Lo primero lo bueno: visualmente es una delicia, eso es innegable. Me pareció más "bonita" Enredados, pero como se juega con la nieve y el hielo aquí es algo que no tiene parangón. A destacar el palacio helado de Elsa y sus cambios de color relacionados con su estado anímico, un muy buen recurso que ya ha comentado Ring y que me encantó. Los personajes son encantadores y casi los puedes tocar de lo reales que parecen, llegando a transmitir perfectamente lo que se pretende: grima con el tendero, ternura e ingnenuidad con Anna, soledad con Elsa, pura risa con el reno...
Hago un alto en el camino para hablar de mi parte favorita de la película: las hermanas y su relación. De nuevo dicho atrás, esta vez por Asturcon, ha sido muy inteligente por parte de Disney evitar tirar por el recurso de "amor de maromo salva el día" y, en su lugar, enfocar otro tipo de amor, incluso más fuerte: el fraternal. La escena del principio en el salón es muy tierna y te hace preocuparte por ambas cuando toca el borrado de memoria y la posterior canción, y conmueve los riesgos que pasa Anna para salvar a Elsa, llegando a sacrificarse por ella cerca del final. Aplaudo que se hayan atrevido a innovar un poco en ese sentido, y lo hayan hecho de una forma tan conmovedora. Los que tenemos hermanos sabemos ver esto con una sonrisa especial.
Las canciones, pues hay un poco de todo. "Hazme un muñeco de nieve" es preciosa, y como ya he dicho, cuenta muy bien el deterioro de la relación de las hermanas y te da bastante pena, sobre todo cuando mueren los padres y Anna le dice a través de la puerta el título de la canción. "Let it go" queda mucho mejor en la película que sola, "Por primera vez en años" cuenta de manera genial dos historias y formas de ver la vida, y bueno, la canción de los trolls es simpática.
Desgraciadamente, aquí acaban los puntos buenos y empiezan los sinsentidos y la pura mala baba.
La historia tiene agujeros por los cuatro costados. Para empezar: vale que es un mundo mágico, pero me dio la sensación de que a todo el mundo se la sudan los poderes de Elsa. Los padres no dan la sensación de haber tomado precauciones especiales relacionadas con los cambios de temperatura en el palacio (en cuanto a que todo está normal) ni se cuenta origen del tema, simplemente nació con ellos y ya. ¿Por qué no hay más magos con poderes únicos en la película? Sí, el chamán cura, pero son poderes genéricos relativo a ello, nada único que te haga exclamar "vale, esta habilidad en concreto no la tiene nadie más". Si hubiesen salido más hechiceros, o se hubiese explicado mínimamente el caso de Elsa, hubiese quedado mejor.
He dicho antes que la gente pasa de los poderes de la protagonista, y la gente me dirá con razón que la gente del pueblo se asusta al verlos por primera vez. Tienen razón, pero que alguien me explique por qué se le perdona todo tras haber descongelado el reino, llegando a pasarlo como enanos en la pista de patinaje del final como si no hubiera pasado nada. Cero recelo, ningún problema con que casi mate a todo el mundo, que la reina es guay. j*der, esto parece Ghibli, que en sus películas la gente de sus mundos ve todo tipo de rarezas y le da igual (ejemplo sangrante: "Ponyo en el acantilado", y eso que me encantó).
"Let it go" es una canción fantástica, sí. Pero no podía tener peor contexto. Vamos a ver: acabas de pelearte con tu hermana por querer arruinar su vida movida por las bragas, has desvelado tu secreto enfrente de tu pueblo y un reino que seguramente corte sus relaciones diplomáticas contigo y seguramente sintiendo que le has fallado a tus difuntos padres, has salido corriendo sobre un lago a lo Jesucristo, estás sola en medio de las montañas sin comida ni agua... ¿y te pones a cantar alegre de la vida mientras te montas un chalet de invierno? Sí, la escena del alzamiento del castillo es colosal, pero co*o, a cualquier persona normal que sufra tal conjunto de traumas en tan poco tiempo, lo último que se le ocurre es "ponerse a jugar a Minecraft", como Asturcon me dijo.La canción hubiese estado mucho mejor resuelta con un tono más dramático, Elsa llorando mientras construía y se cambiaba la ropa, algo. Pero no, el exilio eterno es felicidad. A tomar por saco.
Y siguiendo con las canciones, las que quedan son estomagantes a más no poder. "La puerta hacia el amor" me dio un asco indecible. Avanzada la película te das cuenta de que es una parodia cínica como pocas, poniendo a parir la clásica filosofía de la compañía sobre el amor a primera vista (que por supuesto es el único y eterno), pero no puedo evitar sentir arcadas mientras veo a Anna, mi adorada Anna, hacer el gilipollas con el principito rollo película de los 60 cargada de tripis. Y eso por no hablar de la letra, que ya directamente me hace vomitar con una fuerza capaz de atravesar el hormigón. Luego está la canción del verano de Olaf, pero a eso llegaré más tarde.
Otro agujeraco de la historia: el sacrificio de Anna. Me parece genial que el acto de amor "descongele su corazón"... mientras estuviese viva. Se ha convertido en hielo puro, por favor. Está más muerta que el dinosaurio al que le cayó el meteorito encima. El propio chamán lo dice: si no se cura antes de completarse la congelación, adiós. Pues no, nos pasamos por el forro las reglas para que haya un final perfectísimo, tan Disney. Si dices algo lo cumples: es tan sencillo como utilizar el viejo recurso de que se le congele el brazo y pare la espada, siga la transformación, pero antes de completarse le brille el pecho de forma cálida o algo y se revierta. Algo parecido a lo de Fluttershy cuando casi se petrifica.
Dije antes que Disney había innovado parcialmente con lo del amor fraternal... dado que, como no, nos tenían que colar la típica relación chachiguay forzada. No me malinterpretéis: Kristoff me parece un buen personaje (a pesar de estar loco por la relación pseudofraternozoofilica que tiene con Sven), suelta unas puyas de libro y no es el típico principito impecable, sino un trabajador rudo. Pero no es normal que se vuelva a caer en el cliché de "enamoramiento en ná" del que Disney parece incapaz de desprenderse. No pido mucho, podían haber hecho un "Oye, eh, ¿y si quedamos alguna vez?" al final. Pues no, morreaco de agárrate y no te menees, previo pensamientos de varios personajes de la relación de amor tan bonica que tienen en plan "no te engañes, seguimos siendo Disney". Qué cruz.
El villano es mierda, tal cual. He de admitir que me sorprendió lo cabrón que fue cuando se quitó la proverbial máscara, y sus motivos son aceptables, pero prácticamente sale todo de la nada, como si le hubiera dado una neura. No se le ve pensativo sobre su compromiso con Anna, ni "cómodo" con la idea de gobernar en su ausencia (va él mismo a por su hermana en vez de mandar sicarios, ¿y si te mueres o te pasa algo y el plan se va a la mierda, genio?), ni con cara de odio antes de que Anna le pegue el puñetazo, ni en plan "me vengaréeeeeergh" cuando se lo llevan. Nada. Es un gilipollas, sieso, sin carisma tontolculo. Y eso en Disney, conocida por leyendas del mal como Scar o Maléfica, duele. Duele mucho.
Por último, Olaf. Si el principito es mierda, esta cosa es cáncer. He oído quejas de Vanellope por parte de gente que vio "Rompe Ralph", sobre que era insoportable y odiosa. Dejando a un lado que no estoy de acuerdo con eso en particular, que vayan desalojando su trono mental de lo chirriante para hacerle sitio a este muñeco de nieve con cara de subnormal al que dan ganas de arrimarle a Hank Scorpio con su lanzallamas. Es gracioso y conmovedor que sea el mismo que hizo Elsa cuando era niña, y tiene un par de puntazos (siendo mi favorito la distracción que intenta montar para que Anna se escape del claro de trolls), pero por lo general se me hace insoportable y me hizo desear más de una vez que se callara de una maldita vez. Su humor no tiene gracia alguna, tiene menos cerebro que un guisante, da auténtica vergüenza ajena con momentos como el del barranco y el gólem (yo estaba deseando que lo matara de un pisotón), y ni siquiera su ignorancia sobre el verano es buena. Su canción me chirrió en la cabeza como una tiza sobre una pizarra, ni siendo una broma cruel me llegó (eso sí, enorme Kristoff con su "¡Alguien tiene que decírselo!"), al contrario, verle hacer el anormal y evitar de forma forzada que se diera cuenta en la parte del charco me hacía sentir como en una cámara de tortura. Y, para colmo, cuando descubre que morirá por el calor frente a la chimenea y sobre el barco, le da lo mismo todo y encima le salvan rollo "ay tonto, jaja, espera", cuando lo lógico sería mostrar un mínimo de sorpresa y horror ante su propia ignorancia y los demás preocupación y pena; por todo esto se te imposibilita sentir algo de compasión por él. Un personaje imbécil, insoportable y al que no era necesario salvar.
Esta película adolece de lo mismo que Brave, aunque en menor medida: es un caramelo soso envuelto en un papel muy bonito. Perfecta en el plano técnico, con una por lo general buena OST y buenos personajes, pero con un guión muy cuestionable como poco, clichés innecesarios, alguna canción que precisa de antiácido para digerirla, un final inmaculado y perfecto cueste lo que cueste (cuando cosas como "Como entrenar a tu dragón" pasan de ello y aun así transmiten esperanza), y uno de los personajes más insoportables, innecasarios y odiosos de toda la historia de la compañía.