He visto bastantes películas del genial (y fallecido) director Stanley Kubrick. Grandes obras como El resplandor, 2001: una odisea en el espacio, La chaqueta metálica o Eyes Wide Shut.
Pero según mi opinión personal, la mejor obra de Kubrick, la que mejor lleva marcada su firma es sin duda la película A Clockwork Orange (La naranja mecánica).
Ahí estaba yo. Es decir, Alex y mis tres drugos. O sea Pete, Georgie y Dim. Estábamos sentados en el Korova Milk Bar, exprimiéndonos las rasureras para encontrar algo con que ocupar la noche. En el Korova Milk Bar servían lacta plus. Leche con velloceta o con dencromina… que es lo que estábamos tomando. Eso nos aguzaba los sentidos y nos dejaba listos para una nueva sesión de ultra-violencia.
Dirigida en el año 1971 por Stanley Kubrick, y basada en la novela de Anthony Burgess, La naranja mecánica narra la historia de Alexander 'Alex' DeLarge, un adolescente inglés de 17 años que junto con sus tres drugos (amigos) Pete, Georgie y Dim "El lerdo", se divierte con la ultraviolencia, los robos, las violaciones y las peleas callejeras con otras bandas.
Aparte de todo esto, otra gran afición de Alex cuando no está con sus drugos es escuchar música clásica, mas preferiblemente las sinfonías de su mayor ídolo: Beethoven.
Mas tarde durante la historia, Alex es capturado por la policía y se le intenta rehabilitar a través de una técnica de psicología conductista, pero lamentablemente los efectos de la terapia no son precisamente los que se esperaban.
Uno de los atractivos tanto de la película como del libro es que Alex narra la mayor parte de la historia en nadsat, una jerga adolescente ficticia que combina lengua eslava (especialmente ruso), inglés y la jerga rimada cockney. En España e Hispanoamérica, algunos términos fueron adaptados al idioma.
La película se caracteriza por contenidos violentos que facilitan una crítica social en psiquiatría, el pandillerismo juvenil, las teorías conductistas en psicología y otros tópicos ubicados en una sociedad futurista distópica. Su banda sonora está principalmente compuesta por pasajes de música clásica, varios de ellos reinterpretados y en ocasiones, como en el caso de los títulos de crédito, adaptados por la compositora Wendy Carlos utilizando el sintetizador Moog.
Mucha gente que ha visto la película dice de no haberla gustado por ser demasiado "fuerte" para el público en general. Pero lo que muchos no saben es que lo que sale en la película es una versión muy "light" de lo que realmente ocurre en la novela. Si ya de por si se formó tal revuelo por las escenas de la película imaginad lo que hubiera pasado si Kubrick la hubiese hecho totalmente igual que la novela. Para aquellos interesados aquí os dejo varias diferencias entre el libro y la película:
Spoiler:
De modo que, oh hermanitos míos, este cheloveco os anima a que videais bien esta chudesña obra del dobo de Stanley Kubrick, siempre y cuando seais gronzos de mente para poder videarla bien.