¡Ya traigo mi crítica, tenía ganas!
Spoiler:
ATENCIÓN: Cualquiera de mis opiniones escritas sobre un episodio están basadas en una o unas primeras impresiones de este. Con el tiempo mi visión sobre cada uno de los episodios y mi opinión pueden variar a mejor o a peor.
General:
Después del mal sabor de boca de Princess Spike, este episodio vuelve a sacarme las risas correspondientes de un episodio común de MLP. Puede que la decepción de la anterior semana haya impulsado un poco la impresión sobre Party Pooped, no sería una sorpresa.
Para empezar, volvemos a ver un tema muy recurrente en la temporada, el de Twilight ejerciendo su papel como princesa de la amistad. Sinceramente, después del enfoque de Twilight en la cuarta temporada, creo que necesitan sacar esto todo lo posible. La imagen que se me quedó en la anterior temporada fue la de una princesa perfecta, ni un episodio para ella, ni una lección aprendida. Ahora que Twilight entra en un nuevo dominio y tiene un papel, muy importante por cierto, es hora de que comience a tener dudas de nuevo y a pasar por episodios difíciles. Esta vez, no solo para ella como en Princess Spike, sino para las seis protagonistas. Es agradable volver a ver a Twilight aprendiendo algo, como siempre lo ha hecho con sus cinco amigas. Un gran acierto, en definitiva.
Y sin embargo, este episodio no se centra tanto en Twilight como se llega a centrar en Pinkie Pie, a pesar de que no estaba muy claro en los primeros minutos. Primer episodio de Pinkie de la quinta temporada, tan divertido y original como esperaba verlo. No ha sido nada sobresaliente o impactante como fue Pinkie Pride, pero si ha cumplido lo que pretendía. Pinkie tiene una gran colección de nuevas expresiones faciales y bromas, como ya hemos visto a lo largo de la temporada, solo que intensificadas por su personalidad. Pinkie obviamente no puede siempre enfrentar todos sus encargos con tranquilidad y seguridad en sí misma, menos en un caso tan importante como el de los acuerdos de amistad con otros países. Ahora su misión es de nivel diplomático, y es muy importante que los yaks, sobre todo siendo como son de exigentes, tengan el mejor trato posible, por lo que debe poner todo su esfuerzo en ello.
A parte del argumento general, el episodio está lleno de cosas que te sacan una sonrisa como mínimo, detalles curiosos y divertidos que evitan en todo minuto que el episodio se vuelva aburrido. Hablo de los momentos de nervios de Pinkie y de Twilight, el fantástico trabajo de los actores de voz, el regreso de Cherry Jubilee, las locuras de Pinkie a lo largo de su viaje, los nuevos diseños, la inesperada referencia a los Beatles, y el cuarto secreto de Pinkie.
Tratando el tema de los yaks, creo que han sido una introducción tan inesperada como adecuada. Los yaks no son malvados, ni buscan la guerra en ningún momento. Llegan con la intención de hacer amistad con los ponis. Sin embargo, orgullosos de su tierra, no soportan que se intente imitar su comida o su cultura de una forma tan barata. Twilight y las demás ponen todo lo que está en sus cascos para que se parezca, pero la solución, bastante obvia y esperada, no es hacer que Ponyville se parezca a Yakyakistan, sino que Ponyville sea agradable para los yaks, ya que ellos han venido a hacer amistad con la raza de los ponis. Es cierto que los yaks se comportan como brutos y destruyen todo a su paso. He visto que algunas personas los han odiado por ello, y no consideran que sea necesario entablar amistad con ese tipo de monstruos. Yo al principio del episodio llegué a pensarlo, pero la serie hace una gran muestra de la verdadera diplomacia. Por muy descarados y desagradecidos que se muestren los yaks, los ponis hacen todo lo posible por que eso no sea un obstáculo, y buscan sin rendirse el trato que los haga amigos y aliados, sin importar cómo de diferentes sean. Rendirse con los yaks habría sido ponerlos por debajo de su nivel social, tratarlos de bárbaros. Por eso creo que la serie hace otro gran acierto con el final. Eso sí, me habría encantado ver un poco más de la fiesta de Pinkie Pie, su resultado final, para ver como los yaks reaccionan ante las costumbres de los ponis.
En definitiva, el episodio, sin sobresalir, vuelve al nivel común que suele tener un buen episodio de la serie, que se puede disfrutar y que no se hace aburrido en ningún momento.
Detalles que me han llamado la atención de este episodio:
- Los yaks tienen un fantástico diseño, llamativo y original.
- La risa maniaca de Pinkie cuando le preguntan por qué mueve tanto los ojos.
- ...

- "THE CAKE!" Y así Tara Strong se llevó mi caja de la risa y mi corazón.
- La referencia a los Beatles.
- Quiero saber qué es exactamente el monstruo del que huye Pinkie justo antes de llegar a Yakyakistan, porque tiene un diseño asombroso.
- ¿Recordáis mi crítica a The Lost Treasure of Griffonstone, cuando dije que Gilda de pequeña era lo más mono que se haya podido ver? Bueno, pues este bebé yak lo supera. Lo siento Gilda.

- Es muy probable que a muchos hayan visto muy raras las escenas del viaje de Pinkie, y es normal. El viaje al completo de Pinkie está centrado en Pinkie, por lo que hay que tener en mente que se trata de una continua broma y situaciones incluso ridículas. Hay que disfrutarlo como la locura que es. Exceptuando el momento en el que los ponis que tiran del carro se quedan dormidos mientras corren. Eso es estúpido.
- Pinkie tiene un fichero con los datos de los gustos de todos los ponis de Ponyville...
...
...
- Twilight tiene miedo de las quesadillas.
Nota: 8
General:
Después del mal sabor de boca de Princess Spike, este episodio vuelve a sacarme las risas correspondientes de un episodio común de MLP. Puede que la decepción de la anterior semana haya impulsado un poco la impresión sobre Party Pooped, no sería una sorpresa.
Para empezar, volvemos a ver un tema muy recurrente en la temporada, el de Twilight ejerciendo su papel como princesa de la amistad. Sinceramente, después del enfoque de Twilight en la cuarta temporada, creo que necesitan sacar esto todo lo posible. La imagen que se me quedó en la anterior temporada fue la de una princesa perfecta, ni un episodio para ella, ni una lección aprendida. Ahora que Twilight entra en un nuevo dominio y tiene un papel, muy importante por cierto, es hora de que comience a tener dudas de nuevo y a pasar por episodios difíciles. Esta vez, no solo para ella como en Princess Spike, sino para las seis protagonistas. Es agradable volver a ver a Twilight aprendiendo algo, como siempre lo ha hecho con sus cinco amigas. Un gran acierto, en definitiva.
Y sin embargo, este episodio no se centra tanto en Twilight como se llega a centrar en Pinkie Pie, a pesar de que no estaba muy claro en los primeros minutos. Primer episodio de Pinkie de la quinta temporada, tan divertido y original como esperaba verlo. No ha sido nada sobresaliente o impactante como fue Pinkie Pride, pero si ha cumplido lo que pretendía. Pinkie tiene una gran colección de nuevas expresiones faciales y bromas, como ya hemos visto a lo largo de la temporada, solo que intensificadas por su personalidad. Pinkie obviamente no puede siempre enfrentar todos sus encargos con tranquilidad y seguridad en sí misma, menos en un caso tan importante como el de los acuerdos de amistad con otros países. Ahora su misión es de nivel diplomático, y es muy importante que los yaks, sobre todo siendo como son de exigentes, tengan el mejor trato posible, por lo que debe poner todo su esfuerzo en ello.
A parte del argumento general, el episodio está lleno de cosas que te sacan una sonrisa como mínimo, detalles curiosos y divertidos que evitan en todo minuto que el episodio se vuelva aburrido. Hablo de los momentos de nervios de Pinkie y de Twilight, el fantástico trabajo de los actores de voz, el regreso de Cherry Jubilee, las locuras de Pinkie a lo largo de su viaje, los nuevos diseños, la inesperada referencia a los Beatles, y el cuarto secreto de Pinkie.
Tratando el tema de los yaks, creo que han sido una introducción tan inesperada como adecuada. Los yaks no son malvados, ni buscan la guerra en ningún momento. Llegan con la intención de hacer amistad con los ponis. Sin embargo, orgullosos de su tierra, no soportan que se intente imitar su comida o su cultura de una forma tan barata. Twilight y las demás ponen todo lo que está en sus cascos para que se parezca, pero la solución, bastante obvia y esperada, no es hacer que Ponyville se parezca a Yakyakistan, sino que Ponyville sea agradable para los yaks, ya que ellos han venido a hacer amistad con la raza de los ponis. Es cierto que los yaks se comportan como brutos y destruyen todo a su paso. He visto que algunas personas los han odiado por ello, y no consideran que sea necesario entablar amistad con ese tipo de monstruos. Yo al principio del episodio llegué a pensarlo, pero la serie hace una gran muestra de la verdadera diplomacia. Por muy descarados y desagradecidos que se muestren los yaks, los ponis hacen todo lo posible por que eso no sea un obstáculo, y buscan sin rendirse el trato que los haga amigos y aliados, sin importar cómo de diferentes sean. Rendirse con los yaks habría sido ponerlos por debajo de su nivel social, tratarlos de bárbaros. Por eso creo que la serie hace otro gran acierto con el final. Eso sí, me habría encantado ver un poco más de la fiesta de Pinkie Pie, su resultado final, para ver como los yaks reaccionan ante las costumbres de los ponis.
En definitiva, el episodio, sin sobresalir, vuelve al nivel común que suele tener un buen episodio de la serie, que se puede disfrutar y que no se hace aburrido en ningún momento.
Detalles que me han llamado la atención de este episodio:
- Los yaks tienen un fantástico diseño, llamativo y original.
- La risa maniaca de Pinkie cuando le preguntan por qué mueve tanto los ojos.
- ...


- "THE CAKE!" Y así Tara Strong se llevó mi caja de la risa y mi corazón.

- La referencia a los Beatles.
- Quiero saber qué es exactamente el monstruo del que huye Pinkie justo antes de llegar a Yakyakistan, porque tiene un diseño asombroso.
- ¿Recordáis mi crítica a The Lost Treasure of Griffonstone, cuando dije que Gilda de pequeña era lo más mono que se haya podido ver? Bueno, pues este bebé yak lo supera. Lo siento Gilda.

- Es muy probable que a muchos hayan visto muy raras las escenas del viaje de Pinkie, y es normal. El viaje al completo de Pinkie está centrado en Pinkie, por lo que hay que tener en mente que se trata de una continua broma y situaciones incluso ridículas. Hay que disfrutarlo como la locura que es. Exceptuando el momento en el que los ponis que tiran del carro se quedan dormidos mientras corren. Eso es estúpido.
- Pinkie tiene un fichero con los datos de los gustos de todos los ponis de Ponyville...
...
...
- Twilight tiene miedo de las quesadillas.
Nota: 8
