La mayoría son las crías que empiezan a emprender su primer vuelo hacia el océano Atlántico donde van a pasar la mayor parte de tiempo, pero la alta contaminación lumínica los desorienta hasta colisionar contra cualquier obstáculo de noche (postes, antenas, mástiles, etc...), el procedimiento es cuando recibimos un aviso del 1-1-2, saldremos hacia el lugar y proceder la recogida, la llevamos en inmediato al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre o bien, si es de noche, la pardela se quedará bajo nuestra custodia hasta el amanecer, así se la llevamos sin ningún problema.