Mensaje por Grey Edge » 11 Mar 2014, 07:48
¿Cuanto tiempo habia pasado? ¿Dias? ¿Horas?... Sin duda notaba que su pequeño cuerpo estaba agarrotado, pero eso no era algo que la frenara. No pudo la nieve, no pudieron los monstruos, y por supuesto, unas horas de sobresueño no lo iban a hacer.
Sin embargo, aparecio un rival con el que siempre estuvo en continuo combate, y ese era el hambre, el cual amenazaba con su presencia mediante un ruido bastante fuerte proveniente de su estomago, lo cual marco su siguiente objetivo: debia obtener algo de comida y averiguar por donde se iba a Canterlot de forma segura, estaba harta de tener que lidiar con peligros, y queria ir con alguien por una vez, extrañaba la compañia de algun pony viajero.
Pasandose por los puestos de fruta, vio varias que le hacian la boca agua. Manzanas, platanos, naranjas.... lo que daria por morder una jugosa sandia...
Sacudiendose la cabeza, se dispuso a abrir su pequeña bolsa y comprobar si tenia alguna moneda, y para su suerte, asi era, un precioso bit con el cual podria comprar la comida de hoy.
Se acerco al puesto de naranjas y rapidamente cambio su moneda dorada por una naranja, la cual pidio al dependiente que si se la podia abrir un poco para poder comersela ya, y el pony de tierra acepto gustoso, abriendola rapidamente con una navaja que llevaba para comerse su propia mercancia en momento de necesidad.
No llego a dar mas de diez pasos hasta que Catleya tuvo que girarse ante un repentino acontecimiento, y resulta que aquel mismo dependiente estaba persiguiendola gritando sin parar la palabra "ladrona".
Por puro instinto, White Catleya echo a correr como pocas veces hizo en su viaje. Esto no esa un bosque, asi que los escondites eran muy limitados, pero tenia que despistar a aquel pony, porque por lo que veia, el bit que le dio, el cual ella previsamente robo a un celador de su antiguo "hogar", era falso, y se notaba claramente que estaba doblado y en el suelo, como prueba fatal de su involuntaria fechoria.
Corriendo sin parar, se movio por callejones, usando sus alas como una pequeña propulsion y a veces metodo de planeo improvisado frente a algun salto arriesgado. No sabia volar, pero si sabia moverse.
Tras girar una esquina, vio un gran arbol en mitad de la plaza, recubierto de arbustos bastante altos, perfectos para ella, la cual no dudo siquiera en tomar la oportunidad de ocultarse en ellos mientras que el iracundo pony terrestre seguia corriendo en direcciones aleatorias, buscandola con intenciones no muy buenas.
Vio inmediatamente que aquel arbol no era solamente un gran tronco en mitad de la plaza, sino una casa llena de libros, y dos ponys hablando, por lo que pudo distinguir a traves de una ventana.
Entrando discretamente por la puerta, parecia que los dos ponys estaban muy concentrados en sus asuntos, hablando de algo que ella no entendia y tampoco tenia tiempo de entender. Siguio andando hasta que, por desgracia, tropezo con una escoba que estaba en medio del suelo y cayo precipitadamente al suelo.
Aquel ruido sin duda habia atraido la atencion de los dos ponys que estaban en la sala uno de ellos tenia pelaje blanco, y una crin de colores rojo, negro y un ligero mechon blanquecino, mientras que la yegua tenia una bonita combinacion de tonos morados, lo cuales la miraban atentamente, y comenzaron a acercarse a ella, la cual reacciono haciendose un ovillo tembloroso y tapandose la cara con la mugrienta capa que llevaba mientras un unico pensamiento cruzaba por su mente.
"Estoy acabada."
I do not desire a false salvation.