Los días iban pasando lentamente en el hospital de TallTale. Al parecer, el tiempo había decidió dar una tregua a Grey y Macdolia mientras el primero no solo se recuperaba de las heridas del combate anterior, sino también del agotamiento que su cuerpo venía sufriendo en los últimos meses.
Pero aun así, la sensación de agobio cada día podía con el, oprimiéndolo. Sabía que no debía estar ahí, que debía estar fuera, como en un principio, pero accedió a entrar en el hospital por necesidad, tanto la suya de recuperarse, como la necesidad evisceral que tenía de ayudar a los demás, aunque fuera su propia asesina.
"¿Como he llegado a esto?"
Ese pensamiento retumbaba en la mente del unicornio mientras se removió en su cama, haciéndose el dormido a los ojos de su atenta compañera, la cual supervisaba atentamente la recuperación de ambos, con atención digna de los mejores guardas de Canterlot.
Durante las noches, Grey siempre había pensado acerca de sus amigos, sin duda echaba de menos su compañía, la que en su momento fue vital para él, fuera por supervivencia, o simplemente porque odiaba estar solo, que irónicamente, era lo que más detestaba.
Solo.
Sin duda alguna odiaba esa palabra, evocaba demasiados recuerdos dolorosos como para ignorarla, pero no tantos como para tomársela muy en serio. Para él, la compañía de Macdolia le sentaba bien, aunque su autoexilio dijera que nada ni nadie a su lado, el romper esta regla de estaba haciendo ver que por mucho que lo intente, no estará solo de nuevo, y eso le trajo una a la cara una sonrisa de pura felicidad.
Macdolia dejó al lado otra de las revistas, esta vez con el titular "¿Discord reformado? Entrevista exclusiva con Fluttershy (o mas bien con su voz al otro lado de la puerta)", y miró al unicornio fijamente.
-¿Vuelves a sonreir? O la rehabilitación te está cambiando por completo o eres un Changeling actuando de pena -dijo riendo la yegua, con cierto tono sarcástico.
- Si quieres dejo de hablar para siempre, creeme, no me costaría nada. - Respondió Grey, tratando de imitar el tono de su compañera.
Macdolia estalló en una carcajada.
-¡Que bueno! ¡Tu haciendo uso del sarcasmo! Me encanta -añadió, mientras se sacaba una lagrimilla.
Grey no pudo evitar reír junto a ella, frente a toda la tensión que les había rodeado, aquellos momentos se agradecían mucho.
La yegua realmente estaba feliz por ver a Grey así. Era evidente que, a sus ojos, el unicornio seguía frustrado por no poder salir en busca de su "hermana", pero eso no quitaba que el reposo forzado le estuviese devolviendo al menos unas ganas de vivir que hace cosa de un mes desde luego no tenía.
Bueno, eso... y lo que ahora reposaba en la cama continua.
La unicornio psicópata también parecía evolucionar favorablemente; pero al parecer, aun no había despertado del sueño en que se había sumido tras la pelea en las ruinas del orfanato.
En ese instante, la puerta de la habitación se abrió y entró en ella una unicornio con gorrito de enfermera.
-Es hora de bajar al paciente a rehabilitación.
- Bueno Macdolia, no se que mas quieren de mi, a estas alturas, pero bueno, nos vemos en un rato. - Dijo Grey con un suspiro, sin duda les habían cortado aquel buen momento.
Grey salió por la puerta junto a la enfermera, haciéndole un pequeño gesto de adiós con el casco a Macdolia, la cual se volvía con su revista, para disfrutar de su lectura, pero poco después sonó una débil voz.
- ¿Como puedes siquiera... pensar en ayudar a... a ESO?
Macdolia miró por encima de la revista... hacia el sitio de donde venía la voz.
-¿Vuelves a "despertarte", Shad?
- Llevo despierta toda la mañana.
La que hablaba era la unicornio que seguía convaleciente, la cual hacía menos de una semana había atacado a Grey y Macdolia sin pensárselo siquiera.
-¿Piensas seguir fingiendo que sigues en coma mucho tiempo? Al final caerán en la cuenta, ¿sabes?
La yegua se revolvió un poco, entre quejidos y gemidos provocados por el dolor, hasta poder ver a Macdolia a la cara, con una mirada seria.
- Haré lo que sea necesario para salvar este mundo, además, tampoco me has dejado demasiada elección.
La yegua de pelaje magenta suspiró.
-Me gustaría que te dignases a explicarme el motivo que tienes para considerar a Grey una amenaza; aun no lo has hecho. Oh, y no esperes que pida disculpas por el "regalito" que te he hecho.
La unicornio frunció el entrecejo, claramente enfadada, mientras parecía concentrarse. Macdolia miró de refilón una especie de aro que estaba encajado alrededor del cuerno de su interlocutora. El brillo amarillo que acababa de emitir demostraba que la yegua intentaba hacer magia. La revista que la yegua espacio-temporal empuñaba en sus patas se desprendió y enroscándose en forma de cilindro, empezó a golpearla en la cabeza.
-Au, veo que ni por esas quieres dejarme con vida -dijo entre risitas.
- Parece que aun no quieres ver que esa cosa no es mas que una amenaza que debe ser eliminada. Puede que un día este entre risas, pero al siguiente puede estar asesinando a alguien. No es mas que una bomba a punto de estallar, y yo soy la que apagara su mecha.
Macdolia clavó la mirada en el rostro de la unicornio.
-Mira quien fue a hablar: te recuerdo que no solo intentaste matarle a él. También lo intentaste conmigo, y con varias ponys más, entre ellas la mismísima princesa Luna. Cualquier pareja de ponis que no hubiesemos sido Grey y yo te habría dejado moribunda en aquellas ruinas. ¿Y aun así insistes en que es malvado? Y aunque existiese la remota posibilidad de que tengas razón... algo se podría hacer. No hay poni que esté exento de ser salvado.
La yegua de crin morena resopló.
-Ni.Uno.Solo.
La unicornio soltó una risita en respuesta al discurso de Macdolia, le hacia gracia y le daba pena al mismo tiempo que dijera eso tan convencida, pero sabia que seguramente seria alguna treta de su objetivo.
- No se que habrá hecho Crystal para que vayas tan lejos por el... ¿encantamiento? ¿pura labia tal vez...? Porque si supieras el peligro que supone para Equestria, tu misma pondrías la daga en su corazón.
Macdolia rió por lo bajo, pero cuando se incorporó de la silla y se puso en pie, su mirada había cambiado. Ya no parecía la yegua jovial que de normal era... sino que había algo totalmente distinto.
-Quizás seas tu la que no sabes nada de mí. No me tomes por tonta -dijo con un tono de voz de todo menos alegre.
La unicornio reconoció aquella mirada. Era la misma con la que la había fulminado en las ruinas, justo antes de recibir su propio ataque.
-Y quizás te sorprendería saber lo que ha hecho Grey por mí, o Crystal, llámalo como quieras; pero una cosa es segura: existe algo en ese corazón que tantas ganas tienes de atravesar que ahora mismo no veo en el tuyo. Y hasta que no lo vea... te voy a tener cerca y vigilada, Shad. Y tú no harás tonterías si no quieres despedirte de tu magia para siempre.
- No me importa romper mi cuerno y perder mi magia para siempre, mientras acabe con el. Tengo una misión, y la cumpliré, y me sentiré bien al hacerlo, porque sé que estaré salvandoos a todos y cada uno de vosotros, de un mal mas antiguo que Nightmare Moon.
Tras decir esto, ella espeto una mirada decidida y llena de ira hacia Macdolia, y añadió una parte mas a su declaración.
- Y es Shadow Mirror para ti, no lo olvides.
Macdolia se alzó de hombros.
-Lo que tu digas, Shad.
La yegua entonces se paró a rememorar lo que había ocurrido hacía unos días, cuando se había detenido a hablar con el director del centro. Éste le había entregado un dossier con información relevante tanto de Grey como a Shadow, obtenida después de las pruebas médicas que les habían realizado. Información que la yegua, tal cual se enteró, remitió a cierto contacto que tenía, para que la contrastase.
Pero parecía que la teoría que se había forjado empezaba a ser cierta... y Shadow no era excepción.
Mientras tanto, la enfermera volvía con Grey en la camilla, mirando al techo con su misma expresión de siempre.
- Bueno... ¿me he perdido algo aparte de nada?
Macdolia, que se apresuró a coger la revista tal cual oyó la puerta, miró a su componiero.
-Nada, todo sigue igual.
Shadow había vuelto también rápidamente a su cama, volviendo a fingirse la inconsciente.
-¿Alguna novedad por rehabilitación, Grey?
- Nada nuevo, inspección de la herida y una muestra de sangre más... a estas alturas voy a quedarme peor que una uva pasa.
La enfermera volvió a recostar a Grey en su cama, ignorando la mirada de protesta que este le lanzaba. Era obvio que le fastidiaba el hecho de que lo tratasen aun como un invalido, siendo como era que estaba casi recuperado.
- Macdolia, si me acostumbro a esto, dame un capón, por favor.
-No te preocupes, no creo que tengas que aguantarlo mucho mas -dijo entre risas, al ver la cara de enfado de su compañero-. No creo que tarden en darte el alta.
Grey no pudo evitar girar la cabeza hacia Shadow, seguía en la misma postura día tras día, , sujeta de las patas para evitar daños, y su alegría se volvió pesar en un instante.
- Lleva mucho tiempo sin despertar, estoy preocupado por ella.
Macdolia tuvo que contener una risa por lo irónico de aquella frase... y vio una oportunidad perfecta.
-Grey, quería preguntarte... ¿como es que te preocupa tanto? a fin de cuentas... ha tratado de matarnos dos veces ya. A ambos.
Grey se levanto de la cama, un poco tembloroso, para poder andar un poco, le ayudaba a pensar, ademas de que estaba bastante inquieto por los días que había pasado en aquella cama.
- He de admitir, que al principio era para preguntarla acerca de... bueno, de este poder que tengo. Pero con los días, simplemente de ser la fuente de mis respuestas, se ha vuelto una victima mas de esta "maldición" que ambos tenemos.
Macdolia frunció el ceño.
-Quizás haya algo más aparte de eso... al menos en su caso.
Grey miro a su compañera, la cual parecía que desconfiaba de la aparentemente invalida unicornio, pero no podía culparla, casi murió por su culpa, junto a todos sus amigos, cuando ella les atacó para asesinarle.
- Todo tiene un motivo, eso es algo que tengo siempre claro.
Macdolia negó con la cabeza.
-No me has entendido. Quiero decir... que al margen de sus motivos, creo poder afirmar que había algo más.
Grey se sorprendió ante aquella respuesta.
- ¿Que seria ese "algo mas"? Si no es mucha molestia preguntar.
-Pues...
Macdolia se calló. Aun no podía contarle su conjetura a Grey. No sin pruebas concluyentes.
Grey se impaciento un poco, era una de sus malas manías, odiaba que le dejaran la información a medias.
- ¿Y bueno? ¿Pues que? ¿Que es lo que quieres decirme?
-Verás... el problema radica en que es una mera sospecha. Pero tranquilo, si todo va bien, tendré la respuesta en breves... -Macdolia añadió por lo bajo-. Aunque tratándose de "ella"... las cosas no tienden a ir bien.
Grey no pudo evitar oír un cuchicheo tras aquello, lo cual hizo que se enfadara un poco con su compañera, pero decidió calmarse y seguir investigando.
- Macdolia. ¿Me estas ocultando algo?
-Mas que ocultando... es que prefiero decir las cosas cuando estoy 100% seguro de ellas. Aunque si tanto deseas saberlo, te lo diré.
La yegua se acercó poco a poco a la cama donde la unicornio aun reposaba.
-Grey, quiero que intentes hacer memoria. ¿No recuerdas nuestro primer combate con ella algo... extraño?
Grey cerro los ojos para visualizar mejor aquel recuerdo, recordaba bastante bien la mayoría de los hechos, aunque estuvo inconsciente en la gran parte de los eventos.
- Recuerdo que hiciéramos lo que hiciéramos, ella no se detenía jamas, de que se transformó en Catleya para llegar rápidamente a mi.... y que no paraba de decir que mi muerte era por el bien de Equestria....
Macdolia asintió.
-A eso me refería. Podemos dar por hecho que nos atacaba con un objetivo claro... pero cuanto más hacíamos por detenerla... mas fuerzas parecía sacar. Y no solo eso: su ansia homicida aumentaba cada vez más. Llegó el punto donde ya no solo quería tu cabeza, sino también la nuestra, e incluso la de Luna. Y no creo que, por mucho que en ese momento estuviese pasando lo del laberinto, eliminar a una de las princesas alicornio hubiese sido bueno para ya no solo Equestria, sino para el mundo entero. Es la Guardiana de los Sueños, a fin de cuentas.
La yegua miró hacia un lado.
-Y eso nos lleva a lo que ocurrió ante las ruinas del orfanato. Después de que la lanza la ensartase, su agresividad se disparó todavía mas. El mismo patrón.
Grey se sentó en su cama, sin duda había despertado su curiosidad.
- Eso es cierto, aun me acuerdo como se acercaba lentamente a Tiny Tales, con intención de hacerla sufrir...
-Precisamente -continuó Macdolia-. Por muy obcecada que esté en esa idea del que todo es por el bien de Equestria, tanta agresividad manifiesta a pesar de estar recibiendo mas palos que una estera era inusitada, casi... "artificial".
- ¿Te refieres a que no lo sentía ella?
Macdolia cerró los ojos.
-Por eso decía que no puedo estar segura al 100%, pero tranquilo, no creo que tardemos demasiado en salir de du...
- ¡AAAAAAAAAAAAAHHHHH!
Macdolia y Grey dieron un respingo al escuchar lo que claramente era un grito. La yegua se quedó parada un segundo antes de moverse al trote hacia la puerta.
-¡Grey, he de salir y ver que ha sido eso!
Grey se levanto inmediatamente junto a Macdolia, pero la detuvo antes de que pudiera cruzar la puerta, con una mirada seria en la cara.
- Macdolia, espera, voy contigo.
Antes de que pudiesen hacer nada, un golpe violento hizo que la puerta saltase despedida... y que dos ponys cruzasen el umbral.
El primero era un unicornio con bata, tanto Grey como Macdolia les sonaba de haberlo visto por es hospital... pero no con ese aspecto: su mirada estaba totalmente inyectada en sangre. Y sujetaba con las patas delanteras fuertemente al otro pony, una pegaso de crin rubio pajizo y pelaje gris... y de ojos color miel y estrábicos.
-¡Derpy! -Macdolia evitó lanzar un suspiro resignado- ¡¿Es que siempre tienes que atraer los problemas?!
-¡Macdolia chocorro! ¡No che que le pacha! ¡Venía hacia aquí y me chaltó encima!
Grey reconoció también a aquella pegaso, aunque la conocía muy poco, recordaba cosas muy básicas suyas, como un olor a muffin a su alrededor que empalagaba su olfato.
Sin embargo, no era momento de presentaciones, por lo que Grey no dudo en placar al doctor hacia una estantería cercana, tirándole al suelo, pero aun con consciencia y fuerzas suficientes como para seguir dando guerra.
Macdolia sujetó a su compañero.
-¡¿Que estás haciendo?! ¿No ves que tiene a Derpy agarrada? ¡Le puedes hacer daño!
La yegua espacio temporal miró fijamente al unicornio. Tenía algo enganchado a una de las patas con la que sujetaba a Derpy.
-Maldita sea... Que mal momento para confirmar teorías...
Pero no era momento de explicaciones. El unicornio apretó con mas fuerza a Derpy.
-Tu... Unicornio... Debes... Morir... ¡Y LOS DEMÁS..... TAMBIÉN!
Haciendo uso de magia, de su bata sacó varios escarpelos y los lanzó hacia Grey y Macdolia. Ambos los esquivaron usando la cama de Grey de parapeto.
-Te vas a enterar... -murmuró Macdolia desde detrás de la cama- Has cometido un craso error al elegirla a ella de rehén.
Para sorpresa de Grey, Macdolia sacó otro muffin.
-¡Chúpate esa!
De un movimiento, la yegua lo lanzó como si de una granada se tratase hacia el doctor... el cual lo desvió de una patada. El muffin se estampó contra la pared, haciendose migas.
-¡¿CREES QUE CON ESO ME VAS A DET...?!
...
...
-El muffin...
-¿Eh?
Derpy empezó a temblar, cada vez de forma mas violenta.
-¡EL MUFFIN!
Para sorpresa del doctor, la pegaso empezó a hacer muestra de una fuerza inusitada. Antes de que quisiese darse cuenta...
-¡NADIE LE HACE ECHO A UN MUFFIN!
Haciendo uso de sus alas, Derpy agarró al doctor y como si de una llave de suplex se tratase, lo lanzó contra el extremo de la habitación... hacia la otra cama que había en ella. Su choque hizo que la cama se tumbase y las cortinas se desprendiesen, quedando todo envuelto en una pequeña acumulación de polvo.
Grey miro aquella escena con una expresión digna de una tira cómica, con la boca abierta, se limito a mirar toda la escena, la cual no se esperaba para nada.
Cuando el pony salio despedido hacia la cama contigua, Grey solo pudo añadir algo.
- Supongo que eso explica el olor a muffin...
De un salto, la Macdolia salió de detrás del parapeto y le tendió otro muffin a la pegaso.
-Tranquila, siempre llevo mas encima, ¿recuerdas?
Derpy abandonó su semblante violento para poner la mayor de las sonrisas mientras aceptaba aquella nueva magdalena.
-¡Yay! -alcanzó a decir justo antes de darle un mordisco.
Grey, que se había acercado tambien, seguía estupefacto.
-Si parecía que fuesen a salirle rayos por los ojos...
La pony de tierra cogió del hombro de su compañero.
-Por si te quedaban dudas, si: ambas consideramos los muffins asunto muy serio.
Grey no tardo en fijarse que la cama en la que el doctor había caído era precisamente aquella en la que se encontraba Shadow, por lo que inmediatamente se acerco a comprobar como se encontraba.
Y en cuanto se dispuso a verla, un instante pareció congelarse en el tiempo.
Grey a duras penas pudo ver a la unicornio malherida, pero lo poco que pudo ver le chocó.
Una lagrima.
Una simple lagrima, que venia de la convaleciente yegua, fue suficiente como para hacer que el unicornio reaccionara a tiempo a esquivar un escalpelo que de dirigía a su cara.
- Macdolia, llévate a Derpy, yo me encargo de nuestra "amiga". ¡Vamos!
Macdolia asintió. De un movimiento rápido, la yegua coceó la mesita donde se apilaban todas las revistas que había estado leyendo aquellos días. La mesa voló directamente en dirección al doctor, que volvía a asomar tras los restos de la cama y le golpeó en todos los morros, lanzándolo hacia atrás entre una lluvia de páginas donde se veían titulares tan extraños como "Wonderbolts: ¿heroes o villanos?" o "La misteriosa cúpula sobre Ponyville se desvanece".
-Mejor será salir de aquí, pero antes...
La pony de tierra abrió el armario que había junto a la puerta y sacó un par de bolsas de viaje y algo más, un objeto alargado y afilado, que le tendió a Grey.
El unicornio no tardo en reconocer aquel objeto, era su vieja espada, la cual no tardo en recoger con la boca y, tras invocar un muro de cristal para proteger a la herida yegua y ver que Macdolia escoltaba a Derpy, se coloco cara a cara frente a aquel iracundo doctor, el cual parecía de todo menos agradado frente a todo lo que paso en aquellos segundos.
-Macdolia, ¿que che chupone que ocurre? -alcanzó a comentar Derpy mientras salían de la habitación.
-Precisamente me da que llevas encima la explicación a ello.
La yegua volvió a asomarse al lugar donde Grey ya encaraba al doctor.
-¡Grey, haz lo que debas y sal de ahí! ¡Hemos de marcharnos ya!
Grey estaba ofuscado en tratar de salvar su cuello de aquel lunático, pero estaba claro que aquel sitio no era para el, con tan poco espacio, a duras penas podría defenderse con un arma tan grande.
- Mierda.... ¡IDEAS!...
Miro a ambos lados, no había nada que pudiera usar, ni siquiera nada que derribar, aquella sala estaba tan destrozada que parecía que había pasado más de una catástrofe natural en ella, como varios tornados.
- Tornado.... ¿Viento?.... Idea.
Rápidamente hizo que el cristal que recubráa a Shadow se transmitiera al unicornio enloquecido, provocando que estuviera totalmente inmovilizado, a coste de que la yegua volvía a estar indefensa.
Grey escupió su espada y la dejó en el suelo, callado y cerrando los ojos, hizo que su cuerno brillara de nuevo, solo que esta vez, algo distinto salia de su magia, salían pequeñas láminas blancas que parecían copos de nieve, pero no eran fríos, sino tibios, tampoco estaban hechos de agua, sino que eran creados a partir de cristal.
Junto a una pequeña corriente de aire creada con la magia del unicornio, los cristales blancos comenzaron a rodearle tanto a el como a Shadow, creando algo similar a una barrera, impulsada con el viento que creaba Grey con su magia.
Pero aquel maníaco no se quedo de cascos cruzados y todo lo que parecía tener filo en la sala estaba en su poder gracias a su magia, apuntando a Grey con la mas que clara intención de acabar con su vida.
Se colgó la espada a la espalda y cargo contra el unicornio enloquecido, pero no llegó a siquiera a tocarle, sino que una fuerza invisible lo repelió contra el techo, al ya estar contra la pared. Eran aquellos cristales blancos, los cuales tras realizar aquella protección, cayeron al suelo, faltos de luz, desintegrándose pocos segundos después.
- Toca irse.
Quito la capa blanquecina de la unicornio, la cual parecía que se había desmayado, y se la subió a su grupa, tras lo cual no tardó en dirigirse a la salida.
Cuando Macdolia vio a Grey salir al pasillo, le hizo gestos para que se acercara.
-¡Por aquí!
El unicornio trotó hacia donde la pony de tierra y la pegaso les esperaban: la salida de emergencia del hospital.
- Vámonos de aquí pero ya. El tumulto ha sido demasiado y estoy empezando a ver guardias entrando por la puerta principal.
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Minutos mas tarde, los tres ponys resoplaban mientras se detenían a descansar a las afueras de TallTale. Llevaban un buen rato al trote y en el caso de Grey sus músculos aun se resentían después de haberlos tenido sometidos a esfuerzos mínimos en el hospital. Macdolia, que ahora era la que cargaba con la unicornio, la depositó en el suelo.
-Bueno, creo que ahora ya podemos relajarnos... y explicar lo que ha ocurrido.
La pony de tierra le tendió la pata a la pegaso.
-Derpy, si no me equivoco, traes una cosa para mí, ¿no es así?
La pegaso se sorprendió.
-!Hala! ¡Eres adivina!
Derpy abrió con una de sus alas su saca de correos y tendió un sobre a Macdolia, ignorando su suspiro.
-Esto me resulta terriblemente familiar -comentó mientras abría la carta y la leía. A medida que iba bajando la vista, su semblante se volvía cada vez mas serio.
-Justo como sospechaba. He aquí la confirmación de lo que te hablaba antes, Grey.
Grey trato de recuperar un poco el aliento, mientras prestaba atención a Macdolia.
Esta se agachó y miró a la unicornio.
-¿Sigue inconsciente? Lo que voy a revelar le incumbe y mucho, me gustaría que lo escuchase.
- Si quieres tratar de despertarla, allá tú, pero no se como reaccionara...
Macdolia miró seriamente a su compañero.
-No puede quedarse inconsciente eternamente ahora que no estamos en el hospital... y tranquilo, creo que la cosa no será como antaño.
La yegua abrió su saca y sacó un pequeño termo.
-Preparé algunas cosas por si teníamos que volver al camino.
La pony de tierra lo abrió y vertió un poco de su contenido en la tapa, que hacía a las veces de vaso. Luego, lo pasó varias veces por debajo de las fosas nasales de la unicornio. Al cabo de unos instantes, esta pareció reaccionar al olor.
Grey no pudo reprimir una sonrisa al ver finalmente a aquella unicornio despertaba finalmente, incluso ante el serio semblante de Macdolia, era algo que le aliviaba ver tras tantos días viéndola en aquella cama.
Shadow no pudo evitar sentir hambre frente a aquel dulce olor, era embriagador, lo suficiente como para hacer rugir su estomago de puro hambre.
- ¿Torturándome mediante hambruna? Esto no es nuevo.
Macdolia se encogió de hombros.
-¿Te acabas de despertar y es lo primero que dices? ¿Que pasó con los "donde estoy" o "que hago aquí"? En fin, si lo que tienes es hambre, ten un muffin. Y por tu bien -añadió al ver como Derpy fijaba la vista en la magdalena-, mas te vale no despreciarlo.
La yegua no hizo mas que mirar con asco a aquel muffin, tenia la certeza de que algo habría en el, nadie en su sano juicio alimentaria a su asesino a sabiendas.
Macdolia temió por como pudiese acabar aquello, teniendo en cuenta como tanto Derpy como ella misma se solían poner cuando alguien despreciaba un muffin; así que optó por hablar mientras se decidía.
-Ahora que estás despierta, puedo ser franca con todos. Grey, ¿sabias que nuestra querida unicornio tenía implantado un dispositivo que aumentaba su agresividad a límites insospechados?
Grey no pudo evitar cambiar su amable expresión por una mas confusa, junto a Shadow, la cual parecía no saber tampoco de que hablaban.
Macdolia mostró la carta que le había entregado Derpy.
-Mientras estábamos en el hospital, pedí que os hicieran análisis médicos a los dos. En su caso -dijo, señalando a la unicornio-, se encontró un elemento ajeno al organismo. Se trataba de algo que, para mi desgracia, he visto con anterioridad, pero no podía estar del todo segura, así que mandé la información del mismo a cierta fuente confidencial.
-¿Hablas del Doc...?
La pony de tierra logró cerrarle la boca a Derpy antes de que acabase aquella frase.
-Hoy nuestra querida Derpy aquí presente me ha traído la confirmación de lo que sospechaba. Mi fuente ha contrastado los datos y me ha confirmado que se trata de un dispositivo peculiar: en primer lugar, fija una idea en la cabeza; en segundo, todo aquello que se inmiscuya en el logro de dicha idea, pasa a ser una amenaza que debe de eliminarse; y en tercero, se produce un aumento proporcional en base al daño recibido del deseo de lograr dicha idea.
- Osease.... ¿Que hace que te concentres en algo?
Macdolia asintió.
-Exacto. O si ya tienes esa idea en la cabeza, hace que no puedas pensar en otra cosa, salvo en ella.
- Si te soy sincero, no veo que tiene que ver con todo esto.
-Una cosa está clara: si alguien que parece estar empecinada en acabar contigo se le ocurre además implantarse un dispositivo así es que tiene muchas ganas de cobrarse tu cabeza... a no ser... que nuestra unicornio aquí presente no supiese nada al respecto de su "mejora".
- Eso... no, no es así.
Shadow tenia una expresión que estaba entre el horror y la sorpresa.
La pony de tierra miró primero a la unicornio y después a Grey.
-Entonces, el problema es más serio de lo que pensábamos; entre esto y lo de los cazarrecompensas, la cosa está clara: existe alguien, alguien poderoso y con acceso a tecnología mágica de la mas avanzada en Equestria, que pretende acabar contigo a cualquier precio, Grey. Y no le importa usar cualquier medio a su alcance.
- ¡Y con motivo! ¡¿Pero es que no ves que a su paso no hay mas que desgracia y destrucción?! Un día se hartara y usara eso a su favor, y maldeciréis el día en el que evitasteis que cumpliera con mi cometido.
Shadow, mas que tratando de justificar sus actos, parecía que intentaba convencerse a si misma de algo, pero no sabia el qué.
Macdolia bajó la cabeza le acerco el muffin a la unicornio, el cual había dejado en el suelo.
-Si tan segura estas de ello, ¿porque no vienes con nosotros y lo juzgas por ti misma? Quizás ahora puedas forjarte una opinión propia del asunto y decidir que hacer sin factores externos de por medio.
Shadow cerró los ojos y pensó en todas las posibilidades, obviamente seguirles era mala idea, pero tal y como estaba, que ambos siguieran vivos también era malo en si, por lo que, levantándose lentamente, aun temblorosa al estar débil por sus heridas, miro seriamente a Macdolia y a Grey, y esbozando una ligera sonrisa, se decidió.
- Ambos moriremos de todos modos, así que no pierdo nada por encargarme que ese no cause mas daño.
Cerro la sonrisa y con ahora una pose de superioridad, se volvió a dirigir a lo que ahora eran sus nuevos ·compañeros de viaje".
- Mi nombre es Shadow Mirror, y no lo pienso repetir mas, si os olvidais, peor para vosotros.
Macdolia sonrió y lanzó un ligero mohín de satisfacción.
-Todo pony tiene salvación -murmuró para sí antes de añadir, ya en voz alta-. A estas alturas ya lo sabrás, pero somos Macdolia y Grey.
-¡Y yo choy Ditzy Doo, pero me chuelen llamar Derpy! -la pegaso seguía mirando fijamente el muffin- ¿Te lo vas a comer?
Shadow miro con rabia a la pegaso, ese acento raro no le hacia ninguna gracia, por lo que cogió el muffin y se lo comió de una sentada en su cara, esperando una reacción negativa, pero se sorprendió al ver que no era como esperaba, sino que vio una cálida sonrisa de parte de los tres ponys, a lo que Grey, tras dejar de intentar comprender lo del artefacto, decidió hablar por fin con la que en su momento fue su asesina.
- Yo soy Grey Edge, aun que como ha dicho Macdolia, puedes llamarme simplemente Grey.
La yegua espacio-temporal sentía como, a pesar de que aun quedaban muchos cabos sueltos, las cosas empezaban a soplar un poco de cara, pero ahora tocaba tirar del hilo que acababa de aparecer.
-Bueno, Shad...
Derpy soltó una risita.
-¡Ja ja! ¡Chad!¡Que nombre mas chimpático!
Macdolia se alzó de hombros.
-Shadow Mirror es largo y muy serio, Shad es mas corto y fácil de recordar.
El rostro de Shadow dejó bien claro que aquel diminutivo no le hacía ni pizca de gracia.
-Como iba diciendo, Shad, sería mucho pedir que nos pudieses decir quién te mando liquidar a Grey, ¿no?
Shadow hizo un amago de sonrisa entre tanta rabia que estaba sintiendo por si situación actual, queria pensar que aun estaba con el control de la situación, que tenia todo como ella quería.
- ¿De que te preocupas? Saben de todo lo que ocurrió en nuestro primer "conflicto", saben de todos los que estuvieron ahí. Y quien sabe, puede que hayan acabado con alguno ya...
La unicornio soltó una risilla burlona mientras miraba a Macdolia a los ojos.
- Uno a uno, todos caeremos.
Aquello fue como un latigazo en toda la cara para la pony de tierra. Pero permaneció impasible ante la provocación.
"Tiny está bien protegida en Ponyville, Brownie si mal no recuerdo aspiraba a ser guardia lunar así que no será una presa fácil, la doctora Pones sabe defenderse sola de todo un ejército (y lo gracioso es que es verídico) y Luna... en fin, aquí no hace falta ni que me lo plantee, pero aun así..."
Macdolia esbozó una sonrisa.
-No me lo trago. Está mas que claro que su objetivo es Grey. Los demás solo somos morralla que se debe eliminar si aparecemos en el camino. Y oh sorpresa, no veo a nadie más excepto a mí en medio, así que tengo mis dudas sobre si verán necesario emplear recursos en quitar del medio a ponys que ahora mismo están a kilómetros de distancia.
La yegua borró la sonrisa de su cara y volvió a adoptar un semblante serio.
-Y por lo que veo, no pretendes responder a mi pregunta.
Grey decidió hablar, puesto que veía que a ese ritmo podría originarse una nueva lucha, y no convendría dado el estado en el que se encontraba Shadow.
- Macdolia, déjala, por lo que ha dicho, aunque no nos responda, lo averiguaremos personalmente, así que por el momento nos limitaremos a estar aun mas alerta, si cabe.
Macdolia noto como parecía que Grey protegía a Shadow de ella, lo cual la desconcertó un poco, pero no se le notó, al menos no a simple vista.
- La verdadera pregunta ahora es a donde ir. No me olvido ni por un segundo que lo importante aquí es mi hermana, y no estaba en ninguno de estos sitios.
Derpy se rascó la cabeza.
-Bueno, chi me disculpáis, debo volver a Ponyville lo mas rápido que pueda. Aun volando se tarda bastante en recorrer toda esta distancia.
Macdolia abandonó sus tribulaciones para dedicar una sonrisa a la pegaso estrábica.
-Gracias por todo y dale recuerdos a Dinky cuando la veas.
La pegaso asintió.
-De tu parte che los daré; bueno, fue un placer conoceros, ¡nos vemos!
Mientras la pegaso alzaba el vuelo y volaba hacia el sur, Macdolia no pudo dejar de observarla con una mirada nostálgica y un poco triste.
-¿Macdolia?
La pony de tierra dio un respingo.
-¿Eh? oh, nada Grey... es solo... que a veces lo sigo echando en falta...
El unicornio sabía de lo que hablaba. Conocía el pasado de la yegua. Sabía la verdad detrás de aquella pegaso, una de sus mitades en sus recuerdos...
Grey le dio un abrazo a Macdolia, mientras la acariciaba la crin, para intentar reconfortarla un poco. No podía imaginarse como se sentiría ahora, pero si sabia que lo mejor en aquel momento era enseñarla que estaba con ella.
- No te preocupes Macdolia.
Shadow no pudo evitar resoplar ante aquella muestra de ñoñería por parte de lo que ella consideraba sus "captores". Por lo que decidio ser la primera en decidir movimiento.
- Sentimentalismo barato... begh, bueno, a no ser que os guste echar raíces en vuestra propia tontería y cursilería, recomendaría de empezar a movernos, o este viaje podría acortarse mucho mas de lo que creeis.
A Macdolia aquel gesto de ánimo espontaneo la cogió desprevenida, así que tal cual escuchó el comentario de la unicornio, se separó de Grey, ligeramente sonrojada. Agradecía aquella muestra de apoyo de alguien que a primera vista parecía menos expresivo que la mascota petrea de cierta hermana de cierto elemento de la armonía, pero Shadow tenía razón: tenían que ponerse en marcha.
-Gracias Grey, te lo agradezco -dijo aparentando normalidad y tratando de esconder el ligero rubor de sus mejillas- ; pero Shad está en lo cierto: hemos de fijar nuestro próximo objetivo si queremos seguir buscando a tu hermana. ¿Se te ocurre algún sitio?
Grey se puso a cavilar acerca de que posibles lugares podrían ser a los que se hubiera dirigido Catleya, ya habían estado en el ya derruido orfanato y en la ciudad cercana, sin ningún éxito.
Tan rápido como un rayo, la localización perfecta vino a la mente de Grey, era tan obvia que no se le había ocurrido, o tal vez no quería que se le ocurriera, porque era de los únicos lugares en los que Grey no quería poner sus cascos nunca. Tanto por experiencias pasadas, como por lo que pueda pasar si llegaban ahí, pero su hermana era la prioridad para él, y no iba a dejar que nada de eso le impidiera reunirse con ella, aunque sin darse cuenta, abandonó su normalmente calmada expresión por una que parecía que denotaba ira, o un total desgrado hacia el simple hecho de tener que mencionar el lugar.
- Canterlot
De haber tenido la boca llena de agua, Macdolia la hubiese escupido toda.. y no iba a desperdiciar el agua de la cantimplora.
-¿En serio? ¿Vamos a ir a Canterlot?
- Era donde queríamos ir cuando eramos potrillos, y de estar como está... creo que es lo único que le queda.
Definitivamente aquello era una sorpresa morrocotuda. El Grey de antes, el que se topó en el bosque, jamás de los jamases habría aceptado acercarse a un núcleo habitado a mas de 20 kilómetros a la redonda... y ahora no estaba hablando de visitar una ciudad cualquiera, sino la mismísima capital de Equestria. Aquello demostraba cuan era su determinación por encontrar a su "hermana".
Era además una oportunidad perfecta para no solo buscar a Catleya, sino recopilar información de los misteriosos "jefes" de Shadow.
-Muy bien -asintió, cargando con una de las mochilas y ofreciendo otra al unicornio-; a Canterlot, pues.
Shadow intento empezar a moverse para adelantar a Macdolia, pero tras siquiera dar dos pasos, tuvo que tirarse en el suelo, aun no estaba suficientemente recuperada para moverse bien por lo que empezó a quejarse como si fuera una potrilla recién nacida.
- ¿Vosotros no sabéis que andar con una herida abierta duele? Veamos, ¿Quién me carga?
La pony de tierra vio como Grey empezaba a quitarse la mochila, pero la yegua fue más rápida y le encasquetó la suya.
-Esta vez corre de mi cuenta.
Macdolia ayudó a Shadow a levantarse al tiempo que se susurraba al oído.
-Esos lamentos de potrilla no te van, Shad.
- Tche, tu calla y anda, con suerte esto durara poco,y ya hablaremos sobre lo que me has hecho luego, que aunque tu compañero no parezca muy dado a los detalles, sigue ahí.
La viajera espacio-temporal echó un vistazo rápido al aro que envolvía el cuerno de Shadow, el cual se dismulaba bastante gracias a su crin, pero era cierto: seguía estando ahí.
-Tu lo has dicho, durará poco. De ti enteramente depende -concluyó con una sonrisa.
Shadow intentó detectar cinismo en las palabras de la yegua... pero esta vez no fue el caso. Sus palabras parecían... sinceras; ¿que le estaba pasando por la cabeza a esa idealista de crin oscura?
-¿Ocurre algo? -comentó Grey mientras terminaba de ajustarse la segunda mochila.
-Nada, Grey; puedes iniciar la marcha -concluyó Macdolia terminando de acomodar a Shadow en su grupa-, te seguimos. A Canterlot.