(Continúa del anterior mensaje)
-Madre mía, aún no me lo creo. Lo sabe, el cabrón de él lo sabe…
Por mi parte trataba de serenarme y pensar en las posibilidades, pero lo cierto era que las constantes divagaciones de Lloyd no ayudaban para nada. Nos encontrábamos los dos solos en la biblioteca, era la una menos cuarto, todo el mundo se encontraba en la clase previa a la hora de comer y el recreo largo de la tarde, y Lloyd se las había arreglado para venir a verme para hablar con carácter de urgencia.
-Pero es que no lo entiendo, te lo juro, se ha hecho el tonto, como si no nos conociera, cuando realmente nos conoce, sabe quiénes somos…
-Espera, espera, para el carro, eso es relativo, ten en cuenta que supervisa a otros colegios e institutos y ha pasado bastante tiempo desde la última vez que nos vio, podría haberse olvidado de nosotros perfectamente-argumenté yo.
-¿¡Perdona?! ¡¡Estamos hablando de Discord!! ¡¡Ya te digo yo que no nos ha olvidado!!
-Oh, claro, porque tú lo dices…
Ante eso Lloyd me echó una fría mirada, con un gesto de reproche dibujado en ella. Por mi parte suspiré y me apresuré a corregirme.
-A ver, lo que quiero decir es que no sabemos con seguridad por qué nos ha tratado como si no nos conociera. Si realmente hubiera habido algo, nos hubiera dicho algo.
-¿Así sin más? Por favor, tío, te comportas como si no hubieses hablado con Discord.
-Te recuerdo que este es un simple superintendente escolar, no un draconequus caótico de gran poder. Creo que hay una ligera diferencia.
-Olvidas que se trata de alguien poderoso.
-¿Poderoso en qué? ¿En sentencias y evaluaciones? ¿En caos administrativo?
-¡No me vengas con esas, sabes de lo que te hablo!
-¡Oh, por favor, Lloyd, lo piensas demasiado! ¿No puedes, aunque solo sea por un instante, tomártelo con un poco más de perspectiva?
-¿¡Perspectiva?! ¿¡Perspectiva en qué?! ¿¡En quedarnos de brazos cruzados sin hacer nada?! ¡¡Sabe algo, Sergio!!
-¡¡Sí, vale, pero no sabemos el qué, Carlos, y el sentarnos aquí tratando de adivinar en qué piensa Discord no nos va a ayudar en nada!!
-¡¡Oh, por favor, ahórrame todo eso, siempre has sido tan condescendiente con todo!!
-¡¡Sí, claro, casi tanto como tú de picajoso y jodidamente crítico!!
Para entonces los dos habíamos acabado a gritos sin darnos cuenta, e inmediatamente después nos callamos, taladrándonos con la mirada y con los ánimos muy encendidos. Nos miramos por un instante a los ojos y, en un momento dado, Lloyd cogió y se marchó sin decirme nada más. Por mi parte resoplé y traté de olvidarme de todo, pasando a hacer otra cosa.
El resto del día pasó de forma mucho más lenta. La hora de la comida fue particularmente incómoda, normalmente comíamos con las chicas y hablábamos entre todos, pero por nuestra parte tan solo hubo una adusta indiferencia, cosa que las demás notaron enseguida. Trataron de hacer que habláramos un poco, pero salvo alguna que otra frase hecha y comentario dispar, no nos dirigimos la palabra. Hubo más de lo mismo cuando fuimos a tomar algo en el Sugarcube Corner por la tarde, lo que preocupó aún más a las chicas.
Esa misma noche, y en casa de Sunset, los dos veíamos la tele apoyados el uno sobre el otro; en un momento dado la chica comentó.
-¿Me vas a explicar lo que ha pasado entre tú y Lloyd?
-¿Qué te dice que ha pasado algo?
-Ah, no sé, dímelo tú…
Por un momento los dos nos miramos, ella con gesto serio y yo con uno más laxo. Finalmente me rendí y murmuré.
-Agh, no puedo soportar esa desaprobadora mirada tuya…
-Vamos, cuéntame, sabes que me lo puedes contar…
-Lo sé, nena, lo sé, es que… es una tontería en realidad.
-¿Y por una tontería os dejáis de hablar?
-Supongo…
Ante eso Sunset me volvió a mirar de la misma forma, a lo que yo respondí rápidamente.
-Está bien, está bien, pero por favor, no me mires así…
La tuve que explicar todo lo que había ocurrido, sin saltarme nada para evitar males mayores; una vez que estuvo enterada no tardó mucho en opinar.
-Bueno, pero ¿tú crees que Discord sabe algo al respecto?
-Ahí está la cosa, no puedo saberlo, no puedo meterme en la cabeza de Discord, no podemos dar por sentado nada, pero él está emperrado en que debe haber algo porque se trata de Discord…
-Hombre, si estuviéramos en Ecuestria te diría que Lloyd podría llevar razón, pero en este caso…
-Exacto, allí es el espíritu del caos, aquí este Discord no pasa de ser un mero funcionario con poderes administrativos y para de contar, no hay ni punto de comparación. Sin embargo Lloyd opina que no.
-A ver, no es por llevarte la contraria o apoyar a Lloyd, después de todo quiero ser neutral en todo esto, pero aunque no sea el Discord que manipula la realidad a su antojo, creo que no deberías tomártelo tan a la ligera, no deja de ser Discord después de todo.
-Pero…
-Entiendo tu punto de vista, pero también tienes que tener en cuenta que el punto de Lloyd puede ser totalmente válido también, después de todo, en momentos como estos cualquier cosa es posible.
Las palabras de Sunset me dieron que pensar, quedándome callado y con gesto reflexivo. Después de todo estábamos jugando con conjeturas, y no con hechos, lo cual daba un amplio margen de maniobra y perspectiva. Fue entonces cuando vi que realmente me había pasado un poco.
-j*der, si es que cuando quiero puedo ser brillante…-murmuré entonces, con ironía.
-Ah, vamos, tampoco es eso, todo el mundo comete errores… mírame a mí.
En parte me chocó que me dijera eso, mirándola con gesto sorprendido, pero ella tan solo sonrió, sin darle mayor importancia. Comprendí entonces lo que me quería decir y yo también sonreí, abrazándola con cariño al tiempo que murmuraba.
-Gracias, cielo…
-Para eso estoy ¿no?
Compartimos entre los dos una sonrisa, besándonos al poco rato y dejando pasar el tiempo. La tele seguía encendida, pero no la prestamos atención.
Por su parte Lloyd había cenado rápidamente y se había encerrado en su habitación, sin muchas ganas de hablar con nadie. Trató de distraerse leyendo un poco, pero apenas funcionó. Se echó sobre la cama con gesto cansado, asomando la cabeza por el borde de la misma y mirando al techo con cara aburrida.
-¿A qué viene esa cara tan larga?
Esa sorpresiva voz le pilló desprevenido, dando un bote en la cama y mirando hacia abajo, viendo a Pinkie bajo la cama y asomándose desde el lado donde él estaba.
-¿¡Pinkie?! ¿¡Qué haces ahí, cuando has entrado?!-inquirió el chico.
-¡Hace nada, no te diste ni cuenta, así de embobado estabas!
-Agh, como se entere tu padre que estamos aquí solos me va a caer una buena…
-Oh, vamos, tampoco es para tanto… aunque no has respondido a mi pregunta-comentó Pinkie saliendo de debajo de la cama y poniéndose a su lado.
-Ah, no es nada, tan solo estoy cansado…
-Oh, vamos, sabes que no es verdad…
-¿Y eso por qué?
-Bueno, durante toda esta tarde has estado haciendo el vacío a Sgi, y el caso es que él a ti también. ¿Qué ha pasado, Lloydi?
Por un momento el aludido se quedó callado, no muy seguro de si seguir o no, pero Pinkie se acercó a él con gesto zalamero al tiempo que decía.
-Vamos, vamos, sabes que no puedes esconderme secretos…
-Ah, tampoco es tan importante…
-¿Seguro?
-Sí, después de todo es una tontería…
-Huy, me encantan las tonterías, cuenta, cuenta…
Al principio Lloyd se mostró inflexible, pero ante la insistencia de la rosada al final acabó cediendo.
-Agh, está bien, está bien, te lo contaré…
-¡Bien! Ya verás cómo te sentirás mejor en cuanto lo hagas.
Sin mayores reparos el chico comenzó a explicar lo que había ocurrido, contándolo todo para ponerla bien en situación. Una vez que estuvo enterada, Pinkie no tardó mucho en pronunciarse.
-Ya veo, aunque… ¿por qué iba a ser peligroso el supernintendo Discord? Quiero decir, tan solo es un simple inspector escolar, no es como si fuera un policía o algo por el estilo…
-Ya, pero es que estamos hablando de Discord, seguro que aun así es capaz de tirar de hilos de todo tipo y enterarse de todo si se lo propone, pero aun así el muy cabezón lo trata como si fuera un detalle menor, y eso es lo que me desquicia.
-Bueno, pero en parte no deja de ser lo que es, además, no puedes saber en lo que puede estar pensando ahora mismo…
-¿Acaso le das la razón?-inquirió el chico, ceñudo.
-No se trata de dar la razón, después de todo prefiero mantenerme neutral en todo esto, tan solo estoy tratando de entender el punto de vista de Sgi, y ya te digo que en parte lo comprendo, aunque también entiendo tu preocupación.
-Entonces ¿Cuál es tu opinión?
Por un momento Pinkie se quedó callada, pensando en una respuesta, hasta que finalmente se pronunció.
-Creo que los dos tenéis razón.
-¿Qué?
-¡Claro! No podéis saber con certeza cuan peligroso puede llegar a ser Discord, ya que sólo es un funcionario, pero al mismo tiempo, y teniendo en cuenta el mismo concepto en sí, el riesgo sigue ahí. Es como nadar entre dos aguas, no podéis estar del todo seguros, pero al mismo tiempo tampoco os podéis confiar.
Ese breve y contundente resumen dejó a Lloyd clavado en el sitio, quedándose con gesto pensativo y teniendo en cuenta lo que Pinkie le dijo. Finalmente, y aunque con algo de reticencia, llegó a murmurar.
-Bueno, supongo que puede llegar a tener razón… aunque lo uno tampoco quita lo otro.
-¡Pues claro! ¿No es eso genial? Si la gente pusiera en perspectiva sus puntos de vista no habría tantos problemas en el mundo ¿no crees?
Las palabras de Pinkie calaron hondo en Lloyd, el cual no hizo más que sonreír ampliamente, al tiempo que murmuraba.
-Oh, Pinkie, no cambies nunca.
-Descuida, no lo haré-afirmó ella guiñándole un ojo y, acto seguido, echándose sobre él.
Por un momento no hubo nada más salvo mucho amor durante unos buenos minutos que para ellos se convirtieron en horas, pero en un momento dado se oyó una familiar voz sonando desde el pasillo llamándola.
-¿Pinkamena? ¿Dónde estás?
Nada más oírla los dos se separaron, respirando de seguido. Pinkie se reincorporó y Lloyd la imitó, asustado.
-Oh, mierda…
-Tranquilo, no pasa nada, le distraeré.
Antes de irse la chica le dio un último beso en los labios al chico y se escabulló en dirección hacia la puerta, saliendo de la habitación deslizándose a través de ella y dejándole solo en la habitación. El chico se quedó en la cama, algo frustrado, mientras pensaba en sus cosas. Afuera la noche velaba las calles.
Y finalmente llegó el día de la exposición, mucho más rápido de lo que yo mismo hubiera esperado. Se realizó un viernes por la tarde tras la jornada escolar, por mi parte había un cierto miedo a que, debido a esto, la gente se marcharía y no se interesaría por ella, pero para mi sorpresa llegué a ver a más de una cara conocida.
Para la realización del evento se había aprovechado el gimnasio, colocando una serie de mesas dispuestas de forma concéntrica donde se exponían los materiales que yo mismo seleccioné con la ayuda de Lloyd. Algunos libros como las enciclopedias que explicaban qué eran los materiales como probetas, matraces y hasta un mechero bunsen se encontraban dispuestos justo al lado de los mismos, abiertos por una página en concreto y colocados sobre unos soportes de madera para que se mantuvieran abiertos. Los libros que no estaban abiertos por ninguna página en concreto, y que se podían ojear libremente, se encontraban tumbados en las mesas y abiertos por alguna página relevante para el tema de la exposición.
Por mi parte estuve todo el rato de aquí para allá, respondiendo a preguntas que me hacían y resolviendo cuestiones varias relacionadas con la exposición; Lloyd también estuvo explicando muchas cosas relacionadas con su campo, llegando a revelar detalles adicionales e incluso haciendo alguna que otra demostración con el mechero bunsen y explicando cómo funcionaba.
En cuanto a asistencia se refería vinieron más personas de las que yo mismo preví; las chicas fueron de las primeras en llegar, siendo seguidas al poco rato por los integrantes del club de física y química. También llegué a ver al Capitán Planeta y los planetarios, Lyra, Bon Bon, Octavia, Vinyl, Atomic Adam, Green Cycle o Flash Sentry, el cual me saludó en cuanto me vio.
-¡Hombre, Sg, cuanto tiempo, tío! ¿Qué tal estás?
-Ah, hola Flash, bien, todo bien ¿y tú?
-También bien, no me quejo… oye, qué bien lo tienes todo montado, se nota que eres todo un entendido.
-Por supuesto, después de todo me han enseñado bien.
-Sí, se nota, se nota... cómo molan los cacharretes estos de medicina ¿los trajiste tú?
-No, son de aquí, de la enfermería.
-Oh, ya veo… oye ¿y este cuál es?-inquirió entonces, mirando a un recipiente muy ancho y abultado y con cuello estrecho.
-Creo que es un matraz, aunque Lloyd sabe más al respecto, pregúntale a él si eso.
-Vale, así de paso le saludo.
Por su parte, Lloyd se hallaba charlando con los planetarios, explicándoles por encima los protocolos de eliminación de residuos en laboratorio. Justo acababa de despedirles cuando vio aproximarse a cierto engominado, al tiempo que Sg le ponía, como él la llamaría, una cara de cabrón subido. ¿Esto era por su reciente discusión, o es que simplemente le estaba tocando los cojones como siempre?
-Pero qué hijo de…
Desde el incidente del centro comercial era cierto que su asco hacia Flash se había reducido en cierta medida, dadas sus circunstancias personales y que ya no era un folio en blanco. Sin embargo, eso no significaba que de repente le cayese bien y le pareciese un tío genial del que hacerse mejor amigo. La bilis aún era poderosa en él respecto a ese sujeto, pero no le quedaba otra que hacer de tripas corazón, así que fue educado.
-Hombre, Flash.
-Hola Lloyd, buena exposición-dijo, tendiéndole una mano a modo de saludo.
-Gracias, nos hemos esforzado mucho-correspondió, mientras pensaba “nota para mí: desinfectar mano”.
-Esperaba que pudieses decirme algo sobre los trastos estos de ciencia, Sg me ha dicho que sabes del tema.
-Sí, Sg es un tío confiable de narices-contestó, supurando sarcasmo como pus de una herida abierta, algo que pasó desapercibido para su interlocutor.
-Pues sí, es buen tío… En fin, he visto un recipiente de vidrio ancho con cuello estrecho, ¿sabes qué es?
-Ah sí, es un matraz Erlenmeyer. Por su forma se usa para líquidos calientes y evaporación de gases.
-Entiendo… ¿Hay varios tipos de matraces o qué?
-Bua, que si hay dice… No hay variedad de instrumental de laboratorio ni nada. También está el matraz aforado para mediciones exactas o el Schlenk para eliminar gases por una ramificación lateral, el alambique que tristemente está en desuso y que se usaba antiguamente para destilar…
-Ya veo, ya… ¿Y esto?-preguntó mientras cogía de su soporte un tubo grueso de vidrio con una boquilla lateral y con otro tubo más estrecho y espiralado en su interior que disponía de boquilla de entrada y salida, lo cual frenó en seco a Lloyd y le llenó de horror.
-Flash. Deja eso INMEDIATAMENTE donde estaba. Despacio y con cuidado-musitó, al borde del ataque.
-Vale, vale, no hace falta ponerse nervioso… ¿Qué es?
-Eso-contestó, visiblemente aliviado tras depositar el objeto Flash en su sitio sin contratiempos-, que por cierto es caro de narices, es un serpentín y, como el alambique, se utiliza en destilación. El tubo se llena de agua por la boquilla lateral, la cual refrigera el gas que sale del recipiente conectado y pasa por el tubo espiralado del serpentín. Entre la forma del mismo y la refrigeración, el gas se condensa y sale por el otro lado.
-Ah, vaya, no lo sabía… Por cierto, ¿de dónde sale todo esto, cuál es su historia?
Algo se activó en Lloyd, mostrando puro fuego en sus ojos y esbozando una sonrisa de hiena. Flash no sabía que dos de las pasiones del chico eran la historia y la ciencia, y acababa de preguntar por una fusión de ambas. Estaba atrapado.
-Déjame que te hable de la alquimia…
La hora y media que duró la exposición se pasó rápidamente y todo el mundo comenzó a irse bastante satisfecho. Luna y Celestia, que habían estado allí en todo momento y supervisando mi labor, se acercaron a mí para hablarme.
-Queremos felicitarle, señor Sg, por el éxito de la exposición, nunca habíamos visto a los alumnos tan interesados, y menos aún por un tema tan poco popular entre los jóvenes-comentó Celestia con vehemencia.
-Ha sido un placer, directora, después de todo es mi trabajo.
-Sí, y uno muy bueno, si me permite decirlo, creo que podemos esperar muchas cosas tanto de usted como del señor LloydZelos-añadió Luna.
-Muchas gracias, de verdad, tengan por seguro que seguiré trabajando. De hecho el otro día llegué a ver algunas fotos antiguas revisando algunos anuarios y he pensado que podríamos hacer una exposición fotográfica acerca del propio instituto y su historia a través de las fotos ¿Qué las parece la idea?
Por un momento ambas hermanas se quedaron calladas, Celestia con cierto gesto sorprendido difícil de discernir; pero Luna saltó al poco rato exclamando.
-¡Qué buena idea! ¡Nosotras tenemos un montón de fotos antiguas en casa del instituto y nuestra familia, la cual fundó hace años este mismo instituto!
¡Hagámoslo, Tia!
-Eh, esto… bueno, suena interesante, aunque…-murmuró Celestia, visiblemente nerviosa.
-¡Genial! ¿Para cuándo sería?-inquirió Luna, con chiribitas en los ojos.
-Ah… bueno, habría que ir con calma, primero tendría que ver esas fotos y evaluar sus condiciones de uso, inventariarlas, catalogarlas y luego hacer una selección…
-¡Estupendo! ¡Podría pasarse un día de estos por casa y echarlas un vistazo!
-Bueno, cuando ustedes me digan, tampoco quiero importunar…
-¡Para nada! ¿Mañana mismo después de clase, por ejemplo?-sugirió Luna.
Para entonces yo ya estaba lo suficientemente chocado debido sobre todo a la predisposición y el entusiasmo de Luna, muy contrastable ante la seriedad y preocupación de Celestia, la cual murmuró de seguido.
-Espera, Luna, no te embales, eso es algo que hay que decidir entre las dos…
-¡Oh, vamos, será divertido recordar los viejos tiempos!
-Ya, vale, pero el señor Sg no tiene por qué estar presente…
-¿Cómo que no? ¡Si aquí el experto es él!
-Lo que quiero decir es…
Antes de que la cosa fuera a peor decidí intervenir.
-No se preocupen, por ahora hay tiempo, cuando esté disponible las aviso y voy un día de estos a echar un vistazo a esas fotos.
Eso las calmó, sobre todo a Luna, y se retiraron al poco rato; por mi parte comencé a prepararme para ir recogiéndolo todo para devolverlo a la biblioteca, pero en ese momento vi a Lloyd mirándome desde el otro lado de la exposición, junto a Pinkie, la cual parecía estar alentándole a algo. Miré hacia otro lado, sin muchas ganas, pero en ese momento Sunset me dirigió la mirada y me tuve que retractar.
Ante esa tesitura los dos nos acercamos, mirándonos con sendos gestos apurados; esta vez Sunset me alentó con la mirada, decidiendo romper el hielo.
-Ya sé que estos últimos días han sido un poco tensos, aunque quería decirte que… siento haberte llamado picajoso y jodidamente crítico. Me enervé de más.
-Sí, bueno, yo tampoco estuve muy receptivo que digamos…
Hubo un breve silencio entre nosotros, roto después por mí diciendo.
-Bueno, pues… ¿amigos?
-Sí, amigos…
Me tendió la mano y yo se la di con efusividad, aunque por mi parte dije.
-Venga, va, un abrazo.
-¿Qué? No, no hace falta…
-Oh, vamos, este es el momento en el que nos reconciliamos después de unos días pasando de nuestros respectivos culos, algo debe valer entonces ¿no?
-Sí, supongo, aunque lo veo innecesario.
-Ah, venga, yo lo digo porque éstas parecen estar esperando algo emotivo, Pinkie parece estar a punto de estallar…
Lloyd se dio la vuelta y lo comprobó por sí mismo, viendo que la chica parecía estar aguantándose un enorme yay. Ante eso el chico suspiró y murmuró con desgana.
-Agh, está bien…
-Venga, hombre, no seas tonto, que los abrazos no duelen.
Finalmente nos dimos un efusivo abrazo, con unas cuantas palmaditas por mi parte. Inmediatamente después todas soltaron exclamaciones de alegría, Pinkie soltó su yay y Rainbow añadió.
-¡Que se besen, que se besen!
-¡¡A la mierda!!-exclamó Lloyd de seguido, separándose de mí.
Frente a eso Rainbow tan solo se rió con ganas, siendo reprendida sobre todo por Rarity, la cual la llamó vulgar a secas. Fue en un momento como ese cuando supe que todo volvía a ser como antes, y que en realidad nada había cambiado. Sunset por su parte mantenía una sonrisa radiante en su cara, quizás la más bonita de todas de las que vi hasta el momento. Por otro lado Lloyd y Pinkie volvían a estar como si les hubieran pegado con cola.
Entre todos estuvimos recogiendo la exposición, devolviendo los libros a la biblioteca y los materiales a la enfermería. Tras eso nos fuimos a tomar algo al Sugarcube Corner, al tiempo que el sol comenzaba a declinar.
-¡Hey, no os lo perdáis, este finde van a abrir un garito nuevo en el pueblo!
El anuncio de Rainbow nos tomó por sorpresa a todos, a mí el primero, chistándola de seguido y dándome el lujo de echarla la bronca.
-¡Rainbow, baja la voz!
-Bueno, bueno, usted perdone, señor bibliotecario…
-Si estuviéramos solos no me importaría, pero es que hay más gente por aquí, un poco de respeto, copón…
-Caramba, querido, que código más férreo el tuyo, me gusta, me gusta-comentó Rarity.
-Sí, y encima has tenido los nervios de enfrentarte a Rainbow, ole tus huevos, dulzura-murmuró Applejack, divertida.
-Me gusta cuanto te impones-añadió Sunset, mirándome picaronamente y haciéndome subir los colores.
-Sí, ya, no es como si en otras circunstancias lo haría, pero bueno, te lo paso por esta vez…
-Que se lo pasa, dice…-repitió Applejack, algo mosca por su forma de ser.
Rainbow tan solo la ignoró y continuó en voz más baja.
-Pues eso, van a abrir un nuevo garito en el centro del pueblo, este sábado es la inauguración, y además va a estar Vinyl en cabina, por lo que ya os puedo garantizar que va a ser la ostia.
-Huy ¿lo sabe Pinkie?-inquirí yo.
-Por supuesto, de hecho fue ella quien me informó, así que sí, con ella y Vinyl allí la fiesta va a ser dura.
-Fiesta dura… me gusta, hagámoslo-apoyó Applejack.
-No veo por qué no-argumentó Sunset.
-Es una fieshta, no se puede no ir-añadí por mi parte.
-Contad conmigo, queridas.
-Oh, vaya ¿es imperativo asistir?-inquirió Fluttershy, algo cohibida.
-¡Pues claro que sí! ¡Sin ti no hay fiesta, Fluttershy!-asintió Rainbow, para animarla.
-Bueno, está bien, aunque no podré quedarme mucho tiempo, mi madre no me deja estar hasta muy tarde…
Ese recreo largo estaba pasando de forma más amena, la gente iba y venía y me preguntaba de vez en cuando por algún libro en concreto, aunque normalmente el ritmo era mucho más fluido. En cuanto a usuarios se refería la biblioteca estaba bien surtida y además se encontraban plenamente formados, lo que facilitaba tanto la gestión como el manejo de la colección por su parte. Aunque a veces siempre había alguna que otra excepción, pero nada que no se pudiera atender rápidamente.
-¿Y Pinkie?-inquirí yo en un momento dado.
-En la enfermería con su Lloydi… no hay quien los despegue-murmuró Rainbow secamente.
-Sep, últimamente están de lo más acaramelados…-asintió Applejack.
-Oh, dejadles, después de todo están enamorados, es de lo más bonito-opinó Rarity al respecto.
-Supongo, aunque por lo menos vosotros dos estáis más comedidos, eso sí-apuntó Rainbow, dirigiéndose a nosotros.
-¿Comedidos?-repitió Sunset, con el ceño fruncido.
-Claro, no estáis tan pegados como los otros dos tortolitos…
-Bueno, Rainbow, si eso es lo que quieres yo por mi no tengo ningún inconveniente… ¿cielo?
-Por mí cero quejas.
Antes de que Rainbow dijera nada más nos arrejuntamos rápidamente, sin complejos, cosa que la chica se arrepintió profundamente acto seguido.
-Agh, debería callarme…
-Pues sí, mira, empieza a practicar, anda-la sugirió Applejack.
Las demás se rieron tontamente, mientras que Sunset y yo dejábamos pasar el tiempo tranquilamente. Casi nos olvidamos de la fiesta y todo.
-Se están retrasando…
-Pues sí ¿dónde se habrán metido?
-Voy a preguntarlas.
Esa noche de sábado era especial, y no era para menos, puesto que era cuando se inauguraba el nuevo pub del que Rainbow nos habló y donde Vinyl iba a estar pasando música, por lo que nos organizamos rápidamente para quedar a una hora en concreto. Dado que Fluttershy se iba a tener que ir pronto fue la primera en llegar a eso de las diez en punto, ya cenada, como todos los demás. Pinkie y Lloyd fueron los siguientes en llegar, y no tuvieron problemas en cuanto a horario se refería puesto que tanto los padres como las hermanas de la chica no estaban, ya que ese mismo fin de semana habían ido a visitar a unos familiares a la ciudad. Sunset y yo fuimos los siguientes en llegar, seguidos al poco rato por Applejack, la cual comenzaba a impacientarse ya que tanto Rarity como Rainbow estaban tardando de más.
-En serio ¿dónde demonios se han metido?
-Rarity me dijo antes que iba a tardar un poco porque se estaba arreglando-reveló Fluttershy.
-Es una fiesta de barrio, no una cena de gala.
-Ya, pero ya sabes que a ella la gusta estar guapa…
-No, si ya, ya… ¿y qué hay de Rainbow?
-¡Rainbow me dice que está saliendo, estará aquí en breve!-anunció Pinkie, mirando su móvil y cogida del brazo de Lloyd.
Applejack se quedó un poco más tranquila, pero aun así no bajó la guardia, peusto que aún quedaba por saber algo de Rarity. Por suerte no tuvimos que esperar mucho más, puesto que la chica apareció al poco rato vestida de manera más casual, pero sin perder su toque elegante que tanto la caracterizaba. Además, iba meticulosamente maquillada.
-¡Ya estoy aquí! Perdonadme, pero me estaba poniendo decente…
-¡Ya era hora! ¿Y Dash?
-¡Aquí! ¿Desde cuando eres tan quejica, Applejack?-inquirió la aludida, apareciendo de improviso.
-¡Sabes que no me gusta la impuntualidad, Dash!
-Sí, sí, lo que tú digas… ¡vamos entrando!
La cola en la entrada no era muy larga, aunque pudimos saltárnosla en cuanto Rainbow le dijo al portero que veniamos de parte de la DJ, dejándonos pasar de seguido. El interior del garito destacaba por no ser particularmente grande, pero aprovechaba el espacio que tenía de forma eficiente. No tendría más de ciento cincuenta metros cuadrados, a la derecha nada más entrar había un pequeño vestidor guardado por una chica joven, y justo enfrente, y pasando un corto pasillo, se entraba de lleno al interior del local. Una estrecha pista de baile con el suelo decorado con baldosas luminiscentes de colores ocupaba casi todo el espacio, al fondo del todo a mano izquierda se encontraba la barra del bar y, justo al lado, había unas escaleras que llevaban hacia la parte superior del lugar, habiendo una espaciosa terraza donde había mesas y sillones con un diseño muy minimalista. Al otro lado de la terraza se encontraba el acceso a la cabina del DJ, llegando a ver a Vinyl desde donde estábamos. Rainbow la saludó agitando la mano y la chica la imitó desde las alturas, indicando que subiéramos.
Una vez allí Vinyl salió de la cabina y nos saludó a todos.
-¡Hey, qué pasa Dash, me alegro de verte! ¡Pinkie, tía, contigo sí que quería contar!
-¡Por supuesto, Vinyl, no me perdería una de tus sesiones por nada del mundo!
-¡Así me gusta! ¿Cómo estáis, chicos, todo bien?
-Sí…
-No nos quejamos.
-¡Ah, sí, es verdad, aquí tenemos a nuestro bibliotecario favorito y nuestro enfermero particular! ¿Cómo lo lleváis, tíos?
-Bien, bastante bien, la verdad es que trabajar en el instituto es una gozada-argumenté yo.
-Sí, no está mal, al menos es tranquilo-asintió Lloyd.
-Bueno, bueno, ya solo falta que os pagaran para rematar ¿eh?
-Eso ya sería la ostia-afirmé.
Ante eso todos nos reímos del chiste, aunque Vinyl se excusó enseguida comentando.
-Bueno, os voy dejando ya que tengo que dejarlo todo preparado, pasadlo dabuten.
-Descuida, lo haremos.
La dejamos trabajar a gusto y nos dirigimos abajo, aprovechando para empezar a pedir algo para beber mientras el resto de la gente iba entrando; aunque normalmente yo no suelo beber, cuando salía con amigos sí que me gusta tomarme una buena copa, por lo que me pedí un Jack Daniels con Coca-Cola, de mis bebidas preferidas. Sunset me imitó y se pidió lo mismo que yo. Lloyd por su parte no era muy de alcohol, pero se pilló una caipiriña y la compartió con Pinkie con sendas pajitas, una para cada uno. Rarity mostró un gusto de lo más exquisito pidiéndose un Martini, mientras que Applejack optó por un chupito de licor del que dio buena cuenta enseguida. Rainbow fue algo más somera pidiéndose un ron con limón y Fluttershy se pidió un zumo de piña, ya que no bebía.
La sala de baile se llenó rápidamente, así como el piso superior, y al poco rato la música comenzó a sonar. Todo el mundo comenzó a bailar y nosotros no fuimos menos, sumándonos a la fiesta.
Vinyl empezó fuerte con varias mezclas de su cosecha, con temas suyos entremezclados con algunos otros del momento, predominando un ritmo marcadamente electrónico pero con toques de trance y dance, dando como resultado una combinación muy bailable y frenética, justo como a mí me gustaba. Se notaba además ciertas influencias como Armin van Buuren o DJ Tiësto, aunque en un momento dado llegó a sonar un tema que simplemente me hizo reaccionar.
-¡Oh! ¡¡Oh!! ¡¡Deadmau5!! ¡¡Es Deadmau5!!
-¿¡Quien?!-inquirió Sunset, mirándome extrañada.
-¡¡Deadmau5, mi DJ favorito!! ¡¡Espera, espera…!! ¡¡Ah, sí, es Some Chords!! ¡¡Qué detallazo, gracias Vinyl!!
Sin darme casi cuenta me desaté y arrastré a Sunset conmigo, la cual se dejó llevar, bailando los dos juntos; entre medias dimos buena cuenta del whisky y, debido o a que hacía tiempo que no había vuelto a beber o que apenas había cenado mucho o bien que la copa estaba muy cargada, el alcohol se nos subió un poco a la cabeza, dejándonos un tanto contentillos. Los colores a nuestro alrededor se difuminaron, el sonido reverberó en nuestras mentes como si sonara en la lejanía y los dos nos pegamos, literalmente.
Por parte de los demás ocurrió algo parecido, cual efecto dominó el alcohol hizo algo de mella en nuestros cuerpos, poniéndonos un poco a tono y dando una sensación de vacío de lo más agradable. Para entonces Sunset y yo estábamos concretando prolegómenos varios, y Pinkie y Lloyd estaban de camino, a juzgar sobre todo porque parecían estar enroscándose mutuamente. La única sobria era Fluttershy, la cual tenía una cara de aburrimiento que no podía con ella, contemplándonos sin pena ni gloria. De hecho acabamos saliendo afuera ya que la chica se tenía que ir, acompañándola para que no se fuera sola a casa.
El frío de la noche calaba de cierta forma, aunque nosotros apenas lo sentimos, sobre todo porque una agradable sensación de calor recorría nuestros cuerpos como culebrillas deslizándose por el suelo.
-¡Es una fieshta, Fluttershy, qué pena que tengas que irte!-exclamó Rainbow, con algo de chispa en su voz.
-Ya, bueno, pero ya sabeis que mis padres son muy inflexibles en ese sentido, así que…
-¡No te preocupes, seguiremos festejando por ti! ¡La próxima va a tu salud!-exclamó la chica de pelo multicolor.
-¡No hay huevos a un chupito de tequila!-soltó Applejack en ese momento, con actitud retadora.
-¿Que no? ¡Vamos!
Las dos se metieron de nuevo en el garito, dejando al resto fuera; Rarity, algo mareada, comentó de pasada.
-Bueno, ha sido genial, pero me voy yendo ya, iré a acompañar a Fluttershy a casa…
-No hace falta, Rarity, en serio…
-No te preocupes, querida, después de todo me siento un poco mareada, el Martini se me ha subido un poco…
-Bueno, está bien…
Las dos se despidieron y se fueron calle arriba, pero yo apenas me di cuenta. Me di la vuelta y vi que tanto Lloyd como Pinkie habían volado, dejándonos a Sunset y a mi solos y tambaleantes. Nos miramos por un momento, sin necesidad de hablar, y nos lanzamos el uno sobre el otro, mientras comenzábamos a caminar.
El camino se volvió como si fuera de gelatina, la acera parecía estar hecha de chocolate en vez de asfalto, y alrededor todo se difuminaba; sorpresivamente comenzó a llover, pero no nos importó, dejando que el agua de lluvia nos fuera empapando mientras nos dirigíamos a ninguna parte. Nos paramos en cada farola, habiendo por lo menos unos diez minutos de intervalo ente una y otra. Y eso que no era un pueblo con mar.
Finalmente conseguimos llegar a nuestro destino, completamente empapados, pero ninguno de los dos sentíamos frio en absoluto, puesto que un calor abrasador lo ocupaba todo. Entramos en la habitación como un elefante en una cacharrería, cayendo sobre un mar de suavidad y dejándonos llevar por nuestros sentimientos. Afuera había dejado de llover y la luna se asomaba entre las nubes.
Odiaba beber, no le gustaba para nada el alcohol, pero por una vez en la vida, no se arrepentía de haberse tomado una copa. La tormenta les pilló de camino, pero apenas les importó, parándose cada dos minutos e incidiendo un poco más a cada vez, recreándose en los detalles. La mano de la chica trazó un corazón en su espalda y él respondió haciendo bailotear sus dedos.
Llegaron a su destino y entraron en casa a trompicones, sin dar cuenta de nada al respecto, puesto que no importaba. Tan solo estaban los dos solos en el mundo, y no había nada más, salvo un único sentimiento que afloraba con más fuerza que nunca. El calor obnubilaba sus pensamientos, dejándose llevar por la agradable sensación. Sin darse cuenta siquiera, el chico se quedó a solas momentáneamente, aunque la sensación apenas duró más de dos segundos siquiera. Una fina y sensual figura se recortó desde el marco de la puerta, ataviada únicamente con el delantal de “besa al cocinero” que le llegó a regalar, aunque lo que más destaca era un recipiente cilíndrico que llevaba en su mano. Una profunda voz resonó entonces en la estancia, inundándolo todo.
-¿Dónde está mi postre?
PD.
Spoiler: