Guantes abrió un poco más sus ojos, empezando a acostumbrarse a la luz producida por el hechizo y observó mas detenidamente al señor, cuyo nombre sigue desconociendo y no se atrevía preguntar.
-Como ya le he dicho, yo soy Guantes. Encantada de conocerle, no se preocupe por la luz, deme unos instantes para acostumbrarme a ella - Ese extraño al que tenía delante parecía muy simpático y sorprendentemente educado; y dudaba que le quisiera ningún mal, pero le estaba haciendo unas preguntas muy raras. Después de unos segundos de dubitación decidió darle el beneficio de la duda. -Esas preguntas son notoriamente poco ortodoxas, no obstante parece usted alguien de quien una se puede fiar. Lo único a lo que realmente temo es a lo desconocido, pues en lo desconocido donde residen los verdaderos males, aquellos de los que no te puedes prevenir, dado que no los conoces. Respecto a mis sueños y aspiraciones no se las puedo concretar más que llegar al limite de mis capacidades, ser capaz de llegar a ser la mejor versión de mi misma posible, solo en mi forma optima podré afirmar que todos mis aspiraciones habrán sido bien realizadas o dadas por imposible. Se que es un a descripción muy vaga y generalizada, pero a mi corta edad no sabría concretarle más. Oh, y siempre he querido tener un ovillo de lana gigante, me encantan los ovillos de lana =^.^=