1x03
No recojas flores azules
Parte 2/2
Las cuatro yeguas salieron a la calle y escucharon gritos de terror provenientes de la tienda de Ranya, y después pudieron ver a varios ponis salir corriendo del local.
-Algo me dice que a Ranya también le pasa algo -comentó Hannai.
-Mejor que nos demos prisa -anunció Apple Sugar y todas asintieron.
Apretaron el paso y pronto llegaron frente a la tienda de su amiga.
-La hora de la verdad -murmuró Blanca.
[center]***[/center]
Ranya se levantó extrañamente desanimada. Se levantó de la cama entre bostezos e insultos hacía el colchón y luego fue a abrir la tienda. Pasaron varios minutos que abrió la tienda y nadie entró.
-¿Por qué nadie entra a la tienda? -Ranya hizo aparecer una piedra a la que le pintó una cara tonta y le hizo la pregunta.
-Eso es porque la tienda se ve horrible con tantos globos y arcoiris -Ranya puso voz grave como si hablara la piedra.
-Tienes razón, vamos a hacer unos cuantos arreglos -anunció Ranya con su voz normal.
La unicornio lanzó varios cuchillos que atravesaron algunos globos y se clavaron en paredes y suelo.
-Así está mejor, pero falta algo -Ranya puso de nuevo la voz grave.
-Cierto -afirmó la unicornio cogiendo un bote de sangre falsa. -Que no faltela sangre de broma.
Colocó sangre de broma colgando de las paredes y en el suelo y al terminar rió.
-Así sí está perfecto -dijo la unicornio con la voz grave.
-¡Que viene alguien! -dijo Ranya con su voz normal haciendo desaparecer la piedra.
Efectivamente, una poni de tierra de crines violetas, pelaje azul oscuro, y ojos amarillos entró.
-Buenos días, Night Light -saludó Ranya, pero la poni de tierra no contestó, estaba petrificada.
Poco a poco entraron unos cuantos ponis más, que se quedaron igual que Night Light.
-¿Pasa algo? -preguntó Ranya, sonriente.
Todos los que estaban en la tienda gritaron de terror y salieron corriendo.
-¿Por qué se han ido? -Ranya hizo aparecer de nuevo la piedra.
-Es que tienen el gusto atrofiado -respondió con la voz grave.
-Seguro que es eso, porque mi gusto es exquisito -comentó la unicornio haciendo desaparecer la piedra al ver entrar a Blanca, Hannai, Apple Sugar y a Yara.
-Hola chicas, ¿pasa algo? -saludó Ranya.
-Deduzco que te has despertado rara hoy tú también -dijo Apple Sugar.
-Si rara es tener mejor gusto para la decoración, entonces sí -respondió la unicornio.
-Ranya, no quiero decírtelo pero necesito ser sincera, tu gusto es el peor del mundo -replicó Hannai.
-Cierto -afirmó Blanca.
-No… ¡¡¡MI GUSTO ES EL MEJOR!!! -gritó Ranya, cosa que sorprendió a sus cuatro amigas.
-Ranya, tranquilizate, esta no es la verdadera tú, deja que te ayudemos -dijo Apple Sugar.
-Vaaale, lo que vosoootras digaaais -Ranya arrastraba las palabras.
-¿Nos acompañas a ver a Flisy? -preguntaron las cuatro.
-¡Vale! -respondió Ranya.
Las cinco salieron de la tienda que Ranya cerró y se dirigieron a la casa de Flisy. No tardaron apenas en llegar y llamaron a la puerta.
-¡Adelante, está abierta! -respondió la voz de Flisy desde el insterior.
[center]***[/center]
Flisy abrió los ojos lentamente y se sorprendió al encontrarse sentada en su cama, recordaba claramente haberse tumbado.
-He debido moverme en sueños -cuando la maga intentó moverse, se encontró con que solo podía moverse de cuello para arriba. -¿¡Pero qué!? -no pudo acabar de quejarse, pues llamaron a la puerta de su casa. -¡Adelante, está abierta! -aunque en realidad no estaba segura.
Escuchó el sonido de la puerta al abrirse y de las pisabas de sus amigas… Eran cuatro, pero una llevaba algo pesado, se notaba en el tipo de sonido que realuzaba al caminar.
-¡Filsy, ¿dónde estás?! -preguntó Apple Sugar.
-¡En mi habitación! -respondió la maga.
Escuchó de nuevo los pasos de sus amigas que se acercaban a la puerta que se abrió a continuación. A Flisy le sorprendió encontrar a una Blanca alicornio, a Yara con los ojos fuertemente cerrados y sentada sobre el lomo de Apple Sugar, y a Ranya con cara de indiferencia.
-Luego te explicaremos -dijo Apple Sugar que había captado la sorpresa de la maga. -¿Te has levantado hoy rara tú también?
-Más o menos… No consigo moverme del cuello para abajo -respondió Flisy.
Apple Sugar abrió los ojos como platos y se desmayó derepente.
[center]***[/center]
-Pobre Apple Sugar… ¿Pero qué es lo que le ha pasado en realidad? -se compareció Flisy.
-Puede que solo se haya desmayado -Hannai trataba de ser optimista cuando Ranya rió.
-Y puede que haya sido por una sobrecarga de pateticismo a su alrededor -rió la unicornio.
-No hables así de nosotras -dijo Flisy. -Porque entonces…
-¿Entonces qué? -interrumpió Ranya. -¿Me atacarás? ¡Oh, no!Que no puedes moverte de cuello para abajo.
Una estela fugaz impactó en la cara de Ranya dejándola hinchada y con un ojo morado. Pudieron ver que era Apple Sugar que había coceado la cara de la unicornio.
-No consiento que nadie se meta con mis amigas -la granjera estaba notablemente enfadada. -Mientras "dormía", por así decirlo, he recordado que en Ponyville pasó algo similar a esto una vez, a lo mejor allí saben como hacer que volváis a la normalidad.
-¿Y cómo sabes eso? -preguntó Flisy.
-Porque le pasó a una familiar mía de allí -respondió Apple Sugar, que parecía más calmada.
Las seis yeguas salieron de la casa y se dirigieron a la entrada del pueblo. Se miraron unas a otras (más o menos) y asistieron (menos Ranya, que estaba inconsciente).
-¡En marcha, aventureros! -gritó Hannai revoloteando de aquí para allá.
-No tuviste ayer aventuras suficientes, por lo que veo -comentó Flisy, a quien Blanca llevaba sobre el lomo.
-Veremos como se choque con un árbol, anda que no me reiré -río Ranya que comenzaba a recuperar la consciencia cuando Apple Sugar le dio otra doble coz en la cara y la volvió a dejar inconsciente.
[center]***[/center]
Llegaron rápidamente y pronto estuvieron enredadas entre una multitud de ponis frente a algunos puestos.
-Chicas, perdonadme -dijo Apple Sugar, y antes de que las demás pudiera preguntar nada lanzó su sombrero lo más alto que pudo y gritó a pleno pulmón: -¡Apple Jack!
Cuando el sombrero volvió a caer y la granjera se lo acomodó en la cabeza, un sombrero vaquero marrón se elevó desde un puesto y las seis escucharon como alguien gritaba:
-¡Por aquí!
Las seis yeguas fueron corriendo al lugar del que provenían tanto el sombrero como la voz. Se encontraron frente a un puesto de manzanas tras el cual estaba una poni de crines amarillas, pelaje anaranjado y ojos verdes, que llevaba el sombrero que antes habían visto.
-Apple Jack… -Apple Sugar jadeaba, -Necesitamos tu ayuda
La poni del puesto de manzanas miró de arriba abajo a todas y cada una de ellas.
-Explicate mejor -pidió la anaranjada poni.
-¿Tú ves siquiera normal a alguna de ellas? -inquirió Apple Sugar.
-A ver… ¿Hay una poni inconsciente? -preguntó la poni del puesto.
-No... Eso ha sido porque se lo merecía, pero no es eso -respondió la poni de las trenzas.
A Apple Sugar le costó explicarle el problema a la otra poni, sobretodo por interrupciones de doña insoportable (Ranya).
-No digas más, sé justo lo que hacer - dijo la llamada Apple Jack y las siete salieron corriendo encabezadas por la poni anaranjada.
Pronto llegaron a un spa.
-¿Por qué hemos venido aquí? -preguntó Ranya, por lo menos en curiosidad seguía siendo la misma.
-Porque si no me confundo, habéis sido víctimas de una planta llamada broma venenosa, que gasta bromas pesadas a quien las toca, y su cura es un simple baño de burbujas -explicó Apple Jack mientras las siete entraban. -Quedaros esperando, yo les explicaré la situación.
Las seis yeguas asintieron mientras la granjera explicaba la situación a las encargadas del spa.
[center]***[/center]
Después de un rato las seis yeguas fueron conducidas a una bañera con burbujas.
-¿Y esto es la cura? -inquirió Ranya.
Como respuesta, Apple Sugar la metió en la bañera de una coz.
-¡Vamos, chicas, esto es super mega ultra hiper genial! -gritó la unicornio y se puso a chapotear en la bañera.
-Creo que sí es la cura -comentó Flisy.
Sobre el lomo de Apple Sugar, Yara se tambaleó y cayó en la bañera. Cuando su cara emergió del agua y tenía los ojos abiertos, nada raro pasó.
-¡Me toca a mí! -Hannai se tiró en picado a la bañera y pronto sacó la cabeza del agua, riendo.
-¿Me haces unas muffins, Hannai? -preguntó Blanca.
-¡Ni lo sueñes, basura sin color! -respondió la potrilla.
-Hannai ha vuelto -anunció la blanquecina alicornio.
-¿Podéis ayudarme a mí a entrar en la bañera? -preguntó Flisy.
-Claro -respondió Apple Sugar.
Entre Blanca y la granjera, introdujeron a la maga en la bañera. Una vez Flisy estuvo dentro, no pudo quedarse quieta y corrió de un lado a otro. A Apple Sugar le entró la risa mientras Blanca se lanzaba a la bañera.
-¿Puedo entrar yo también? -la granjera estaba preguntando a una de las encargadas del spa.
-Por supuesto -Apple Sugar se lanzó entonces a la bañera y las seis yeguas de esta rieron.
Fin chapter 1x03