Aitana mira a Scootaloo. Un tic nervioso hace que la arqueóloga cierre el ojo derecho espasmódicamente.
—Perdona, bonita... por un casual, SOLO por un casual, ¿no habrás usado la puerta tres, verdad?
—

Este.... ¿sí?
El tiempo se ralentiza durante un instante. Solo un instante... el suficiente para que la pequeña pegaso suba a su Scooter y se aleje de la yegua.
—¡¡LA MATO!!¡¡YO LA MATO!!¡Ven aquí pequeña...! Arg, ¡no sé insultar a potrillos! ¡¡VEN AQUÍ!!
Por superte, Scoots es muy rápida y ágil con su patinete y esquiva a Aitana el tiempo suficiente hasta que McDolia la logra placar.
—¡Ya estaba con Twilight, me voy a....!¡Un condenado mes buscándola y ahora que la encuentro, esto!
—
Doctora, déjela tranquila que es solo una potrilla. Ahora ya sabe llegar hasta mi, ¿verdad?
Tras unos segundos inmovilizada, Aitana se calma y McDolia la deja levantarse.
—Vale, ¿cuál es el plan AHORA?