Capítulo 5
Emoción no programada
El Gran Comedor estaba lleno de calabazas y adornos similares. Y de otras cosas también, pero las calabazas no eran muy conocidas en Ecuestria, por lo que cuando Twilight entró, fue en lo primero en lo que se fijó.
Ella y los otros Gryffindors llegaron a la fiesta relativamente tarde, ésta ya estaba en pleno apogeo. La mayoría de los seres humanos estaban demasiado ocupados comiendo como para fijarse en ella, pero algunos no. Twilight tuvo que aguantar una risita al ver sus reacciones.
Después de todo, se encontraba vestida con capas de glamour y magia que la hacían ver un poco más alta, mucho más oscura, con dos grandes alas y una melena estrellada en perpetuo movimiento. Era la viva imagen de la princesa Luna cuando la vio en la última Nightmare Night. Puestos a comparar, Spike junto a ella apenas era perceptible.
Las conversaciones burbujeantes alrededor de las mesas comenzaron a silenciarse poco a poco, muchas personas alertaron a sus amigos y otros se volvieron para mirar. La confusión se mezcló con un leve toque de miedo por parte de algunos, aunque otros habían empezado a mirar hacia atrás y adelante entre su encubierta marca de belleza, superpuesta ante otra con el aspecto de una luna creciente visible entre nubes.
Aunque ese detalle había sido completamente casual. Durante ese año, Halloween coincidía en una noche con un tercio de media luna llena, coincidiendo con el aspecto de la marca de Luna, facilitando a Twilight su copia exacta mediante un rápido hechizo de ilusión. Licencia artística.
Dumbledore la miró por encima de sus gafas y tras ver que se trataba de ella, asintió amigablemente al resto de profesores en la mesa, la cual estaba casi llena exceptuando dos asientos vacíos, uno del perennemente ausente profesor de Adivinación y el otro el de Quirinus Quirrell. Twilight supuso que se encontraban trabajando.
Sin decir nada, Twilight trotó con elegancia hacia la mesa de Gryffindor y se sentó, con Spike tras ella. A estas alturas casi todas las miradas estaban puestas en esa extraña aparición, y muchos de los Gryffindors que sabían lo que estaba pasando apenas podían contener la risa.
Ella vio al otro lado de la mesa un cuenco con patatas, y se dirigió a Lavender Brown.
-
¿¡Podrías pasarme las patatas asadas?!
Una imitación creíble de la Voz Real de Canterlot retumbó por todo el comedor, aunque no tan fuerte como lo haría Luna, pero con la fuerza suficiente como para hacer eco por todo el lugar.
-S-sí, claro...-musitó Lavender tímidamente, levantando el cuenco hacia ella.
Twilight lo cogió con su magia, levantando un tenedor, y delicadamente lo probó.
-
¡Delicioso!
Dumbledore se puso en pie y comenzó a aplaudir, sorprendiendo a la mayor parte de los presentes.
-Excelente traje, Twilight Sparkle. Maravilloso despliegue de magia de ilusión y tan bien detallada. Confieso que al principio pensé que otro individuo de su especie se había unido a nosotros.
Twilight apagó el efecto mágico del traje, tomando un poco de aire y confirmando lo que estaba diciendo Dumbledore.
-Gracias, profesor. Me temo que olvidé investigar previamente la festividad de Halloween aquí, y supuse que era de forma similar a la de Ecuestria.
-Totalmente comprensible-respondió, a través de la sala en silencio-debo decir que fueron parte de nuestras propias tradiciones las que influyeron en Halloween, aunque luego la fiesta sería un poco más colorida. Tal vez sería bueno dar cuenta de esa idea... pero dejemos los detalles para después. ¡Come!
Twilight obedeció y comenzó a servirse una buena comida; observó que, como de costumbre, los elfos habían realizado la cena especial de Spike con todos los elementos de rigor.
-¿Y de quien vas disfrazada exactamente?-preguntó Sally-Anne Perks-¿Por qué tienes alas?
-Bueno, decidí disfrazarme de la Princesa Luna-explicó Twilight sin mantener la Voz Real de Canterlot, ya que no se encontraba metida en el personaje y no era el mejor momento. Además, se había esforzado para ayudar a Luna a que dejara de usarla-es una de las gobernantas de Ecuestria, y se encarga de alzar la luna
Cormac McLaggen levantó la vista, extrañado.
-¿Cómo que se encarga de alzar la luna?
-Sí-asintió Twilight con la cabeza, simplemente-la princesa Luna es una alicornio, tiene alas y cuerno, comparte todas las características de los unicornios, los pegasos y los ponis de tierra, y tanto ella como su hermana Celestia son muy poderosas. Tienen más de mil años de edad, su hermana mayor Celestia controla el sol y Luna controla la luna.
-Espera un segundo-murmuró Seamus, frunciendo el ceño-¿no son las princesas hijas de reinas? ¿O me he olvidado de algo?
-No, en Ecuestria no hay reina o rey. Yo creo que la razón por la que Celestia usa el término princesa es porque tiene más sentido tener más de una princesa, cosa que no es posible con una reina, y tampoco quería excluir a su hermana.
Twilight se estremeció ligeramente en cuanto recordó la situación en Ecuestria cuando se fue. Ella lo había estado tratando de evitar antes de llegar por primera vez aquí, pero aun así el hecho le dolía.
-Tranquila, Twilight-se dijo a si misma-nadie más vio lo que pasó, y apenas pudiste hacer nada por evitarlo. En cuanto volvamos, podrás regresar al momento antes de que nos fuéramos. No te perderás nada.
-¿Y cómo es Halloween de dónde vienes?-preguntó alguien. Aun no se había aprendido su nombre puesto que era de un curso superior y no hablaba con él con la misma frecuencia.
Twilight alzó la vista, agradecida por la distracción.
-Bueno, en realidad la llamamos Nightmare Night. Está basada en la historia de Nightmare Moon, y...
La comida, como siempre, era excelente y si a eso le añadías una tertulia por parte de Twilight, era aún mejor, al menos para ella. Spike hablaba con otros niños más cercanos a su edad, la mayoría niños, aunque también había alguna que otra niña en el grupo; hablaban, sobre todo, de vuelo.
Una hora después, la fiesta fue interrumpida por un ruido fuerte cuando las puertas se abrieron de golpe. Todo el mundo miró a su alrededor para ver al profesor de Defensa contra las Artes Oscuras tambaleándose, con la ropa desgarrada y en estado de pánico.
-¡Troll en las mazmorras! ¡Hay un troll en las mazmorras!-gritó entonces-ya lo he dicho.
Y con esas palabras, se desplomó hacia delante.
Casi antes de que la gente hubiese empezado a entrar en pánico, Dumbledore desató una explosión de su varita.
-¡Silencio!-exclamó, con la voz mágicamente amplificada por un hechizo-¡Por favor, mantengan la calma! ¡Prefectos, asegúrense de que los estudiantes de sus casas permanecen en el Gran Comedor! ¡La mitad de los profesores se quedarán aquí para mantenerlos a salvo, la otra mitad irá a buscar al troll!
Canceló su hechizo y empezó a hablar con mayor normalidad a los distintos profesores.
Normalmente Twilight habría comenzado a analizar el hechizo para encontrar su equivalente ecuestre, pero no era el momento más indicado, y para ella tampoco.
Alguien corrió hasta donde estaba Quirrell y lo ayudó a levantarse, apoyándolo en su brazo. Todavía parecía aturdido, pero un estudiante de años superiores había lanzado un hechizo sobre él y ya se estaba recuperando.
Twilight miró a su alrededor, pensando rápidamente. ¿Había una criatura peligrosa en la escuela? ¿Por qué habría una criatura peligrosa en la escuela? ¡Se trata de una escuela, no del bosque Everfree! ¡Era algo terrible!
¿Y si fuera una especie de broma de Halloween, al igual que Luna hizo durante la Nightmare Night? Aun así, eso no tenía sentido, ya que los estudiantes de más edad estaban tan asustados como los más jóvenes. Si fuera así ya estarían acostumbrados, o quizás…
Oh, no.
-¿Qué pasa con Harry?-preguntó ella con urgencia.
Sus amigos la devolvieron la mirada, dándose cuenta de lo que quería decir.
-Pero... está en la torre, ¿no?-inquirió Fred.
-Sí, debería estar seguro….-murmuró George.
-¡No, no, él dijo que igual bajaría después!-recordó Twilight, luchando contra el comienzo de un ataque de pánico-¡Si está bajando y piensa que todo está bien, podría encontrarse con el troll!
Spike tragó saliva bajo su disfraz.
-Los trolls son malas noticias. Son muy resistentes a la magia... eso es todo lo que recuerdo, excepto que también son muy fuertes y duros de pelar.
Twilight se preocupó por momentos, y luego tomó una decisión.
-De acuerdo. Voy a asegurarme de que está bien.
-¡No puedes ir!-exclamó Spike-¡podría ser peligroso!
-Si Harry viene para acá y el troll está de camino, puedo ayudarle. Si no se ha movido de donde está y el troll tampoco, puedo advertirle. Y si él no viene, por lo menos sabrá que es mejor no bajar-contempló Twilight las posibilidades, dirigiéndose a la puerta-¡Percy, me voy para asegurar que Harry está bien!
-¿¡Que vas a hacer qué?! ¡Espera!-exclamó el prefecto pelirrojo, sin creérselo.
-Yo también voy-anunció Ron-fui un estúpido, y él es mi amigo.
Neville se levantó para ir también, junto con Spike y los gemelos. Percy se quedó boquiabierto, negando con la cabeza, y le explicó la situación concisamente a su compañera prefecta del dormitorio de las chicas, antes de salir disparado tras ellas con su varita en alto.
-¿Cuál es el camino más directo hasta la Torre de Gryffindor desde el Gran Comedor? Estamos a jueves, por lo que…-se preguntó Twilight, yendo al galope por los pasillos principales.
Tratando de recordar cómo funcionaban las escaleras, corrió tan rápido como pudo. Todavía era un poco incómodo, pero la escalera principal era una pendiente mucho más suave que las de caracol que conducen a la oficina del director y ella ya estaba bastante acostumbrada a ellas.
-¡Ajá! La única ruta buena hacia el quinto piso y superiores son las otras escaleras, y ésta es la única en llegar hasta la cuarta planta.
Eso significaba que había un pasillo de conexión a lo largo de la cuarta planta.
Al llegar a la tercera planta, Twilight sintió que sus patas comenzaban a arder y se detuvo un momento, jadeando. Un leve movimiento la llamó la atención, y se estremeció por un momento antes de darse cuenta que tan solo era una túnica ondeando, y no un troll, alejándose de ella.
Twilight sopesó las ventajas de gritar, pero decidió no hacerlo. Supuso que los profesores habían elaborado un acuartelamiento eficiente del edificio que ya se estaba dando en esos momentos. Además, técnicamente no debía estar allí. Así que no dijo nada, y retomó la subida de escaleras de nuevo.
-Estúpido castillo y estúpidas barreras anti-teletransportación...
Cuando por fin llegó al cuarto piso, se detuvo un segundo para calcular la ruta más rápida hacia la otra escalera; en ese momento, oyó un crash cerca de allí, seguido por un nervioso impedimenta.
-Eso no va a funcionar; hay una gran cantidad de criaturas mágicas en este mundo que tienen la piel gruesa, junto con una resistencia mágica inherente, casi tanto como los dragones ecuestres. Tal vez eso significa…
Los pensamientos de Twilight se pararon de golpe al ver a Harry y su inconfundible pelo negro despeinado, alejándose de un troll que se acercaba a él rápidamente. Lanzaba toda clase de hechizos y maldiciones que conocía a la criatura, aunque la lista no era demasiado larga.
Concentrándose, Twilight canalizó su magia en su cuerno mientras corría hacia adelante.
-Los trolls son resistentes a la magia, pero no es necesario hacerle daño, tan solo he de asegurarlo.
Harry la oyó venir, se dio la vuelta justo cuando ella patinaba hasta detenerse junto a él. Una cúpula de color rosado resplandeciente se materializó a su alrededor, y el garrote del troll rebotó tras un porrazo fuerte y una lluvia de chispas.
-Gracias, Shining...-murmuró para sí misma.
Luego se volvió a mirar al troll, que fruncía el ceño con perplejidad, observando la esfera de color rosa y empujándola con un dedo.
-¿Qué pasó?-inquirió Harry.
-El profesor Quirrell nos advirtió que había un troll en el castillo. No sé cómo llegó hasta aquí, pero me di cuenta de que podrías estar en problemas-explicó Twilight, dejando escapar una mueca cuando el troll golpeó la cúpula de nuevo.
Se miró por un momento y se dio cuenta de que aún llevaba su disfraz de la Nightmare Night, quitándoselo por si tuviera que hacer uso de mucha más magia.
-Parece que llegué justo a tiempo…
-¡Harry!-gritó Ron justo detrás de ellos-¿Estás bien, amigo?
-S-sí, gracias Ron. Por ahora- respondió Harry.
-¡Buen trabajo, Twilight!-exclamó Spike sonriente, antes de gritar por encima del ruido del troll reanudando su asalto.
-¿Cuánto tiempo puedes seguir así?
-¡Bastante, creo!-respondió Twilight, controlando su gasto de magia.
Afortunadamente los escudos defensivos de Shining estaban bien optimizados, aunque ella no podía igualar del todo la técnica del mismo modo que su hermano. Éste en particular fue diseñado para resistir impactos físicos.
-¡Bueno, nos supusimos algo así!-dijeron los gemelos al mismo tiempo.
-¿Por qué me habéis seguido?-inquirió Twilight-¿Neville también?
-Claro-afirmó Neville en voz baja-eres nuestra amiga.
Como si fuera tan simple… aunque en realidad lo era.
-¡Ahí estáis!-exclamó Percy, apareciendo tras la esquina-¿Qué creéis que estáis hacien… do?
El prefecto se recuperó rápidamente de la sorpresa al ver un escudo de color rosa brillante protegiendo a un unicornio de un troll en el cuarto piso de Hogwarts.
-Eh, vale… ¡Expelliarmus!-exclamó entonces, apuntando su varita hacia el troll.
Un chorro de luz centelleó de su varita, golpeando el troll, pero apenas funcionó.
Twilight miró hacia atrás, interesada.
-¿Cuál era ese hechizo?
Hubo otro ruido sordo y una lluvia de chispas saliendo de su escudo.
-Es un hechizo de desarme-respondió Percy, un tanto amedrentado-esperaba que no lo resistiría porque afecta al garrote, no al troll...
-¡Pues claro!
Sintiéndose un poco tonta al no ver antes la solución, Twilight dobló su concentración en el escudo y, usando su telequinesis, trató de arrebatar el garrote de la mano del troll.
-Y... ¡ahora!
El garrote salió volando en el aire, rebotando en el techo y aterrizando en algún lugar lejos del troll, el cual se quedó miró su mano confundido.
-¡Genial!-exclamó Percy-bien hecho. Ronald, ¿puedes ir a buscar a uno de los profesores, por favor? Vi al profesor Snape en el tercer piso, cuando venía para acá.
-¿Por qué tengo que ir yo?-inquirió Ron, molesto.
-Azar, Ronald. Ahora date prisa.
Percy se volvió hacia el troll.
-Twilight ¿tienes algún hechizo que podría funcionar con él? Me temo que la resistencia a conjuros de penetración es de nivel EXTASIS y aún no he avanzado tanto en Defensa Contra las Artes Oscuras.
-La resistencia a hechizos...-repitió Twilight, buscando entre su repertorio de magia ecuestriana-la mayoría de mis hechizos son más de utilidad lineal o para combate, y estoy oxidada en muchos de ellos. ¿Es la resistencia a conjuros absoluta?
-No, es un factor relativo. Los hechizos por debajo de un nivel de potencia A no tienen ningún efecto; entr son parcialmente absorbidos por su propio poder para aumentar la potencia de forma no lineal en comparación con el hechizo original. Y los superiores a B...-murmuró Percy, mientras trataba de recordar las palabras exactas de su libro de texto.
Fred, George, Harry, Spike y Neville se miraron entre sí un tanto perplejos, mientras Percy hacia a Twilight un rápido resumen de cómo funciona la resistencia a conjuros, al mismo tiempo que el troll intentaba romper el escudo a base de golpes con sus puños.
-Vale, en ese caso servirá, gracias.
Twilight se volvió, al tiempo que cargaba un hechizo explosivo ecuestriano y disparaba.
Todo el mundo se quedó, por lo menos, un poco sorprendido cuando el troll se vio lanzado por el pasillo con una fuerza tremenda, golpeando la pared del fondo.
-¡Pensaba que habías dicho que eran altamente resistentes a la magia!-recordó Twilight, mirándole ceñuda.
-¡Y yo pensaba que no tenías nada tan potente como eso!-replicó Percy.
Spike sonreía, dando fe de que Twilight era la mejor unicornio en cuanto a magia se refería. Todos los demás se veían un poco asustados.
En ese mismo instante, los gemelos sonrieron.
-¡Eso ha sido…
-… impresionante!
-Esto... ¿qué hacemos ahora?-preguntó Neville, levantando una mano.
-Oh, sí, lo siento. ¿Estáis todos bien?-inquirió Percy, sacudiendo su cabeza.
-Sí, claro-comenzó Twilight-¿Harry?
-Tranquila, estoy bien-afirmó Harry, con un tono de voz un poco incierto.
-Bien. Aunque… ¿por qué Harry no estaba en la fiesta?
-Porque es el aniversario de la muerte de sus padres-explicó Neville-tampoco estaba seguro de si quería bajar.
-Oh, vaya. Perdón por preguntar, no me había dado cuenta-murmuró Percy, sonrojado.
-Nadie lo hace-dijo Harry con amargura, hipando un poco-Yo...
-¿Estás bien?-preguntó Twilight-suele pasar después de que algo grande suceda. Sé lo que se siente.
-¿A qué te refieres?-inquirió Harry, mirándola.
-A cuando uno empieza a darse cuenta de todo lo que pudo haber salido mal. Empiezas dudando de ti mismo, pensando sobre todo en lo que podrías haber hecho mejor… Cuando estás bajo presión no hay tiempo para tener miedo, pero una vez que todo pasa, te das cuenta. Y eso... no me gusta.
-Bueno, por lo menos ahora tienes algo de experiencia…-observó Spike, sonriendo débilmente.
-Preferiría no tenerla en este momento-admitió Twilight, agitando las orejas y la cola.
-Hey, ¿dónde está el troll?-inquirió Ron, volviendo en ese momento con Dumbledore y Flitwick.
Fred y George se giraron para dirigirse a su hermano menor.
-¡Ha sido…
-… increíble! ¡Twilight…
-… lo mandó a volar a través de todo el…
-… pasillo!
-Caramba…-murmuró Flitwick, observando a Twilight y viendo al troll estampado contra la pared-¿Cuánta potencia usaste con ese hechizo?
-No sé cuan resistente sería a los conjuros, por lo que lo sobrecargué un poco de más-explicó Twilight, un tanto incómoda.
-Bueno, si mal no recuerdo comentó que tenía problemas a la hora de regular la potencia...-murmuró Flitwick, casi para sí mismo-impresionante.
-Ahora solo queda aclarar este embrollo. ¿Por qué estaban todos ustedes aquí?-inquirió entonces Dumbledore.
-Es culpa mía-comenzó a decir Harry-no estaba en la fiesta, y me encontraba yendo para allá cuando el troll…
-Oh, pues claro… ya decía yo que faltaba alguien. Y debido a eso no pudiste escuchar la advertencia del profesor Quirrell, por supuesto. Aunque no explicó cómo el troll se coló en Hogwarts, sin embargo. Estoy seguro de que es una larga historia…
-Eh… no, no, yo no lo dejé entrar…-murmuró el muchacho.
-Bueno, en ese caso quedas exculpado. Ahora, Twilight Sparkle. ¿Por qué estabas aquí?
Twilight le miró, sintiendo culpable.
-Me entró el pánico, lo siento. Sé que usted dijo que permaneciera en el Gran Comedor, incluso podría haber avisado a uno de los profesores, pero... simplemente no pensé.
-Ya veo-murmuró Dumbledore, mirándola por encima de sus gafas-entiendo, por lo que me contó, que está acostumbrada a manejar situaciones de emergencia por sí misma, pero es mejor confiar en el personal en situaciones como esta.
-¡Pero usted no llegó a tiempo!-dijo Ron de pronto.
Twilight sacudió su cabeza dirigiéndose hacia él, frustrada por que la gente hiciera excusas para ella. Sabía que lo importante era aceptar la culpa.
-No, tiene razón. Si se lo hubiera dicho a los profesores, podrían haber llegado a tiempo. Ellos ni siquiera lo sabían.
-Saliste corriendo hasta aquí-puntualizó Neville en voz baja-y eso que uno no se puede aparecer en Hogwarts.
-Por favor, dejadlo. Aprecio que tratéis de exculparme, pero... siento que he hecho mal. Quizás no. Aun así lo sigo creyendo. No pensé... y se supone que soy buena en eso.
Sonaba más amarga de lo que pretendía.
Después de un momento, Flitwick se excusó y se dirigió hacia el troll, para tratar de sacarlo del castillo.
Dumbledore se acarició la barba, sopesando sus palabras.
-Es cierto que su ayuda impidió una catástrofe potencial, Twilight Sparkle. Tal vez esto será suficiente. Se le castigará por abandonar un área de seguridad durante una crisis…
En ese momento, levantó la mano para acallar a los demás alumnos, que estaban a punto de hablar.
-… y usted recibirá veinte puntos por proteger con éxito a su compañero de escuela. ¿Le parece aceptable?
Twilight asintió bruscamente, ya que los efectos secundarios de la adrenalina comenzaron a hacer efecto.
-Muy bien, entonces. Por favor, informe a Hagrid este sábado por la noche, después de cenar. Creo que tiene una serie de tareas que pueden adaptarse a ti.
Una vez de vuelta en la torre de Gryffindor, Twilight ignoró a los demás y se dirigió directamente a su habitación. Spike la siguió, preocupado, y se estremeció cuando la vio derrumbándose sobre la cama.
-¿Estás bien, Twi?-inquirió él.
-No-respondió Twilight de seguido-eso ha sido... terrible.
-Pero... ¡si llegaste a hacer frente a Discord! ¡Y a Nightmare Moon! ¡E incluso a mí!-contó Spike con sus garras.
-Sí, lo sé. Pero simplemente… llegué justo a tiempo. No puedo dejar de pensar en lo que podría haber pasado si lo hubiera hecho un segundo más tarde.
Spike se dio cuenta de que estaba respirando profundamente y de manera uniforme, probablemente tratando de evitar el pánico.
-Parece… más real cuando sólo hay una sola persona.
Spike se acercó a la creciente pila de libros que Twilight había ido sacando de la biblioteca; tras ordenarlos durante un minuto más o menos, sacó un libro sobre teoría de hechizos.
-Para que lo sepas, probablemente no vaya a entender casi nada, pero estoy seguro de que te hará bien.
Se sentó en el borde de la cama, volcándose en las páginas de un capítulo acerca de encantamientos.
-A ver...
Existen una serie de formas de encantamientos. El más simple, conocido como hechizo persistente, es simplemente un encantamiento de transfiguración que es temporal pero de larga duración, como el encantamiento de amortiguación. Muchas formas de magia... eh... vale, no tengo ni idea de cuál es esta palabra…
Twilight se rio y levantó la vista.
-¿Estás tratando de leerme un libro antes de ir a la cama?
-Sí-asintió Spike, pasando la garra a lo largo de la palabra-pero no está funcionando. Esto... ¿Male… dicot?
-Déjame ver.
Twilight miró un momento por encima del hombro de Spike.
-Ah, maledicat. Es una forma muy arcaica de decir maldición.
-Entonces ¿por qué no dicen maldición y ya está?-preguntó Spike, alzando sus garras con gesto exasperado. Twilight cogió el libro antes de que se cayera de su regazo-no sé ¿acaso se consiguen puntos por usar palabras más oscuras?
-¿No te importa lo arcaico?-inquirió Twilight.
Spike negó con la cabeza.
-Bueno, no suena tan mal… Igualmente ¿continúo?
Twilight ojeó el libro un poco, y se lo dio de nuevo.
-Adelante.
-Vale.
Muchas formas de maledicats... son, simplemente, hechizos perjudiciales que pueden llegar a tener efectos negativos, ya sea en un objeto o una persona. Las formas más específicas de maldiciones incluyen encantamientos rúnicos, en los que se inscribe un hechizo a través de las runas que definen un efecto. Como se usaban en la antigüedad... ¿no?
Twilight tan solo asintió, escuchando atentamente.
-
Y también existen encantamientos aritmánticos más modernos, con los que el hechizo se convierte en un solo diagrama y se asigna a un objeto. Asimismo, existen ciertos tipos de encantamientos sustractivos, con los que un objeto con propiedades mágicas innatas se refina mediante la eliminación de rasgos indeseables.
En ese momento, Spike se detuvo.
-No creo que pueda seguir, hay unas ecuaciones raras en un par de frases…
-Tranquilo, no pasa nada. Gracias Spike, me siento mejor… Ahora ve a limpiarte los dientes.
-¿Tengo que hacerlo ahora? Los demás mencionaron algo acerca de traer las sobras de la fiesta aquí….
-Está bien, ve… Oh, por cierto ¿qué pasó con tu armadura?-inquirió Twilight.
-Me la quité a mitad de la escalera, cuando iba para allá. Iré mañana a por ella-respondió Spike, a medio camino de la puerta.
-¡Que no se te olvide!-exclamó ella antes de que desapareciera tras la puerta.
La última lección de esa jornada fue una larga hora de Defensa Contra las Artes Oscuras, centrada inevitablemente en criaturas mágicas. Resultó que Quirrell se encontraba muy bien calificado para manejar trolls, aunque admitió que prefería hacerlo con un poco de ayuda extra.
Cuando todo el mundo se iba, éste levantó la voz.
-Se-señorita Sparkle ¿ti-tiene un minuto?
Twilight se volvió, sorprendida.
-¿Sí, profesor?
-Se-será sólo un mo-momento, si no la im-importa- murmuró, forzando las palabras a través de su característico tartamudeo.
Ella asintió con la cabeza y se hizo a un lado para que Dean y Lavender pudieran pasar.
-Por supuesto que no. Esta es mi última clase del día.
-Gra-gracias.
Esperó a que todos se hubiesen ido, y luego cerró la puerta, sentándose tras su escritorio.
-Bueno, se-señorita Sparkle, me pre-preguntaba si se había dado cu-cuenta de lo-lo raro que fue ese tro-troll.
-En realidad no. Tengo muchas ganas de cursar Cuidado de Criaturas Mágicas, por supuesto, pero eso no se da hasta tercer año-admitió Twilight.
-N-no me refiero a eso, se-señorita Sparkle. Todo pa-parecía muy conveniente...
Twilight parecía perdida, dándose cuenta Quirell enseguida.
-¿Sa-sabe acerca de la pro-prohibición del pasillo del ter-tercer piso?
-Sí, el profesor Dumbledore lo mencionó-asintió Twilight.
-C-creo que a-alguien puede estar tratando de ro-robar lo que se oculta en el pa-pasillo.
Para su sorpresa, él esbozó una sonrisa tensa.
-Ho-Hogwarts es considerado el lu-lugar más se-seguro de toda Gran Bretaña, a pesar de que no lo pa-parezca de-después de lo de Halloween. Du-Dumbledore me pidió a-ayuda para pro-proteger algo.
-Oh, ya veo... ¿Y qué hay de ese banco de duendes, Gringotts? ¿No sería un lugar más seguro?-inquirió Twilight, frunciendo el ceño.
-Po-posiblemente. Pero Du-Dumbledore piensa de manera diferente. Después de todo, él es un g-gran mago-murmuró Quirell, encogiéndose de hombros.
-Supongo... Pero, ¿qué quiere que haga?-inquirió Twilight, preocupada.
-Ha-hazme saber si ve-ve algo sospechoso-pidió el profesor de Defensa. Probablemente no podría ser más específico, ya que casi cualquier cosa podría valer.
-¡Oh! Ahora que lo pienso, vi algo cuando estaba corriendo para tratar de encontrar a Harry. Vi a alguien entrar en el pasillo del tercer piso. Supuse que no sería nada serio…-anunció ella, sintiéndose un poco culpable.
Eso no era del todo cierto, después de todo. Incluso recordaba que Percy comentó ver a alguien en ese piso ¿Quién sería? Apenas podía recordarlo...
-E-en ese momento, e-estaba con el pro-profesor que-Kettleburn, por lo que no-no puede haber sido él... si fu-fuera alguien que s-se supone que debía de estar ahí…-murmuró Quirrell, con tono sombrío.
-¿Cree que alguien se podría haber colado?-preguntó Twilight.
-No lo pu-puedo descartar-admitió Quirrell.
-Está bien, estaré atenta-asintió la unicornio lavanda.
-No la pido ma-más que eso. Gra-gracias por su ti-tiempo, señorita S-Sparkle.
-Muy bien, Hagrid ¿Qué vamos a hacer? Creo que nunca antes me habían castigado-comentó Twilight, mientras contemplaba la última luz natural del dos de noviembre desvaneciéndose tras el horizonte.
-Bueno, no puedo hablar en nombre de los profesores-respondió Hagrid, llevando una ballesta en una mano y sosteniendo la correa de su perro Fang en la otra-pero siempre he creído en el trabajo práctico. Verás, tengo que ir al Bosque Prohibido para patrullar, tú también puedes venir.
-Vale, está bien.
Twilight lanzó un par de hechizos de luz, uno de su cuerno, y un lumos de su varita.
-¿Eso ayuda?
-¡Bueno, eres todo un premio!-rio Hagrid entre dientes-la mayoría de las veces tengo que pedir permiso para hacer eso. Bien, sólo somos tres, así que debemos ir en grupo. Vamos.
Hagrid partió a grandes zancadas hacia el perímetro del bosque, obligando a Twilight a mantener un ritmo de trote complicado para ella.
-¿Hay alguna razón en particular por la que tienes que patrullar? Te debe de quitar un montón de tiempo-inquirió Twilight al llegar a los primeros árboles, con los ojos fijos en el suelo para asegurarse de no tropezar con ramas o raíces.
-Bueno, un poco. Normalmente lo hago sólo un par de veces a la semana, pero recientemente han estado pasando cosas desagradables en el bosque por las noches.
Sonaba un poco preocupado.
-Esto no te estará quitando tiempo para estudiar ¿no?
-Oh, qué va. Me aseguré de terminar todos los deberes. Voy a empezar a investigar los hechizos defensivos mañana. ¿Has dicho que algo desagradable estaba pasando en el bosque?
-Sí. Algo ha estado matando unicornios-anunció el hombre con gravedad.
Twilight tropezó de golpe, tambaleándose hacia delante, pero las grandes espaldas de Hagrid la salvaron de caer.
-¿¡Que algo ha hecho qué?!
-Oh, perdona, debí haber recordado… Lo siento, es que estoy acostumbrado a... no importa.
Respirando entrecortadamente, Twilight puso sus pezuñas de nuevo en tierra firme, y Hagrid la soltó.
-¿Matando unicornios? ¿Algo aquí está matando unicornios?
-Sí. No sé qué puede ser. Al principio pensé que podría ser un hombre lobo o summat, pero hubo un ataque hace dos semanas, y no había luna llena. No te preocupes, estarás bien conmigo y Fang-la tranquilizó Hagrid, haciendo un gesto con su ballesta.
-¿Has estado llevando a otros estudiantes en estos viajes?
Twilight se concentró, formando un hechizo protector contingente a medias, para evitar que pudiera vomitar por reflejo. Gastó algo de su magia, pero no le importó en esos momentos.
-Bueno, sí-admitió Hagrid, algo perplejo.
-Dudo mucho que eso sea… seguro-murmuró Twilight, reteniendo la palabra inseguro-ahora, vamos a hacer esto rápido para que pueda volver al castillo cuanto antes.
Tras varias experiencias en el bosque Everfree, la idea de caminar por donde había una criatura potencialmente hostil llegaba a ser muy molesto.
Twilight saltaba ante cada crujido o ruido animal, imaginando de todo, desde un dragón hostil a una víbora que acecha en la oscuridad; pero nada se materializó hasta que, media hora después de entrar en el bosque, Hagrid señaló algo brillante en un claro.
-Eso es probablemente sangre de unicornio-anunció con gravedad-negocio sucio.
En cuanto puso un casco en el claro, Twilight se sintió débil. Echó un vistazo al animal blanco y grande tumbado justo a su lado antes de acercarse a trompicones a un arbusto, con arcadas.
-¿Estás bien?-inquirió Hagrid, agachándose a su lado-no sabía que los caballos podían enfermar…
-No, no estoy bien-masculló Twilight, entre lágrimas-una de mis mejores amigas tiene pelaje blanco, y mi maestra también. Incluso tiene el mismo tamaño. Por un momento... las he visto a ellas.
La unicornio lavanda tosió y escupió para sacarse el agrio sabor de su boca.
-Agh... los ponis pueden enfermar, pero es más difícil para el poni que es más grande de lo normal. No he estudiado mucha biología, no sé por qué...
-Bueno, tranquila, no pasa nada, quédate aquí. Le echaré un vistazo, Fang se quedará contigo. ¿Te importa dejarme un momento tu varita para alumbrarme?
Twilight levitó su varita y Hagrid la cogió con dos dedos.
-No te preocupes. Tendré cuidado con ella-agregó.
Twilight oyó el crujido de la maleza en cuanto Hagrid se acercó al unicornio muerto. Trató de pensar en otra cosa inmediatamente después.
-Vaya, esto no es bueno. Esta pobre yegua ha muerto hace un par de días... y no había comido nada. No creo que fuera un depredador, al menos por la sangre.
Tragando saliva, Twilight reunió el valor necesario para hacer una pregunta.
-¿Por qué no se lo han comido otros depredadores?
-Los unicornios… bueno, al menos los unicornios que tenemos aquí, son criaturas puras. Nada les atacaría así sin más. En cuanto a la sangre, se supone que contiene una poderosa magia, pero hay un alto coste para con ella...-explicó Hagrid, distraídamente-ni siquiera yo lo entiendo del todo. Nunca estuve interesado en ese tipo de temas. ¿Será alguna especie de maldición?
-De acuerdo ¿Podemos irnos ya? Me estoy poniendo mala por momentos…-pidió Twilight, tragando convulsivamente.
-Sí, será mejor. Volveré a recogerlo más tarde. ¡Fang! ¡Nos vamos a casa, chico!
Fang se dio la vuelta y comenzó a tirar de la correa. Hagrid lo seguía, y Twilight comenzó a moverse después de él. Cogió su varita de él un momento más tarde, y comenzó a concentrarse en el suelo otra vez.
Esa no había sido una semana muy divertida...
Al día siguiente, Twilight se lanzó a la investigación de nuevo. Empezó con la versión local de hechizos de protección, pero después de un buen rato se preguntó dónde podía encontrar un libro que mencionara la naturaleza de la sangre de unicornio.
Obstinadamente, se las arregló para aprender el más básico, Protego, una burbuja de protección que podía detener los hechizos de menor potencia. Una vez que terminó, fue después a buscar un libro sobre los usos de las criaturas mágicas.
No era alentador. La sangre de unicornio estaba llena de magia, lo suficiente como para que pudiera estabilizar a una criatura que se encontrara al borde de la muerte, incluso podría revertir el envejecimiento si se tomaba la suficiente. Pero la maldición que Hagrid mencionó estaba ahí también. El sujeto que era condenado sentía cada vez menos apego por la vida, por haber matado a una criatura tan pura e inocente por semejantes razones.
Twilight cerró el libro bastante afligida. No sólo se trataba de un tema delicado, sino que era una forma rastrera y atroz con tal de prolongar la vida. Incluso podía entender las consecuencias. Una sobrecarga mágica semejante causaría que la producción mágica natural del cuerpo se atrofiara, haciendo que el usuario fuera cada vez más dependiente de la sustancia mágica, hasta el punto de que si se interrumpía el consumo, podría ser fatal.
Hubo un pequeño destello de fuego a su lado, y Peewee apareció de improviso, aterrizando en la mesa.
-Oh, hola, Peewee...-le saludó Twilight-lo siento, me he sentido un poco mal de un tiempo a esta parte.
Peewee soltó un gorjeo de desaprobación, y luego comenzó a cantar.
No era muy complejo, como canto de ave que era, pero fue una maravilla escucharlo. Twilight pudo sentir su humor mejorando por momentos.
-Veo que has aprendido algo nuevo. Gracias. Lo necesitaba.
El pequeño fénix gorjeó alegremente, y salió volando en cuanto Madam Pince se presentó para ver qué era ese ruido.
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Bueno, por fin tengo el último capítulo traducido, perdonad por el retraso, pero es que he tenido un par de términos que se me han trabado bastante. Uno de ellos es el de maledicat, la palabra original es malison, otra forma antigua de decir en inglés maldición, curse. Pensé en dejarlo tal y como estaba, pero preferí usar el término en latín para designarlo como una palabra antigua y en desuso; lo hice de esta forma porque todos los hechizos del universo de Harry Potter vienen del latín, pensé que sería una buena forma de adaptarlo de una forma más "familiar" a la lengua romance por excelencia. Éste es el último capítulo escrito hasta ahora por el autor, por lo que habrá que esperar a que suba el siguiente.