CAPITULO 26
Ryner y su equipo se adentraron en la sala del núcleo, una enorme cavidad de metal con un inmenso tanque cilíndrico transparente en medio, tan grueso como la torre de un castillo y lleno hasta arriba de un denso gas púrpura, rodeándolo por todas partes había varios paneles de control llenos de palancas y botones. Las ponies se quedaron sin habla pero Rayner no perdió el tiempo, se acercó al panel y empezó a teclear códigos y contraseñas.
-Ya casi estamos- dijo sonriente Twilight.
-¡Somos los mejores!- exclamó Dash
El humano no hablaba mientras tecleaba los botones y tiraba de las palancas, sabía que era la hora de desvelar el plan que le llevaría a la muerte por el auto sacrificio y conocía a sus amigas lo bastante bien como para saber que no se lo tomarían bien.
Tras un par de minutos de insertar los códigos, el humano se colocó delante de una gran palanca.
-Bueno ¿Qué esperas?- inquirió Rarity
-Cuando accione esta palanca, empezará la cuenta atrás y la nave explotará en siete minutos-
-Entonces tendremos que darnos prisa- dijo Raimbow Dash como aceptando un desafió.
- Vosotras tendréis que ir deprisa…yo no iré con vosotras- dijo Ryner despacio dándose la vuelta para mirarlas.
Las palabras tardaron un poco en llegar hasta el cerebro de las ponies.
-¿Qué quieres decir?- susurró Pinkie con los ojos muy abiertos.
-Voy a quedarme aquí y asegurarme de que esta nave y todo lo que hay en su interior explote-
Jade y Lucky peleaban espalda con espalda rodeados de soldados, la joven perra joyera estaba armada con un gran pico que se hundía en todas las armaduras que encontraba. El chamán luchaba sobre un elemental de piedra y roca con enormes puños de granito que atizaban a los atacantes.
-¡Son demasiados, tenemos que retirarnos!- gritaba el chamán
-¡Si nos retiramos, perderemos igual!- respondió la joven mientras lanzaba una mina explosiva- ¡Debemos aguantar la posición!-
El titánico elemental aplastó con su enorme pie otro soldado.
-¡No entiendo como puedes ser tan tozuda!- gruñó Lucky
-¡Lo he aprendido de ti!- rió Jade.
El padre iba a replicar cuando vió un disparo de coloso dirigirse a ellos.
-¡Al suelo!-
El elemental apartó a la minera de un empujón y cayó a un lado, entonces el chamán observó muchos más disparos más que caían del cielo, derechos a la zona donde estaban.
-¡JADE!-
La minera estaba aún aturdida por el empujón y la primera explosión, no sabía que pasaba a su alrededor…Lucky actuó como cualquier padre habría hecho.
Jade noto enormes piedras ponerse sobre ella y el retumbar de explosiones, no sabía que pasaba, pero entre las piedras se tapó los oídos y se agachó esperando que la ruidosa lluvia cesase, cuando se calmó, salió como pudo entre los cascotes y observó que toda la zona había sido bombardeada, armaduras destrozadas de purificadores por todas partes. Habían disparado a sus propias tropas solo para impactar a sus enemigos.
La minera se dio la vuelta para ver que había pasado y lo contempló.
El elemental de su padre se había puesto sobre ella para protegerla de los disparos con su propio cuerpo bajo las órdenes de su creador. El guerrero de piedra apenas tenía una forma definida ya, estaba destrozado y reducido casi a grava, Lucky estaba sobre él, bocabajo con su armadura quebrada y le sangraba la frente.
Jade se acercó a su padre con rapidez mientras se esforzaba en que horribles pensamientos no llegaran a su mente.
-¡Padre!- grito mientras le daba la vuelta y levantaba su cabeza.
No se dio cuenta de que los purificadores se acercaban por detrás.
El viejo Chamán abrió débilmente los ojos y con un gran esfuerzo, sonrió a su hija.
-Me…me temo que ha llegado…la hora de que me reúna…con mis ancestros-
-¡No te atrevas a decir algo así, viejo carcamal!- gritó la minera mientras sus ojos se llenaban de lagrimas.
-No te preocupes, hija…mía- Lucky tosió y escupió un poco de sangre- Mi tiempo ya ha pasado-
La joven minera se mordió el labio, no sabía que decir o hacer y los purificadores estaban cada vez más cerca.
-Tenías razón, hija mía…el mundo es como un río…me hubiera gustado aprender más del mundo contigo…pero…me temo que ya es tarde - El chamán cerró un poco los ojos.
-¡Aún tienes tiempo! ¡No te rindas maldito chucho!- gritó su hija derramando lágrimas.
-No te preocupes…yo ya viví mi era…ahora te toca a ti…vivir la tuya-
Jade agarró la pequeña pata del chamán mientras sollozaba.
-Pero recuerda lo que te dije…- dijo débilmente Lucky, lo que hizo que Jade le mirara con atención.
-Tienes que esperar…una semana antes…de poder salir…con alguien…-
El chamán cerró los ojos y su corazón se detuvo, pero su rostro expresaba un sentimiento poco común…expresaba serenidad y tranquilidad, el ceño no estaba arrugado y sus labios no mostraban una muestra de desprecio…estaba en paz y sonreía.
Jade ajó la cabeza y lloró en silencio sin darse cuenta de que a un metro había tres purificadores, el que estaba más adelantado levantó despacio el rifle y apuntó a la cabeza de la minera.
En un solo parpadeo, Jade se giró mostrando los colmillos y con sus ojos envueltos en lágrimas, aprovechando el impulso del giro hundió el pico en el pecho de su sorprendido atacante con tanta fuerza que atravesó la armadura, ensartó la repulsiva criatura de su interior y salió por la espalda de la armadura. Sin perder su impulso y con un rugido, la minera alzó al soldado y lo aplastó contra otros dos que había detrás de él. Los otros dos dieron varios pasos hacia atrás mientras que Jade avanzó dejando el pico clavado en su primera victima. Uno de los soldados levantó su rifle pero Jade fue más rápida, se abalanzó sobre su presa con unas garras que habían cambiado su consistencia y eran de un color blanco cristalino. Era el conjuro chamánico “Garras de diamante” y esas garras bastaron para arrancarle el arma al soldado, aplastar la cabeza y despedazar la coraza como si se tratase de una hoja seca.
El último soldado se había retirado para ponerse a salvo, ahora había una distancia que su atacante no podría superar rápidamente ni aunque saltara, así que levantó su rifle y apuntó. Jade lo vio a lo lejos y lanzó un gancho ascendente con fuerza que atravesó el aire a mucha distancia de su enemigo, pero entonces a la velocidad de una bala, una columna de piedra había salido de la superficie y golpeado al purificador en la barbilla. El soldado subió al menos seis metros, intentó ubicarse pero notó que lo cubría una gran sombra, miró arriba y vio una roca larga, negra y con forma de púa que le apuntaba directamente. No tuvo tiempo de reaccionar cuando la obsidiana le atravesó la clavícula, recorrió el pecho destrozando su carne real y salió por su espalda, obedeciendo los movimientos descendentes de su controladora a una velocidad de relámpago. La “Lanza de obsidiana” se clavó en el suelo, dejando el soldado ensartado a dos metros por encima de la superficie.
Jade, aún con los ojos húmedos se dio la vuelta y se dirigió a su primera victima, que aún tenía el pico clavado, con un movimiento brusco y colocando su pata sobre el pecho del purificador, la minera sacó el pico, doblando la coraza hacia fuera. Jade vió por primera vez el verdadero cuerpo del purificador, que temblaba con un gran agujero cerca de su corazón, Jade apretó los dientes y hundió el pico otra vez, atravesando el ojo de la criatura, lo saco y volvió a golpear otra vez y otra vez. El purificador había muerto con el segundo impacto pero Jade arremetió con su pico al menos diez veces más antes de parar.
Obviamente cuando Ryner dijo esas palabras, ninguna de las mane six estuvo de acuerdo, todas escucharon el verdadero plan pero eso no les impidió quejarse.
-¡No vamos a abandonarte aquí!- Gritó Fluttershy
-Lo haréis y no se hable más- dijo el humano
-¡Somos tus amigos, grandullón!- exclamó Applejack
-Y como amigos me dejareis hacer esto-
-¡Tiene que haber otra opción!- dijo llorosa Rainbow Dash
-¡No la hay otra opción…es o morir y o morir todos, es lo único que podemos hacer!- gritó el humano impaciente.
-¡Los amigos no vamos a dejarte morir aquí!- exclamó Twilight mientras le agarraba un brazo.
Un sonido seco pareció enmudecer todo, Rayner le había dado una sonora bofetada a Twilight que perpleja, se quedó mirando al humano mientras se frotaba la mejilla.
Para sorpresa de todos, Rayner sonreía tranquilo, era la clase de expresión de alguien que estaba en paz consigo mismo, de alguien que había aceptado su destino y que estaba decidido a cumplir con su deber.
-Si de verdad sois mis amigas…- habló el general tranquilo- Aceptad mi regalo…vivid en el mundo que voy a salvar…seguid con vuestras maravillosas vidas…aseguraos de que los elementos que representáis llenen el mundo…y por último, contad mi historia, contad lo que os he enseñado y lo que os he contado…hacedlo y os aseguro que no solo no moriré…sino que me haréis inmortal-
Las lagrimas llenaron los ojos de las ponies, conocían a Rayner lo bastante como para saber que esa era la última palabra y que nada le haría cambiar de opinión. Con los ojos envueltos en lágrimas, el equipo cabalgó fuera de la sala, dejando al humano solo…o eso es lo que ellas pensaban.
Rayner no se sorprendió de escuchar la voz en su cabeza, no se sorprendió de sentir todo el poder a través de eones de purgas y masacres a través de las estrellas…no le sorprendió escuchar la voz de “Mente” que se originaba en la masa de gas púrpura y llegaba hasta su cerebro.
“Saludos Rayner…te estaba esperando”