Macdolia escuchó como la joven potrilla se dejaba los pulmones en cantar la canción que había compuesto y escenificado junto a sus compañeras de las CMC... y no pudo evitar sonreir. La potrilla se esforzaba de verdad pero estaba claro que no iba a recibir una CM por cantar... aunque no se puede negar que la canción era pegadiza... y dejaba mas que claro que la yegua no carecía de un sentimiento crucial en la vida: la perseverancia.
Quizás Macdolia podía hacer que la potrilla conociese su talento... o que al menos empezase a encauzar su vida hacia aquello que mejor parecía dársele... pero... ¿Qué tiene de divertido contarle a alguien un libro antes de que lo lea?
No. La potrilla descubriría su talento por si sola, estaba segura de ello.
Pero había algo que le preocupaba más.
-Scoots, no hay duda de que tienes muy buenas amigas en tu escuela. Seguro que juntas os podeís enfrentar a lo que sea.
La potrilla asintió.
-Pero hay algo que me preocupa. Escúchame bien Scoots: por mas cosas que te digan, nunca debes venirte abajo por mas que esas abusonas se rían de ti. Toda yegua en su vida ha tenido algún matón detrás que ha intentado hacerle la vida imposible en su infancia, porque se creen superiores...
Macdolia se giró hacia cierta pegaso de crin multicolor.
-¿No es cierto... Rainbow Dash? ¿No crees que tu mejor que nadie podrías contarle como se debe tratar a un matón?