Capítulo 29
El golpe de Securoserv (1ª parte)
Esa mañana Twilight se despertó sintiéndose peor que nunca, con la cabeza dándola vueltas como si se hubiera tomado dos litros de absenta, los pelos desenmarañados y marcas de lágrimas surcando su cara. Los acontecimientos más recientes aún seguían rondando por su cabeza, y aunque trató por todos los medios de llorar, no pudo. No la quedaban más lágrimas que derramar. Trixie estaba muerta por su culpa. Y con ella un buen montón de personas más.
Se levantó moviéndose como un zombi, dirigiéndose primero al baño y luego a la cocina para desayunar. Encendió la radio como un acto reflejo mientras el apestoso café se hacía, sentándose en un taburete y mirando a la nada con un gesto en blanco.
-¡Weazel News, confirmando tus prejuicios! Noticia de última hora, según varios testimonios de algunos vecinos de Paleto Bay se ha hundido de madrugada cerca de las costas del estado un carguero de nombre Ocean Motion, el cual había salido del puerto de la ciudad unas pocas horas antes. Dado que se ha hundido frente a las costas del condado de Blaine el sheriff local está investigando lo sucedido, aunque debido a las restricciones impuestas de acuerdo a la última convención sobre el Derecho del Mar, no se puede hacer nada al respecto hasta que no se autorice como tal ya que el naufragio ha ocurrido a la altura de la plataforma continental y a más de doscientas millas de distancia de la costa, lo cual limita la acción legal del estado.
Twilight apenas escuchó lo que la radio decía, centrándose más en desayunar un poco, pero teniendo en cuenta cómo se levantó apenas la entraba nada, notando como si tuviera un nudo en la garganta que la impedía tragar nada. Media magdalena seca y una cuarta parte de la taza que se sirvió fue lo único que pasó antes de sentirse mal de verdad, dirigiéndose directamente el baño para vomitar.
En cuanto se sintió un poco mejor se quedó sentada en el suelo junto a la taza durante un buen rato, lamentándose de su existencia y notando esta vez cómo las lágrimas regresaban, aun a pesar de que pensaba que ya no tenía nada más que derramar.
Sin embargo en ese mismo instante su móvil volvió a sonar, sacándola de golpe del trance en el que se encontraba y haciéndola reaccionar de seguido. Se levantó atropelladamente y lo cogió antes de que se cortara, sin mirar siquiera quien era.
-¿Sí?
-Sparkle, tenemos un nuevo trabajo que va a requerir esta vez de todo el grupo. Ven a verme y te daré detalles, ya he llamado a las demás.
-Maravilloso-masculló la chica, con gesto anodino.
-Lo sé, y por lo que oigo ardes en deseos de verme…
-Oh, sí, estoy en éxtasis…
-Menos sorna y date vidilla, te espero.
Tras eso Sunset colgó y Twilight tan solo suspiró. No tenía nada de ganas de ir a verla, pero visto lo visto no quedaba otra, por lo que hizo de tripas corazón y se preparó para salir.
El viaje hasta su apartamento se hizo más pesado que de costumbre; a su alrededor la ciudad parecía seguir con su ritmo apresurado de siempre, sin ni siquiera prestar atención, viendo a la gente pasar por las aceras sin ningún tipo de preocupación. Todo parecía reducirse a una simple y burda existencia, sin que lo demás tuviera importancia. Ella seguía viviendo, Trixie, por el contrario, no. Y ya sólo por eso los motivos eran más que suficientes. Aun así prefirió no pensar más en eso y se centró en la carretera.
Una vez allí aparcó cerca y subió hasta el apartamento, donde se encontró con las demás acompañadas por una nueva cara que no la sonaba de nada.
-Hola chicas…
-¡Hey, Twilight! ¡Mira, mira, tenemos una nueva amiga! ¿¡No es genial?!-inquirió Pinkie, acercándose a ella.
-Sí, ya la he visto ¿Quién es?
-Eso mismo nos estamos preguntando nosotras también, no ha dicho nada desde que hemos llegado-comentó Rarity, algo extrañada.
Twilight elevó una ceja con gesto inquisitivo, mirando a la chica, la cual se encontraba sentada en el sofá alejada de las demás y con gesto asustado. Era de ojos azules, de pelo rosa claro y mirada profunda pero algo perdida.
-¿En serio no ha dicho nada?-inquirió Twilight, extrañada.
-Nada de nada, hemos tratado de hablar con ella, pero no ha soltado prenda-aseguró Rainbow.
-¡Yo he intentado animarla un poco, ya que se la ve un tanto tristona, pero no he podido, al menos por el momento! ¡Lo seguiré intentando más tarde!-apuntó Pinkie.
Por su parte Twilight intentó un acercamiento, poniéndose a su lado y dirigiéndose a ella con tono tranquilo y cordial.
-Hola…
En cuanto la chica advirtió su presencia se encogió y se apartó con gesto asustado.
-No, tranquila, no voy a hacerte nada, de verdad, aquí somos todas amigas… bueno, casi todas.
Ante eso la chica la miró con algo de reticencia, levantando la mirada; Twilight aprovechó para presentarse.
-Yo soy Twilight Sparkle ¿Cómo te llamas?
Por un momento pareció que la chica no iba a decir nada, mirando todo el rato al suelo, pero finalmente se armó de valor y murmuró a media voz.
-Soy… soy Fluttershy…
-Perdona ¿cómo dices? Es que no te he oído bien…
-Soy… Fluttershy…
-No te oigo del todo, habla un poco más alto, por favor…
Sin embargo la chica tan solo se redujo a un cúmulo de pequeños gemiditos ahogados ininteligibles, lo que dejó descolocados a casi todos los presentes; Rainbow soltó un bufido, comentando de seguido.
-Es como hablarle a un árbol…
-Rainbow…-la reprendió Rarity.
-¿Qué? No es culpa mía si no se sabe expresar…
-Claramente se la ve intimidada, es normal que la cueste expresarse, no nos conoce de nada…
-Rarity tiene razón, deberíamos darla un poco de espacio, la estamos atosigando…-murmuró Twilight, alejándose un poco de ella.
Sin embargo en ese momento Sunset reapareció subiendo las escaleras, y al verlas comentó.
-Ah, ya veo que habéis conocido a vuestra nueva compañera…
-¿Nueva compañera?
-Así es, se llama Fluttershy, y es precisamente esa pequeña molestia que ocasionó todo ese lío en la pastelería, no sé si os acordareis…
-¡Pues claro, como para no acordarnos, aún hay marcas de balas por todo el salón!-exclamó Pinkie, algo molesta.
-Ah, entonces ella es…-murmuró Rarity, comprendiéndolo al instante.
-Exacto, la búsqueda ha finalizado, pero no creas que eso te exonera en absoluto, majestad, aún hay negocios que atender-se apresuró a aclarar Sunset.
-Sí, me lo imaginaba…-murmuró la chica, rodando los ojos.
-¡Muy bien, pues empecemos ya! Aunque espera ¿dónde está la granjera?
-Está de camino, he hablado antes con ella y me ha dicho que en media hora está aquí-anunció Rainbow.
-Agh, malditas distancias… está bien, esperaremos.
Mientras hablaban estuvieron hablando entre ellas, distendiendo un poco más el ambiente, aunque Fluttershy se quedó alejada del grupo, no muy segura de si unirse o no a ellas. Aun a pesar de que las había estado vigilando y que ahora tenía la oportunidad de acercarse a ellas, las dudas volvían a su mente, no muy segura de esa situación. Por su parte Sunset se encontraba al otro lado del apartamento, admirando las vistas desde el ventanal mientras esperaba.
-¿Qué tal habéis dormido, chicas?
-Fatal, no sé si lo habréis visto, pero al final han usado la información en contra del programa Epsilon…
-Ay, sí, es horrible lo que ha pasado, no tenía por qué morir tanta gente…
-A mí lo que me flipa es que hubiese tanta gente creyéndose todas esas patrañas, o sea, hace falta ser corto…
-Rainbow…
-¿Qué? No es como si conociese a alguien o…
Sin embargo se dio cuenta enseguida de su cagada al ver la cara de Twilight, la cual se encogió sobre sí misma, aún afectada por lo sucedido y llegando a musitar.
-Es culpa mía… la he matado…
-Oh, no, no, claro que no, querida, tan solo ha sido una desafortunada consecuencia, eso es todo…
-Pero lo he provocado yo… ahora está muerta…
-Bueno, técnicamente lo hemos hecho entre todas, así que no es toda la culpa tuya sola y exclusivamente…-apuntó Pinkie.
-Entonces es aún peor… todo esto es culpa mía. Todas hemos acabado así porque invertí en esa estúpida empresa…
-Eso no es así, cariño, y lo sabes, no cargues tú con toda la culpa así sin más, recuerda que estamos todas juntas en esto…
-¡Exacto, puede que algunas aquí la hayamos cagado más o menos, pero aun así seguimos aquí, es algo!-apuntó Rainbow.
Entre todas estuvieron apoyando y arropando a Twilight, la cual se sintió un poco mejor, incluso llegaron a compartir entre las cuatro un sentido abrazo grupal motivado sobre todo por Pinkie Pie; tanto Sunset como Fluttershy les observaron atentamente, la primera con un gesto confuso y algo receloso, sin comprender muy bien a qué venía todo eso, mientras que la segunda les observaba con una mezcla de extrañeza y asombro a partes iguales.
La tímida chica, que nunca había sido de abrirse a los demás, sintió una extraña sensación de calidez al verlas así, tan unidas aun a pesar de las circunstancias, y notó como si algo la llamara a pronunciarse. Armándose de valor, se levantó y las encaró, comentando de seguido.
-Yo… nunca me he juntado con otras personas porque siempre he sido muy miedosa, me aterra la gente, siempre he estado apartada de la sociedad porque me rechazaban al ser distinta. A nadie le importaba, ni siquiera a mi padre, el cual me explotaba y me obligaba a hacer cosas horribles sólo por dinero. Fue por eso por lo que hui y me fui de esta espantosa ciudad, alejándome de todo y de todos. He hecho cosas horribles de las que no estoy orgullosa, he matado a muchas personas por dinero. Hace tiempo que me acostumbré, pero aun así nunca superé lo que se siente cuanto matas a alguien. Es por eso por lo que te entiendo, aunque no fueras tú el que la mataras. Sé lo que sientes.
Un denso silencio se instaló entre los presentes, los cuales miraron a la chica con gestos incrédulos; aun así Fluttershy siguió hablando.
-Cuando llegué aquí por necesidad me sentía peor que nunca, me juré a mí misma que no volvería a esta ciudad y que no volvería a matar, pero incumplí mi promesa. Ahora vuelvo a estar en activo, y eso me ha obligado a volver a hacer cosas malas con tal de sobrevivir. Estuve un tiempo siguiéndoos y observándoos, atraída por vuestra situación. No podía entender cómo, aun a pesar de vuestro dilema, podías estar tan unidas y ser tan amigas. Ahora que os veo aquí, todas juntas y apoyándoos entre vosotras, puedo ver por qué. Porque compartís un mismo destino, y eso os une a todas de una forma que parece hasta mágica. Y yo siento que con vosotras podría hacer lo que nunca me atreví a hacer en su día. Abrirme a los demás, tener amigos. De cierta forma os envidio. No sabéis cuánto…
Tras ese último apunte Fluttershy se quedó callada, mirando al suelo con un gesto de tristeza infinita grabado en su cara. Durante unos breves segundos nadie dijo nada, pero en un momento dado Pinkie se levantó con cara de determinación y se puso delante de ella, mirándola fijamente. La chica de pelo rosado levantó la cabeza y vio a Pinkie, la cual, de golpe y porrazo, se echó sobre ella en un sentido abrazo. Por un segundo Fluttershy reaccionó como si se la quisiera quitar de encima, pero luego aceptó el gesto, dejándose llevar y apoyándose sobre ella al tiempo que las demás la imitaban, formando entonces una gran piña que mantuvieron durante unos largos y mágicos segundos.
Por su parte Sunset observaba el fenómeno con un gesto incrédulo grabado en su cara. No podía entender cómo había sucedido, y aun así allí estaban, compartiendo un gran abrazo entre ellas y dejando pasar el tiempo. Multitud de preguntas cruzaban por su mente, aunque sin duda la que más se repetía era quizás la más contundente. ¿Cómo era posible? Apenas se conocían entre sí, eran cinco completas desconocidas, y aun así mostraban una unión fuera de lo común. Aunque, por otro lado, no podía evitar sentir algo de desazón por lo que veía, por alguna razón el simple hecho de verlas la daba una extraña sensación de melancolía que hacía mucho tiempo que no sentía y, por un instante, anheló un sentimiento. Sin embargo enseguida sacudió la cabeza, como si quisiera deshacerse de esa sensación, y siguió contemplando la ciudad, como pretendiendo que nada había pasado.
-No… debo ser fuerte… no merece la pena…-pensó Sunset, en lo más hondo de su ser.
Tras varios minutos de espera más Applejack llegó y las demás la presentaron a Fluttershy, nada más verla la granjera cabeceó y murmuró.
-Espera… ¿tú no eres la chica de los espárragos?
Ante ese comentario Fluttershy abrió mucho los ojos, comprendiendo lo que decía.
-Oh, es verdad, aquella vez, hace ya varias semanas…
-Vaya, menuda coincidencia… me alegro de volver a verte, dulzura-murmuró Applejack, esbozando una sincera sonrisa.
Una vez que estuvieron todas Sunset se adelantó y anunció.
-Muy bien, señoritas, ahora que ya estamos todas pongámonos a trabajar, hay planes que requieren de su atención.
Se dirigieron todas a la sala de realización, donde Sunset ya había estado trabajando y había dispuesto una serie de fotografías en la pizarra blanca, además de haber marcado varios lugares en el mapa azul topográfico del estado. Nada más entrar Sunset comenzó a hablar.
-Vale, antes de nada os voy a poner en situación ¿habéis oído de la noticia de un barco hundido no muy lejos de aquí?
Ante eso Twilight fue la única en responder.
-Ah, sí, algo he oído esta mañana en la radio…
-Bien, pues ha sido cosa nuestra, nosotros hemos provocado ese hundimiento. Y por una buena razón ¿os suena de algo Merryweather Security?
Esta vez Twilight no supo responder, aunque en su lugar fue Rarity la que lo hizo.
-Sí, cuando llegué aquí por primera vez estuve tanteando la ciudad y descubrí cosas al respecto, sé que son como una especie de guerrilla paramilitar privada…
-Exacto, hará cosa de algunos meses atrás tenían bastante presencia en todo el estado, pero después de varias disputas y operaciones fallidas, además del asesinato de uno de sus principales propietarios, finalmente acabaron por retirarse. Ahora la única empresa de seguridad privada que opera en el estado es Securoserv, la cual es mucho más táctica y sutil en comparación con Merryweather, todo sea dicho.
-En tal caso ¿por qué te preocupan si ya no están aquí?-inquirió Rainbow, ceñuda.
-Ya no están aquí, pero algunos materiales suyos sí que siguen por aquí, y los últimos iban precisamente en el barco que ahora se encuentra hundido.
-Oh, ya veo, entonces quieres apropiarte de ellos.
-Exactamente, muy bien, Dash, no eres tan tonta como aparentas…
Ante eso la aludida puso mala cara y la dedicó un rápido corte de mangas que Sunset ignoró, aunque Twilight comentó acto seguido.
-Espera ¿habéis hundido un barco sólo para apropiaros de su mercancía?
-Básicamente, mi jefe quiere aprovisionarse, y los restos de Merryweather son la mejor opción, ya que de esta forma evitamos que nos rastreen si compramos armamento nosotros mismos.
-Pero ahora que habéis hundido el barco sabrán que alguien quiere apoderarse de su cargamento…
-No necesariamente, de hecho no he nombrado a Securoserv por nada, el barco que hemos hundido pertenecía a esta agencia, por lo que en ese caso las sospechas recaerán en ellos y no en nosotros. Es más, dado que fue la propia Merryweather la que le pidió a Securoserv que les entregara el resto de sus materiales dado que ya no pueden operar en suelo americano ni venir ellos mismos a recogerlo, lo más seguro es que sea la propia Merryweather la que sospeche de Securoserv en vez de otro posible implicado-explicó Sunset con particular detalle.
-Entiendo, de esa forma os cubrís las espaldas… muy inteligente.
-¿Verdad que sí? mi jefe está en todo, es una mente pensante brillante.
Ante ese peloteo las chicas tan solo rodaron los ojos, sin decir nada al respecto, por lo que Sunset continuó inmediatamente después.
-Pero bueno, como ya habréis adivinado vuestro cometido es recuperar ese material. El barco se encuentra hundido a unas quinientas millas de la costa, justo aquí.
La chica usó el mapa marcado para mostrarlo, encontrándose a la altura de la ensenada de Paleto, aunque a una distancia considerable de la misma, ya que quinientas millas no eran precisamente una distancia corta.
-¿Y cómo pretendes que nos apropiemos de la carga?-inquirió en ese momento Twilight.
-Obviamente necesitaremos un minisubmarino, además de al menos tres personas que se sumerjan junto a él para ayudarle a cargar con ella, además de identificarla. Tenemos una foto del contenedor que la alberga, pero primero hay que localizarlo, claro está, de ahí a que sea necesario que haya al menos tres personas sumergidas.
-¿Y los demás?-inquirió Pinkie en ese momento.
-Los demás vigilarán en la superficie por si las moscas, no debería haber ningún problema, pero mejor prevenir que curar. Muy bien ¿algún voluntario para manejar el minisubmarino?
-¡Oh, yo, yo, yo, yo!-exclamó Rainbow Dash, emocionada.
-Adjudicado, me lo esperaba, Dash. Muy bien ¿Quién se atreve a sumergirse?
Esta vez nadie se pronunció, mostrándose las demás bastante inseguras al respecto; esto mosqueó a Sunset, la cual inquirió.
-¿Qué pasa, algún problema?
-Sí, que ninguna de las aquí presentes hemos hecho submarinismo en la vida-apuntó Twilight, con gesto anodino.
-¿Y? Siempre hay una primera vez ¿no?
-Ya, pero…
-No se hable más, si necesitáis practicar y todo eso podéis hacerlo, después de todo tenemos tiempo, pero necesitamos tener los equipos ya formados. Dado que te veo muy por la labor, Sparkle, tú serás la que se sumerja, Applejack y Pinkie te acompañarán-dictaminó Sunset rápidamente.
-¿¡Qué?! ¡Espera un momento, yo no he pedido sumergirme para empezar!-exclamó la granjera, molesta.
-¡Yay, genial, submarinismo, me apunto!-exclamó por su parte Pinkie.
-Te jodes, nadie se ha ofrecido por lo que elijo yo, os sumergiréis vosotras tres y punto. Necesitareis tres trajes de submarinismo junto con sus correspondientes equipos, me da igual cómo los consigáis, pero procurad no dejar pistas. También necesitareis una lancha motora para llegar hasta el lugar donde está el pecio, tenedlo en cuenta.
-¿Y nosotras?-inquirió en ese momento Rarity, junto a Fluttershy.
-Vosotras os quedareis vigilando en la superficie, armadas por si las moscas, unas carabinas nos podrían venir bien. No podemos comprar nada a riesgo de dejar una huella que puedan rastrear, por lo que tendremos que robarlas, precisamente la unidad de equipos tácticos de la policía usa mucho este tipo de arma, por lo que asaltar una de sus furgonetas de reparto sería lo ideal. Suele haber una furgoneta semanal proveniente de las oficinas de la NOOSE, os avisaré con tiempo para que podáis asaltarla antes de que lleguen a las oficinas centrales de la policía en el centro.
-¿Y qué hay de ti?-inquirió en ese momento Pinkie.
Ante eso Sunset respondió rápidamente.
-Yo estaré esperándoos en el punto de extracción, cuando tengáis el material avisadme y os diré dónde estoy, habrá un coche de huida en la costa con el que podréis volver a la ciudad sin levantar sospechas.
-Ya, vale, todo eso está muy bien, pero ¿cómo demonios conseguimos un minisubmarino?-inquirió en ese momento Twilight.
Ante eso Sunset se encogió de hombros, murmurando de seguido.
-¿Y yo que sé? Trabajáoslo, Sparkle, no debe ser tan complicado, sobre todo para alguien como tú…
Twilight prefirió quedarse callada, sin decir nada, a lo que la chica aprovechó para añadir.
-En cuanto a tiempo como tal tenemos al menos una semana antes de que el estado autorice cualquier exploración, ya que al estar situado justo en el borde de la plataforma continental no se puede actuar como tal hasta que no se den las autorizaciones pertinentes, el Derecho del Mar lo ampara y podemos aprovecharnos de eso.
Finalmente, y una vez que estuvo todo cerrado, Sunset las despidió rápidamente argumentando que tenía cosas que hacer, y las seis se vieron de vuelta en la calle sin apenas saber muy bien ni cómo empezar siquiera. Twilight por su parte se quedó pensativa, rumiando posibilidades, aunque en ese justo momento Pinkie comentó.
-¿No vas a decir nada, TwiTwi?
-¿A qué te refieres, Pinkie?
-Ya sabes, sobre la absurdez del plan y lo difícil que va a ser todo…
Ante eso la aludida esbozó un gesto lacónico, rodando los ojos y comentando al respecto.
-¿Para qué? Además a estas alturas ya nada me sorprende, después de todo lo que hemos hecho y la de veces que nos hemos arriesgado a que nos maten o arresten, lo que diga Sunset es lo de menos.
-Caramba, querida, noto cierto cambio en ti-murmuró Rarity, observadora.
-Sí, bueno, era de esperar ¿no crees? En fin, vayamos a mi casa a organizarnos un poco.
Un tanto sorprendidas por su proceder las demás la siguieron y, una vez allí, se acomodaron en el salón mientras que Twilight navegaba por internet a través de su portátil.
-Vale, abordemos lo más complicado: el minisubmarino. ¿De dónde podemos sacar algo semejante?
-Bueno, podemos dar una vuelta por el puerto y tantear el terreno, por allí podría haber algo, además, también podemos aprovechar y mirar a ver si hay alguna lancha que podamos usar-sugirió Dash en ese momento.
-Está bien, entonces te podemos dejar a ti eso, Rainbow…
-Bien, me llevaré a Fluttershy conmigo-anunció entonces la chica.
Eso hizo reaccionar a la aludida, la cual murmuró.
-¿Yo? ¿Por qué yo?
-Bueno, lo he estado pensando y, si es verdad que nos has estado vigilando durante todo este tiempo sin que ninguna de nosotras nos diéramos cuenta, podrías ser una buena distracción en el caso de necesitarla. Además, es una buena oportunidad de conocernos mejor ¿no crees?
-Oh, está bien…-aceptó la chica sin muchas reticencias.
-Vale. Sobre los trajes de submarinismo estoy viendo que hay una tienda deportiva en Vespucci, quizás allí tengan el equipo que necesitamos-murmuró Twilight mientras findeaba por la red.
-¿Planeas comprarlos? ¿Pero no dijo Sunset que evitáramos dejar pistas?-recordó Rarity en ese momento.
-No necesariamente, aunque como último recurso sí que podríamos hacerlo, aun a pesar del riesgo. No me hace ninguna gracias seguir gastándome el dinero después del despilfarro que hice con la mierda de Epsilon, por lo que podríamos interceptar el camión de reparto de la tienda, o bien colarnos por la noche. No sé, tendríamos que tantearla primero.
Ese comentario dio que pensar a Rarity, la cual se quedó callada, sopesando por su cuenta.
-¡Yo me puedo pasar un día de estos que no tenga trabajo en la tienda, queda cerca de allí!-sugirió Pinkie, mirando el mapa de la zona que Twilight se encontraba mirando en Eyefind Maps.
-Está bien, te lo agradezco, Pinkie.
-¡Oh, no es nada!
-Vale, ahora las armas. Vamos a necesitar un equipo que nos ayude a interceptar la furgoneta, además, dudo que los policías vayan a dejarse robar así como así, por lo que probablemente habría que estar preparados para una muy segura refriega y una respuesta policial inmediata y contundente…
En ese justo momento Rainbow cabeceó, pensando en una posibilidad, y comentando de seguido.
-Déjamelo a mí, puede que tenga una posibilidad.
-¿En qué has pensado?
-No sé si os lo habré dicho o no, pero estoy con los Lost, una banda de moteros de carretera. Sólo soy una simple hermana, pero puedo convencer a unos pocos chicos para que me ayuden a asaltar esa furgoneta-explicó la chica.
-Ya, pero necesitarás una razón de peso, dudo que te vayan a hacer el favor así sin más…
-No te preocupes por eso, ya improvisaré algo.
-Está bien, lo dejaré a tu criterio. Luego está el detalle de que no he practicado submarinismo en mi vida… ¿alguna idea, Applejack?
-¿Y me lo dices a mí, Twilight? Yo tampoco tengo ni idea de bucear, diablos, doy gracias a que al menos sé nadar.
-Ya… supongo que tú tampoco habrás hecho nada igual ¿no, Pinkie?
-¡Para nada, pero la idea me mola, sumerjámonos en lo desconocido, estoy super emocionada!
Ante eso todas se rieron ante su particular entusiasmo, relajando un poco el ambiente; era en situaciones como esa cuando más se podía notar esa afinidad que tan bien las conectaba y de una forma casi mágica. Aun a pesar de lo diferentes que eran conseguían complementarse entre ellas, logrando una combinación de lo más inusual, pero que funcionaba, sobre todo a la hora de planificar los golpes.
-Bueno, como última medida siempre podemos ir a la playa a practicar un poco…-murmuró Twilight, no muy segura de qué decir al respecto.
-Es una opción, casi lo prefiero a sumergirme en mar abierto-opinó la granjera.
-¡Cualquier cosa vale para ir a la playa!
Una vez que estuvo todo hablado y el reparto de tareas asignado, decidieron relajarse aunque solo fuera un poco durante el resto del día, viendo videos graciosos en YouTube, viendo la tele o bien hablando entre ellas; aprovecharon además para conocerse mejor con Fluttershy, la más reciente adición al grupo, la cual comenzaba a acostumbrarse poco a poco a la dinámica del grupo, soltándose paulatinamente y contando cosas de su vida, abriéndose a las demás, al tiempo que las demás también se abrían de forma recíproca. Así pasó el resto del día, aprovechando también para cenar allí, pidiendo una pizza y siguiendo con la conversación, dejando fluir la magia. Afuera una estrecha luna menguante coronaba la ciudad débilmente.
Las tareas de preparación se prolongaron durante toda la semana, mientras que todas iban trabajando en sus tareas asignadas; las primeras en empezar fueron Fluttershy y Rainbow, las cuales quedaron al día siguiente para ojear el puerto y ver si podían encontrar un minisubmarino y una lancha. Rainbow fue a buscar a la chica a su almacén en el barrio de La Mesa, aparcando la moto justo al lado de la persiana principal y tocando el claxon en el proceso. Al poco rato apareció la chica, la cual se quedó mirando a Rainbow con un extraño gesto grabado en su rostro.
-Ah, ahí estás. Venga, sube.
-Ah, pero… ¿has venido en esa moto?
-Sí, claro, no es tan rápida como mi F620, pero al menos se puede ir más ágilmente por el tráfico, esta ciudad está congestionada durante casi todo el maldito día.
Ante eso la tímida chica se quedó un tanto intimidada, murmurando entre medias.
-Ah, es que… verás, no me gustan mucho las motos…
-Ah ¿es por eso? No te preocupes, no iré muy rápido, agárrate a mí y no te caerás.
Al principio la chica no se mostraba muy convencida, pero finalmente Rainbow la logró convencer y se sentó detrás de ella; en cuanto arrancó Fluttershy soltó un gritito y se agarró con todas sus fuerzas a Rainbow por la cintura, al tiempo que apoyaba su cabeza en su espalda, con los ojos cerrados.
-Flutters… no aprietes tanto…-musitó Rainbow.
-¡Oh, perdón, perdón!-exclamó ella, aflojando un poco.
Desde donde estaban llegaron al puerto enseguida, entrando al mismo por Elysian Island, donde se concentraban la gran mayoría de servicios portuarios, entre ellos almacenes de empresas pesadas, refinerías, varios muelles de carga y comerciales, terminales de carga y descarga, y un astillero.
Rainbow aparcó en el extremo sureste de la isla y las dos se desmontaron, siendo Fluttershy la primera y un tanto agarrotada, ya que había estado en tensión durante casi todo el trayecto.
-Perdona, es que me da mucho miedo, prefiero ir en coche…
-No pasa nada, no tiene importancia. A ver si vemos algo interesante por aquí.
Comenzaron a peinar el puerto desde donde estaban, buscando alguna lancha o un minisubmarino, aunque la segunda opción era probablemente mucho más complicada que la primera. Durante el camino estuvieron hablando de todo un poco, conociéndose mejor.
-Y cuéntame Flutters ¿eres de aquí?
-Oh, sí, nací y crecí en esta ciudad…-murmuró ella, sin muchas ganas de hablar al respecto.
-Yo soy de Liberty City, antes vivía allí, pero me vine a vivir aquí hace ya casi un mes.
-Oh… ¿cómo así?
-Fue un poco de todo, aunque lo cierto es que no hice precisamente amigos estando allí, incluso llegaron a intentar matarme, por lo que prácticamente hui de allí.
Ante eso Fluttershy asintió vehementemente, murmurando de seguido.
-Yo también salí huyendo. No podía aguantar más tiempo aquí, por lo que cogí todo lo que pude ganar y me alejé todo lo posible de esta horrible ciudad, escondiéndome en el condado de Blaine.
-Vaya, no huiste muy lejos ¿cómo así?
-Me enamoré del condado de Blaine, de su naturaleza y sus vistas, decidiéndome asentarme allí, en la cara este del monte Gordo. Me construí una casita en sus faldas y empecé a vivir como una ermitaña, rompiendo con mi antigua vida. Pero eso no bastó. Después de todo este tiempo viviendo en paz me volvieron a encontrar y me obligaron a volver a hacer cosas horribles. Aun a pesar de que en su día me prometí que no volvería a hacerlo.
Las palabras de la chica dieron qué pensar, contestando al poco rato.
-Entiendo que te sientas mal, y en ese sentido comprendo por lo que has pasado. De hecho de cierta forma me recuerdas a mí, yo también hui antes de volver a huir.
Fluttershy frunció el ceño con gesto inquisitivo, sin entender muy bien a qué se refería, pero Rainbow negó con la cabeza y comenzó a explicarse.
-Yo no he sido siempre así, para mi desgracia. Me repatea admitirlo, pero no nací en Algonquin, sino en Dukes. Mis padres querían que fuera una chica recta, que fuera a la universidad y que me convirtiera en lo que ellos no llegaron a ser. Pero yo siempre aspiraba a cosas más mundanas, más normales, nunca me fue ese rollo de señorita mimada, por lo que en cuanto tuve la ocasión, hui de allí. Así que sí, como ves no somos tan distintas.
Las palabras de Rainbow dieron que pensar a Fluttershy, la cual sonrió tímidamente, contenta de comprobar que no estaba tan sola como en un principio pensó. La chica de pelo multicolor la guiñó un ojo, con confidencia, aunque en ese momento vio algo al otro lado de la isla que la llamó la atención.
-Oh, genial, creo que al final sí que encontraremos algo después de todo.
Fluttershy se giró y vio entonces a lo que se refería; desde donde estaban se podía ver gran parte de los astilleros, habiendo un par de barcos en mantenimiento, uno en dique seco y otro en un gran almacén. Justo enfrente de ese almacén había un pequeño muelle de madera, donde se podía ver atracada una lancha neumática Dinghy negra con cuatro asientos y doble motor fueraborda, perfecta para su misión.
Dinghy
-Menos da una piedra, y tampoco me esperaba ningún minisubmarino, por lo que nos servirá. Vamos a por ella.
Ambas chicas apretaron el paso para llegar cuanto antes al sitio, aunque nada más llegar una alta valla las detuvo, teniendo que dar un rodeo hasta la puerta principal de los astilleros, la cual se encontraba vigilada por un guardia de seguridad dentro de una garita de control y con sendas barreras bajadas. En la parte superior de la puerta se podía leer el nombre del lugar: Astilleros Pacific Allied.
Astilleros Pacific Allied
-Vale, es aquí-murmuró Rainbow, observando el lugar.
-¿Cómo vamos a entrar sin que nos vean? El lugar está vigilado.
-Tampoco es para tanto, de hecho mira, la garita controla la entrada pero no la salida, podemos entrar por allí.
-Ya, pero dentro podría haber vigilantes, incluso los propios trabajadores…
-No te preocupes, improvisaremos sobre la marcha, vamos.
Caminaron agazapadas ante la valla y fue fácil colarse dentro saltando la barrera de salida; tras eso se pegaron todo lo posible al otro lado de la valla para evitar ser vistas por el vigilante de la garita, bordeando el almacén principal, de donde salían ruidos de gente trabajando y dándose órdenes mutuamente. Cruzaron todo el complejo hasta llegar junto al agua, donde pudieron ver a más gente trabajando. Un pequeño grupo de tres operarios conversaban entre sí justo al lado del muelle, haciendo casi imposible el acercarse a la lancha sin que las vieran.
-Mierda, no va a ser tan sencillo…-masculló Rainbow, contrariada, mientras se escondían tras varios palés.
-¿Qué podemos hacer?-inquirió en ese momento Fluttershy.
Ante eso Rainbow la miró esbozando una sonrisita complaciente, a lo que la chica rápidamente masculló.
-¿Yo? Pero, pero… a mí se me da bien pasar desapercibida, no al revés…
-Tan solo necesito que me los distraigas un poco para poder alcanzar la lancha y salir pitando de aquí, vamos, no será tan complicado.
La costó un poco convencerla, pero finalmente la chica aceptó a regañadientes y salió de su escondite a paso algo lento e inseguro. Se hizo la tonta y se acercó al grupo como quien no quiere la cosa, llegando a chocarse con uno de los operarios en el proceso.
-Ay, perdón, no le había visto…
-No pasa na… espere ¿Qué está haciendo usted aquí, señorita? Esto es propiedad privada…
-¿Oh, sí? vaya, no me he debido de dar cuenta, estaba paseando tranquilamente por el puerto y he llegado hasta aquí…
-Pero señorita, estos son astilleros, no puede estar aquí, estamos trabajando.
-Realmente no sé cómo he acabado aquí… ¿por dónde se sale?-inquirió ella, girando sobre sí misma.
-Sí, mire, la salida está por allí…
Aprovechando entonces que los tres operarios miraban hacia el otro lado, Rainbow se escabulló y logró alcanzar el muelle de madera sin que la vieran, abordando la lancha y haciéndola un rápido puenteo, arrancándola de seguido y alejándose de allí a la mayor celeridad posible. Si los operarios la vieron para entonces ella ya estaba lejos, alejándose del puerto y poniendo rumbo hacia el oeste. Aprovechó para llamar a Twilight y avisarla de que ya tenían lancha.
-Dime Rainbow.
-Hey, Twilight, tengo la lancha.
-¿Ya? Caramba, qué rapidez…
-Ha sido facilísimo, y todo gracias a Fluttershy, así que el mérito en parte también es suyo. Aunque del minisubmarino no hay ni rastro.
-Ya, bueno, era de esperar, eso en concreto no va a ser nada fácil, pero al menos ya tenemos la lancha, es algo.
-Sí… ¿Dónde la llevo?
-Ah, llévala al Puerto del Sol, atrácala en el muelle 25, me dijo Sunset que es propiedad de la empresa.
-Vale.
Tras eso colgó y se dirigió directamente hacia allí, pasando por el camino al lado del aeropuerto y metiendo la lancha por el acceso al puerto deportivo a través de un canal que había en el extremo este de la playa de Vespucci. Buscó el muelle 25 y amarró allí la lancha.
Puerto del Sol
En cuanto estuvo hecho llamó esta vez a Fluttershy para avisarla.
-Rainbow…
-¡Hey, Flutters! Está hecho, he dejado la lancha en el puerto deportivo ¿dónde estás?
-Ah, justo enfrente del astillero, conseguí que me acompañaran hasta la salida.
-Oh, estupendo, no estaba segura de si el ruido les alertaría, pero si conseguiste alejarles mejor que mejor, no se habrán dado ni cuenta. Estupendo ¿ves cómo podías hacerlo?
-Sí, la verdad es que sí, aunque estaba muy nerviosa… ¿Qué hago ahora?
-Vuelve a mi moto, yo voy ahora para allá y nos iremos juntas.
-Vale.
Nada más colgar Rainbow llamó a un taxi para regresar al puerto e ir a recoger a Fluttershy y su moto. Por su parte aún quedaba el obtener las armas, aunque para eso iba a necesitar un poco más de tiempo para convencer a los chicos sin que Angus ni Al se enteraran. Mientras tanto, había que esperar.
Esa misma tarde Pinkie se pasó por la tienda para echar un vistazo y ver si tenían lo que buscaban; desde Prosperity Street no había mucha distancia, aunque tenía que atravesar los canales de Vespucci hasta finalmente llegar a la tienda, la cual hacía esquina con la misma calle.
Por dentro la tienda era mucho más grande de lo que parecía desde fuera, habiendo un montón de artículos de todo tipo, desde equipos completos para tenis, golf o surf, materiales incluidos, hasta para ciclismo, senderismo e incluso los más extremos como los triatlones, vendiéndose hasta bebidas isotónicas. Y, por supuesto, también había equipos de submarinismo, incluyendo trajes de neopreno, aletas, gafas y botellas de oxígeno. Estaba todo e incluso más.
-¡Genial, tienen lo que buscamos! Voy a mirar por detrás.
Desde el callejón trasero aledaño pudo ver el acceso trasero junto a una persiana cerrada, y justo enfrente de esta una furgoneta azul con el logo de la tienda impreso a sus costados. Vio una alarma en la parte superior de la persiana, aunque se veía bastante antigua y un tanto sucia por estar al aire libre.
-¡Estupendo! Voy a avisar a Twilight.
Sin perder más tiempo la chica regresó enseguida a Del Perro, dirigiéndose directamente hasta el apartamento de Twilight, donde encontró a la aludida.
-¡Twilight, tengo noticias acerca de la tienda!-exclamó la chica, entrando alegremente en el apartamento.
-¿Ya? Pinkie, no tenías por qué hacerlo tan pronto, aún hay tiempo…
-Oh, ya lo sé, pero como salí de trabajar hace poco me dije: meh, ¿por qué no? Y fui allí, y tienen lo que buscamos, y he visto que tienen una furgoneta en la parte de atrás junto a una persiana, por lo que ese debe ser el almacén, y probablemente guarden allí todo el material, y además tenían una alarma bastante viejuna que se podría inutilizar fácilmente, así que podríamos entrar sin armar mucho lío ¿Qué me dices, eh, eh?
Twilight la miró de arriba abajo, no muy segura de todo lo que había dicho Pinkie, la cual la devolvía la mirada esbozando una gran sonrisa en su cara.
-Eh… vale, vamos a sentarnos y me lo vas a contar todo más despacio…
Aunque antes de que pudieran hacer nada más el timbre sonó y Twilight fue a abrir de seguido, encontrándose con una sudorosa y un tanto cansada Rarity apoyándose en una estrecha y algo alta caja de cartón.
-Hola querida… bof, vaya subidita…
-¿Rarity? ¿Qué es todo esto?-inquirió la chica, al ver que llevaba más cosas consigo.
-Ayúdame a meterlas y ahora te lo cuento.
Entre las tres cargaron con todas las cajas, aunque hubo una en concreto que necesitaron cargarla entre las tres puesto que pesaba un quintal.
-¡Madre mía! ¿Pero que hay aquí dentro, una cría de elefante muerta?-inquirió Twilight, haciendo un gran esfuerzo.
-¡No exactamente!-masculló Rarity.
Una vez que estuvo todo dentro la chica se reincorporó y se adelantó.
-Vale, querida, antes de que me digas nada échale un vistazo a la caja alta, tampoco quiero estropearte la sorpresa.
Extrañada por ello Twilight la abrió usando un cuchillo de cocina y, nada más abrirla, se quedó a cuadros. Y es que tres trajes de neopreno junto con sus aletas se encontraban envueltos en sus respectivas bolsas de plástico, junto con la garantía y varias especificaciones.
-Pero… pero… estos son…
-Así es, ya no tenemos que preocuparnos por conseguirlos, podemos tacharlos de la lista.
-Pero no tenías por qué… en serio, Rarity, no…
Sin embargo la aludida la cortó enseguida comentando.
-Ah, no pasa nada, querida, después de todo estoy forrada, en algo me tendré que gastar el dinero. Además, bastante has hecho tú ya después del despilfarro que hiciste con todo el rollo de Epsilon. Ah, y no te preocupes por posibles rastros, lo he hecho de forma que no quede reflejado en mi cuenta.
Ante eso Twilight no supo qué decir, sintiéndose abrumada por el acto tan generoso de su amiga, y mascullando al poco rato.
-Rarity… yo…
-Ah, no digas nada, cariño, no hace falta-la cortó ella rápidamente, guiñándola un ojo.
La chica sonrió y, de golpe y porrazo, se lanzó sobre ella en un sentido abrazo; Rarity se lo devolvió con ganas e inmediatamente después Pinkie se sumó exclamando.
-¡Yay, sí, abrazo en grupo!
Mantuvieron el abrazo durante unos buenos segundos, aunque la chica de pelo rosada se despegó de improviso y comentó.
-Jo, el caso es que me esperaba algo emocionante para con la tienda, pero bueno, otra vez será.
Ante ese comentario tanto Twilight como Rarity tan solo se rieron tontamente, aunque la primera hizo un rápido inciso.
-Pinkie hay veces que me das un poquito de miedo…
-¿Y eso por qué? Ya sabes que nunca le digo que no a una experiencia emocionante, aunque de por sí el submarinismo también lo es ¡no puedo esperar!
-Pinkie, querida, eres única en todos y cada uno de los sentidos de la palabra…
-¡Claro que sí!
Twilight llamó a Sunset para ponerla sobre aviso, sorprendiendo a la misma gratamente, que no se esperaba que se movieran tan rápido en un solo día; quedó con ella en mandarla los equipos para tenerlos todos listos junto con la lancha, yendo un repartidor a por ellos. Tras eso tan solo quedaba el asunto de las armas y conseguir un minisubmarino, aunque eso era quizás lo más complicado y lo que más tiempo iba a requerir. Por el momento tan solo restaba esperar.
Por su parte a Rainbow le costó un poco convencer a unos cuantos moteros para que la ayudaran en la obtención de las armas; no sólo requería de su ayuda, sino que necesitaban un plan fiable de asalto para poder obtener las armas sin causar demasiado alboroto, por lo que estuvo pensando muy bien una forma de hacerlo sin arriesgarse demasiado.
Por otro lado tampoco quería que Angus y Al se enterasen al respecto, ya que probablemente la pedirían cuentas, y ella apenas podría justificarse como tal; siempre podía argumentar que lo hacía por el club, aunque por otro lado eso la obligaba a ofrecer una parte de las armas, y ella necesitaba garantizar al menos unos cuantos fusiles para al menos la mitad del grupo. Fue complicado, pero al final logró convencer a unos cuatro chicos, y con ellos estuvo planeando una estrategia que, en esos mismos momentos, estaban a punto de ponerla en práctica.
Gracias al aviso de Sunset pudieron interceptar a la ranchera que transportaba las armas cruzando uno de los tantos puentes que salvaban el río de Los Santos y formaba parte de Vespucci Boulevard, a pocos kilómetros antes de llegar a la comisaría central en Mission Row. Quizás fuera algo arriesgado, pero prefirieron hacerlo así para aprovechar que muy probablemente los policías que transportaban las armas bajarían la guardia al estar ya tan cerca de su destino, lo cual les podría dar una valiosa oportunidad para atacarles por sorpresa sin darles tiempo a reaccionar. Para ello esperaron a que apareciera desde el otro extremo del puente, justo al lado de una antigua fábrica textil abandonada y quemada, y en cuanto la interceptaron se pusieron en movimiento rápidamente. Los motores de las motos rugieron y entre Rainbow y tres más se colocaron en posición, rodeando a la ranchera justo a la mitad del puente sin que los policías que iban en ella se percataran de la inminente emboscada. A una señal de Rainbow, tanto ella como los demás hicieron mano de sus escopetas recortadas y, en un visto y no visto, apuntaron a las cuatro ruedas y dispararon sin más demora.
Ranchera del FIB
Las cuatro ruedas reventaron a la vez y la ranchera dio un bandazo; tanto Rainbow como el motero más cercano se hicieron a un lado para evitar que esta les golpeara, y esperaron a que la gravedad y el detalle de que las rancheras tendían a volcar con facilidad hicieran el resto. Y así fue, tras el bandazo el vehículo derrapó hacia un lado y salió disparada hacia arriba, dando varias vueltas de campana en el aire antes de estrellarse contra el suelo con gran estrépito. Durante el breve tiempo en el que estuvo en el aire, los bandazos hicieron que la caja hermética que guardaba las armas se agitara en la parte trasera de la ranchera, llegando a abrirse la puerta y saliendo disparada hacia atrás. Rainbow al verla exclamó por una radio.
-¡Ahora, vamos, esta es la nuestra!
Desde el otro lado del puente apareció saliendo de un parking cercano una furgoneta slamvan negra de los Lost y se acercó hasta ellos, al tiempo que Rainbow y los demás cargaban con la caja para meterla en la furgoneta rápidamente. Una vez que estuvo cargada cerraron las puertas y la chica dio un par de toques a la carrocería al tiempo que exclamaba.
-¡Sal de aquí, ya, ya!
La furgoneta salió disparada hacia el lado contrario del puente, dirigiéndose hacia el barrio de La Mesa; por su parte los demás fueron a por sus motos, pero en ese momento los dos policías que iban en la ranchera salieron de la misma a rastras y les apuntaron, a punto de disparar. Pero uno de los moteros advirtió del peligro y contraatacó con una contundente pasada con su microsubfusil, tumbándoles rápidamente.
-¡Bien visto, Jolly!
-¡No es nada, Dash!
-¡Bien, dispersaos, hay que perder a la poli, nos vemos en Vespucci en cuanto podamos!-exclamó Rainbow, subiéndose a su moto.
A su orden todo el mundo tomó caminos separados y se fueron de allí; Rainbow optó por ir todo recto hacia el centro, pasando al lado de la comisaría al tiempo que dos patrullas salían disparadas en su persecución.
-Genial, tengo compañía-pensó la chica, centrada en la carretera.
-¡Policía de Los Santos, está bajo arresto, detenga la motocicleta!-exclamaron por el altavoz de una de las patrullas.
Por su parte la chica les dedicó una rápida peineta y giró a la derecha por Legion Square, zigzagueando entre el tráfico para tratar de perderlos. Lo bueno que tenía el centro era que casi siempre tenía un tráfico bastante denso, y con la moto podía colarse entre los coches y salvar los obstáculos más grandes sin perder demasiado tiempo. Aprovechó que era hora punta y los callejones aledaños, además de las obras cercanas del Mile High Club, un rascacielos en construcción.
Una vez que perdió a la policía hizo mano de su móvil y llamó a Jolly.
-¿Vía libre?
-¡Vía libre, nos dirigimos ahora a Vespucci!
-Vale, nos vemos allí.
Tras ese rápido apunte Rainbow aceleró un poco más y ella también puso rumbo hacia allí sin perder más tiempo. Desde donde estaba llegó enseguida, entrando en el callejón donde tenían su nueva sede y aparcando la moto en el garaje de al fondo a la derecha, donde se había establecido un pequeño taller. Allí se encontró con los chicos que le ayudaron a asaltar la ranchera, saludándoles de seguido.
-¡Hey, chicos!
-¡Dash, lo hemos conseguido!-exclamó Jolly.
-¡Desde luego, ha sido tan fácil que no me extraña que lo hayamos conseguido! ¿Y la furgoneta?
-Está de camino, ha conseguido despistar a la pasma por Cypress Flats, enseguida estará aquí.
-Bien, bien… pasadme una birra, esto hay que celebrarlo.
De otro de los garajes, donde habían montado un improvisado y pequeño bar, sacaron una botella de cerveza Pißwasser para ella y estuvieron hablando entre ellos mientras tanto. Tras la apertura de esa nueva sede algunos cuantos efectivos habían sido movidos desde el cuartel en Vinewood este hasta allí, Rainbow era una de esos efectivos, puesto que vivía cerca de allí, mientras que otros eran de otras partes de la ciudad, habiendo un total de veinte y pico personas en esa nueva sede.
Finalmente la furgoneta llegó y entró en el callejón, aparcando un poco más atrás y descargando la caja entre todos; Rainbow fue la primera en abrirla, descubriendo así una amplia remesa de carabinas junto con su correspondiente munición, habiendo unas diez en total.
-Caballeros, me parece que hemos hecho negocio-anunció Rainbow, cogiendo una.
-Oh, ya lo creo que sí, podremos venderlas y sacar una buena tajada-sugirió uno.
-Sí, o bien podemos quedarnos con un par, ya sabéis, para protegernos en caso de ataque-sugirió entonces Rainbow.
-¿Ataque? ¿Y quién nos va a atacar?
-No sé, solo digo, es una posibilidad…
-Bah, ya ves tú, nadie tose a los Lost, propongo que las vendamos y repartamos lo que saquemos entre todos ¿Qué me decís?
Ante eso todo el mundo asintió, cosa que preocupó a Rainbow, la cual necesitaba al menos tres de esas armas, por lo que trató de persuadirlos de otra forma.
-Pero siempre podemos tener unas pocas, uno nunca sabe cuándo podría necesitarlas…
-Ya, pero el problema es que no son armas ligeras ¿cómo pretendes llevarte contigo estos pepinos? No son como microsubfusiles o pistolas ligeras semiautomáticas, lo mejor que podemos hacer con ellas es venderlas y sacar tajada, seguro que los rednecks de Señora nos darán un buen precio por ellas.
Ante esa situación Rainbow no tuvo más remedio que aceptar, aunque con una condición.
-Está bien, vendedlas, pero dado que la idea ha sido mía os voy a pedir quedarme al menos con tres de ellas y su correspondiente munición.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Es lo justo ¿no? ¿A alguien más aquí se le hubiese ocurrido la irónica idea de robar a la policía?
Frente a eso los demás asintieron con vehemencia, ya que robar a la policía hubiese sido normalmente lo último que se le ocurriría a cualquier criminal de poca monta que se preciara. Finalmente la permitieron llevarse al menos tres, quedándose con el resto para venderlas. Rainbow respiró aliviada, ya que al menos había evitado que las cosas se complicaran innecesariamente.
Una vez que tuvo las armas la chica llamó a Twilight para ponerla sobre aviso.
-Hey, Twilight, ya tengo las armas.
-Bien, estupendo, ya podemos tachar eso de la lista. Ya sólo falta el minisubmarino, estoy que no sé qué hacer ¿alguna idea?
-Ni zorra, podemos peinar de nuevo el puerto, pero dado que la última vez no encontramos nada no sé yo si esta vez lograríamos algo…
-Ya… en fin, ya veré cómo lo hacemos, mándame esas armas cuando puedas y yo se las paso a Sunset.
-Vale.
Tras eso colgó y comenzó a prepararlas a no más tardar. Ya casi estaban listas para actuar, aunque aún faltaba esperar un poco más. Por su parte se siguió preparando para pilotar el minisubmarino cuando llegara el momento.
-¿Y bien, qué hay de ese minisubmarino?
-Sigo buscando, pero no logro dar con ninguno, es más complicado de lo que pensé.
-Pues date vidilla, Sparkle, queda menos de tres días para que se acabe la semana y, si no nos damos prisa, el estado autorizará exploraciones y se nos adelantarán.
-Sí, sí, lo sé…
-Pues ya sabes, aplícate, necesitamos ese minisubmarino. Cuando lo tengas avísame.
Twilight colgó de seguido, dejando escapar un hondo suspiro, aunque en ese justo momento Rarity inquirió.
-¿Era Sunset?
-Sí, me sigue presionando. Mucho haz esto y haz lo otro, pero al final no mueve un dedo por ayudarnos, es increíble…
-Condenada chaquetera, si no fuera por ella no estaríamos metidas en todo este lío para empezar-masculló Applejack, con rabia.
-No nos pongamos a divagar ahora, no conseguiremos nada con eso-murmuró Twilight, cortándola rápidamente.
-Ya, vale, pero ¿Qué hacemos con lo del minisubmarino? Ayer di otra vuelta por el puerto pero no encontré nada, es imposible-argumentó Rainbow.
-Yo estuve mirando por sitios más apartados como Chumash pero no encontré nada…-murmuró Fluttershy, a media voz.
-Yo no pude hacer gran cosa porque he estado a tope en la tienda últimamente. Lo siento, chicas…
-No pasa nada, Pinkie.
Por su parte Twilight suspiró lacónicamente, al tiempo que comenzaba a pensar en voz alta.
-Vale, a ver, no nos pongamos nerviosas, quizás no hemos estado enfocando esto bien… voy a volver a buscar de nuevo en eyefind a ver qué encuentro.
-¿Otra? Será la enésima vez que busques…-murmuró Rainbow, hastiada.
-Sí, pero esta vez voy a afinar un poco más la búsqueda, igual así logro filtrar unos mejores resultados y eliminar un poco de ruido…
-¿Ruido? Si no eres para nada ruidosa, Twilight…-apuntó Pinkie, extrañada.
-No me refiero a esa clase de ruido, sino al ruido documental, cuando hay demasiada información no relevante que impera sobre la relevante, lo que hace que esta pase desapercibida, lo que es conocido como silencio documental.
-Ruido, silencio… no me entero de nada, Twilight-anunció Rainbow, ceñuda.
-Bueno, de algo ha tenido que servir cuatro años de carrera. A ver, voy a probar con… conseguir minisubmarino.
Los primeros resultados la remitieron directamente a varios portales y foros acerca de submarinismo, así como varias tiendas relacionadas, pero no era lo que buscaba. Sin embargo, un poco más abajo, llegó a ver un enlace que la llamó la atención, el cual llevaba directamente a una página web sobre activismo medioambiental en el estado de San Andreas. Extrañaba acerca de por qué la búsqueda remitía a una página así la estuvo leyendo atentamente hasta que finalmente encontró algo interesante.
-Vaya ¿y esto?
-¿Qué has visto?
-No me lo esperaba, pero parece que aquí hay un anuncio sobre un minisubmarino, os leo: ¿Te interesa conocer más acerca de la vida submarina y, al mismo tiempo, relajarte, disfrutar de la vida, y ver lo que este maravilloso estado te puede ofrecer sin que te intereses demasiado por ello? Antes conocido por ser un intento desesperado por limpiar la costa oeste, objetivo que ahora mismo está en parte conseguido, el muelle de búsquedas con sonar es justamente lo que andabas buscando. Ahora parcialmente reconvertido en un pequeño centro turístico en el que poder pasar el día con tu familia, ofrece todo tipo de servicios y actividades acuáticas para los amantes del deporte en alta mar, contando incluso con un minisubmarino alquilable a tiempo parcial. Interesados contactar con el propietario cuyo correo se detalla a continuación:
michaelds@eyefind.info. Oh, dios mío, no me lo puedo creer.
-¡Uauh, sí que ha sido fácil! ¿No?-inquirió Rainbow, divertida.
-Vaya, querida, ¿cómo no lo has visto antes?
-No lo sé, el caso es que llegué a ver esta misma dirección un par de veces, pero nunca pensé que me redirigía aquí por eso mismo…
-¡Bueno, pero lo importante es que ahora tenemos un minisubmarino! ¡Manda un correo a esa dirección!-exclamó Pinkie, emocionada.
-Ah, sí, ahora mismo.
Rápidamente escribió una contestación y antes de mandarla la leyó en voz alta para que las demás la dieron el visto bueno, quedando tal que así:
Buenos días
He visto su anuncio de alquiler de un minisubmarino y me gustaría contratar sus servicios ¿Cuáles son las tarifas y qué incluye el poder usarlo? Muchas gracias por su atención y espero su pronta respuesta.
Saludos.
Una vez mandada estuvieron esperando a una contestación, obteniendo una después de media hora, la cual rezaba lo siguiente.
Buenos días
Siento el retraso, vi antes su correo pero no pude responder ya que estaba reunido. Acerca del minisubmarino puede usarlo para lo que usted quiera, la fauna y flora submarina es muy rica a este lado del estado, y si es usted un fan de la exploración bajo el agua será ideal. Sobre el precio depende sobre todo del tiempo, normalmente una hora suele estar en torno a los cien dólares, si quiere más tiempo puede ampliarlo, pero eso incluirá un aumento del precio, sin suplementos adicionales. Espero su respuesta acerca del asunto.
Saludos.
Michael De Santa
Productor asociado
Richards Majestic Productions
-¿Una hora cien dólares? Sí que se estira el hombre ¿no?-inquirió en ese momento Rainbow.
-Sí, bueno, pero que esperábais, no deja de ser lo que es. Bueno, yo creo que con dos horas y media tendremos más que suficiente, no creo que nos lleve demasiado tiempo…
-En tal caso eso haría unos doscientos cincuenta dólares… ¡oh, ya sé, podemos poner un bote y así lo pagamos entre todas! ¿Qué me decís, chicas?-sugirió en ese momento Pinkie.
Antes de que Twilight pudiera opinar Rarity comentó al respecto.
-Oh, me parece una maravillosa idea, querida, aunque eso sí, propongo que Twilight quede exenta por razones más que justificadas.
-¿Qué? No, espera, eso no…
Sin embargo Rainbow se adelantó exclamando.
-¡Sin problema! Contad conmigo para contribuir a ello.
-Yo por mi parte estaré encantada de ayudar-añadió Fluttershy, algo cohibida.
-Bueno, yo lo tengo algo más complicado, pero intentaré compensártelo de alguna forma, Twilight-aseguró Applejack, algo apurada.
La aludida quiso decir algo, pero entonces Pinkie sacó de la nada un bote y las demás comenzaron a aportar; para entonces Twilight exclamó.
-¡Esperad un momento!
Eso hizo parar a las demás, las cuales la miraron con cara de circunstancia. Twilight fue a hablar, pero entonces Pinkie comentó.
-Oh, mira, ya están los doscientos cincuenta, supongo que eso responde a lo que fuera que quisieras decir ¿no es genial?
Ante eso la chica tan solo suspiró, murmurando de seguido.
-Sois unas expertas liantas… especialmente tú.
-Oh, ya lo sé, tontita-murmuró Pinkie, guiñándola un ojo.
-Estamos juntas en esto ¿recuerdas?-inquirió Rainbow, con gesto zalamero.
-Y no vamos a dejar que esto te dilapide así sin más, querida, ¿Qué clase de amigas seriamos si no lo hiciéramos?-argumentó Rarity con vehemencia.
-Me he pasado gran parte de mi vida ganando un dinero manchado de sangre, mejor darle un buen uso antes que tenerlo ahí sin más-murmuró Fluttershy secamente.
-Y ya sabes que siempre vamos a estar ahí, dulzura-añadió Applejack.
Ante todos sus argumentos esgrimidos Twilight no pudo hacer más que sonreír, al tiempo que susurraba con la voz tomada de la emoción.
-Sois todas estupendas…
El inminente abrazo grupal finalmente se consumó, haciendo todas una piña con Twilight en el medio. Tras ese gesto de cariño Twilight contestó al tal Michael De Santa para aceptar sus condiciones, indicándole además el tiempo, unas dos horas y media. Quedaron entonces ese mismo sábado a no más tardar a primera hora de la mañana para aprovechar la luz solar, y en cuanto estuvo todo preparado llamó a Sunset para avisarla.
-Está todo listo, tenemos minisubmarino.
-¿Ya? Estupendo, en ese caso podemos empezar mañana mismo, el equipo está ya preparado en la playa de Paleto para salir.
-Muy bien.
Durante el resto del día se estuvieron preparando a conciencia, sobre todo Twilight, Pinkie y Applejack, que eran las que se iban a sumergir, yendo a la playa para practicar un poco buceando cerca del extremo más profundo del muelle de Del Perro. Evidentemente eso no supliría para nada el hecho de que nunca habían hecho submarinismo, pero dado el poco tiempo del que disponían era mejor que nada. Mañana sería un gran día. Y debían estar preparadas.