Bueno mis estimados jugadores. Os voy a invitar a ir haciendo vuestros personajes. ¡YAAAY!
Pero antes os voy a hablar de este reglamento que, a falta de nombre, lo llamaré "Juego de rol Foral" (JdF, vo que pacha).
JdF fue diseñado cuando mi cuñado y yo nos planteamos las características del rol por foro. En un foro, los jugadores tienden a narrar muchísimo, a contarnos la vida de su personaje, y a luego narrar sus acciones con todo lujo de detalles. Hasta la época el mejor sistema que había encontrado para los foros era el FATE (el que usé para "La maldición de Mountain Peak"), con sus limitaciones. Fue cuando empezamos este reglamento en que el todas las pruebas serían evaluadas únicamente con las narraciones de los jugadores.
Así que sí, en este sistema no hay una lista de habilidades, no hay dados, no hay números. Toda prueba será evaluada según lo que narréis en vuestras acciones, y tendrá un "rango de victoria". Pero eso más adelante, porque ahora váis a hacer personajes.
COMO HACER TU PERSONAJE
Spoiler:
Tienes un mínimo de 300 palabras, y un máximo de 500. Quiero que me escribas un relato contándome quién es tu personaje, cómo ha sobrevivido, qué ha perdido... Este relato debería responder a las siguientes preguntas:
-QUIEN es tu personaje. Incluimos aquí raza, sexo y demás.
-DONDE se ha criado, cuál es su historia,
-Cómo se ha ganado la vida, qué ha hecho para sobrevivir.
--Qué es lo que le mueve a seguir adelante cuando todo va mal.
-Qué es lo que teme, si es que lo sabe.
Este relato NO debe ser una lista de habilidades. De hecho tenéis prohibido menccionar habilidades en concreto. Por poner un ejemplo, no me vale que escribáis que tu personaje "sabe combatir con su magia". Lo que queremos saber es cómo ha obtenido sus habilidades: "Fue un gran estudioso y, tras el cataclismo, recuperó todos los libros que pudo de la escuela de magia y se centró en la magia defensiva y de combate". ¿Y porqué es esto así? Porque si me das una lista, yo escribiré que sabes "Combatir con magia". Pero en el segundo caso, a mi me podría dar por escribir que has aprendido "Magia de combate del Imperio de Cristal".
Quiero que me narréis la historia como un fic que vosotros querríais escribir de vuestro personaje: Una historia resumida de supervivencia, de pérdida y de emociones. Vuestros personajes han pasado por un cataclismo y, siendo potros, lo perdieron todo de la noche a la mañana.
Tomemos esto como un primer ejercicio y no os preocupéis si sale mal, que lo hablamos con calma . Yo mismo estoy experimentando con este sistema, así que yo también tendré que aprender.
Con esta narración no solo obtendréis vuestras habilidades, sino también otras cosas como equipo especial, historias, transfondo, aspectos de personalidad, etc.
------Siguiente mensaje escrito en: 09 Oct 2015, 18:56 . Beep!------
Oh, ,y una aclaración: NO HAY UNA LISTA DE HABILIDADES,
Volgrand: Junta de Iberbronies, vocal
¿A que soy mono?
¡¡PUES DESPELLEJO FANFICTION!!
Hola... Si lees esto significa que he muerto antes de tiempo y estés saqueando mi cadáver. No te culpo, yo también haría lo mismo. Ni nombre es Pale Paper y soy o fui un simple equino... No recuerdo mucho de como el mundo era antes, era un potrillo muy pequeño de familia feliz con su granja de algo hace mucho tiempo. No se como sobreviví, pero lo mas antiguo que recuerdo es de estar con Margarie, lo mas cercano a mi madre biológica. Criado por una de las tantas facciones de esa época; Los Casqueros. Fuimos atacados durante una noche por un grupo rebelde y logre huir gracias a Margarie que se lanzó contra esos equinos. Nunca supe mas de ella... Por suerte he estado viviendo en una morada que extrañamente ha estado deshabitada, con libros y encontrando comida en un armario, personalmente creo que eso fue un regalo de algo mas fuerte que yo. Grabo esto para al menos tener un rastro y... ¿A quien engaño? Estoy solo acá con una grabadora de morada en morada deshabitada por latas de conservas y cualquier otra cosa para engullir. Y con el tiempo es cada vez mas difícil. Aunque he robado comida... Mucha... He intentado hablarles mientras duermen, pero pienso es que tomen un cuchillo y me coman, he visto huesos roídos por otros seres y se me hiela la sangre, y ni pensar en que ver entre los dientes trozos de carne o piel. Espero encontrar una facción pronto, no me quedan para mas de una semana de vagancia para que mi ultima lata sea abierta y quien sabe canto mas que aguante. Como voluntad... No me coman y si lo hacen entierren mis huesos... Gracias por oír
(Post grabación)
Spoiler:
Con guardar su grabadora preservada como moneda de oro, la guarda en su chaqueta mas exterior al lado de las cintas de audio. Forrado como un Yak recorre entre la nieve y las ventiscas. Sus crines marrones café cacao rizadas sobresalen de las ropas gruesas y sus bolsos laterales con herramientas y objetos varios, en gran parte basura que ha juntado en su vida solitaria y para evitar el ruido de sus cosas al moverse. Un chullo desteñido que se destaca de sus ropas grises y marrones. Se mueve con la fe de encontrar pronto un destacamento o mas comida para subsistir
No pondré nada, soy del movimiento minimalista de las firmas en los foros.
Esta es la historia de la pequeña Sharp Eye, cuyo verdadero nombre no recuerda… o no quiere recordar. La potrilla rubia y de grisáceo pelaje nació pocos años antes del cataclismo en el pequeño pueblo de Trottingham. Hija de una respetada artesana de la que heredó sus penetrantes ojos azules, vivió una infancia cómoda y feliz, admirando a sus padres con todo su corazón. Apenas podía batir sus pequeñas alas, pero fantaseaba con salir del pueblo para hacerse capitana de los Wonderbolts o ser la mejor manejando el clima de Equestria, famosa como nadie. Sus sueños infantiles se hundieron en la nada cuando el apocalipsis sucedió.
Con menos de tres años, fue una de las pocas que pudo sobrevivir al fin del mundo como se conocía salvada gracias a la cámara arcana de Cloudsdale. ¿Pero a qué precio? Primeramente intentó encontrar a sus padres, pero nunca respondieron a sus llamadas y llantos. Su mente infantil pensó que volverían pronto, no sabía lo que era la muerte. Forzada a esconderse y alimentarse de lo poco que podía en el suelo, nunca pudo desarrollarse como la voladora que desearía haber sido. Al ser tan pequeña y débil, los ponis más grandes siempre llegaban antes o la ganaban a la hora de repartirse el botín, reprimiendo su sano crecimiento físico. Mas en vez de rendirse, buscó otras formas de sobrevivir. Su pequeño peso y energía propia de su raza la hacían apta para moverse con más soltura que sus rivales. Descubrió que un trozo de metal afilado cortaba mejor que cualquier dentadura, o que con algo plano sacudía tierra y restos mejor que con sus cascos. Se las ingenió para crear nuevas herramientas que la ayudaran en su caza, como arcos y luego ballestas, con las que practicó mucho. También era muy curiosa, aventurándose más lejos que la mayoría y queriendo descubrirlo todo. Quizá por eso descubrió algunos libros con ilustraciones enterrados bajo las cenizas. Gracias a ellos y de manera autodidacta empezó a aprender a leer en sus ratos libres. En sus libros aprendió las maravillas de la vieja Equestria y sus logros. Le interesaron especialmente los prodigios mecánicos como trenes o zepelines.
Entusiasmada, se pasó los siguientes años recolectando escombros y creando un pequeño museo-taller escondido cuando no trataba de vorazmente cazar y superar a sus competidores, si era necesario lesionándoles. Pero la curiosidad no viene sin consecuencias, ya que negras heridas causadas por venenos y contaminantes recorren la piel de la pegaso, lentamente extendiéndose y marchitando su ser. Su cutie mark podría haber desaparecido, pero no así su voluntad de vivir y de lograr una solución para devolver al mundo a antaño, cómo era en los libros que tanto la fascinaban. En el fondo, quiere honrar a sus padres donde quiera que estuvieran, demostrarles que lograría algo grande.
Pese a ser bastante asocial, casi rozando el sociopatismo, teme lo que piensen sus pocos seres queridos, y de no cumplir con lo que ella cree que esperan de ella.
[quote="Sharpo";p=292235]Pues bien, espero que este todo en orden:
Autodiario 32
Spoiler:
Hola... Si lees esto significa que he muerto antes de tiempo y estés saqueando mi cadáver. No te culpo, yo también haría lo mismo. Ni nombre es Pale Paper y soy o fui un simple equino... No recuerdo mucho de como el mundo era antes, era un potrillo muy pequeño de familia feliz con su granja de algo hace mucho tiempo. No se como sobreviví, pero lo mas antiguo que recuerdo es de estar con Margarie, lo mas cercano a mi madre biológica. Criado por una de las tantas facciones de esa época; Los Casqueros. Fuimos atacados durante una noche por un grupo rebelde y logre huir gracias a Margarie que se lanzó contra esos equinos. Nunca supe mas de ella... Por suerte he estado viviendo en una morada que extrañamente ha estado deshabitada, con libros y encontrando comida en un armario, personalmente creo que eso fue un regalo de algo mas fuerte que yo. Grabo esto para al menos tener un rastro y... ¿A quien engaño? Estoy solo acá con una grabadora de morada en morada deshabitada por latas de conservas y cualquier otra cosa para engullir. Y con el tiempo es cada vez mas difícil. Aunque he robado comida... Mucha... He intentado hablarles mientras duermen, pero pienso es que tomen un cuchillo y me coman, he visto huesos roídos por otros seres y se me hiela la sangre, y ni pensar en que ver entre los dientes trozos de carne o piel. Espero encontrar una facción pronto, no me quedan para mas de una semana de vagancia para que mi ultima lata sea abierta y quien sabe canto mas que aguante. Como voluntad... No me coman y si lo hacen entierren mis huesos... Gracias por oír
(Post grabación)
Spoiler:
Con guardar su grabadora preservada como moneda de oro, la guarda en su chaqueta mas exterior al lado de las cintas de audio. Forrado como un Yak recorre entre la nieve y las ventiscas. Sus crines marrones café cacao rizadas sobresalen de las ropas gruesas y sus bolsos laterales con herramientas y objetos varios, en gran parte basura que ha juntado en su vida solitaria y para evitar el ruido de sus cosas al moverse. Un chullo desteñido que se destaca de sus ropas grises y marrones. Se mueve con la fe de encontrar pronto un destacamento o mas comida para subsistir
[/quote]
No puedo evitar pensar que no te has leído el trasfondo. Esto no es Fall-out Equestria, sino "el fin de los ponis". Apenas quedáis un centenar de ponis vivos y, literalmente, sobrevivisteis juntos gracias a Rainbow Dash. En otras palabras, os conocéis todos y habéis pasado más o menos juntos. Entonces que un grupo de equinos os atacaran a ti y margerie.
ADemás, tu texto no me explica en absoluto qué sabe hacer tu poni, o cómo a sobrevivido realmente. No das ni una pista de su personalidad, habilidades o motivaciones. Ergo... please, try again.
[quote="Quetzal";p=292237]Aquí la mía:
Spoiler:
Esta es la historia de la pequeña Sharp Eye, cuyo verdadero nombre no recuerda… o no quiere recordar. La potrilla rubia y de grisáceo pelaje nació pocos años antes del cataclismo en el pequeño pueblo de Trottingham. Hija de una respetada artesana de la que heredó sus penetrantes ojos azules, vivió una infancia cómoda y feliz, admirando a sus padres con todo su corazón. Apenas podía batir sus pequeñas alas, pero fantaseaba con salir del pueblo para hacerse capitana de los Wonderbolts o ser la mejor manejando el clima de Equestria, famosa como nadie. Sus sueños infantiles se hundieron en la nada cuando el apocalipsis sucedió.
Con menos de tres años, fue una de las pocas que pudo sobrevivir al fin del mundo como se conocía salvada gracias a la cámara arcana de Cloudsdale. ¿Pero a qué precio? Primeramente intentó encontrar a sus padres, pero nunca respondieron a sus llamadas y llantos. Su mente infantil pensó que volverían pronto, no sabía lo que era la muerte. Forzada a esconderse y alimentarse de lo poco que podía en el suelo, nunca pudo desarrollarse como la voladora que desearía haber sido. Al ser tan pequeña y débil, los ponis más grandes siempre llegaban antes o la ganaban a la hora de repartirse el botín, reprimiendo su sano crecimiento físico. Mas en vez de rendirse, buscó otras formas de sobrevivir. Su pequeño peso y energía propia de su raza la hacían apta para moverse con más soltura que sus rivales. Descubrió que un trozo de metal afilado cortaba mejor que cualquier dentadura, o que con algo plano sacudía tierra y restos mejor que con sus cascos. Se las ingenió para crear nuevas herramientas que la ayudaran en su caza, como arcos y luego ballestas, con las que practicó mucho. También era muy curiosa, aventurándose más lejos que la mayoría y queriendo descubrirlo todo. Quizá por eso descubrió algunos libros con ilustraciones enterrados bajo las cenizas. Gracias a ellos y de manera autodidacta empezó a aprender a leer en sus ratos libres. En sus libros aprendió las maravillas de la vieja Equestria y sus logros. Le interesaron especialmente los prodigios mecánicos como trenes o zepelines.
Entusiasmada, se pasó los siguientes años recolectando escombros y creando un pequeño museo-taller escondido cuando no trataba de vorazmente cazar y superar a sus competidores, si era necesario lesionándoles. Pero la curiosidad no viene sin consecuencias, ya que negras heridas causadas por venenos y contaminantes recorren la piel de la pegaso, lentamente extendiéndose y marchitando su ser. Su cutie mark podría haber desaparecido, pero no así su voluntad de vivir y de lograr una solución para devolver al mundo a antaño, cómo era en los libros que tanto la fascinaban. En el fondo, quiere honrar a sus padres donde quiera que estuvieran, demostrarles que lograría algo grande.
Pese a ser bastante asocial, casi rozando el sociopatismo, teme lo que piensen sus pocos seres queridos, y de no cumplir con lo que ella cree que esperan de ella.
Espero que se acepte así.[/quote]
He aquí un texto perfecto para crear un personaje. Para que el resto os hagáis a la idea:
- Motivación: Demostrar a sus padres que hará "algo grande".
-Mayor miedo: Perder a sus pocos seres queridos.
-Habilidades: Obviamente, esconderse, cosas tecnológicas e investigación. Probablemente algunos objetos fabricados por ella misma, y algún otro rasgo como "cicatrices" o alguna enfermedad.
-El detalle a su vida antes del cataclismo es de mucha importancia, la infancia feliz con sus padres truncada.
ESTE tipo de relato necesitais hacer para tener grandes personajes. Mis felicitaciones Quetzal
Volgrand: Junta de Iberbronies, vocal
¿A que soy mono?
¡¡PUES DESPELLEJO FANFICTION!!
No había nada que el unicornio carmesí añorase más que pasar los días en el jardín de su casa contemplando aquel astro rey que había desaparecido varias décadas atrás. Mad fire siempre había sido un potrillo peculiar, no sólo pasaba horas y horas contemplando aquel cuerpo celeste que Celestia dirigía a su voluntad, sino que también, admiraba completamente el fuego, siendo capaz de mirar su hipnótico movimiento con una sonrisa en el rostro. Otro rasgo característico del pequeño Mad era que, en su tiempo de vida, no había articulado ni una sola palabra. Y esto no cambio cuando el suceso ocurrió.
Nada más salir del refugio, se sintió desconcertado. A parte de no saber dónde estaban sus padres, había una cosa que le preocupaba incluso más... ¿que había sido de esa gigantesca estrella que el tanto admiraba? Su búsqueda había llegado a ser frustrante ya que, al no hablar, le costaba comunicarse con sus compañeros y estos, cuando él no estaba presente, cuchicheaban entre ellos intercambiando diversas locas teorías de porque el equino no hablaba.
Mad no sabía mucha magia y, a pesar de eso, no le costaba nada encender el fuego por el método tradicional, cosa que era lo único que podía tranquilizarle cuando estaba nervioso, o se venía abajo pensando en el paradero de sus padres.
En una de las innumerables incursiones que su grupo realizó para encontrar alimentos o cualquier otra cosa que pudiese servir, Mad encontró un libro de magia elemental. Curioso, abrió el tomo y se fue directamente a la parte que más le interesaba de este, la magia elemental de fuego. Con el tiempo, Mad empezó a adquirir más y más conocimientos respecto a ese elemento que respetaba tanto y, tras el paso de los años, ya se había vuelto todo un experto en el uso de este, sin olvidarse de las quemaduras que recibió a lo largo de su entrenamiento. Solo había una pregunta que recorría su mente. ¿Habría algún hechizo capaz de generar un orbe de luz lo suficientemente poderoso y majestuoso como para sustituir al mismísimo Sol?
Mad sabía que quizá era una locura, pero la búsqueda de lo que parecía imposible le daba fuerzas para despertar cada día con su misteriosa y enigmática sonrisa
[quote="edgareo";p=292265]Espero que este todo correcto
Spoiler:
No había nada que el unicornio carmesí añorase más que pasar los días en el jardín de su casa contemplando aquel astro rey que había desaparecido varias décadas atrás. Mad fire siempre había sido un potrillo peculiar, no sólo pasaba horas y horas contemplando aquel cuerpo celeste que Celestia dirigía a su voluntad, sino que también, admiraba completamente el fuego, siendo capaz de mirar su hipnótico movimiento con una sonrisa en el rostro. Otro rasgo característico del pequeño Mad era que, en su tiempo de vida, no había articulado ni una sola palabra. Y esto no cambio cuando el suceso ocurrió.
Nada más salir del refugio, se sintió desconcertado. A parte de no saber dónde estaban sus padres, había una cosa que le preocupaba incluso más... ¿que había sido de esa gigantesca estrella que el tanto admiraba? Su búsqueda había llegado a ser frustrante ya que, al no hablar, le costaba comunicarse con sus compañeros y estos, cuando él no estaba presente, cuchicheaban entre ellos intercambiando diversas locas teorías de porque el equino no hablaba.
Mad no sabía mucha magia y, a pesar de eso, no le costaba nada encender el fuego por el método tradicional, cosa que era lo único que podía tranquilizarle cuando estaba nervioso, o se venía abajo pensando en el paradero de sus padres.
En una de las innumerables incursiones que su grupo realizó para encontrar alimentos o cualquier otra cosa que pudiese servir, Mad encontró un libro de magia elemental. Curioso, abrió el tomo y se fue directamente a la parte que más le interesaba de este, la magia elemental de fuego. Con el tiempo, Mad empezó a adquirir más y más conocimientos respecto a ese elemento que respetaba tanto y, tras el paso de los años, ya se había vuelto todo un experto en el uso de este, sin olvidarse de las quemaduras que recibió a lo largo de su entrenamiento. Solo había una pregunta que recorría su mente. ¿Habría algún hechizo capaz de generar un orbe de luz lo suficientemente poderoso y majestuoso como para sustituir al mismísimo Sol?
Mad sabía que quizá era una locura, pero la búsqueda de lo que parecía imposible le daba fuerzas para despertar cada día con su misteriosa y enigmática sonrisa
[/quote]
Está muy bien, pero te animaría a profundizar un poco más en cómo se las ingenio Mad Fire para sobrevivir después del cataclismo. ¿No hizo otra cosa aparte de estudiar magia? Antes de eso, cuando el grupo estaba en apuros, ¿cómo ayudaba? ¿Y qué hay de desenvolverse en el día a día?
Aparte de eso, está muy bien.
Volgrand: Junta de Iberbronies, vocal
¿A que soy mono?
¡¡PUES DESPELLEJO FANFICTION!!
Intentaré plantearlo de otra forma (Alterado levemente):
Spoiler:
Pale Paper no era nada de singular, un terrestre que su futuro tal vez seria el de ser secretario o algo relacionado con el mundo de los números o los archivos en la gran Mannehattan, pero nunca lo sabremos con el hecho de que todo el mundo se fue al caño. Su padre era profesor de lenguas cual no lo veía muy a menudo en su casa, de el heredo sus crines rizadas de color chocolate y sus ojos avena, y su madre secretaria de una empresa papelera cual de ella tiene el pelaje trigo con motas blancas en el hocico, lejos de eso no los conoce mas, vagos recuerdos tiene de ellos y hasta les siente repudio porque no lo estimaron lo suficiente.
En la cámara intentaron socializar con el. De personalidad solitaria, tímida y callada, ni cuando necesitaba de un adulto abría la boca. También el preferiría hacer actitudes extrañas para su edad como intentar galopar sin emitir ruidos o esconder cosas a gente aleatoria sin pretexto alguno, ganando así el repudio de muchos por sus "bromas". Al momento de cazar; prefería la carroña y la recolección sigilosa, por su puesto, todo a solas. Hasta hoy le aterraba la sangre y los huesos con carne o sangre, haciéndolo mas presa que cazador. Pero llegaba con cosas igual de valiosas como hongos, hierbas y bayas silvestres. Mas de una vez fue zurrado por mas fuertes y despojado de sus cosas, pero no parecía que algún día cambiaría las cosas, solamente tenia que ser mas sigiloso o mas veloz al hiuir. Su única arma era un cuchillo de cocina oxidado que encontró, pero si en el caso de no poder huir (Tenía mas es comportamiento de un ciervo que de un caballo) se escabullia en su escondite que hablaremos mas adelante.
También acapara cosas en sus bolsos laterales. Cosas inusuales enterradas entre escombros y tierra que el rastreaba y resguardaba, no le importaba su uso o función, solo los junta por su forma o color, como auto-condecoraciones por su trabajo, llevando así pilas de diversos objetos. Las llevaba a un sótano de lo que era antes un hospital, el lugar era tan tétrico que nadie se atrevía a acercarse, ni siquiera de día. Tal vez su impulso para vivir sea conocer a alguien que le estime por lo que es o aumentar su coleccion de objetos perdidos.
Espero estar ahora dentro de sus margenes
No pondré nada, soy del movimiento minimalista de las firmas en los foros.
Chica. Todo el mundo me llama chica por aquí. Creo recordar tener un nombre. Nana viene mucho a mi cabeza, así que me llamo así en las raras ocasiones en que nadie me oye. Pero para todos suelo ser “tú”, “chica”, “eh, esa potrilla, échame una mano”. No tengo nada en especial, aparte de una trenza que cae a un lado de mi cabeza, siempre despeinada por no tener tiempo para arreglarla.
Era demasiado pequeña cuando ocurrió todo como para recordar algo. De todas formas, nadie quiere hablar de ello, así que realmente no sé qué pasó. Todo lo que recuerdo de mi vida soy yo, agradecida por estar viva, ayudando en todo lo que podía. Sólo sé que soy una superviviente a una gran catástrofe, y sé que lo que tengo ahora es todo lo que siempre voy a tener. Me entregué a la comunidad. Ya que no podía explorar por ser demasiado joven, intentaba ayudar en las cosechas. Sin embargo, el hecho de ser tan pequeña me dificultaba enormemente las labores del campo. Descubrí sin embargo que tenía talento para sanar, sacando primero astillas a los ponis que trabajaban la madera, ayudando a otros con males mayores después. Fue un alivio, podía sentirme útil.
Tuve que formarme como pude, pues todo el conocimiento se perdió el día que se perdió todo. Sin embargo, unos pocos ponis de la comunidad vieron que podía ser útil y me ayudaron a recolectar ese poco conocimiento que quedaba. La única sanadora de la colonia era una anciana, que pasó sus últimos días ayudándome con las técnicas que no es posible aprender en los libros.
Ahora sólo quedo yo. Es mucho trabajo para una sola potra. Pero por fin puedo ayudar.
Disculpas qué esa breve, estoy trabajando. Por favor leed el.primer post antes de escribir. No hay anciana posible en la colonia. y tampoco potrilla: suponiendo qué fueras una recién nacida cuando la catástrofe, y suponiendo qué sobreviviera para crecer, hoy.día tendrías alrededor de dieciséis años.
Volgrand: Junta de Iberbronies, vocal
¿A que soy mono?
¡¡PUES DESPELLEJO FANFICTION!!
Extracto de lo que parece una página arrugada de un diario:
Seguramente esta será mi última entrada, así que no quiero irme sin acordarme de la poni que al menos hizo que mi existencia en este erial haya sido mas llevadera.
Cuando nos evacuaron, nadie sabía lo que ocurría, yo estaba solo separado de mi familia, al igual que el resto de mis improvisados compañeros de refugio, todos habitantes de una pequeña aldea cercana a Canterlot, al otro lado de las montañas donde se encontraba Ponyville. Muchos estábamos asustados, otros tantos llorábamos y algunos ambas cosas a la vez... Pero entonces se alzó una melodiosa canción. Venía de una potrilla unicornio de crin castaña y pelaje amarillo pastel y una cm con forma de corchea saliendo de un libro. Aquello consiguió calmarnos y reconfortarnos como nunca habíamos pensado que podría ocurrir en un momento como aquel. A la canción siguieron historias y relatos que la potrilla nos contaba con ayuda de su magia y de un archivador donde al parecer anotaba las canciones y las historias que se le iban ocurriendo. Aun recuerdo muchas de ellas. Eran historias propias de una mente infantil pero que nos hacían recordar el mundo del que estábamos aislados.
Y entonces... el mundo se acabó. Al salir, no quedaba nada. Recuerdo su expresión en ese momento, pues aunque nos hizo felices durante la espera... lo que se mostró ante nuestros jóvenes ojos se llevó la esperanza que allí había visto reflejada.
No volví a oírla cantar... ni escribir... ni hablar. Durante un tiempo parecía haberse vuelto un cascarón vacío. No respondía, apenas comía lo poco que encontrábamos, nos seguía de forma totalmente automática. Pensé que aquello había sido demasiado para ella. Recordando sus relatos y canciones, estaba claro que amaba su tierra mas que cualquiera de nosotros...
Y entonces ocurrió. Unos de nuestros compañeros no pudo resistir y su situación empeoró gravemente. Cuando vimos que no podíamos hacer nada por él... ella se acercó y empezó a cantar. No era una canción con letra, sino una melodía hermosa y a la vez triste... era su mensaje de despedida.
Después de aquello, sacó la única posesión que llevaba con ella aquel día fatídico que acabamos en el refugio, el pequeño archivador, y se puso a escribir. Escribió la historia de aquel poni, quien era, de donde había venido... todo lo que sabía de él.
Con los años, fuimos sucumbiendo uno tras otro, pero ella siguió repitiéndolo. Con el tiempo, fue capaz de empezar a comunicarse de nuevo con nosotros por medio de canciones sin letra y escritura. Siempre era la que mas se preocupaba por nosotros y se puede decir que aprendió a la fuerza a tratarnos, a veces sanarnos, protegernos y de darnos algo de esperanza donde ya no la había.
Ahora noto que mis fuerzas flaquean y mi vista cada vez se nubla con mas facilidad... se que mis días están contados, así que solo me alegra saber...que Quaver Note... cantará algo... para mí.
Chica. Todo el mundo me llama chica por aquí. Creo recordar tener un nombre. Nana viene mucho a mi cabeza, así que me llamo así en las raras ocasiones en que nadie me oye. Pero para todos suelo ser “tú”, “chica”, “eh, esa potra, échame una mano”. No tengo nada en especial, aparte de una trenza que cae a un lado de mi cabeza, siempre despeinada por no tener tiempo para arreglarla. Mi tamaño es bastante pequeño para un poni terrestre de mi edad, así que la gente a veces me mira extrañada, preguntándose qué hace alguien tan pequeña aquí, seguramente pensando que mi madre sobrevivió a la catástrofe para luego tenerme. Obviamente, no fue así.
Era demasiado pequeña cuando ocurrió todo como para recordar algo. De todas formas, nadie quiere hablar de ello, así que realmente no sé qué pasó. Todo lo que recuerdo de mi vida soy yo, agradecida por estar viva, ayudando en todo lo que podía. Sólo sé que soy una superviviente a una gran catástrofe, y sé que lo que tengo ahora es todo lo que siempre voy a tener. Me entregué a la comunidad. Ya que no podía explorar (tarea de la que se encargaban principalmente los pegasos, por poder ver más terreno), intentaba ayudar en las cosechas. Sin embargo, el hecho de ser tan pequeña me dificultaba enormemente las labores del campo. Descubrí que tenía talento para sanar, sacando primero astillas a los ponis que trabajaban la madera, ayudando a otros con males mayores después. Fue un alivio, podía sentirme útil.
Tuve que formarme como pude, pues todo el conocimiento se perdió el día que se perdió todo. Sin embargo, unos pocos ponis de la comunidad vieron que podía ser útil y me ayudaron a recolectar ese poco conocimiento que quedaba.
Me hice la sanadora de la colonia. Es mucho trabajo para una sola potra. Pero por fin puedo ayudar.
[quote="McDohl";p=292372]Bueno, he aquí mi relato:
Spoiler:
Extracto de lo que parece una página arrugada de un diario:
Seguramente esta será mi última entrada, así que no quiero irme sin acordarme de la poni que al menos hizo que mi existencia en este erial haya sido mas llevadera.
Cuando nos evacuaron, nadie sabía lo que ocurría, yo estaba solo separado de mi familia, al igual que el resto de mis improvisados compañeros de refugio, todos habitantes de una pequeña aldea cercana a Canterlot, al otro lado de las montañas donde se encontraba Ponyville. Muchos estábamos asustados, otros tantos llorábamos y algunos ambas cosas a la vez... Pero entonces se alzó una melodiosa canción. Venía de una potrilla unicornio de crin castaña y pelaje amarillo pastel y una cm con forma de corchea saliendo de un libro. Aquello consiguió calmarnos y reconfortarnos como nunca habíamos pensado que podría ocurrir en un momento como aquel. A la canción siguieron historias y relatos que la potrilla nos contaba con ayuda de su magia y de un archivador donde al parecer anotaba las canciones y las historias que se le iban ocurriendo. Aun recuerdo muchas de ellas. Eran historias propias de una mente infantil pero que nos hacían recordar el mundo del que estábamos aislados.
Y entonces... el mundo se acabó. Al salir, no quedaba nada. Recuerdo su expresión en ese momento, pues aunque nos hizo felices durante la espera... lo que se mostró ante nuestros jóvenes ojos se llevó la esperanza que allí había visto reflejada.
No volví a oírla cantar... ni escribir... ni hablar. Durante un tiempo parecía haberse vuelto un cascarón vacío. No respondía, apenas comía lo poco que encontrábamos, nos seguía de forma totalmente automática. Pensé que aquello había sido demasiado para ella. Recordando sus relatos y canciones, estaba claro que amaba su tierra mas que cualquiera de nosotros...
Y entonces ocurrió. Unos de nuestros compañeros no pudo resistir y su situación empeoró gravemente. Cuando vimos que no podíamos hacer nada por él... ella se acercó y empezó a cantar. No era una canción con letra, sino una melodía hermosa y a la vez triste... era su mensaje de despedida.
Después de aquello, sacó la única posesión que llevaba con ella aquel día fatídico que acabamos en el refugio, el pequeño archivador, y se puso a escribir. Escribió la historia de aquel poni, quien era, de donde había venido... todo lo que sabía de él.
Con los años, fuimos sucumbiendo uno tras otro, pero ella siguió repitiéndolo. Con el tiempo, fue capaz de empezar a comunicarse de nuevo con nosotros por medio de canciones sin letra y escritura. Siempre era la que mas se preocupaba por nosotros y se puede decir que aprendió a la fuerza a tratarnos, a veces sanarnos, protegernos y de darnos algo de esperanza donde ya no la había.
Ahora noto que mis fuerzas flaquean y mi vista cada vez se nubla con mas facilidad... se que mis días están contados, así que solo me alegra saber...que Quaver Note... cantará algo... para mí.
[/quote]
Está muy, pero que muy bien. Sin embargo sí que veo poco detalle sobre qué hacía exactamente para proteger a la gente. Ahora mismo le veo muchas habilidades del tipo dar apoyo, comunicación y tal, y si es eso lo que quieres maravilloso. Pero si quisieras algo más concreto quizá deberías desarrollar un poco la parte de protección.
Por el resto, me encanta tanto el personaje como el formato de la historia
[quote="HeyThereNana";p=292413]Perdón u.u
A ver ahora
Spoiler:
Chica. Todo el mundo me llama chica por aquí. Creo recordar tener un nombre. Nana viene mucho a mi cabeza, así que me llamo así en las raras ocasiones en que nadie me oye. Pero para todos suelo ser “tú”, “chica”, “eh, esa potra, échame una mano”. No tengo nada en especial, aparte de una trenza que cae a un lado de mi cabeza, siempre despeinada por no tener tiempo para arreglarla. Mi tamaño es bastante pequeño para un poni terrestre de mi edad, así que la gente a veces me mira extrañada, preguntándose qué hace alguien tan pequeña aquí, seguramente pensando que mi madre sobrevivió a la catástrofe para luego tenerme. Obviamente, no fue así.
Era demasiado pequeña cuando ocurrió todo como para recordar algo. De todas formas, nadie quiere hablar de ello, así que realmente no sé qué pasó. Todo lo que recuerdo de mi vida soy yo, agradecida por estar viva, ayudando en todo lo que podía. Sólo sé que soy una superviviente a una gran catástrofe, y sé que lo que tengo ahora es todo lo que siempre voy a tener. Me entregué a la comunidad. Ya que no podía explorar (tarea de la que se encargaban principalmente los pegasos, por poder ver más terreno), intentaba ayudar en las cosechas. Sin embargo, el hecho de ser tan pequeña me dificultaba enormemente las labores del campo. Descubrí que tenía talento para sanar, sacando primero astillas a los ponis que trabajaban la madera, ayudando a otros con males mayores después. Fue un alivio, podía sentirme útil.
Tuve que formarme como pude, pues todo el conocimiento se perdió el día que se perdió todo. Sin embargo, unos pocos ponis de la comunidad vieron que podía ser útil y me ayudaron a recolectar ese poco conocimiento que quedaba.
Me hice la sanadora de la colonia. Es mucho trabajo para una sola potra. Pero por fin puedo ayudar.
[/quote]
Aunque están arreglados los problemas, ahora mismo tu personaje solamente sabe sanar, al parecer, y ser pequeña. Me gusta el punto de que se dedicó a recolectar conocimiento, ¿aprendió algo de él? ¿Y cuando no es sanadora, cómo ayuda a la gente? Si es sanadora, ¿qué piensa del hecho de que ninguna yegua se pueda quedar embarazada?
------Siguiente mensaje escrito en: 11 Oct 2015, 21:37 . Beep!------
[quote="NekonomeSA";p=292313]ahm hay mas plazas?[/quote]
Nop. SOrry.
------Siguiente mensaje escrito en: 11 Oct 2015, 21:39 . Beep!------
[quote="Sharpo";p=292280]Intentaré plantearlo de otra forma (Alterado levemente):
Spoiler:
Pale Paper no era nada de singular, un terrestre que su futuro tal vez seria el de ser secretario o algo relacionado con el mundo de los números o los archivos en la gran Mannehattan, pero nunca lo sabremos con el hecho de que todo el mundo se fue al caño. Su padre era profesor de lenguas cual no lo veía muy a menudo en su casa, de el heredo sus crines rizadas de color chocolate y sus ojos avena, y su madre secretaria de una empresa papelera cual de ella tiene el pelaje trigo con motas blancas en el hocico, lejos de eso no los conoce mas, vagos recuerdos tiene de ellos y hasta les siente repudio porque no lo estimaron lo suficiente.
En la cámara intentaron socializar con el. De personalidad solitaria, tímida y callada, ni cuando necesitaba de un adulto abría la boca. También el preferiría hacer actitudes extrañas para su edad como intentar galopar sin emitir ruidos o esconder cosas a gente aleatoria sin pretexto alguno, ganando así el repudio de muchos por sus "bromas". Al momento de cazar; prefería la carroña y la recolección sigilosa, por su puesto, todo a solas. Hasta hoy le aterraba la sangre y los huesos con carne o sangre, haciéndolo mas presa que cazador. Pero llegaba con cosas igual de valiosas como hongos, hierbas y bayas silvestres. Mas de una vez fue zurrado por mas fuertes y despojado de sus cosas, pero no parecía que algún día cambiaría las cosas, solamente tenia que ser mas sigiloso o mas veloz al hiuir. Su única arma era un cuchillo de cocina oxidado que encontró, pero si en el caso de no poder huir (Tenía mas es comportamiento de un ciervo que de un caballo) se escabullia en su escondite que hablaremos mas adelante.
También acapara cosas en sus bolsos laterales. Cosas inusuales enterradas entre escombros y tierra que el rastreaba y resguardaba, no le importaba su uso o función, solo los junta por su forma o color, como auto-condecoraciones por su trabajo, llevando así pilas de diversos objetos. Las llevaba a un sótano de lo que era antes un hospital, el lugar era tan tétrico que nadie se atrevía a acercarse, ni siquiera de día. Tal vez su impulso para vivir sea conocer a alguien que le estime por lo que es o aumentar su coleccion de objetos perdidos.
Espero estar ahora dentro de sus margenes[/quote]
Está mu bien, no tengo mucho que criticar en este momento
Volgrand: Junta de Iberbronies, vocal
¿A que soy mono?
¡¡PUES DESPELLEJO FANFICTION!!
Pues he reajustado mi relato. Espero que quede un poco mas claro:
Spoiler:
Extracto de lo que parece una página arrugada de un diario:
Seguramente esta será mi última entrada, así que no quiero irme sin acordarme de la poni que al menos hizo que mi existencia en este erial haya sido mas llevadera.
Cuando nos evacuaron al refugio, no sabíamos que ocurría, estábamos separados de nuestras familias, yo y mis compañeros, todos habitantes de una pequeña aldea cercana a Canterlot, al otro lado de las montañas donde se encontraba Ponyville. Muchos estábamos asustados, otros tantos llorábamos, algunos ambas cosas... Pero entonces se alzó una melodiosa canción. Venía de una potrilla unicornio de crin castaña, pelaje amarillo pastel y una cm con forma de corchea saliendo de un libro. Aquello consiguió calmarnos y reconfortarnos como nunca habíamos pensado que podría ocurrir en un momento como aquel. A la canción siguieron historias que la potrilla nos contaba con ayuda de su magia y de un archivador donde al parecer anotaba las canciones y las historias que se le iban ocurriendo. Aun recuerdo muchas de ellas. Eran historias propias de una mente infantil pero que nos hacían recordar el mundo del que estábamos aislados.
Y entonces... el mundo se acabó. Al salir, no quedaba nada. Recuerdo su expresión en ese momento, pues aunque nos hizo felices durante la espera... lo que se mostró ante nuestros jóvenes ojos se llevó la esperanza que allí había visto reflejada.
No volví a oírla cantar... ni escribir... ni hablar. Durante un tiempo parecía haberse vuelto un cascarón vacío. No respondía, apenas comía lo poco que encontrábamos, nos seguía de forma totalmente automática. Pensé que aquello había sido demasiado para ella. Recordando sus relatos y canciones, estaba claro que amaba su tierra mas que cualquiera de nosotros...
Y entonces ocurrió. Unos de nuestros compañeros no pudo resistir y su situación empeoró gravemente. Cuando vimos que nada podíamos hacer... ella empezó a cantar. No era una canción con letra, sino una melodía hermosa y a la vez triste... era su mensaje de despedida.
Y escribió... Escribió en su pequeño archivador la historia de aquel poni, quien era, de donde había venido... todo lo que sabía de él.
Con los años, muchos sucumbieron, pero ella siguió repitiéndolo. Poco a poco, fue capaz de empezar a comunicarse de nuevo con nosotros por medio de canciones sin letra y escritura. Es extraño, pero cuando ella cantaba, nos hacía sentir de un modo que nunca pensábamos que volveríamos a sentirnos, nos hacía crecernos ante esta exagerada adversidad. Siempre era la que mas se preocupaba por nosotros... pese a perder el don de la palabra, su magia le fue permitiendo reproducir las historias que escribía y acompañaba con una canción. Aquellas ilusiones no eran solo cuentos... en el fondo, nos protegían no solo de las adversidades, sino de nosotros mismos: ella nos devolvió la esperanza donde ya no la había.
Ahora noto que mis fuerzas flaquean y mi vista cada vez se nubla con mas facilidad... se que mis días están contados, así que solo me alegra saber...que Quaver Note... cantará algo... para mí.