Antes de nada, dejadme decir que tenía bastante miedo de lo que diría la gente respecto a poner aliens en mi fic.

Me alegra ver que los comentarios (de sg91 y amadeus_dark) han sido positivos, lo agradezco mucho

sin mas os dejo la continuación.
CAPITULO 14
El gran coloso de metal estaba ante el grupo, Aerrow, Summer y Stormstone esperaban las instrucciones.
-Muy bien- dijo Ryner- Summer, ¿conoces algún conjuro para atravesar paredes y de levitación?-
-Eh…si, conozco unos sencillos, podría hacerlos al mismo tiempo- contestó la unicornio.
-Estupendo, pues aplícanoslos a todos. Entraremos a través del casco protector, os quiero en la máxima alerta-
Los ponies asintieron y Summer hizo brillar su cuerno, Ryner sintió como su cuerpo levitaba y se acercaba despacio a la pared metálica.
Entraron en la estructura (con un desagradable cosquilleo) y tras avanzar una veintena de metros aparecieron al otro lado, en una zona abierta.
Era un pasillo muy ancho y alto, de aspecto futurista, cada varias decenas de metros se dividía en varios caminos, haciendo lo que parecía un laberinto.
-Bueno jefe, ¿ahora por donde?- preguntó Store.
-Seguidme, permaneced alerta y en silencio…no se por qué habrán venido, pero no esperemos una buena respuesta después de irrumpir en su nave sin permiso-
El grupo avanzaba sin parar y observando en todas las direcciones, durante varios pasillos todo parecía exactamente de la misma manera. La calma fue interrumpida por el veterano Aerrow.
-Señor, en caso de necesitar escapar ¿cómo lo haremos?-
-Dependerá de Summer- dijo el humano.
-¿Y…yo?-
-Si, en caso de que nos descubran tendrás que actuar rápido y volver a colocar el conjuro de atravesar paredes, de esa manera solo tendremos que correr hacia el borde más cercano que, si no me falla mi percepción, está a unos 100 metros a la derecha-
-Pues estamos apañados- comentó Stomrstone con sarcasmo.
Summer bajó la cabeza con tristeza.
-Levanta la cabeza, pequeña, si no pensara que eres capaz de hacerlo no te habría traído en primer lugar-
La unicornio miró a Ryner, que estaba en la cabeza y había hablado sin volverse. Al verle delante suyo, una extraña calma le rodeó y sonrió, pero antes de poder agradecerlo, el humano levantó el puño en señal de parar y todos se pegaron al borde del pasillo rápidamente.
A un par de metros del pasillo había un cruce con otro en ángulo recto…y se oían pasos metálicos de un caminar tranquilo.
Todos aguantaron la respiración, Ryner agarró el mango de su espada, Summer se concentró en caso de necesitar conjuros, Aerrow y Store se colocaron para lanzarse a atacar en caso de ser necesario, y entonces todos lo vieron.
No se podía distinguir si era un ser vivo porque hasta la última parte estaba recubierta de metal, la criatura llevaba una especie de armadura cibernética con unas líneas que recorrían el diseño de un color morado fluorescente. Tenía forma humana, pero era diferente. Caminaba en forma erguida pero tenía una cabeza más alargada, su cuerpo y extremidades eran bastantes delgados, tenía dos brazos y dos piernas pero estás últimas tenían los tobillos muy elevados, similares a la estructura de una cabra o similar, en los pies y las manos se observaba que llevaba guantes con tres dedos, su cabeza alargada estaba cubierta con un casco y cuatro cristales que parecían los visores. Debía medir casi dos metros y llevaba una lámina tecnológica que parecía estar revisando.
Los miembros del grupo permanecieron quietos como estatuas, la criatura no se percató de la presencia de los intrusos y continuó su camino sin pararse.
El equipo volvió a respirar pero todos sabían que no era prudente hablar, así que Ryner, por señas, les indicó que lo siguieran y se adentraron a seguir al alienígena.
Durante varios pasillos siguieron a la criatura desde una distancia prudente, este no apartaba la vista de su lámina y parecía saber perfectamente hacia donde se dirigía.
El equipo lo observó girar una esquina y se asomaron con cuidado para observar, a unos veinte metros se observaba una compuerta, el alienígena tecleó algo en el panel de control de forma circular, la compuerta se abrió y entró antes de que se volviera a cerrar.
El equipo se dirigió al panel.
-Summer, ¿puedes averiguar lo que ha tecleado para entrar?- preguntó Store adelantándose a Ryner.
-Creo que sí, dadme un momento-
El cuerno brilló y también lo hizo el panel, entonces se observó una imagen difusa, una mano alienígena que pulsaba la secuencia de botones. Se estaba observando lo que acababa de pasar hace unos segundos.
Cuando se fue la imagen, Ryner no perdió el tiempo y pulsó de la misma manera que había salido en la visión, la puerta se abrió y se adentraron con rapidez. Al entrar, todos se quedaron pasmados.
La sala era tan alta que no se veía el techo, solo una inmensidad de color negro, la sala debería medir varios kilómetros de largo y ancho porque lo mismo pasaba con las paredes, de manera regular se observaba que la sala estaba salpicada con torres rectangulares de igual altura, eran estructuras metálicas y en fila, de arriba a abajo se veían contenedores de gran tamaño de forma ovalada. Tras asegurarse de que no había ningún vigilante Ryner se acercó a la torre más cercana seguido de su equipo.
-¿Qué es esto?- preguntó en voz baja Store.
-Parecen contenedores- respondió Summer en un susurro.
-¿Pero qué contienen?- inquirió Aerrow.
Entonces se escucharon otra vez los pasos metálicos a lo lejos.
-Summer, usa algún conjuro de invisibilidad- ordenó Ryner.
-Advierto que no durará mucho- dijo apenada la unicornio.
-¡No importa! ¡Hazlo!-
El cuerno volvió a brillar y el equipo desapareció, Ryner pudo verlos como siluetas borrosas pero supuso que sería porque estaba él también bajo el efecto.
El alienígena del principio se acercó a ellos, pero no se dio cuenta de la presencia del grupo, mientras volvía a observar su lámina tecnológica, tecleó otra vez un código en un teclado circular de la base de la columna. Entonces el primer contenedor se abrió mientras expulsaba vapor de unos conductos para liberar la presión del vacío formado.
En su interior había otro alielígena, de aspecto similar a su compañero exterior, pero el del interior era un poco más alto y su armadura metálica parecía más pesada y resistente, estaba rodeado de cables y tubos, parecía inconsciente, aunque tanto sus visores como las líneas fluorescentes brillaban con intensidad (aunque no tanta como su compañero de afuera) pero lo que le llamó la atención a Ryner fue un artilugio que descansaba enganchado en el borde del contenedor, era de forma redondeada y metálico, tenía el mismo patrón morado que las armaduras y tenía cañón, culata y gatillo. No había duda, eso era un arma y lo más probable es que la criatura encerrada fuera un soldado.
Ryner se dio la vuelta para ver a su equipo, storm y Aerrow parecían comprender la situación también porque se veía el asombro y pavor en sus rostros, Summer por otra parte, tenía los ojos cerrados y sudaba ligeramente, el conjuro no aguantaría mucho.
El humano hizo señas y el equipo se colocó tras la columna de espaldas a la criatura inspectora y se deshizo el hechizo.
Mientras Summer recuperaba el aliento, Ryner observó como el alienígena tecleaba algo en su lámina, volvía a teclear algo en el panel y la capsula se volvía a cerrar, entonces salió otra vez de la sala al pasillo.
-No podemos quedarnos, hay que salir y ya- sugirió Aerrow.
-¡Estas cosas quieren invadirnos!- exclamó en voz baja Store.
-Si, creo que ya hemos visto bastante, movámonos- dijo Ryner sudando.
A Summer le faltaba un rato para poder realizar el conjuro de atravesar paredes, así que tuvieron que salir al pasillo y recorrerlo de manera rápida y silenciosa, volvían por un pasillo desconocido que, en teoría, debería llevarlos al borde más próximo en línea recta.
-Maldita sea, esperaba que fueran pacíficos-susurró Summer mientras se movían.
-¡Pero no lo entiendo, no les hemos hecho nada!- exclamó Store.
-Debemos informar a las princesas de inmediato- añadió Aerrow- Esto es una invasión en toda regla, ¿verdad, Ryner?... ¿Ryner?-
El equipo se paró, Ryner se había quedado atrás y observaba a través de una compuerta bastante grande, él observava a través de un rectángulo de vidrio transparente el interior.
-¡Señor Ryner, no podemos entretenernos!- comentó impaciente y temerosa Summer.
-Eso es azul- comentó impasible el humano.
Todos se asomaron al vidrio y, efectivamente, entre tanto gris metalizado resaltaba el color azul de su interior. El color se observaba de lo que parecía césped y trozos de tierra de gran tamaño que había en el interior.
-Abre la puerta, Summer- dijo Ryner.
-Pero…-
-Hazlo, por favor-
Tras abrir la puerta, el equipo vio el interior de la sala, era tan grande como la anterior, pero en esta había mucha más…naturaleza. Había piedra, tierra y vegetación abundante pero no parecía de Equestria ni de la Tierra…además estaba todo destrozado, era como si una gigantesca pala se hubiera hundido en un mundo y lo hubiera dejado caer en esa sala sin la más mínima importancia de que es lo que había cogido.
Entre el montón de materia, había mucha tierra, arena, rocas, un pedazo de lo que parecía una pradera de césped azul que es lo que había llamado la atención de Ryner. También se observaban muchos árboles de tronco muy grueso y del mismo color azulado, parecían piñas gigantes. Se veían troncos y piedras, Ryner cogió una pelota de color rojo que parecía ser una fruta pero que por el olor, estaba podrida. Mientras miraban todo, intrigados, también observaron el cuerpo de una gran y extraña criatura, parecía el cruce entre un rinoceronte y una ballena de unos diez metros de largo, de un color naranja rojizo y con seis patatas, estaba muerto y descompuesto desde hacía bastante. Todos estaban confusos, Summer incluso lloraba en silencio ante el coloso caído.
-Esto no tiene sentido...-comentó Aerrow.
-La anterior sala tenía cierta lógica pero ¿qué es todo…?-
El comentario fue interrumpido por una débil tos que se escuchaba un poco más lejos del cuerpo de la bestia.
-¿Habéis oído eso?- preguntó Ryner.
La tos se volvió a repetir, Ryner corrió al lugar del origen, tuvo que apartar un tronco y mucha vegetación, fue ayudado por sus compañeros y ante el asombro de todos, se descubrió el origen de esa tos.
Otro alienígena estaba entre toda la materia, pero no se parecía en nada a los anteriores que habían visto, este sí tenía una forma más humana, tenía la piel azul celeste, los ojos eran oscuro, sus orejas eran unas especies de espiráculos, no tenía nariz pero sus fosas nasales estaban en el cuello, su morro se había alargado un poco dándole una ligera apariencia de delfín, tenía un pelo largo y de color negro sus rasgos eran delicados y tenía el pecho ligeramente hinchado, lo que a Ryner le pareció como signo de que era hembra, sus brazos acababan en tres dedos, llevaba un traje de tela, de un color rojizo, basado en un top ajustado con pantalones del mismo color y botas. Llevaba pulseras, abalorios y anillas de aspecto burdo, hechos con cuerdas y pequeñas tallas de madera.
La alienígena estaba malherida y moribunda, estaba llena de suciedad y de su boca salía un fino hilo de sangre morada y se notaba que en sus ojos quedaban las huellas de lágrimas.
Ryner se quedó sin habla, al igual que sus compañeros, y no le importó las caras de asombro que pusieron cuando tomó a la alienígena y la colocó en una zona más despejada. La mujer parecía que apenas estaba consciente y no se percató de Ryner hasta que la dejó en el suelo. Entonces agarró a Ryner por el brazo y exclamó varias palabras en una lengua desconocida.
-Lo siento, no la entiendo, tranquila, solo quiero ayudar- dijo el humano.
La mujer no entendió las palabras pero pareció entender la situación cuando dejó que Ryner le examinara la cara.
-Summer, intenta hacer algo por ella-
-L…lo siento señor pero no puedo- exclamó llorosa la unicornio.
-¡Inténtalo, por favor!-
La unicornio iluminó el cuerpo con su cuerno, lo que hizo que la mujer gimiera de dolor, Summer paró al instante.
-Su anatomía interna es muy distinta a cualquiera que haya visto, necesitaría más tiempo para ayudarla, pero no tiene ese tiempo…me temo que apenas le quedan unos minutos- dijo llorando Summer.
Ryner miró a Storm y Aerrow en busca de ayuda pero ellos negaron con la cabeza entristecida, no podían hacer nada.
El humano apretó los dientes y empezó a llorar también, no podía permitir que se extinguiese una vida de una criatura razonable entre sus brazos, esto no era como cazar mantícoras o animales salvajes, esta mujer no era una bestia salvaje, tenía chispa de espíritu en sus ojos…tenía alma.
-L…lo siento- dijo entre sollozos- No puedo hacer nada-
La mujer no entendió, pero comprendió la situación y susurró algo en su idioma mientras sonreía débilmente, entonces colocó su mano de tres dedos en la frente de Ryner, murmuró algo y de pronto sus ojos se iluminaron fuertemente, lo mismo pasó con los ojos de Ryner.
Los ponies retrocedieron asustados sin saber que hacer pero tras unos segundos el brillo desapareció y la alienígena dejó caer la mano inerte mientras decía una última frase en su idioma desconocido, acto seguido cerró los ojos y la llama de su vida se apagó.
Los ponies contemplaron el cuerpo de la mujer y volvieron a mirar a Ryner, este tenía la mirada perdida y unas finas lagrimas recorrían sus mejillas, entonces parpadeó y se levantó.
-¿Señor?- preguntó despacio Aerrow.
Ryner desenfundó su espada.
-Lleváosla con vosotros- dijo señalando el cuerpo de la mujer- yo me uniré ahora en el borde de la nave-
-¿Pero qué ha…?- Inquirió Stormstone.
-¡Hacedlo ahora! ¡Es una orden!- gritó mientras salía de la sala.
Los ponies no tuvieron tiempo de intentar detenerlo, se miraron confusos y Storm cargó con el cuerpo de la mujer.
Los tres trotaron hasta el borde de la nave, con un conjuro de visión, Summer confirm´´o que al otro lado de la pared estaba el exterior.
-¿Nos vamos o qué?- apuró Stormstone.
-¡No nos vamos sin Ryner!- exclamó el pegaso.
Estuvieron en ese punto en constante tensión durante diez minutos.
-¡No hay tiempo, tenemos que irnos ya!- gritó el terrestre.
-¡Esperad, mirad!- señaló Summer.
Ryner corría cuanto podía desde el final del pasillo, al acercarse, el grupo observó asombrado que traía sobre sus hombros uno de los alienígenas cubiertos de metal que tenía la espada del humano clavada en el hombro, parecía inconsciente. Cuan Antes de que cualquiera de los ponies pudiera gritar algo, Ryner se adelantó.
-¡Conjuro de atravesar paredes y levitación! ¡YA!-
Summer hizo brillar su cuerno y cuando el humano llegó, el conjuro se completó, y fue una suerte porque el humano no tenía intención de parar y atravesó la pared sin descender la velocidad lo más minimo.
Cuando salieron de la estructura y sintieron la luz del atardecer otra vez todos se sintieron aliviados pero no se detuvieron a celebrarlo y siguieron corriendo, los ponies, el humano y los dos alienígenas cargados a sus espaldas.
-¿Estás loco?- gritaba Stormstone-¡Podrías haber hecho que nos descubrieras!-
-Eso no es nada comparado con lo que nos espera- dijo el humano con un hilo de voz.
-¿De que hablas?- exclamó Aerrow.
-Estamos en guerra soldado, una guerra total-
-Espera, ¿entonces de verdad lucharemos contra ellos?- lloriqueaba Summer.
-Vis´ta me ha dado una idea que quizás nos ayude en esta guerra y quizás, solo quizás nos ayude a saber contra que estamos tratando-
-¿De quién hablas?- preguntaba molesto Storm mientras seguía corriendo.
-La alienígena cuyo cadáver llevas a tu espalda chico…se llamaba Vis´ta-
-¿Cómo lo sabes?- inquirió Aerrow.
-Me lo ha enseñado y también me ha enseñado lo que le pasó a su mundo y lo que le pasará a Equestria…no, lo que le pasará a todo este mundo-
Los ponies cabalgabas sin parar pero se miraron los unos a los otros confusos.
-Y perdonad mi lenguaje grosero- añadió Ryner con una risa forzada- pero si lo que he visto tiene una milésima parte de verdad… estamos MUY, MUY JODIDOS-