Pues mira, esa carta la he visto ya en otros lados, y debo decir que esa profesora es una INÚTIL (así, en mayúsculas).
Vale que le duelan los ojos de ver faltas de ortografía dentro de faltas de ortografía, vale que se queje de que los estudios de niveles inferiores sean precarios, vale que... pero que, a la hora de escribir esta nota, sean las notas finales y se queje amargamente de que los alumnos no saben de la materia, es culpa única y exclusivamente suya. Y ella no, escurre el bulto, se encara con sus alumnos y les tacha de ser inútiles e incultos. No, señorita, no. La culpa es suya, porque no ha sido usted capaz de hacerles entender su materia; no ha sido usted útil en ningún aspecto, académicamente hablando, y lo paga con quien menos culpa tiene. Usted no sabe dar clase. Usted no sabe impartir la materia. Usted no sabe inspirar a los alumnos (algo para lo que le pagan).
Por lo tanto, señorita profesora, ES USTED UNA INÚTIL, UN CERO A LA IZQUIERDA DE LA ENSEÑANZA Y UNA PATÉTICA MAESTRA.