulado ambas para no desenmascarse, la princesa Celestia y Twilight, pese a las posibles metidas de casco por parte de ambas xD
15- Buen avance, tanto en la historia de Luna como en la del fic en general, pues se describe la política de Hiponia bastante bien, sin ser forzado el texto que el historiador ofrece. Aparte, el final invita a leer los siguientes capítulos para saber más de TODOS los espías que se han enviado.

Muy bien escritos, espero con ganas el siguiente

Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (nuevo capítulo 15)

MensajePublicado: 20 Jul 2015, 19:00
por Sasir96
Un buen cap, mola el pentagono que se ha montado luna en poquisimo tiempo, y se han descubierto nuevos detalles de la historia hisponica.Aunque es algo raro que luna no investigue a ear.

Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (nuevo capítulo 15)

MensajePublicado: 02 Ago 2015, 18:23
por Mishiro
Entrada borrada y a eliminar.

Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (añadido capítulo 16)

MensajePublicado: 04 Ago 2015, 00:20
por EdoNova
Me huelo el fortuito encuentro entre Pinki y Fogsun, no sé por que XD

Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (añadido capítulo 16)

MensajePublicado: 04 Ago 2015, 11:50
por Sasir96
Me ha gustado,pero me ha hecho gracia como fogsun no se ha interesado por la amiga de twilight a la que le gustan los wonderbolts :rdyeah:,por lo cual es la UNICA con la que tiene algo de que hablar,tampoco pregunta por cual de ellas le hablo de la ruina,y,sin embargo,le interesa una de la que no le han dicho casi ningun dato. :rdfacehoof:
Como se nota que el autor quiere que se enrollen. :rdgosh:

PD: ahora que lo pienso,AJ tambien debió interesarle mas,ya que twillight le dijo que era como su familia,por loque debia ser una granjera filosofa. :ajshrug:
Pero no,fogsun tiene un fetiche con el rosa y se la suda todo lo demas. :ppdunno: :ajwhine:

Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (añadido capítulo 16)

MensajePublicado: 05 Ago 2015, 10:27
por Mishiro
Capítulo 16. Confidencias con chocolate (corregido, para los que hayan leído la anterior versión, los cambios a partir de lo marcado en negrita y subrayado)
Spoiler:
Aún envueltos en la profunda oscuridad de la noche, los coloridos y variopintos vagones del ferrocarril destacaban llamativamente sobre el pálido manto de nieve que cubría las cimas de aquellos montes. El tren, como una perezosa serpiente que estuviera tendida sobre una roca al sol con intención de calentarse, permanecía detenido a lo largo de la ladera de la montaña, encontrando obstruido su camino por los desprendimientos de hielo y escarcha que, cayendo desde la cumbre, habían llegado a dañar gravemente las vías y trabado la entrada a un cercano túnel.

Una leve columna de humo se elevaba recta hacia el oscuro cielo desde la alta y negra chimenea de la locomotora. Las calderas, aún frenada la marcha de la gran maquina, seguían funcionando y consumiendo carbón con gran voracidad con el fin de mantener encendidas las luces y operando a pleno rendimiento los demás sistemas, desde los instrumentales a disposición del maquinista hasta las puertas corredizas automáticas, pasando por los electrodomésticos varios con los que contaba la cocina del vagón restaurante.

Precisamente ese mismo vagón restaurante, que de cara al exterior mostraba todas sus luces encendidas, contaba con más actividad de la que acostumbraba a haber a aquellas horas ya bastante altas de la noche. Varios de los pasajeros habían abandonado sus literas o sus departamentos, preocupados o hastiados por el retraso, y se repartían ahora por varias de las mesas o acomodados a la barra, mientras el personal de servicio, aunque reducido a un camarero y un cocinero, les atendían lo mejor posible.

Uno de los ponies presentes que destacaba bastante era un elegante unicornio de porte y ropajes distinguidos que, sentado a una de las mesas con una copa de coñac ante sí, ojeaba con tranquilidad las páginas del Canterlot Post. En otra mesa cercana una joven de talla poco mayor que una potrilla, que parecía viajar sola, bostezaba ante un vaso lleno hasta la mitad con zumo de manzana. Acodada a la barra una pegaso de pelaje amarillo y llamativa crin arco iris, tomaba un whisky con soda mientras permanecía abstraída con una novela de Daring Do. A su lado un grifo degustaba lentamente una jarra de cerveza con aspecto aburrido. Finalmente, en un rincón, un unicornio de pelaje grisáceo y crin tricolor parecía no hacer nada aparte de vaciar a base de pequeños sorbos un vaso de zumo de melocotón mientras jugueteaba y comía de un platito de aceitunas.

En una de las mesas del centro del salón, un poco apartado de todos los demás presentes, Fogsun intentaba concentrarse también en la lectura. Ante sí un tazón de chocolate y una pequeña fuente colmada de churros cubiertos de azúcar permanecían aún calientes a la espera de ser comidos. Levantando la vista del pequeño libro, el unicornio, un poco ajeno lo que sucedía a su alrededor, dio un rápido recorrido con la mirada por el restaurante antes de quedarse contemplando la taza todavía humeante. Los nervios que le dificultaban conciliar el sueño también afectaban a su apetito. Apenas habían pasado unas horas desde que abandonara la “seguridad” de su pequeño refugio en el Celestium y ya lo echaba en falta.

Aún permanecía así, intentando leer en vano, cuando Twilight le vio nada más entrar al vagón. La joven unicornio, aunque había logrado dormirse, se despertó al poco tiempo y, viendo que Fogsun no estaba en su litera, había decidido, por hacer algo más que nada, buscarle por ver si le ocurría algo. Intuía que el viaje podía haberle causado algunos quebraderos de cabeza. Por ello se aproximó con cautela, no queriendo molestarle y, tras rodear la mesa y obtener del unicornio un mudo gesto de permiso, se sentó frente a él.

-¿Qué estás leyendo?-le preguntó amablemente para romper el hielo.

-Las “Meditaciones” de la Emperatriz Aurora-le respondió él con igual tono, alzando el libro para mostrarle la portada del mismo. Realmente se notaba que no había podido centrarse demasiado en la lectura.

-¡Oh! Las conozco muy bien-asintió una emocionada Twilight, que no dudó, tras aclararse la garganta, a ponerse a citar de memoria:-“Al amanecer, cuando te despiertas perezosa, ten a casco lo siguiente: recuerda que despiertas para ir a afrontar las tareas de una alicornio. ¿Y te vas a irritar por dirigirte a aquello para lo que has nacido y que tu don te ha marcado y grabado en tu flanco como destino? ¿O acaso es este tu talento, el reconfortarte al calor de las mantas? Sí, bien cierto que es agradable y placentero, pero, ¿qué me dices con eso? ¿Acaso para eso vives, para complacerte? Es decir, ¿para sentir, no para actuar? ¿No vas a fijarte en como las pequeñas plantas, los animalillos, los insectos, las tribus de ponies bárbaros y de grifos avaros, todos ellos hacen lo que consideran y tienen por propio según su naturaleza y así dan forma y crean el universo? ¿Resulta que vas a ser tú la que no quiera hacer lo adecuado para una alicornio a la que su hado ha dotado de realeza? ¿No vas a correr con presteza a vivir y actuar conforme a tu naturaleza?...”

-Perdone, señorita-la llamada de atención por parte del camarero interrumpió la recitación de la joven unicornio-¿Va a querer tomar algo?

-¡Oh, sí, sí!-asintió Twilight, a la que el ver el pedido de Fogsun le había abierto el apetito-Tráigame lo mismo que a mi amigo: un buen tazón de chocolate y al menos una docena de churros-encargó, casi relamiéndose.

-Marchando-asintió aquel mientras ya trotaba a la cocina.

-“Y es que es tu propia naturaleza…”-continuó Fog donde Twilight se había interrumpido-“La que te ha dado la medida de que lo es justo y adecuado en cada aspecto de la vida. También te lo ha dado en el comer, el beber, el descansar y el ocio, en los banquetes y festejos y en las visitas a las termas. En todo ello bien que no eres remisa ni te muestras indolente, que bien pronto te das a ellas hasta el exceso. Pero, en lo que realmente te atañe, en cumplir el don que el hado y la naturaleza te han asignado, en cumplir con tus deberes reales, en eso te muestras reacia y poco entusiasta, conformándote con lo que consideras suficiente. Así pues, no has de decir que amas tu naturaleza, pues si lo hicieras, amarías lo que le corresponde y actuarías en consecuencia. ¿No ves a aquellos que viven conformes a su don, lo aman y viven dedicados a ello? Los soldados de tus legiones, los cocineros y pasteleros, los músicos, los pegasos acróbatas y velocistas, los cortesanos y eruditos, los constructores y arquitectos de las colonias… Todos ellos viven para su don y algunos ni para comer o descansar pararían, tal entrega tienen a su arte. ¿Y va a ser menos para ti el deber de gobernar el Imperio?”

-Oh…-sonrió Twilight-Casi me siento un poco tonta ahora mismo porque estaba a punto de comentarte que me parecía un gran libro cuando es evidente que no es para nada necesario y que lo conoces muy bien-dijo, ligeramente sonrojada.

-Tú no eres tonta en absoluto, Twy-le dijo Fog, halagándola y sacándole otra ligera sonrisa-Y…lo cierto es que sí. Conozco muy bien este libro porque lo leía desde pequeño. Bueno, para ser exactos, nos lo leía mi padre, a mis hermanos y a mí.

-Oh, ¿de verdad?-Twilight no pudo evitar preguntar, llevada por la curiosidad. Aunque algo sorprendida de que el unicornio sacará un tema personal, no por eso iba a dejar lo que consideraba una oportunidad de saber algo más de él.

-Así es. Por las noches, antes de mandarnos a la cama, mi padre nos reunía en el salón y nos iba leyendo los libros que él consideraba que servirían para nuestra formación moral, para ser, como decía él, “ponies de bien, trabajadores y de palabra”.

-Realmente parece que tu padre tiene firme madera de estoico-comentó Twilight-¿Se trata de un erudito, un estudioso? Aunque el domingo me dijiste que tenía un…-hizo memoria-…un pequeño negocio.

-Mi padre valora mucho la cultura-le respondió sin parecer querer entrar en detalles-Es un pony muy trabajador y vive volcado en sus labores, pero usa gran parte del poco tiempo de ocio que tiene en instruirse. Cuando no está atareado en algo, lo puedes encontrar en su sillón del salón, fumando tranquilamente en su pipa y leyendo.

-Realmente parece un gran pony por lo que me cuentas-se admiró la alicornio morada-Con ese padre y con una madre investigadora del Celestium, no es una sorpresa que haya salido un hijo tan brillante-aprovechó para devolverle el cumplido de antes.

-Oh… Bueno… No tanto…-replicó Fog, ruborizado ante aquello.

-¿Y qué más os leía vuestro padre?

-Bueno… “Los trabajos y los días” era otro de sus libros de cabecera-respondió con tono de no querer entrar en detalle sobre ello.

-Vaya. No localizo ahora mismo ese título, pero sé que lo conozco.

-Fue una obra de contenido moral de un tal Farsíodo.

-Farsíodo, Farsíodo… ¡Oh, sí! Lo menciona Grastory como uno de los precursores de la colonización del valle de Canterlot… ¿Su obra no versaba sobre agricultura y demás?

-Farsíodo, como bien dices, fue un pony granjero que tuvo un papel esencial en la fundación de Mareville y que se dedicó al cultivo de cereales, sobre todo trigo y cebada, pero su obra, aunque tiene connotaciones agrarias, es ante todo moral. Te lo resumo: trabaja duro, no te quejes y no vayas por el camino de la ganancia rápida. Todo lo demás…es…relleno.

-Interesante… Me lo apuntaré en mi lista de libros pendientes.

-Lo mejor para mis hermanos y para mí era la noche de los domingos. Si consideraba que habíamos sido bastante buenos y nos lo habíamos ganado, nos leía alguno de los viejos cuentos tradicionales de Hiponia. La verdad es que adoraba esos cuentos. Me pasaba buena parte de la semana esperando que llegase por eso la noche del domingo… Al menos hasta que pude leerlos por mí mismo-ríe brevemente.

-Te entiendo-comentó Twilight, compartiendo la alegre risa de su interlocutor-Y, dime, ¿de dónde procede tu interés por los aydara? Me dijiste que tu madre se había dedicado también a ello y que fue miembro del Celestium, pero imagino que no será la única razón.

-La verdad es que la magia y la alquimia me llamaron la atención desde que era un potrillo. Había muchos libros sobre alquimia en la librería del señor Lybook y, como bien has dicho, mi madre me enseñó muchas cosas de ella. Además, la historia me fascinó muy pronto y yo quería conocer más de mi familia, de mis antepasados, algunos de los cuales, para bien o para mal, tuvieron su papel en la historia de Hiponia.

-¿Puedes nombrarme alguno?-le preguntó con interés. Aquello en particular le había parecido llamativo.

-Eh… Bueno…-tuvo que tirar de memoria el unicornio-Hubo un Fogbow Dremtly que tuvo renombre en el Centro Alquímico de Cherady en tiempos de la reina Platina. Un Raingray Dremtly que fue un importante consejero del rey Fogking III y hubo un homónimo mío, un Fogsun Dremtly que fue uno de los líderes aydara que ayudaron a la princesa Celestia a pacificar y anexar Hiponia a Equestria. Incluso fue virrey, entre el 520 y el 534, de la ya por entonces provincia de Hiponia.

-Realmente increíble-asintió Twilight, aumentando el breve pero sincero sentimiento de orgullo que mostraba Fog.

-Así pues puedo decir que la alquimia aydara forma parte de mi patrimonio cultural y familiar. En realidad, eso es algo bastante común en Hiponia, lo que no es de extrañar. Es un reino que fue creado por esa misma magia.

-Por lo que he leído, los aydara llegaron a hacer cosas realmente grandiosas con la alquimia, desde transformar desiertos en vergeles a crear gemas más duras que el diamante. Estoy deseando saber más de ellos y de la alquimia. Sólo lamento haber tardado tanto en interesarme por ella.

-Bueno…es posible que la historiografía más favorable haya…exaltado un tanto de más los logros y éxitos de la alquimia aydara, pero eso no es óbice para que se le reconozcan sus grandes aportaciones al campo de la magia.

-Una de las cosas que más me ha llamado la atención al leer el libro de Benedtree que me prestaste es el de la persistencia de los influjos mágicos en la materia. Es decir, mira las criptas aydara, por ejemplo. Fueron construidas hace más de quinientos años y, no obstante, las defensas y sistemas mágicos con que las dotaron sus constructores, seguían en funcionamiento cuando empezaron a ser descubiertas y excavadas. Es algo realmente asombroso. ¿No te parece?

-Ciertamente…estoy de acuerdo contigo en este punto-asintió Fogsun sin demasiada convicción.

-Y ya que he mencionado el tema… Recuerdo que me dijiste que participaste como voluntario en las excavaciones de las ruinas de Cherady y, en Cherady, hay una esas famosas criptas subterráneas. ¿Llegaste a verla?

-Bueno… Efectivamente, tal y como has dicho, hay una cripta en Cherady… Y sí, llegué a poder verla… Pero… En principio… No hay mucho que contar…-el unicornio parecía receloso al ir, poco a poco, contestando. Desgranaba las palabras una a una, como si temiera que en cualquier momento Twilight le llevase la contraria o le fuese a pedir explicaciones…pero nada de eso ocurrió.

-La verdad, a mi me gustaría ver alguna vez una ruina aydara en vivo y…-se interrumpió de repente, pareciendo haber recordado algo de improviso. Por un momento, Fogsun contuvo el aliento…-¡Oh! ¡Se me había olvidado!-exclamó de repente la unicornio lavanda.

-¿Qué?-preguntó Dremtly, intentando que una chispa de angustia no se percibiera en su voz. Por suerte para él, la mente de su interlocutora estaba lejos de lo que el temía.

-Verás. Anteayer, por la noche, vino a verme una amiga mía de Ponyville, muy preocupada por una especie de ruinas que había encontrado cerca del pueblo-le explicó ella de forma resumida-¡Y ahora caigo en la cuenta de que tendría que haberle hablado de ello a la princesa Celestia y de que no le he dicho nada!-añadió, preocupándose a su vez.

-¿Una “especie de ruinas”?-repitió, cauto, Fogsun, intentando hacerse una idea de a qué podía referirse Twilight-¿Algo parecido al castillo de las dos hermanas que se encuentra en el bosque Ever Free?

-La verdad es que no te lo podría decir, mi amiga no fue demasiado prolija en cuanto a detalles… Pero sí dejó una cosa muy clara: tenía defensas mágicas activas y, por lo visto, muy poderosas. Yo desestimé que fuera una amenaza inmediata para Ponyville y que no pasaría nada mientras ningún pony se acercara, pero creo que lo conveniente sería informar a la princesa Celestia y proceder a echarle un vistazo. Para asegurarse.

-Supongo…-asintió, no precisamente con entusiasmo, el unicornio. “Una ruina con defensas mágicas…”, pensó, “al menos no puede ser una ruina aydara. Es imposible que los aydara construyeran una cripta a dos pasos de la mismísima Canterlot”.

Twilight, por su parte, ignoró el estado del unicornio, algo decaído desde que saliera aquel tema de conversación… Su mente divagaba lejos mientras mezclaba los churros con el chocolate y empezaba a tomárselos, aunque mecánicamente y casi sin darse cuenta. Cada estaba más acostumbrada a que la princesa Celestia no llevaba a cabo ninguna iniciativa por el mero hecho de hacerla. Si le había encomendado ayudar a Fog en relación con las prácticas de campo que el profesor Knowling le había encargado… ¿Es porqué conocía la existencia de aquella extraña ruina y quería que la encontrara? Quizá sólo tenía una cierta intuición y deseaba comprobarla… Eran muchas posibilidades y todas le parecían validas. ¿Y qué papel tendría en todo aquello el propio Knowling? ¿Sería cómplice? ¿El que enviara a Fogsun a Ponyville con ese encargo de prácticas no sería su meta real, un fin orquestado por la princesa Celestia para llevar a Twilight al descubrimiento y neutralización de un posible peligro? Apartó aquellas ideas de su mente… El sueño le estaba volviendo y se sentía divagar sin la suficiente claridad en sus pensamientos.

-Eh…-Fog, que estaba lejos de tener ganas de dormir, quiso retomar la conversación y, sobre todo, cambiar de tema-¿Por qué no me cuentas algo de Ponyville?-le pidió amablemente. Realmente no tenía tanta curiosidad por el pueblo, a pesar de ir a vivir algunos días o semanas en él, pero no se le ocurría otra cosa mejor.

-Oh, bueno…-aún con la mente en otras cosas, la unicornio no pudo dejar de responder, en consideración a las respuestas de su interlocutor antes-Es un pequeño pueblo que, al principio, quizá te de una falsa impresión de ser un lugar rústico, sin nada especial, como tantos pintorescos pueblos ofrecen a la primera vista. He de admitir que yo misma no tuve precisamente el mejor concepto de él cuando llegué por primera vez desde Canterlot… Aunque como tú ya has vivido en un pueblo, quizá esta advertencia sobra… Bueno. En cualquier caso, te aseguro que Ponyville es una comunidad muy alegre y vital, un lugar muy agradable para vivir y con unos vecinos muy acogedores y simpáticos… No hay límites para las cosas buenas que podría decir del pueblo-terminó la unicornio asintiendo sonriente a sus propias palabras.

-Parece un buen lugar para vivir-comentó secamente el unicornio.

-Bueno… Es cierto que hablo desde la parcialidad de quien lo ha convertido en su hogar desde hace ya un tiempo, además de que allí conocí a las que son mis cinco mejores amigas, lo que le convierte de por sí en un lugar especial para mí.

-Entiendo…-reflexionó Fogsun-¿Y has dicho “cinco mejores amigas”? Me suena extraño. ¿No debería haber un solo “mejor amigo” o “amiga” en este caso?

-En absoluto. La amistad no es un recurso limitado que uno deba administrar con cuidado, si no que fructifica con riqueza a través del trato diario y de las experiencias compartidas. Admito, y de momento mi experiencia va de acuerdo a ello, que esa familiaridad tiende a ser mayor con un número de ponies específicos con los que se tenga especial cercanía en la vida rutinaria, pero no tiene porqué ser sólo uno. Especialmente esto ocurre cuando esos pocos ponies, aparte de la proximidad, conforman entre ellos un grupo construido sobre un fundamente común cuyos miembros mantienen entre sí las mismas sólidas relaciones de amistad. En el caso de mis amigas, yo tengo el mismo cariño por todas ellas y entre las demás ocurre lo mismo. Aunque ahora que lo dices, al reflexionar y expresarlo de esta manera, quizá no andas del todo desencaminado… Quizá un grupo tan unido de amigos no es muy distinto de tener un solo mejor amigo… Tendré que reflexionar sobre ello.

-Es una cuestión interesante, pero recuerda los consejos de la emperatriz Aurora: los distintos ponies, con talentos y dones variados, hemos nacidos proclives a la colaboración y la convivencia, pero, no obstante, el ideal estoico pasa por la autosuficiencia, el bastarse a uno mismo. Poner “en cascos ajenos” la propia felicidad es perder el necesario dominio que uno debe ejercer sobre sí mismo.

-Es cierto que esa es la postura de la escuela estoica… Yo misma la encontraba perfectamente válida cuando vivía en Canterlot… Pero a la reflexión teórica le he contrapuesto… Una evidencia empírica que supone una importante amenaza de refutación… Y aunque es cierto que en materia filosófica las ideas no son tan sencillas a la hora de…desechar un punto de vista… En fin. Digamos, por no alargar más la cuestión, que de momento prefiero guiarme por lo que experimentó en la vida real. Es lo que me parece lo más sensato.

-El pragmatismo resulta siempre muy tentador-asintió Fogsun.

-Y ya que las he mencionado, podría hablarte de ellas, aunque dentro de poco tú mismo las podrás conocer… Um… ¿Por cuál empezar? Bueno. Una de ellas es Applejack, una honesta y muy trabajadora pony, como su nombre indica, de la gran familia Apple. Tengo entendido que hay muchas ramas de esa familia por toda Equestria, no sé si también las habrá en Hiponia.

-Sí que los hay. Bueno, yo no conozco a ningún Apple, pero cerca Ponytown sé que tienen un manzanar de gran extensión llamado Candy Apple Farm.

-Applejack es muy voluntariosa y no teme ensuciarse las pezuñas, como suele decirse. Aunque no le preocupa demasiado cultivar su… “vida interior”. Ya me entiendes-ríe levemente-No es por nada, pero no recuerdo haberla visto nunca con un libro en sus pezuñas. En fin, otra amiga mía es una pegaso un tanto arrogante y con ego que llega a volar más alto que ella. Se llama Rainbow Dash y es una gran fan de los wonderbolt. ¡Oh! Si supiera lo de tu relación con Spitfire...

-No suelo mencionar ese tema-le interrumpió Fogsun-Aunque admitiré, en confianza, que con los pases especiales que me pasa no me pierdo casi ninguna carrera ni espectáculo de los wonderbolt. Son realmente increíbles.

-Pues ya tendrías algo de que hablar Rainbow y tú… Aunque la última vez que hablamos fue algo tensa, así que quizá no te la pueda presentar pronto. Ella fue la que me habló de la ruina que he mencionado antes y, cuando le dije que no lo consideraba una amenaza como para tener que tomar medidas inmediatas… Bueno… Digamos que no es una pony que acepte las negativas.

-Entiendo… Pero continua con las otras-le animó el unicornio, poco interesado en que resurgiese aquel tema.

-Bueno. Otra de mis amigas se llama Rarity, es modista y tiene su propio negocio, la boutique Carrusel. Es un poco…estirada en ocasiones, pero con un gran corazón que es todo generosidad. Y adora todo, absolutamente todo-recalcó la palabra-lo que procede de Canterlot. Te lo digo porque, seguramente, eso le interesará de ti en cuánto te presente y querrá hacerte muchas preguntas.

-Oh… Vaya… Lo tendré en cuenta.

-Luego está Fluttershy. Ella vive un tanto apartada, cerca del bosque, ya que su talento y pasión es el cuidado de los animales, lo que se le da muy bien, por cierto. Incluso tiene el don de entender sus lenguajes, algo que siempre he admirado. Aunque no te sorprendas si no la ves en muchos días tras llegar a Ponyville. Es…un tanto reservada y tímida y prefiere…estar tranquila en su casa, atendiendo sus labores, que cualquier otra cosa-intentó decir de forma “suave” mientras Fogsun sólo podía pensar que entendía perfectamente esa postura-Y, en último lugar, pero no menos importante, está Pinkie Pie. La verdad es que he de advertirte algo sobre ella…-aquellas palabras despertaron especialmente la atención del unicornio.

-¿Advertirme?-le preguntó.

-Es que Pinkie, que por lo demás es una pony muy alegre y risueña, tiene algunos rasgos muy…particulares en su forma de ser y actuar que, si no estás acostumbrado, pueden resultar chocantes. Digamos que es poco convencional, una pony que tiene…la costumbre de…sorprender. Es algo difícil de explicar, pero cuando la conozcas, y es seguro que la conocerás, creo que lo entenderás.

-Eh…de acuerdo…-asintió Fogsun, preguntándose que pasaría con esa tal “Pinkie Pie”.

Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (ampliado el capítulo

MensajePublicado: 05 Ago 2015, 10:38
por Sasir96
Bueno,esto ya es mas natural.
Por un lado,si yo fuera fogsun no pararia de preguntar por las ruinas,pero por otro,fog no es de los que gritan "¡quiero la verdad!" Pegando un golpe en la mesa XD
Nah,pero es cierto que insistir mucho no es propio de él.
Y enhorabuena,ya has logrado que lo de las amigas quede mas natural :)

Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (ampliado el capítulo

MensajePublicado: 07 Ago 2015, 23:49
por EdoNova
Me gusta más éste que el anterior, sinceramente

Re: La leyenda de Adenror [Adventure] (ampliado el capítulo

MensajePublicado: 13 Ago 2015, 14:38
por Mishiro
Capítulo 17. Flor de fuego
Spoiler:
Una leve brisa nocturna acariciaba con suavidad las copas de los árboles. Aquella parte del bosque, recóndita, escondida entre altas colinas, estaba siempre silenciosa y más a aquellas horas. Entre la espesura apenas se podía percibir más que el canto de los grillos y el esporádico y muy puntual ulular de una lechuza. La oscuridad era bastante intensa, penetrante especialmente allí donde más denso era el ramaje de los árboles. Entre la frondosa vegetación y la sombra de las colinas apenas unos pocos y esporádicos rayos de luna llegaban ocasionalmente a rozar el suelo.

El unicornio avanzaba con cuidado, iluminando sus pasos con la luz de su cuerno y vigilando bien por donde pisaban sus cascos. No sólo pretendía esquivar tropezar con alguna piedra o raíz que sobresaliera, también permanecía con vista atenta por si atinaba a ver alguna extraña planta o una flor curiosa que pudiera resultarle interesante. Aquel pony tenía mucha experiencia explorando bosques y frondas diversas por toda Equestria. Estudioso de la vegetación, sabía que existían flores que sólo bajo el manto de la noche mostraban su auténtica esencia o valor. En sus costados, en dos alforjas, llevaba ya recogidas con cuidado algunas muestras que le habían despertado curiosidad por su aspecto, forma o color.

Aquella noche, además, estaba a la caza de una planta muy determinada. Se trataba de una pequeña raíz gruesa que alimentaba, a corta distancia de la tierra, unas pocas pero grandes y alargadas hojas de un tono entre verde aguado y un suave turquesa. Sin embargo, y de ahí que le resultará llamativa, en las noches de luna llena, bajo la luz de este astro, brillaba su interior con un extraño y curioso tono anaranjado brillante e intenso, que recordaba al fuego, de ahí que la llamaran “flor de fuego”, aunque su aspecto ordinario pareciera poco merecedor de tal denominación. El unicornio podría haber empleado la magia para intentar acelerar la búsqueda, pero le gustaba el tanteo a casco de la tierra.

Estaba, pues, deambulando a su ritmo, explorando y registrando un pequeño claro, cuando el sonido de unos pasos, resonando con claridad a través de la oscuridad, le llamó la atención. Al escucharlo, se detuvo en el acto y alzó la cabeza, escudriñando a través de la espesura en busca del origen de aquel sonido. El ritmo del ruido era más rápido según la fuente se acercaba y cada vez percibía con más claridad que se trataba del sonido de unos cascos muy similares a los suyos. Debía ser de un pony o de algo muy semejante en todo caso. El unicornio se preguntó quién podría estar por allí a esas horas… Supuso que otro interesado en la botánica. Le despertaba cierta curiosidad averiguarlo, pero ninguna preocupación. A aquel pony muy pocas cosas le privaban del sueño.

Finalmente, Herbal vio con interés como una cebra aparecía ante él, surgiendo de entre varios altos arbustos. Le resultaba inesperado ver a una cebra por aquellos lares, tan lejos de su tierra natal, pero era un pony al que le gustaban bastante las sorpresas. Sin embargo, a pesar de la distancia, su peinado y los colgantes y anillas que llevaba, hacían parecer que seguía practicando sus tradiciones. Eso hacía que aquel encuentro fuera potencialmente más interesante. Así pues, nada más la vio acercarse, fue él mismo a su encuentro.

-¡Ey! ¡Buenas noches!-le saludó alegre-¿Qué tal? ¡Vaya sorpresa! No esperaba ver a una rayada por estas tierras. Yo me llamo Herbal y estoy encantado de conocerte-añadió, presentándose al tiempo que le guiñaba un ojo.

-El saludo te he de devolver, viajero; antes de que camines y retomes tu sendero-le respondió su interlocutora. Su tono de voz era muy llamativo, conservando pleno el acento propio de su lengua-Con extrañeza a un pony en la noche me voy a encontrar, que por estos bosques no es seguro bajo la luna marchar.

-Oh… Esto… Ejem-se aclara la garganta-Herbal no teme por nocturno camino explorar, que es pony aventurero; mas ahora quiere saber…cuál es tu nombre y de tu casa el paradero-ríe.

-Me llamo Zecora y en este bosque tengo mi resguardada morada; mas no pueda entrar a ella el que me llega con sorna y bufonada.

-Oh, perdona. Realmente no quería ofenderte-rectificó en seguida Herbal, dejando de imitar el hablar rimado de la cebra.

-¿Por qué en la noche te encuentro entre estos árboles? ¿Qué causas pueden traerte a la espesura con sus peligros, que fines tan particulares? Si me lo cuentas y bien me lo haces saber, puede que con presteza en mi ayuda pueda haber.

-¡Oh, suena genial, monada!-aquella palabra hizo que la cebra alzara las cejas, momentáneamente sorprendida-Pero en realidad no necesito ayuda. Sólo estoy a ver qué encuentro, si entiende los que quiero decir. Buscando plantas interesantes para mis prácticas alquímicas.

-Así que tengo ante mí a todo un alquimista, que de cada cosa busca y utiliza en mezclas la esencia misma. Pues digo que si alguna planta has de encontrar, yo conozco bien las que aquí crecen y pueden medrar.

-Estoy buscando la llamada flor de fuego, pues me parece que aquí se reúnen las condiciones más favorables para que crezca que he visto fuera de Hiponia, pero de momento no he encontrado ningún ejemplar.

-En balde no caminas completamente, de flores buscador; pues esa planta crece aquí y no desprovista de esplendor. En sólo uno de los valles menudos y sombríos, en torno a un lago y al agua vibrante de los ríos; hay explanada y vasta arboleda, en que tal flor sobre las piedras crece y con otras se enreda. Pero bien no te has encaminado, y tu paso se aleja cada vez más errado.

-¿Puedes indicarme, entonces, dónde crece?

-Tarde es y la noche muy avanzada se encuentra, que es tiempo de que a un pony la cama le reciba y envuelva.

-¿Es qué está muy lejos?

-Un equino sabio y prudente, no acometerá nada que le lleve a un accidente.

-¿Eso es que sí? Bueno… Si hace falta, puedo esperar hasta mañana. ¿Dónde decías que vivías, que vaya a buscarte cuando salga el sol?

-Para aquel que el bosque desconoce, la de mi casa parecerle puede ruta oscura y lóbrega como la noche. Si en la posada del pueblo permaneces, allí iré y te conduciré donde apeteces.

-No estoy alojado en ningún sitio. Llevo mi saco de dormir conmigo y me tiendo a descansar cuando quiero y donde quiero. Aquí mismo si hace falta.

-Sensato no sería tal decisión, dormir cual irreflexivo dando a mil peligros gratuita ocasión.

-Es que ahora mismo estoy sin ningún bit para poder pagarme una habitación-le dijo sinceramente el unicornio, aunque indiferente a la vez como si el problema no le afectara. Como si ni siquiera fuera un problema. La cebra le miró detenidamente, meditando en su mente sobre qué decisión tomar entre dos que se le plantaban: o desentenderse de aquel extraño unicornio o…

-Realmente no voy a poder bien descansar, si aquí a la intemperie sin mi ayuda te voy a dejar. En mi cabaña un techo podrás encontrar y un tazón de sopa caliente para tu hambre aliviar.

-Um… Pues hace tiempo que no pensaba en eso… Pero ahora que lo mencionas…-se rasca la tripa-Realmente no lo desdeñaría-ríe.

Sin añadir nada más y ante la respuesta afirmativa del pony, la cebra se dio media vuelta y emprendió su camino hacia casa, seguida a paso rápido por Herbal. Apenas había algo de luz que llegaba del cielo y no parecía haber ninguna marca de terreno o señal que permitiera orientarse por el bosque, pero Zecora parecía marcar sabiendo muy bien por donde y hacía dónde iba. El unicornio, a su vez, iba tras ella mientras le contaba algunas de sus anécdotas…

-Y entonces fue cuando llegue a Griffonstone-decía-Te lo aseguro, es un sitio que se cae a pedazos. Todo está viejo y echo polvo. ¿Y qué decir de los grifos? ¿Quieres saber lo que pienso de los grifos? ¡Pues dame un bit primero!-rió-Ni te saludan si no van a ganar alguna moneda. Aunque he de admitir que los ponies de Karnakmare no son mucho mejores en ese sentido.

-Veo que lejos tus cascos te van llevando, entre tierras muy distantes viajando.

-Así es. Intento ir a todo lugar en que pueda aprender algo que mejore mi magia y mi don. Tengo muchos amigos por toda Equestria, pero no soy de apegarme a ningún lugar concreto.

-Mientras entre tanto caminar, las enseñanzas ganadas puedas hacer germinar... El aprendizaje que no sale a relieve en la acción, es como desierto remoto custodiado por bien nutrida guarnición.

-Desde luego, desde luego-asintió rápidamente Herbal-Estoy completamente de acuerdo con lo que dices-tras un breve momento en que la cebra no volvió a decir nada, el pony volvió a romper el silencio-¿Te has encontrado alguna vez una flor con aroma a chocolate o a muffins recién hechos?

-Extraños para una flor son esos olores nombrados, a menos que por un ardid o magia sean a ella agregados.

-Es uno de mis pasatiempos favoritos-dijo el unicornio, muy orgulloso de su habilidad-El cambiar y modificar, para mejor, las propiedades de las flores, a través de sus propias propiedades canalizadas por mi magia.

-Oído y leído he cosas semejantes, de magias antiguas y arcaizantes. Un libro tengo que muchos temas tales trama; de la materia y propiedades en cada rama.

-¿Y ya que estamos, me dejarás echarle un vistazo?

-Todo ya se ira viendo, cuando tiempo vaya siendo-fue su respuesta.

-De acuerdo…-asintió el unicornio.

Finalmente, llegaron ambos a la cabaña de Zecora. Al entrar, el pony recorrió el pequeño lugar con interés, mirando con curiosidad las máscaras, los estantes con las pociones, los ingredientes y las redomas, el caldero en el centro de la estancia, etc. Al entrar, la cebra echó un vistazo a como marchaba el contenido de la gran olla, que hervía lentamente y la removió con un cucharón.

-¿Qué poción estás preparando?-se asomó Herbal también.

-No se trata de pócima elaborada, sino de una sopa bien guisada.

-Um…sopa…

-Mientras la cena se va preparando, ¿por qué en ese rincón no te vas instalando?-le señaló la cebra una zona de la cabaña a la que parecía no darle uso.

-Me parece bien-le respondió el unicornio, que dejó allí sus alforjas y desenrolló su saco de dormir-Vaya… Tienes muchas cosas interesantes… Una vez estuve en una aldea de cebras y esto parece directamente sacado de allí-comenta.

-La casa de una cebra viene siendo, que yo mi tierra bien presente siempre tengo.

-Ya lo veo…-se acerca a la mesa de trabajo en que Zecora elabora sus pociones-Vaya… Conozco muchas de estas plantas, pero otras no termino de reconocerlas.

-Puesto que interés vas mostrando, quizá te lo pueda en otro momento ir enseñando; mas no es tiempo esta noche para clases impartir, sino para tomar buena cena e irse ya a dormir.

-Como digas…-mientras la cebra le hablaba, el pony extrajo de una de sus alforjas una pequeña flor de pétalos triangulares y de color turquesa que le acercó a la cebra-Comprueba esto-le dijo sonriente, acercándole la pequeña planta, que despedía aroma a muffins.

-No deja de resultar no poco extravagante, mas no se puede negar que subyaga a ello una magia fascinante.

-¿Fascinante…como yo, no?-le dijo, pícaro, Herbal, obteniendo como respuesta una mirada escéptica e irónica por parte de la cebra. Ríe-Tranquila. Era una broma.

-Sois un pony bromista y gracioso, mas para la noche el silencio es regalo precioso,

-¿Me estás diciendo que me calle?-le preguntó, sonriente, mientras la cebra se centraba en el caldero, dándole lentas vueltas con un largo cucharón de madera-¡Oh! ¡Tengo una idea!-se dirige a su equipo y vuelve con un pequeño saquito de tela-¿Y si le añadimos unas setas a la sopa? Las compré a un tendero cuando pasé por Mareville hace unas semanas. Están muy buenas. ¡Oh! Si las mezclamos con un poco de pimienta negra seguro que el resultado será de rechupete.

-El guiso ya está bien especiado, no creo que sea apropiado-empezó a responder, mientras meditaba sobre aquello que podía esperar que hiciera tan particular pony.

-¡Oh, vamos, le dará un toque muy gustoso!-se acercó a la mesa en que la cebra tenía su instrumental para preparar pociones-Seguro que tienes que tener un mortero por aquí…

-Junto a la gran redoma redonda, ahí, un mortero encontrarás que hay-le indicó-Pero la sopa está preparada, no es tiempo de que sea sazonada.

-Ya me lo agradecerás después-volvió a acercarse Herbal mientras machacaba en el mortero con golpes fuertes y rápidos las setas con los granos de pimienta, hasta obtener una pequeña masilla entre grisácea y negra-Quizá no sea un gran chef, pero algo de cocinar sé y me gusta experimentar.

-Si haces de la cocina un juego, ¿qué tal haces con la alquimia pensar debo? La magia para nada es un juguete, y en cascos irresponsables que esté no conviene.

-Oh… Me recuerdas a la vieja Trankare. Ejem…-imitó una voz vieja y carraspeante- “La alquimia aydara no es un capricho para que te diviertas”, “No mezcles estás plantas entre sí, ¿no ves que no sabes qué puede ocurrir?” “¡Por la Diosa! ¡¿Es qué no ves que la casa se está llenando de humo?! ¡Abre una ventana!”-rió la final, recordando por lo visto alguna anécdota que le parecía divertida.

-¿De alquimia aydara eres practicante? Pensaba que nadie quedaba que fuera de ella estudiante, sin contar a los que en bibliotecas de viejos cimientos van en busca de adquirir y asombrarse de antiguos conocimientos.

-Es verdad que no somos muchos, pero en mi pueblo aún quedan algunos que se dedican a ella. Procedo de Witchcraft, una pequeña aldea en las laderas de las montañas de Fuego. Supongo que no te sonará de mucho.

-Supones con correcta certeza, pues tal nombre nunca ha llegado por mis oídos a la cabeza-finalmente, considera que la sopa está lista y apaga el fuego con unos rápidos movimientos, cubriéndolo de tierra.

-¡Eh! ¡Al final no le añadí las setas!-se quejó con cara de disgusto Herbal mientras seguía machacando y mezclando setas con pimienta en el mortero. Pero fue un instante y al segundo volvía a estar sonriente-Bueno, no importa-dejo el mortero sobre la mesa sin darle más importancia-Pues Witchcraft, como te iba diciendo, es un bonito pueblo de casas de piedra que se extiende al pie de una gran montaña de aspecto rojizo y justo al lado de un gran y selvático bosque muy interesante y muy rico en gran variedad de plantas y animales. Aunque algunos son peligrosos, como los flintbears. ¿Has visto alguna vez un flintbear? Tienen unas garras afiladas con las que podrían talar árboles. Y son tan grandes que al embestir pueden atravesar hasta duros muros de piedra. Lo he visto con estos ojos, te lo prometo.

-No hay necesidad de prometer, que no se me ofrece duda para en lo que me cuentas creer-le dijo Zecora, que en realidad no estaba segura de cuánto de lo que decía el unicornio sería realidad y cuánto fantasía, mientras servía dos cuencos a rebosar de sopa y le tendía uno a Herbal-Dejemos la charla y cenemos, que acostarnos pronto así podremos.

-¿Acostarnos? Uh…-reaccionó éste, entre burlón e insinuante-Es algo…pronto para mí, pero si de verdad es lo que quieres…-empezó a decir, callándose rápidamente al notar la mirada fulminante de la cebra-Eh… Quería decir que sí, que yo también tengo sueño.