(Música de ambientación:
http://www.youtube.com/watch?v=c_JPIK6pUC4" onclick="window.open(this.href);return false; )
Lyra miró hacia atrás y sonrió levemente al ver que sus compañeros le seguían. No pudo evitar recordar todo lo sucedido hasta el momento. La soledad inicial. La confusión cuando la magia le teleportó a una sección sacada del mismísimo Everfree. El miedo durante el primer encuentro con Old One Eye. La sorpresa cuando el monstruo no solo no le devoró, sino que le curó de las picaduras de las moscas del sueño. La preocupación que sintió por Sassaflash y su falta de respuesta inicial a la cura. Aún se preguntaba qué habría sido de ella si no la hubieran encontrado a tiempo.
Recordó con una mezcla de tristeza y ternura cuando empezó a entender a la torturada alma de Old One Eye durante su periplo por las celdas oscuras. Sintió escalofríos al recordar la experiencia sufrida en la celda tormentosa, que cumplió con su nombre en más de un aspecto. Para entonces, ya empezaba a planear el peligro de la escasez de bits. Y ahora, ese peligro se había convertido en una amenaza real. Aún estaban a tiempo si sus pesquisas eran acertadas, pero si se había equivocado, no solo lo pagaría ella sino sus... amigos. Sí, Lyra podía afirmar que sentía un vínculo de amistad hacia el poni monstruoso y la introvertida pegaso.
En cierto modo, se sentía responsable de su bienestar y no podía evitar pensar que, si algo malo les pasaba ahora, era por su culpa. Suya había sido la decisión de por donde ir, pues creía tener una idea de cómo funcionaba el laberinto. Sus amigos confiaban en ella y le seguían con confianza ciega. Una parte de ella estaba agradecida por la confianza recibida, pero otra parte de ella deseaba que alguien le replicase, que encontrase un agujero en su lógica para obligarle a pensar con mayor detenimiento sobre el asunto de las puertas. Pero ella sabía que, aunque así fuera, sus amigos iban a confiar en su criterio. Y eso le dolía en el alma, porque significaba que, si se equivocaba, todos pagaban las consecuencias de su estupidez y exceso de confianza. Era muy posible que hubiera malinterpretado las pistas obtenidas del laberinto de Nightmare Moon. Pero ya era tarde para arrepentimientos. La puerta ya había sido abierta y no les quedaba más que cruzar el umbral. Otra tímida sonrisa cruzó sus labios al ver cómo Old One Eye arrastraba a Sassaflash mientras esta se dejaba llevar a regañadientes. No pudo evitar reirse un poco al reflexionar sobre el extraño equipo que habían formado. Para bien o para mal, estaban a punto de ver si Lyra estaba en lo cierto o no. Lyra se apretó contra Old One Eye y le dedicó la sonrisa más genuína que su atribulada mente pudo conjurar. Al cruzar la puerta, Lyra podría jurar que vio a Old One Eye devolverle la sonrisa.