Definitivamente NO recomendable.
Es un shooter post-apocalíptico, siguiendo la historia del Metro 2033.
El juego te da a elegir entre disparar a todo lo que se te cruza, o ir con sigilo. Yo opté por una partida de 100% sigilo y sin matar a un solo humano, dado que parece ser que el juego te recompensa por jugar así.
Sin embargo, tanto las mecánicas del juego como los controles son terribles si sigues ese estilo de juego. Me encuentro reiniciando la partida una y otra vez desde el punto de control porque, por ejemplo, si estando agachado noqueo a un guardia o subo una escalerilla, a veces el juego decide que permanezco agachado (a.k.a. prácticamente invisible) y otras veces acabo de pie y automáticamente me ven todos los guardias. Tampoco se pueden hacer cosas tan básicas en un juego de sigilo como arrastrar un guardia inconsciente hacia otro lugar para que no lo vean otros guardias.
Las mecánicas del sigilo son absurdas: solo pueden verte si hay un foco directo de luz iluminándote. De lo contrario, ya puedes estar al lado de un guardia, que no te va a ver. Por si fuera poco, normalmente tienes un solo camino bien delimitado para ir de sigilo y otro camino bien delimitado para ir sin sigilo, limitando enormemente las opciones para moverte por el mapa.
Aunque elijas jugar de sigilo, las partes en las que debes luchar contra mutantes debes pasártelas en "modo shooter", y de jugar esas partes he comprobado que las mecánicas y los controles del modo shooter son bastante mediocres.
La gota que colma el vaso son los "puntos de moral": para sacarte el final bueno, tienes que hacer ciertas acciones, como escuchar determinadas conversaciones al completo. Esto significa que, cada vez que cargas la partida porque te han detectado o por el motivo que sea, a menudo tienes que volver a tragarte conversaciones que pueden llegar a durar minutos con tal de ganar ese punto de moral. Eso hace que se te quiten aún más las ganas de jugar.
Voy bastante avanzado en la historia pero aún no me la he terminado, y estoy dudando entre desinstalar el juego u obligarme a terminarlo sea como sea.