Mensaje por Volgrand » 22 Ago 2013, 15:15
Nombre: Badabum Máximus
Raza:: Unicornio
Edad: Joven adulto.
Color del pelaje: Rojo anaranjado.
Color de la crin: Roja con las puntas amarillas. La suele llevar cubierta de hollín y restos de pólvora.
Marca: Una bomba con una mecha encendida a punto de explotar.
Badabum Máximus nació en un pueblo minero. Su padre, técnico en explosivos de profesión, tenía la costumbre de llevarse trabajo a casa. Ya sabéis, preparar la bomba para usar en la mina al día siguiente, hacer cálculos de la onda expansiva, preparar productos explosivos... y la cosa le iba bien. De verdad. En serio, que a la familia le iba bien.
Pero es que eso de dejar explosivos cerca de un joven unicornio con más curiosidad de la que es sana... no es la mejor de las ideas, ¿verdad? Pues eso que todos hemos pensado, el bueno del padre de Badabum, por decirlo finamente... lo pensó un poco, un poquitín tarde. No se dio cuenta de que su hijo miraba los explosivos con demasiado interés. Ni se dio cuenta de que le sisó unos cuantos ingredientes. Tampoco vio cuando el jovencito copió un conjuro de su libro de "Conjuros explosivos" para aprenderlo más tarde.
No, no se dio cuenta de nada. De hecho, era un día maravilloso. Los pájaros cantaban, los mineros cantaban, ¡todo el mundo cantaba! Era un gran día en el pueblo miner...
¡¡¡BRADABOOOOOOOOOOOOOOOOM!!!!
Y así, la iglesia del pueblo llegó a su fin, y la palabra del señor se repartió por los vecinos en forma de metralla. Éstos no la recibieron con alegría, sino con terror y contusiones. Y cuando llegaron al lugar del suceso, sólo encontraron a un humeante potrillo que... reía y reía ante lo que había hecho.. En su flanco, una nueva y flamante Cutie Mark brillaba.
Claro, que el bueno de Badabum intentó decirle a su padre que le encantaba su profesión y que quería hacer lo mismo. Pero cuando el inquisidor del pueblo se adelantó y le señaló con una pezuña acusadora mientras gritaba: "¡¡COGEDLO!!", digamos que Badabum tuvo el buen instinto de echar a correr. Y vaya si corrió. Estuvo corriendo durante cuatro años, el condenado. Si es que estos de la iglesia tienen más aguante de Poniel Phelps, ¿eh?
Pero bueno, no hay mal que por bien no venga, y es que el "bueno" de Badabum aprendió otras cosas que hacer con explosivos: Pistolas con las que fastidiar las ruedas de los carros, minas para detener a sus perseguidores, fuegos artificiales para derribar a los pegasos inquisidores... y cañones para hundir los barcos que le perseguían.
Y, ¡oh muchacho!¡qué delicia que es un cañón! La explosión que sacude todo tu navío, el silbar del proyectil, los gritos de terror de los marineros enemig... oh espera, que hay niños mirando. Mejor omitiremos esa parte.
Pero bueno, ya poco hay que contar. Al bueno de Badabum le quedaban dos opciones: O se unía a la armada o se hacía pirata. Y digamos que la inquisición tiene bastante presencia en la armada. Además, la capitana del barco pirata le ofreció pagarle con ron, dinamita, oro y todas las yeguas que fuera capaz de ligarse él mismo en puerto. ¿Qué marinero honrado rechazaría semejante puesto de trabajo?
Volgrand: Junta de Iberbronies, vocal
¿A que soy mono?

¡¡PUES DESPELLEJO FANFICTION!!