En el capítulo anterior dije que la de las CMC era especial por bonita, lo bien que casaban las escenas con la letra y la cantidad de nuevo canon que aparece, básicamente. Sin embargo, este tema cantado por Pinkie es una de las mejores canciones de toda la serie, comparable en su categoría sólo a "Art of the dress", y me alegra el día independientemente del estado de ánimo que tenga. Vayamos por partes.
Ocurre durante toda la temporada (y se nota más en las canciones), pero la animación ha mejorado una barbaridad. El principio de Pinkie andando lo corrobora, junto con el travelling de la cámara mientras la enfoca sin perder de vista a los transeúntes que se van perdiendo en el horizonte. La música empieza a llenarle a uno de alegría, y lo casual de los primeros momentos con los saludos queda de maravilla. Eso si, lo que adoro de verdad es la parte que canta cuando dobla la palmera, por los cambios de tono.
Cuando salen los dos potros tristes es cuando la cosa se empieza a animar y se desvela el meollo del asunto: el propósito de Pinkie. El divertido y tierno momento de la carrera con ayuda de Big Mac desvela que, si bien el talento de la poni rosa son las fiestas, el motivo por el que lo hace es para hacer feliz a los demás. Algo así se dijo en "Cutie Mark Chronicles", pero aquí se termina de afianzar la idea.
Y de qué manera. Es enternecedor ver cómo se esfuerza por alegrar la cara a cualquiera que esté triste, a la vez que divertido como la escena del colegio (buenísimo el momento 2D con Pinkie caminando hacia él). Lo de Applebloom es especialmente bueno, con un efectivo detalle de animación de voltear su cara varias veces. Bonito graffiti en la granja, por cierto.
El momento tristeza, aparte de hacerte sentir un escalofrío infinito al imaginarte DOS Pinkies coexistiendo en el mismo plano material, me encanta. Y ya se venía intuyendo toda la canción, pero cuando dice su objetivo en la vida con la música in crescendo...Claro que los niveles de epicidad explotan a nivel subatómico cuando empiezan los coros y la coreografía de todos bailando, sonriendo y saltando por los tejados (nuevo poder de Pinkie descubierto: invocación de muchedumbres, Lyra incluida; y oh mira, más empleados del ayuntamiento), alcanzando su clímax cuando sus cinco mejores amigas la llevan en volandas. El finalazo de la canción es supremo, con ese plano de ella dando vueltas sobre si misma mirando hacia el cielo rodeada de los demás.
Lo que hace especial a esta canción no es la animación o la música, ni siquiera la coreografía, aunque estos factores llevados a la perfección ayudan mucho. Es la letra. La canción habla del propósito vital de una persona (buscad en el diccionario y veréis que no se me ha ido la olla), de sus motivos tras sus acciones más profundas. Algo tan importante como el "esto es lo que quiero hacer con mi vida, esto es lo que se me da bien y me hace especial". El único ejemplo parecido sería "Art of the dress", que explica el oficio de Rarity (su propósito en la vida: la moda teniendo en cuenta las preferencias de cada poni, en vez de hacer lo que le de la gana como muchos diseñadores) con una excelente música y coreografía, aunque mucho más reducida que en este caso por razones obvias; pero no llega a su altura por no hablar de la generosidad de la unicornio blanca hacia los demás, si comparamos con precisión. Ambas entrarían en la categoría de "serious business" de las canciones de la serie, por hablar de lo que mueve a sus protagonistas.
La mayoría de las canciones de la serie, aunque divertidas y muy bien elaboradas, tratan sobre temas puntuales y más o menos triviales (no estoy diciendo que sea algo malo, todo lo contrario). Es sorprendente ver algo tan profundo y lleno de significado como esto, que puede llegar a hacerte pensar que hacer felices a los demás puede merecer la pena y que hasta en los peores momentos puedes sacar fuerzas para salir adelante. Como he dicho antes, esta canción te alegra el día si o si, y es imposible no sonreir como un bobo mientras la oyes. Mis aplausos más sonoros y reverencias más pronunciadas hacia quien la haya compuesto, Andrea Libman, Shannon Chan-Kent y los coros. No bromeabas cuando alababas las canciones, Daniel Ingram, so cabronazo.