- Espera, Firestone. Creo... tengo mis motivos para pensar que por aquí no vamos a encontrar nada. Quizá deberíamos usar la 5.
- ¿Y eso a que viene ahora?
Colgate suspiró y miró al suelo.
- Veréis, desde que entré en este laberinto he tenido una especie de... intuición. ¿Recordáis cuando me uní con vosotros esa primera vez gracias a que usé mi magia? ¡Ni siquiera nos escuchábamos! O aquella otra vez que sospeché que estuviéramos ante la auténtica Twilight y acabamos descubriendo que era un changeling. Hasta ahora, esta... intuición no me ha fallado. Y ahora tengo motivos para pensar que si seguimos aquí no llegaremos a nada.
Firestone quedó callado y pensativo por un momento. Miró a Rarity de soslayo como esperando una objección, pero no hubo más que silencio.
- Está bien, hagamos caso a tu intuición. De momento no parece haber fallado, ¿verdad?
Colgate respondió con una sonrisa.
Firestone recogió el mismo bit y se dirigió hacia la puerta cinco en esta ocasión, pero antes de llegar, les envolvió la magia.
- Vaya, hacía tiempo que no había un poco de movimiento por aquí.
-------------------------------------------------------------------------
Cuando Firestone abrió los ojos apenas podía ver nada. Era todo oscuridad.
¿De nuevo en las celdas oscuras? - pensó
Pero había algo diferente, un frescor, un aroma y una humedad nuevo dentro del laberinto. Además, se encontraba sobre un suelo mullido, no sobre el habitual terreno pedregoso de las celdas oscuras.
Es posible que...
Firestone se incorporó de un salto y su cabeza surgió de entre los matorrales, dejandole ver una espesa jungla.
- ¡ESTAMOS FUERA! ¡ESTAMOS FUERA!
No cabía en sí de júbilo, y echó a correr sin rumbo saltando de alegría, cuando tras unos metros se detuvo en seco ante una alta pared cruzada por una banda mágica.
- No.... no puede ser... ¿esto forma parte del laberinto?
- Eso parece
Le respondió una voz conocida que se acercaba a él por su espalda.
Firestone se sentó resignado apoyándose contra la pared, su cara de alegría se había sustituido por una de completa incredulidad. Tan cerca y a la vez tan lejos. Aún faltaba mucho para poder salir de ahí. Miró a su alrededor y algo le llamó la atención entre el verde de la celda.
- Ey, mirad ahí, hay otra pony. Será ella quien nos ha hecho acabar aquí.