Tres yeguas, una color verde esmeralda, otra roja y la última marrón, entran en el bar y se sientan junto al extraño poni. Aitana parece bastante enervada.
: ¡Estos guardias son idiotas! Anda y que se las apañen ellos con su criminal, no te fastidia. Pero no van a encontrarlo, porque el conjuro fue por efecto de un artefacto mágico.
Las otras yeguas la miraron, esperando más explicaciones.
: Mirad, el agresor dejó al guardia en coma y salió corriendo. Para lanzar un conjuro así hace falta ser un unicornio entrenado, entonces, ¿por qué no se teletransportó? En mi opinión probablemente fue un poni de tierra usando un artefacto arcano. Pero a la porra, si no quieren mi ayuda que se las apañen. ¡UEP! ¡Camarero! Un café y un cruasán. ¿Vosotras qué queréis? Invito yo.