Mensaje por Mishiro » 12 Feb 2018, 13:22
[quote="Sharpo";p=344946]Sus orejas se alzan y giran hacia a los lados para intentar dar con la ubicación exacta de rugido, su instinto tensa firme el arco y se gira en dirección al sonido.
Al parecer es una bestia grande por lo grave que fue -Aprios dice seguro- Esta relativamente cerca de nosotros pero no nos miraba, podría darse la vuelta e ir por nosotros...
Lo dice algo inquieto mientras que levanta sus patas constantemente para impedir que se queden atascadas en el fango, si es que llegase a huir no se quedara atascado.[/quote]
*El elfo también se percata del peligro*
-No hay de que preocuparse. Es una bestia del pantano que habrá sido atraída por el hedor de los cadáveres de los trasgos. Podremos alejarnos si no hacemos nada idiota. Yo me ocupo.
*Alza una vara de ébano negro por unos segundos, murmurando un hechizo, y una especie de niebla negra surge, envolviendo al centauro y a su acompañante*
***
*Al mismo tiempo, Gorein, el ayudante y el tabernero salen también fuera de la posada para ver el origen de tales ruidos.
-¡Maldición!-se queja el tabernero-¡Sabía que debíamos quemar los cuerpos, pero no pudimos con la condenada lluvia! Han debido atraer a una de esas condenadas hidras venenosas.
-¿Una hidra?-masculla Gorein, preocupada-¡Uf! En Ganos dicen que hasta pueden escupir fuego. Habrá que ir con cuidado.
El tabernero acude rápidamente al sótano de la posada, parece que a buscar algo.
Mientras todo esto ocurre, la hidra llega a la puerta de la aldea y alza la cabeza, observando los cadáveres en descomposición de la lucha de anoche. Molesta por la puerta, una de las cabezas abre sus fauces y lanza una llamarada que impacta contra las jambas de la puerta, que tiembla y cae, ardiendo.
El ayudante sale corriendo hacia los muelles, como casi todos los aldeanos cuando ven el peligro. Sólo unos pocos salen armados con arpones oxidados y porras bastas.