Aitana llega a la celda y se alegra de ver a alguien vivo. Esto de recorrer labeintos a solas a veces es aburrido.
—¡Hey!¡Hola! Soy Aitana Pones, ¿Y tú quién eres?
Pero de pronto huele el aire. Madre mía, cómo huele a macho. Sólo había olido algo similar en el gran concurso "Poni musculoso de Equestria" que organizaban en Canterlot una vez cada cuatro años. Pero si todavía olía así, eso quería decir que no podía estar muy lejos. Aitana coge aire y berrea:
—¡¡Si hay algún semental cerca que diga YEAH!!