Rol:
El equino cae en el escudo que había formado, y sus preocupaciones desaparecen al instante cuando ve que Pinkie está alegre de nuevo y le propone una fiesta. En ese mismo instante la alegría le invade por completo, Pinkie se ha recuperado y está como siempre y mejor que nunca, Dragon suspira de alivio y le responde:
-¡si! al fin una sala iluminada y cierto, es bonita, razón no te falta. Venga, hagamos una fiesta... PEEERO tengo una idea...- Dice Dragon mientras piensa algo ingenioso.
- Hagamos una fiesta... pero, patinando.- Propine el unicornio a la pony rosada.- mira bien el suelo, es resbaladizo como si fuera un bloque de hielo, es un sitio perfecto para patinar, y si ademas hacemos una fiesta puede ser el doble de divertido.- comenta Dragon.
- Oh, que gran idea Dragon, una fiesta "sobre hielo", a mi me encanta patinar.- expresa alegremente Pinkie, mientras de la nada saca una pequeño abrigo azul y unos cuantos patines para patinar.
- Toma Dragon, te he traído unos para ti también.-
"- pero hay un problema.... no sé patinar...-" piensa mientras mira los patines preocupado.
- Estooo pinkie... yo no he patinado nunca... ¿crees que podrías enseñarme?- pregunta Dragon con cierto sonrojo. Ciertas cosas le eran difíciles de preguntar, a Dragon, por desconocimiento o por timidez, y este caso no era una excepción, el nunca había patinado en su vida dado a que el nació en ciudad y no en pueblo, algunas cosas como el patinar u otras, no las había experimentado en su vida infantil.
Pinkie se rie unos segundos por la pregunta de Dragon.
- Pues claro que te enseñaré tontín.- afirma la pony rosada, alegre.
- pero me sorprende que no hayas patinado nunca.-
- bueno, es que soy de ciudad, no nací en pueblo y no había sitios para patinar donde vivía.-
¡CAMBIO DE ACTA!:
DRAGON HEART