Dragon Quest VIII: El periplo del Rey Maldito para Play Station 2.
Me parece el mejor RPG de PS2. Este se come vivo a Final Fantasy X.
Es el RPG puro y clasico que necesitaba la PS2, uno de los pocos juegos que me han llegado a gustar de Square Enix desde su fusion.
El sistema de combate es por turnos y en primera persona, tambien medieval, buen diseño de mazmorras. Cuando mueres no te sale el molesto game over, sino te quitan solo dinero y los personajes se quedan con los puntos debiles del jefazo y casi no tienes que hacer de nuevo toda la mazmorra manteniendose la experiencia, puedes hablar con tus compañeros para pedir consejos o recordatorio de lo que tienes que hacer al continuar la partida.
Me encanta Jessica Albert, tengo una figura suya, ademas de su gran pechonalidad y su buena cintura (la puedes cambiar de ropa), tiene una gran frecuencia de ataques.
Otra cosa curiosa es que no solo puedes intimidar a los monstruos mas debiles sino tambien los limites de los personajes hacen que tus parametros se multipliquen, y sin remediarlo te hace recordar a Dragon Ball y su Ki, por si no bastara con el dibujo de Toriyama.
Y la historia esta bien, aunque en cierto modo me recuerda a Final Fantasy VII cuando estas todo el rato persiguiendo a Sephirot, aqui estas persiguiendo a un mago llamado Doulmagus que es quien puso la maldicion al rey y a la princesa, pero tranquilos, la persecucion es solo la mitad de la aventura o menos.
Recuerdo que antes de emigrar a XBOX 360 queria acabar este juego porque se convirtio en mi favorito de PS2, y si algun dia tengo intencion de venderlo seria por un ojo de la cara.
Eso es todo de momento.
Salu2 ^^[/quote]
Amén hermano; es el mejor juego de rol que he probado después de Legend of Dragoon, aunque lo dejé en el santuario Dragoviano ya que se me hacía muy cuesta arriba el juego y bueno, ya había vencido a
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Y cierto, Jessica es la mejor, por 2 grandes, suaves y rebotantes razones
Y el toque toriyama hace este juego sublime[/quote]
Pues Bizarre, lo dejaste en un punto clave, ya que terminar el Santuario Dragoviano y pelear contra el jefe del mismo desbloquea el final secreto del juego si lo vuelves a terminar... y créeme, merece mucho la pena ese nuevo final.
La única pega que le vi a este Dragon Quest es que se me hizo terriblemente largo por la lentitud a veces de las peleas, sobre todo al final, donde los enemigos eran fuertes de narices y, o acumulabas tensión, o te la jugabas con los golpes críticos de Yangus. Aun así, es un verdadero juegazo y yo también tengo una figura, la del protagonista concretamente.
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