Y observó el sumo creador que el mundo no era como a él le gustaría, pues carecía del poder, la fuerza y la sensualidad de su persona. Y por ello,escribió la evolución de SU mundo a su imagen y semejanza.
En el primer día, observó.
En el segundo día, decidió follarse a todas las Mane Six.
En el tercero, invocó su avatar en el mundo.
Y los cielos se abrieron, y no hubo pegasos divinos que descendiesen porque nada podía igualarse en divinidad a Magnificus Fornicatum. Pero aún así,las trompetas sonaron.
Con la primera trompeta, todas las yeguas de Equestria se rindieron ante Él y lo desearon como único motivo de su existencia.
Con la segunda trompeta, todos los sementales lo reconocieron como su superior, aquel a quien debían aspirar a ser, y lo admiraron secretamente. Y notan secretamente.
Entonces él miró a los ponis y decidió que aquello era bueno, pero no suficiente, y sonó la tercera trompeta. Y con ella llegó la nada.
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—¡No puede ser! – Volgrand se llevaba los cascos a la cabeza mientras un grito ahogado de terror surgía de él —¡No puede ser, dime que no es cierto Unade!
—Lo es, Volgrand, lo es.
De fondo, el látigo del Amour ponía la banda sonora a aquella conversación.
“¡Chas!”,
—He sido una yegua mala, creo que deberías castigarme más.
—como guste veya
“¡Chas!”, resonó el látigo contra el flanco de Pinkie Pie.
—¡Siiiii iiiiiiiiiiiih...!
—¿Qué hacemos? Unade, ¿qué hacemos? —gritó Volgrand, histérico— ¡¡NO QUIERO ACABAR BAJO EL LÁTIGO DEL AMOUR!!
—Volgrand, cálmate, no creo que...
El desesperado pegaso azul agarró (de alguna ilógica forma, pony style) a Unade por los hombros y la sacudió.
—No tienes idea, ¡¡NO TIENES NI IDEA DEL PODER DE UN GARY STU!!
Unade agarró... o más bien posó los cascos en los hombros de Volgrand... y se fue de morros al perder el apoyo de las patas frontales. Tras reincorporarselo miró muy seria tratando de recuperar la dignidad.
—Primero, debemos conocer a nuestro enemigo. Volgrand, tú tienes mucho más estómago que yo y has sido capaz de leerte varios Gary Stú hasta el final. Elprimer paso lo sabemos: nadie es mejor que él en nada que haga. El segundo lo sabemos: todas las yeguas lo desearán. Cuál es el tercer paso? Cómo suele serla conclusión de un badfic con Gary Stu?
—Vale, ¡vale! A ver... todos los Gary Stus son diferentes pero sus historias tienen siempre puntos en común. Con un personaje como Magnificum Fornicatum loprimero que pasará es que...
El chasquido del látigo del amour volvió a resonar sobre los vítores de la multitud, seguido por el inconfundible gemido placentero de una yegua. Volgrandno pudo seguir hablando, ya que su mensaje se perdió entre la algarabía. Unade recibió un violento empujón cuando Lyra y Bon-Bon pasaron rodando por encimade ella, agarrándose de los pelos y gritando algo similar a “su entrepata es mía”.
—Esto es... surrealista.
—Volgrand, mira al cielo.
Sobre el pueblo, dos veloces pegasos hembra hacían una carrera por impresionar a aquel que albergaba su amor, pues tal era la obsesión que profesaban lasyeguas por Magnificum Fornicatum que se veían obligadas a mostrar sus habilidades para conseguir su afecto. En primer lugar iba una joven azul celeste y decrines multicolor, dejando tras ella una estela de arcoíris. A poca distancia, una pegaso amarilla de pelo rosa la seguía. Fluttershy, normalmente tímida eincapaz de competir, se hallaba inspirada por el amor (anal) que anteriormente le profesara Magnificum Fornicatum, y no podía permitir que Rainbow Dashosara humillarla. Así que batió sus alas con todas sus fuerzas, volando tan rápido que pronto el aire se combó frente a sus cascos. Pero ello no le impidióseguir acelerando, luchando por romper la barrera del sonido...
El aire en torno a Fluttershy estalló en una amalgama de colores que se definieron en un millón de mariposas que volaron abriendo un amplio círculo, decuyo centro salió la adorable pegaso dejando un reguero de pajaritos tras ella, acortando distancias por Rainbow Dash. Y, desde el suelo, Volgrand observóel espectáculo con un tick en el ojo izquierdo.
—Lo primero que ocurrirá, Unade, es que todas las yeguas de Equestria, especialmente las ManeSix, querrán liarse con Magnificum. No importa si va en contrade su forma de ser o de lo que saben hacer... harán lo que sea. LO-QUE-SEA.
—¿Tal cual hizo Wandering Wing con Reaver en “La bella y el saqueador”?*
—No, porque lo suyo fue un mal intento de hacer un chiste. Un badficker escribe estas cosas... y se cree que molan. Es lo p*to peor.... —Volgrand clavó lavista en un extremo de la plaza y palideció—. Oh no...
Doce cascos galopaban tan rápido como podían. Los cuatro primeros pertenecían a una potrilla pegaso naranja de crines púrpuras; los siguientes, a una potraunicornio blanca con crin bicolor rosa y lavanda; en último lugar, una potra de tierra amarilla de pelo rojo.
Y Volgrand no pudo evitar dirigir su mirada a los flancos de las tres jovencitas, pero no había lujuria en su mirada, sino auténtico horror.
—¡No, por el amor de Galadriel, no!
—¿Qué te pasa? —Unade siguió la mirada de su amigo y pronto vio lo que él había visto antes—. Oh...
Las Cutie Mark Crusaders galoparon sin detenerse hacia el centro de la plaza. Los presentes les abrieron un pasillo, exclamando con sorpresa, alegría ycomprensión al observar por qué llegaban con tanta felicidad.
—¡Oh, míralas, al fin lo han conseguido! —exclamó el señor Cake.
—Oh, ciertamente es un hecho remarcable, tras todos los esfuerzos de mi hermana menor —expuso Big Macintosh.
—¡REMARCABLEMENTE MAL, ESO ES LO QUE ES! ¡PERO ABRID LOS OJOS, PONIS ESTÚPIDOS! —gritó Volgrand.
—¡Señor Fornicatum, señor Fornicatum! —gritaron las tres potrillas.
Magnificum fornicatum usó su magia para enrollar el látigo, dejando de esa forma una estela mágica de todos los colores del espectro cromático. Fluttershy,que se hallaba dispuesta a recibir el Látigo del Amour en su flanco miró atrás, con ojos llorosos, frustrada por no recibir el mismo trato que susamigas delante de todo el pueblo.
—¿Pero no estaba volando hace un segundo?
—Esto es un badfic, Unade, no le busques lógica.
—¡HEMOS CONSEGUIDO NUESTRAS CUTIEMARKS! ¡YAAAAAAAAAAAAAAAAAAY!
Applebloom, Scootaloo y Sweetie Belle se giraron a la vez, mostrando sus flancos al pueblo. En ellos había surgido, básicamente, la misma marca: distintosprimeros planos del salvador del pueblo, Magnificum Fornicatum. En el caso de Sweetie Belle se le mostraba hablando, dejando claro que era la voz delsemental la que había cautivado a la potrilla. Scootaloo tenía una marca que mostraba a Magnificum Fornicatum volando, demostrando que eran sus capacidadesfísicas las que la habían enamorado. Y, en el caso de Applebloom, el gran alicornio de indefinido color salía a dos patas, cual león rampante, mostrandosus atributos masculinos y dejando claro qué era lo que...
—¡¡SANTA MADRE DEL CORDERO!!
—¿Autor frustrado sexualmente desahogándose a través de su personaje?
—¡UNADE TÚ NO SABES LO QUE VIENE!
—¿A qué te...?
—Señor Fornicatum —dijo Scoots,haciendo que Unade guardara silencio—, nos preguntábamos si nosotras... podríamos... este...
Todos los congregados murmuraron un tierno “oooooh” al entender a qué se referían las jovencitas. Claro, ¡estaban enamoradas! Era perfectamente normal ycomprensible que desearan intimar con el semental objeto de su amor. Magnificum Fornicatum se acercó al trío y se agachó, con una encandiladora sonrisa,mientras la magia cubría su sugerente, largo y sensual cuerno.
—o veyas, eso no puede zer, soys mui peqeñas todabia.
Las CMC, deprimidas, bajaron la cabeza. Unade suspiró aliviada.
—Por una vez, me alegro de que estuvieras equivocado, Volgrand. Parece que no habrá pedofilia.
—Tú no sabes nada, Juan Nieve...—citó Volgrand, emulando las palabras de Ygritte en Canción de hielo y fuego.
—¿Qué quieres decir?
Unade se quedó con la palabra en la boca, imaginando lo que iba a ocurrir al ver a Fornicatum conjurar, y se le cayó el cigarro de la misma. En una carreray un salto dignos del mejor guardaespaldas de una película de acción, Volgrand se lanzó hacia las CMC gritando “¡No!”. Pero nada puede frenar elpoder de un Gary Stu, o ser más rápido que él.
Primero hubo una explosión mágica.
Después, una vorágine de energía multicolor.
Luego hubo un incrédulo silencio por parte de todos los presentes.
Y, finalmente, se oyeron tres voces bien conocidas... en versión adulta.
—¡Chicas, mirad, somos adultas!
—¡Es cierto Scoots! ¡Ahora podemos amar a Magnificum!
—¡Yay! Pero chicas —soltó Applebloom— siento algo raro... ahí atrás.
—Oh, déjame ver —respondió Sweetie Belle, bajando la cabeza y dirigiéndose a los cuartos traseros de su amiga.
Una sombra azul pasó galopando, a dos patas y a toda velocidad, a través de la plaza, gritando como un poseso hasta detenerse frente a un árbol contra elque empezó a darse cabezazos.
—¡¿Por qué yo?! ¡¿Por qué yo?! ¡¿Por qué yo?!
Estuvo así unos segundos antes de Unade se acercara trotando, con una ligera inquietud reflejada en su rostro.
—Volgrand, tienes que hacer algo.
—¡NO —golpe— SÉ —golpe— QUÉ —golpe— HACER! —después se giró hacia Unade, con un incipiente chichón en la frente—. ¡HA HECHO ADULTAS A LAS CMC! ¡¿Cómo evitoalgo así?!
—No, no es eso. Verás, tienes que matarme.
—¿Qué?
Unade, que en algún momento había recogido su cigarro, dio una larga calada y, al tiempo que echaba el humo, explicó:
—Cuanto más miro a Magnificum Fornicatum más atractivo me parece. Y me están entrando ganas de ser fustigada por su látigo. Volgrand, por favor, mátame,sabes que yo lo haría por ti.
El pegaso azul jamás había oído a su amiga tan alterada. Sí, le estaba hablando con una tranquilidad imposible: la calma que concede el saber que la mejorsolución a todo es dejar este mundo, y no en el sentido de abandonar Equestria y volver a la Tierra. Pero, para unos frikis como Volgrand y Unade, haycosas peores que la muerte. Se acercó a ella y posó un casco sobre su hombro.
—Unade, amiga mía: si se te ocurre caer al embrujo del Gary Stu pienso usar tu colección de pequeños ponis como grava en el camino de mi casa.
—¿Qué? —exclamó— ¡No serás capaz!
—Y después usaré toda tu serie “Alita: Angel de combate” para escurrir patatas fritas.
—¡Volgrand, con esas cosas no se bromea!
—¡¡Y acabaré ciscándome sobre cada página de la novela “Ronda de noche” que tienes firmada y dedicada por Terry Pratchett!!
Unade mantuvo la vista sobre él durante unos segundos, con un ligero temblor en una ceja. Finalmente dio una honda calada y miró hacia el centro de laplaza, donde las tres CMC ofrecían un espectacular show lésbico, para desgracia de los ponificados humanos.
—Volgrand, hay que matarlo.
El aludido miró alrededor, sumiéndose cada vez más en el caos que le rodeaba (e intentando no sucumbir al dolor de cabeza). No demasiado lejos de ahí,Derpy había decidido dejar los muffins y hacer pilates, alzando su grupa sin pudor hacia Fornicatum. Un poco más lejos, Rarity descubría a Rainbow Dash unaforma muy creativa de usar su magia. Los ex-humanos escucharon dos explosiones a su espalda y, al girarse, vieron a Fluttershy y Rainbow Dash todavíasumidas en una reñida carrera. Unade alternó su mirada entre la misma, la gimiente Rainbow junto a Rarity, y la Fluttershy que se estremecía ante elincipiente azote del látigo del amour
—Dioses, estamos viviendo una narración pésima.
Pero eso no era más que el principio, pues las yeguas no eran las únicas afectadas por la presencia de Fornicatum. Una voz elocuente y barítona le llamó laatención hacia el semental que la emitía. Bigmac explicaba con todo lujo de detalles las razones por las que debía volverse un intelectual, comoMagnificum. A su lado un musculoso pegaso, Snowflake, había abandonado sus habituales “YEEEAAAAAH!!” por elegantes palabras, y sus pesas por un juego de técon el que practicaba sus modales.
—Todos los sementales se comportan al revés, ¿esto es normal?
—No, amiga, no —respondió Volgrand—. Esto solo va a ir a más.
Como si lo hubiera visto venir, hubo un destello de magia marrón en un lado de la plaza. Del mismo surgió de la nada un miembro de la familia Apple,Braeburn. El vaquero poni de tierra, primo de Applejack, proclamó:
—¡'Illos, quescubierto como haser magia, eah! Manque no sea unicornio, ¡he disho!
—Oh, por el gran amor de Celestia y Luna que nos protegen noche y día, ¿cómo es ello posible? —inquirió BigMac, tomando delicadamente el té con Snowflake.
—Pue' me he isho yo, “Illo, si Magnificum pue haser magia, quihá yo también”, y ele, aquí'htoy.
—¿Y por qué ibas tú a hacer eso? —preguntó Unade.
—Illaaaaa, eho é obvio, pa'ser tan reshulón como er Magnificum. Que 'ira como tié de cashonda a mi primika... ¡Ohtiaaaaa como a crehío la shiquilla!¡MOSAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! ¡VENTE PACÁ QUE TENGO TIERREEEEEEEEES!
—¡Que es tu prima pequeña, so anormal! —gritó Volgrand—. ¡Tan mal no puedes estar, cabrón!
—Illo, qu'así quea tó en familia. Pero ná, no se pue con er figura der Follaor ehte, por eso aprendo magia. ¡MOSAAAAAAAAAAAAAAAAAA QUE NO TENGO PELO EN LALENGUA PORQUE TU NO ME DEJA!
—¡No, esto sí que no! ¡Ya incesto no lo tolero, por toda la bilis de Azathot!
Decidido, el pegaso azul galotrotovoló hacia el centro de la plaza, en el que un muy complacido Magnificum Fornicatum observaba el espectáculo lésbido delas CMC, que en ese momento había adquirido un tinte bastante sado. Volgrand solo necesitó un instante para que la imagen de Sweetie Belle enfundada encintas de cuero se le clavara sin remedio en el cerebro. Aún así, logró plantarse frente al Gary Stú y señalarlo con una pezuña.
—¡¡TÚ!!
Al instante se hizo el silencio más absoluto. La fusta sostenida por Applebloom detuvo su movimiento; las cucharillas dejaron de remover el té de BigMac y SnowFlake; Fluttershy y Rainbow Dash detuvieron su carrera; Rarity dejó de probar un nuevo modelito bondage sobre Scootaloo; Twilight detuvo sus carantoñas sobre Magnificum Fornicatum, y Fluttershy siguió esperando tumbada en el suelo su bien merecida ración del Látigo del Amour.
Pero aún hubo más: De repente, Volgrand notó un golpe de calor, y no tardó en averiguar que había dejado de soplar la brisa. El agua del río dejó de correr, las nubes detuvieron sus programados recorridos, y algunos ponis se congelaron en el aire en poses imposibles. El pegaso azul, literalmente, sintió que el universo había clavado sus ojos sobre él.
—que kierez?
Pero Volgrand no sabía qué decir. Él era el despellejador y taxidermista de malos fics, el azote de los badfickers y el terror de los Gary Stús. Pero no era lo mismo estar metido en un badfic que despellejarlo desde la comodidad de su ordenador. Y esa sensación de “cuidado con lo que dices” que sentía en ese momento no ayudaba en absoluto. El stú había notado que algo no funcionaba: un personaje que no seguía su juego, que no le adoraba. Para todo badficker, si alguien no adora a su OC eso significa que era un hater** y, por tanto, un enemigo. Y, puesto que nadie puede vencer a un Gary Stu, Volgrand no quiso identificarse como rival del mismo.
—Este... ¡Te necesitan en Canterlot! ¡Una gran emergencia, tienes que ir ya!
—o valla, d que ze trata?
—Uy, algo mucho peor que Discord y el Rey Sombra juntos, no te creas. ¡Solo tú puedes arreglarlo!
Magnificum fornicatum: entoses devo partir zin demorra.
Silencio. Parpadeo. Ceja alzada. Temblor de párpado.
—Este... sí, debes partir cuanto antes —murmuró Volgrand—, no vaya a ser demasiado tarde...
Magnificum fornicatum: i que peligro zufrre canterlot?
Volgrand no pudo soportarlo más. Aquello fue la gota que colmó su maltratada sensibilidad narrativa. Era imposible explicar cómo, pero reconocía lo que había escuchado: Era un diálogo en formato script. Indescriptible, incomprensible... e insoportable. Sobre todo para un grammanazi*** como Volgrand. Su mente implosionó y fue a refugiarse en algún feliz rincón. El desdichado pegaso azul sintió un cortocircuito en el cerebro, y acto seguido cayó al suelo en posición fetal. Magnificum Fornicatum bajó una mirada de suspicacia hacia aquel extraño poni azul incapaz de vocalizar loas a su presencia. El mundo se inmovilizó alrededor de aquella anomalía que lo distorsionaba y la sangre se heló en las venas de Unade.
Hubo entonces un ruido de galope. Una poni de color melocotón se abría paso jadeante entre la congelada multitud driblando a yeguas paralizadas en poses sugerentes. Derrapó frente a Magnificum y alzó una mirada de determinación. Hubo un brevísimo momento de duda en el brillo de sus ojos, que Magnificum no vio. Solo percibió aquello que esperaba: una hembra (nada agraciada por cierto) acudía a pedir ayuda.
—¡¡Oh, Magnificum!! – declamó con aterrorizada voz la despelechada pegaso–. ¡¡Solo tú puedes ayudarnos!! —prosiguió, en una gala de interpretación que solo años de jugar a rol otorgaba—. ¡¡Sombra le ha robado los poderes a Discord!! ¡¡No hay nadie lo suficientemente poderoso para hacerle frente!! Tienes que ir inmediatamente a Canterlot.
Magnificum fornicatum se volvió hacia la recién aparecida, olvidándose completamente de Volgrand.
Magnificum Fornicatum: a si, tengo k ir lla!
Y así, el gran Magnificum Fornicatum partió raudo y veloz cual centella hacia Canterlot para salvar el mundo del malvado rey Sombra Discorida. Pero antes tuvo tiempo para despedirse de todas las yeguas de Pony Ville con la p*lla.
Unade observó la orgásmica explosión que se dio a su alrededor en cuestión de centésimas de segundo mientras montaba guardia junto al caído Volgrand. El hecho de ser una desconocida y poco agraciada OC la había salvado de formar parte de la misma. Después, todos los ponis se quedaron paralizados de nuevo cuando el Gary Stu desapareció rumbo a Canterlot.
Poco a poco, la actividad empezó a volver a Pony Ville. Primero fue con un errático caminar, después con un gemido incómodo; poco a poco, voces confundidas fueron sumándose a la cacofonía.
—¿Qué ha pasado?
La confusión se extendía por Pony Ville a medida que los ponis recuperaban sus mentes y naturalezas al alejarse de la presencia del Stú.
—¿Qué... qué me ha pasado?
—No me acuerdo, pero me siento como si... no, nada —dijo una avergonzada señora Cake.
Los ponis se miraban entre sí entre nerviosos parloteos, tratando de entender la situación. Twilight Sparkle sacudió la cabeza tratando de recuperar sus memorias.
—¿Por qué no recuerdo nada?
—¡¡IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIH! —era el chillido de Sweetie Belle—. ¿Qué nos ha pasado?
—¡¿Hemos crecido de repente?! ¿Qué es esta horrible cosa que tenemos por Cutie Mark?
Applebloom, tras lanzar esa pregunta, se sentó en el suelo y empezó a llorar al presenciar su potrillez perdida.
—Tra... tranquila Applebloom, tiene que haber una explicación —teorizó Scootaloo, tratando de contener su propio llanto—. ¿Magia?
Pero la (gran) pequeña era inconsolable, al entender la implicación de su repentino estirón.
—¡¡Me he perdido un montón de cumpleaños!!
Y entonces las otras dos se unieron a sus llantos, mientras el pueblo se sumía en un mar de confusión y flancos doloridos.
Ajena al estallido de emocionalidad a su alrededor, Unade colocó un pañuelo mojado sobre la cabeza del desmayado Volgrand mientras murmuraba “Escurrir patatas fritas... escurrir patatas fritas...” con la mirada perdida.
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*Wandering Wing: Escritor de fanfiction y, como tal, paria social, ya lo dijimos en la anterior entrega. Aléjense de él, como todo ficker es una mala influencia.
**Hater: Todo aquel que ose decir que su historia tiene algún fallo, por menor que sea. Merece todo su desprecio e insultos, no le den tregua.
***Grammarnazi: Escoria social que cree que sabe escribir mejor que usted. Da igual que el diccionario le dé la razón, se merece dos hostias.
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Agradecimientos a Unade por las ideas descabelladas que tan bien pegan en este fic.
Me ha costado diezmil, es que estaba poco inspirado para dar a este capítulo el toque de... locura que merecía. ¡Gracias por vuestra paciencia! Y yasabéis, comentairos.
Y si alguien quisiera dibujar la escena de Unade y las dos Rainbows y Fluttershies sería la leche xD.