[rol] El fin de los ponis 2 (Master: Volgrand)

[Volgrand]

Respuesta rápida: no. Respuesta larga: haz tú esa parte de la historia.

[Sharpo]

Al menos eso me dijieron las ardillas. Me gustaría saber mas que todo como acercarme al dirigible sin levantar sospechas acerca de este trafico ilegal, lo mejor que puedo hacer es preguntar por la mercancía en si.

El mira el techo, calculando y orando para mantenerse calmo, necesitaria toda su paciencia y temple para sacar informacion sin tener que usar la Unipatta y meterse en problemas.

[Pandora]

Tras hablar durante un buen rato con las ardillas, Madness se puso seria. Sacando una lista de sus alforjas, se la enseñó a las ardillas.

-Todo lo que está tachado son materiales que he gastado y me gustaría recuperar. A ver... Necesito un poco de pólvora, un par de piedras de pedernal, algo de fósforo y más botellitas; pero también me gustaría ver la mercancía que traéis esta vez por si acaso algo más me interesa. A cambio... -trasteó de nuevo en sus alforjas y sacó de nuevo la botellita con el polvo azul-. Os daré dos de estas. Es mi nueva receta: corroe casi cualquier metal y explota en contacto con fuego. No me gustaría estar en el pellejo del que sufra heridas con esto... ¡Si es que le queda pellejo después! -Madness volvió a reír ante su propio chiste-. ¿Qué me decís?

[McDohl]

Me acomodé al pegaso en el lomo mientras lo sacaba de la clínica. Parecía estable... pero se le notaba débil. Una carga, vamos.

"¿Y ahora que hago yo contigo? -medité para mis adentros- Porque si te vienes con nosotros de poco nos vas a servir. Si van por hembras ahora no vales ni de señuelo."

Hice un poco de memoria. Había estado en Baltimare hacía ya un tiempo. Quizás mis compañeros no supiesen nada, pero yo si que tenía idea de alguien que al menos podría quitarme al pegaso de encima. Alguien que optó por la vida al margen de los demás ponis llegado cierto momento y que gracias al cazurro de Bob, supe que estaba aquí. Valía la pena hacerle una visita y... ¿quién sabe? Quizás hasta consiguiese almorzar algo.

Recordaba el camino... y procuré que nadie me siguiera. Al girar por una calle, allí estaba: la alcantarilla seguía sin cerrar.

Metí al pegaso como pude por ella antes de ir yo detrás y cerrar la tapa tras de mí. Un par de giros, una escalera... y bingo.

El local era un bajo que desde la calle parecía cerrado y abandonado... pero solo unos pocos sabían que gracias a una entrada trasera seguía habitado. Y me di cuenta de ello cuando un fuerte pisar de cascos anunció la entrada de una figura encapuchada... pero equina.

-¡¿Quien va?! ¿Como has encontrado este sitio?

Me retiré la capucha al tiempo que recuperaba mi aspecto.

-Sigues siendo tan basta como recordaba, poni.

La figura encapuchada se descubrió. Seguía recogiendo su crin violeta con dos coletas y sus rasgos seguían igual de infantiles que cuando estábamos en aquel refugio. Lily Longsocks, la poni de fuerza desorbitada. Su nombre se me quedó grabado a fuego cuando casi me aplasta la cabeza con un pedrusco en una de esas veces que salíamos a buscar algo que comer, aunque yo no lo necesitase realmente. Tal era su fuerza que, a pesar de lo que implicaba, prefirió vivir al margen de sus amigos para no acabar haciéndoles daño por error. Pero ahora mismo era la mejor opción para dejar al pegaso. Mejor con ella que con otra jauría de perros. Sería un engorro tener que volverlo a rescatar.

-¡Tu! ¿Qué haces aquí? ¿A que santo vuelves ahora?

-Eh, tranquila, poni. Pensaba que te alegrarías de ver a un antiguo amigo de escuela -dije, dejando al pegaso en una especie de sofá que había en un rincón-. Da la casualidad de que mi grupo lo ha rescatado y lo ha traído hasta aquí. Está débil aun, así que no puede viajar.

La poni lo reconoció al instante. No tardó ni dos segundos en ir a su lado y observarlo con rostro de preocupación. No pasó ni un minuto hasta que el pegaso abrió los ojos y al reconocer a quién tenía delante, le dio un abrazo con las pocas fuerzas que tenía.

"Perfecto"

No creo que notasen como se me iluminaban los ojos al tiempo que la atmósfera parecía recargarse algo más de lo que ya lo estaba. Aquello me vino de lujo. Al menos ya he podido comer algo. Quizás con suerte hasta pueda condensar uno o dos cristales.

[edgareo]

A Rocket se le ocurrió una idea. Era uns idea descabellada, loca, y posiblemente suicida, pero...valia la pena proponerla:

-Oid...se me ha ocurrido una idea que podemos usar como último recurso. Ellos comercian con ponies, y solo quieren ponies hembras, ¿verdad? Bien...¿y si le plantamos un cebo? ¿Que os parecería la idea?

[Sharpo]

Nada garantizaría de que la "carnada" siempre esté segura, si hace falta prefiero yo ser el cebo a dejar que otro mas corra el riesgo. Aunque acepten solo hembras no dejarían pasar a un guerrero

Lo digo en tono muy serio.

[Volgrand]

[quote="Pandora";p=330965]Tras hablar durante un buen rato con las ardillas, Madness se puso seria. Sacando una lista de sus alforjas, se la enseñó a las ardillas.

-Todo lo que está tachado son materiales que he gastado y me gustaría recuperar. A ver... Necesito un poco de pólvora, un par de piedras de pedernal, algo de fósforo y más botellitas; pero también me gustaría ver la mercancía que traéis esta vez por si acaso algo más me interesa. A cambio... -trasteó de nuevo en sus alforjas y sacó de nuevo la botellita con el polvo azul-. Os daré dos de estas. Es mi nueva receta: corroe casi cualquier metal y explota en contacto con fuego. No me gustaría estar en el pellejo del que sufra heridas con esto... ¡Si es que le queda pellejo después! -Madness volvió a reír ante su propio chiste-. ¿Qué me decís?[/quote]

Haces comercio con las ardillas, como de costumbre. Esto forma parte de vuestros recursos estándar.




[quote="McDohl";p=331119]

Spoiler:

Me acomodé al pegaso en el lomo mientras lo sacaba de la clínica. Parecía estable... pero se le notaba débil. Una carga, vamos.

"¿Y ahora que hago yo contigo? -medité para mis adentros- Porque si te vienes con nosotros de poco nos vas a servir. Si van por hembras ahora no vales ni de señuelo."

Hice un poco de memoria. Había estado en Baltimare hacía ya un tiempo. Quizás mis compañeros no supiesen nada, pero yo si que tenía idea de alguien que al menos podría quitarme al pegaso de encima. Alguien que optó por la vida al margen de los demás ponis llegado cierto momento y que gracias al cazurro de Bob, supe que estaba aquí. Valía la pena hacerle una visita y... ¿quién sabe? Quizás hasta consiguiese almorzar algo.

Recordaba el camino... y procuré que nadie me siguiera. Al girar por una calle, allí estaba: la alcantarilla seguía sin cerrar.

Metí al pegaso como pude por ella antes de ir yo detrás y cerrar la tapa tras de mí. Un par de giros, una escalera... y bingo.

El local era un bajo que desde la calle parecía cerrado y abandonado... pero solo unos pocos sabían que gracias a una entrada trasera seguía habitado. Y me di cuenta de ello cuando un fuerte pisar de cascos anunció la entrada de una figura encapuchada... pero equina.

-¡¿Quien va?! ¿Como has encontrado este sitio?

Me retiré la capucha al tiempo que recuperaba mi aspecto.

-Sigues siendo tan basta como recordaba, poni.

La figura encapuchada se descubrió. Seguía recogiendo su crin violeta con dos coletas y sus rasgos seguían igual de infantiles que cuando estábamos en aquel refugio. Lily Longsocks, la poni de fuerza desorbitada. Su nombre se me quedó grabado a fuego cuando casi me aplasta la cabeza con un pedrusco en una de esas veces que salíamos a buscar algo que comer, aunque yo no lo necesitase realmente. Tal era su fuerza que, a pesar de lo que implicaba, prefirió vivir al margen de sus amigos para no acabar haciéndoles daño por error. Pero ahora mismo era la mejor opción para dejar al pegaso. Mejor con ella que con otra jauría de perros. Sería un engorro tener que volverlo a rescatar.

-¡Tu! ¿Qué haces aquí? ¿A que santo vuelves ahora?

-Eh, tranquila, poni. Pensaba que te alegrarías de ver a un antiguo amigo de escuela -dije, dejando al pegaso en una especie de sofá que había en un rincón-. Da la casualidad de que mi grupo lo ha rescatado y lo ha traído hasta aquí. Está débil aun, así que no puede viajar.

La poni lo reconoció al instante. No tardó ni dos segundos en ir a su lado y observarlo con rostro de preocupación. No pasó ni un minuto hasta que el pegaso abrió los ojos y al reconocer a quién tenía delante, le dio un abrazo con las pocas fuerzas que tenía.

"Perfecto"

No creo que notasen como se me iluminaban los ojos al tiempo que la atmósfera parecía recargarse algo más de lo que ya lo estaba. Aquello me vino de lujo. Al menos ya he podido comer algo. Quizás con suerte hasta pueda condensar uno o dos cristales

.[/quote]

Tenéis a Feather en un lugar seguro, de momento.



Mientras estáis charlando en la taberna o llevando a Feather a un lugar seguro para que se recupere, podéis ver que hay algo de movimiento. Varios grifos y perros joyeros se apresuran a la zona de atraque y, al poco, veis llegar un dirigible ardilla.

El Gold Rush. Ha llegado antes de tiempo.

Es un dirigible, ciertamente, grande, incluso para los estándares de las ardillas. Pintado en tonos rojo y dorado, tiene aspecto reforzado y, sin duda alguna, tiene bastantes armas tecnomágicas montadas en los afustes exteriores. El personal de tierra toma las amarras y ayuda al titán a atracar y, bien pronto, los comerciantes se aproximan para tratar con la tripulación. Podéis ver que, como suele ser costubmre, un pequeño grupo de la tripulación del Gold Rush se ha situado cerca de su vehículo, en un puesto para atender a los distintos comerciantes. Otro grupo está coordinando a los mozos de la ciudad para transportar distintas mercaderías a los clientes. A primera vista, no veis ninguna pista que os indique la presencia de ningún esclavo, poni o no.

[Sharpo]

Ha llegado el momento. Me despido de Haymony por todo y me retiro de la cantina. Me acerco al dirigible, pero a distancia, sentado en un cimiento caido que era ideal como una especie de banca en la pista de anclaje. Mas que todo observo que se tranza y quienes son los comerciantes, dando enfasis si hay grandes contenedores con orificios de ventilación o si alguno de los comerciantes lleven a los compradores a otra área mas "privada". Me mentiría a mi mismo si no me siento intimidado al ver semejante nave, se tendría que tener una flotilla entera para rasmillar la pintura de ese bastión flotante. Ya subiendo los riesgos comienzo a dudar de seguir con el plan, esto ya trasiende de sus capacidades actuales ¿Qué me diría Frosted?

Me siento conflictivo, pero antes me enfoco en sacarme las dudas sobre el trafico equino por parte del Gold Rush

[Volgrand]

[quote="Sharpo";p=331348]Ha llegado el momento. Me despido de Haymony por todo y me retiro de la cantina. Me acerco al dirigible, pero a distancia, sentado en un cimiento caido que era ideal como una especie de banca en la pista de anclaje. Mas que todo observo que se tranza y quienes son los comerciantes, dando enfasis si hay grandes contenedores con orificios de ventilación o si alguno de los comerciantes lleven a los compradores a otra área mas "privada". Me mentiría a mi mismo si no me siento intimidado al ver semejante nave, se tendría que tener una flotilla entera para rasmillar la pintura de ese bastión flotante. Ya subiendo los riesgos comienzo a dudar de seguir con el plan, esto ya trasiende de sus capacidades actuales ¿Qué me diría Frosted?

Me siento conflictivo, pero antes me enfoco en sacarme las dudas sobre el trafico equino por parte del Gold Rush[/quote]

Habiendo aprendido el arte del regateo y el comerico con tu familia grifo durante un tiempo, no tardas demasiado en detectar que hay un grupo de ardillas del Gold Rush que parecen atender más en privado a sus clientes. De hecho acaban saliendo de la zona del aeropuerto y montando un puestecito en una casa cercana. Pronto hay un par de guardias grifo custodiando la puerta y registrando a los que entran a hacer negocios.

[McDohl]

Abandoné el refugio por donde había venido adoptando la identidad de un poni de tierra, teniendo el cuidado de no dejarme ver al salir y cerrando lo mejor posible la alcantarilla.

"Bueno, un fardo menos con el que cargar y además he comido bastante... pero con esto nunca llegaré a ningún lado. Es demasiado poco"

Ahora tocaba reencontrarme con el resto de los ponis y ver cual es la estrategia a seguir. Tengo que convencerlos para que investiguen su esterilidad o nunca podré sacarles suficiente amor si siguen condenados a la extinción. Y lo necesito.

No tardé en darme cuenta de que había ajetreo por la zona de atraque de dirigibles...

Y no era para menos. Recordaba ese armatoste. Lo vi varias veces en mis ciclos de deambular por las tierras. Y veo que no soy el único que se ha percatado...

El poni de la armadura de nuestro grupo, ¿como se llamaba? Serene algo... meh, "el poni de la armadura" parecía fijarse en algo. Mejor que me cuente que han estado haciendo él y los demás mientras me llevaba al pegaso.

-Eh, poni en lata, soy yo -le dije sin descubrirme el rostro, pero mostrando uno de mis cristales. Eran mi mejor aval para dejar clara mi identidad sin eliminar mis tapaderas-. El pegaso ya está sanado y en un lugar seguro. La otra pegaso parece que ha decidido hacer mutis por el foro de forma permanente, pero me dio esto como despedida -dije, sacando la batería-. ¿Habéis sacado algo en claro?

[Sharpo]

Muy bien, a moverse A penas doy unos leves pasos retumbo como una pila de cadenas Mierda, será imposible usar esto sin llamar la atención Al poco tiempo veo al Changeling se acerca con buenas noticias. Como una herradura al casco para esta situación.

He indagado algo del Gold Rush, pero has llegado en el mejor momento posible. Creo que tengo un rastro acerca del trafico equino, pero no me puedo acercar sin llamar la atención. Adopta una nueva imagen y ve si por la batería vas con la intención de "ver los buenos productos", aparenta tener mas dinero del que tenemos para tentarlos a mostrar toda la mercancia y que veas todo lo que tienen, despues vas al bar y me cuentas todo ¿De acuerdo?