Mensaje por Pandora » 24 Feb 2014, 00:04
Todo lo que ahora relato pasó bastante más rápido en la realidad de como yo lo vi. Uno de los ponis que estaba con celestia, un pegaso, salió corriendo en mi dirección, tropezó, cayó a mis pies y empezó a decir algo sobre cajas y el nombre de Manolo, sollozando... Espera... No puede ser posible... En esto que oigo que el otro poni, unicornio esta vez, decir ¿Otra más? Vaya tela... con una voz demasiado familiar...
- ¿Vosotros también? Y tú... -susurré, casi completamente segura de saber quiénes eran aquellos ponis-. ¿Tú has dicho algo sobre cajas... Y Manolo? -el pegaso asiente, hipando.
El unicornio se acercó, con cara de estar elucubrando algo, murmuró algo de que yo le sonaba, hasta que me llama por mi apodo. Aparto la mirada de ambos ponis, en shock, porque aquello TENÍA que ser un sueño. Pero no lo era, ya que el chillido de Edgar perfora mis tímpanos, confirmando que soy yo. Aun en shock, me cuesta reaccionar cuando ambos, Edgar y Max, me abrazan en forma ponil. Yo sólo puedo cabecear hacia abajo, intentando clasificar toda aquella nueva información en mi mente. Celestia argumenta que ellos podrán resolverme algunas dudas ya que nos conocemos, pero eso no hace sino darme una agobiante sensación de que ella tampoco sabe qué nos ha podido pasar, pero al intentar llamar su atención sólo nos ordena que la sigamos. Por eso prefiero a Luna, pensé. Miro a Fluffle, esperando que ella también nos acompañe, y entiende a la primera mi mirada, porque con un gasp comienza a dar sus saltitos/pasitos amortiguados siguiendo a Celestia.
- ¿Vosotros también habéis llegado aquí a través de una puerta subespacial? -pregunto, lanzándoles una rápida mirada a los ojos y después mirando al suelo-. ¿Sabéis si hay alguien más como nosotros que haya podido caer aquí? Y por favor, decidme que ella -hago un pequeño gesto con la cabeza señalando a Celestia y bajando la voz- tiene alguna idea de qué hacer ahora, porque si no me iré corriendo con Luna y seguramente ella nos envíe con Twilight. Aunque creo que eso no nos molestaría a uno de nosotros, ¿verdad, Max? -sonrío ampliamente mientras camino con paso firme.