Spoiler:
Grey se percato que Luna habia corregido su frase para que fuera mas "suave", lo cual le hizo pensar que tal vez se estaba dando cuenta del camino correcto que debia seguir.
: De acuerdo, hare todo lo que pueda Luna.
No pudo evitar sonreir cuando dijo aquello, era el camino que queria recorrer desde un principio, y parecia que por fin no tendria problemas en hacerlo.
: Por cierto Luna, ¿estas en esta sala o ahora mismo eres una proyeccion?
La pregunta sonaba un poco tonta, pero era un asunto que tenia algo de importancia para el unicornio.

No pudo evitar sonreir cuando dijo aquello, era el camino que queria recorrer desde un principio, y parecia que por fin no tendria problemas en hacerlo.

La pregunta sonaba un poco tonta, pero era un asunto que tenia algo de importancia para el unicornio.
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He ido yendo y viniendo para ocuparme de otros asuntos, pero desde que hablamos de ese tema por última vez vengo en real.

Accion:
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Espero en mi celda
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Grey estaba muy contento con que Luna por fin no necesitara proyecciones magicas ni trucos con él. Por una vez, en aquella colmena, tenia a alguien al que hablar y mas aun, ella le aceptaba como amigo, que para el era mucho mas de lo que esperar. Sin pensarlo dos veces, se acerco a ella y le dio un efusivo abrazo, le recordo un instante al que Colgate le dio cuando estaban en aquella celda tormentosa, tenia que encontrarla pronto.

Grey sabia que tomaba la decision correcta, aunque no soportaba a Celestia por lo que ocurrio hace años, si podia estar con Luna, ademas, podria protegerlos a todos mejor si recibia entrenamiento y formacion para ello.
Usando su magia, el unicornio levanto un bit del suelo y se puso a hacer pequeños malabares con el, estaba muy alegre, tanto que algo tan simple le entretenia como el mejor de los juegos.
Decidio quedarse en la celda blanca un rato, si no oia a nadie, empezaria con su avance sin prisas, pero sin pausas.
Rol:
Spoiler:
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Cuando Luna recibió el inesperado abrazo, la sorpresa la invadió repentinamente seguida rápidamente de la calidez sincera del aprecio de su nuevo amigo. Pero cuando el unicornio gris afirmó su voluntad de ser guardia lunar; incluso una lágrima de alegría salió de sus ojos. Había estado tan cerca de perderle y ser un poderoso enemigo, y de algún modo, ahora era el pony en quién más iba a confiar. Cuando Edge se separó, Luna sonreía. Y ella sabía que estaba sonriendo, por una vez, sin soberbia ni ironía, si no de plenitud.
Grey Edge... yo..
Luna no conseguía sacar las palabras, el momento era tan inusual para ella.
Será un placer recibirte en la Guardia Lunar. Deposito mi confianza en ti, unicornio.
Incluso esas palabras que normalmente saldrían avasalladoras tuvieron un matiz amable y familiar en su voz. Su color, más azul que nunca, había abandonado incluso los tonos del crepúsculo para parecerse más al azul noble del zafiro. Grey Edge se miró satisfecho, no sólo había sido aceptado como amigo de Luna, si no que había abrazado a ésta como su forma sincera y cercana.
Nos iremos viendo, Grey Edge. Gracias.
Grey Edge asintió con la cabeza mientras Luna desaparecía de nuevo, esas gracias fuera de contexto para él eran la palabra que más conexión le transmitía, casi tanto como el abrazo que había tomado prestado a la nocturna figura. Una nueva etapa comenzaba...
Cuando Luna recibió el inesperado abrazo, la sorpresa la invadió repentinamente seguida rápidamente de la calidez sincera del aprecio de su nuevo amigo. Pero cuando el unicornio gris afirmó su voluntad de ser guardia lunar; incluso una lágrima de alegría salió de sus ojos. Había estado tan cerca de perderle y ser un poderoso enemigo, y de algún modo, ahora era el pony en quién más iba a confiar. Cuando Edge se separó, Luna sonreía. Y ella sabía que estaba sonriendo, por una vez, sin soberbia ni ironía, si no de plenitud.

Luna no conseguía sacar las palabras, el momento era tan inusual para ella.

Incluso esas palabras que normalmente saldrían avasalladoras tuvieron un matiz amable y familiar en su voz. Su color, más azul que nunca, había abandonado incluso los tonos del crepúsculo para parecerse más al azul noble del zafiro. Grey Edge se miró satisfecho, no sólo había sido aceptado como amigo de Luna, si no que había abrazado a ésta como su forma sincera y cercana.

Grey Edge asintió con la cabeza mientras Luna desaparecía de nuevo, esas gracias fuera de contexto para él eran la palabra que más conexión le transmitía, casi tanto como el abrazo que había tomado prestado a la nocturna figura. Una nueva etapa comenzaba...