Tengo muchas ganas de hablaros de por qué estoy tan emocionado con ID2: Resurgence. Sin embargo es imposible hacerlo sin hablar primero de la primera parte: Independence day (1996). Como podéis imaginar, una de mis películas favoritas de este género.
SI NO LA HAS VISTO NO SIGAS LEYENDO HASTA VERLA. AVISADO QUEDAS.
Si algo se puede decir de Independence Day es que es una película espectacular, hasta el punto de que aún hoy, 20 años después, los efectos especiales utilizados combinados con la grabación de imágenes reales de las ciudades, siguen dejando la boca abierta.
Sin centrarme todavía en la espectacularidad gráfica de las batallas aéreas y la escenas de destrucción de ciudades, aunque os parezca mentira, voy a asegurar que el guión es perfectamente lógico para esta película, y tanto las tácticas usadas por los humanos o los aliens son perfectas para la situación. Sí, sé que vais a decir que "es que debieron evacuar antes" o "por qué no dispararon antes los humanos".
Lo único que voy a dar la razón en estos argumentos, es que cualquier experto en señales militar habría notado también el patrón en los satélites. Pero bueno, aceptemos que si no se hubiera hecho así no habría habido película.
Pero ahora os pongo yo la pregunta: Si dependiera de vosotros y una nave gigantesca, cuya tecnología está muy por encima de la tuya, aparece justo sobre tus capital... ¿Os arriesgaríais a abrir fuego? O, como le ocurre al presidente Thomas J. Whitmore, ¿y si ordenando una evacuación provocas tal pánico que causa miles de muertos?
"¿Qué hacemos ahora?" "Dirigirnos a los ciudadanos, debe haber mucha gente asustada". "Sí, como yo"
Es típico en estas películas que el que tiene el mando se comporte de forma temeraria o algo prepotente; lanzar todo al ataque, ser derrotado y tener que cambiar de táctica. Y, sin embargo, aquí actúan con una precaución perfectamente creíble. Y lo más sorprendente es que todos los personajes, aunque son bastante tópicos, son también lo suficientemente creíbles para que no destruyan el argumento. Siempre, claro está, dentro de lo que es esta película, y es que... ¿cómo no iba el capitán Hiller a pillar un helicóptero solo para ir a buscar a su futura esposa al único lugar donde podía encontrarla, si es que seguía viva? Rescatando por el camino, claro está, a la Primera Dama para que esta muriera tras ver una última vez a su marido y su hija. ¿Qué clase de película habría sido esta sin esas emotivas (y peliculeras) escenas?
Hablemos ahora de los aliens
La táctica que siguen los aliens es, sencillamente, perfecta. Cogen sus inmensos destructores, los lanzan a la tierra, se posicionan sobre los principales centros urbamos de la humanidad con la seguridad de que los humanos no pueden hacerles absolutamente nada y, en un ataque coordinado, acaban con decenas de millones de humanos. Después se mueven hasta el siguiente objetivo y repiten hasta que no quede casi nada en pie. Finalmente, desembarco e invasión. Es un plan, sencillamente, perfecto.
Se puede discutir también sobre la tecnología alien: ¿De verdad tenían que bajar a tierra? ¿No podían tirar un pepino desde órbita? Mi respuesta es simple: No, en este universo no podían y punto.
Pero, como no podía ser de otra manera para que la historia fuera a buen puerto, estos aliens tenían un gran fallo: Un sistema en cadena para pasar su tecnología. Sistema que los humanos, perros que somos, aprovechamos en nuestro favor.
"Te vas a acatarrar". No he encontrado la escena en concreto, pero es justo después de esto.
La mayor crítica de esta historia es la de crear un virus informático para un ordenador alienígena en apenas unas horas... y ahí SÍ que doy la razón a la crítica. Pero el guión original no era así: En el guión original el experto en antenas David Levinson tiene la iluminación de usar la señal alien contra ellos. Para eso toma todo lo que tiene grabado, lo corta en pedazos y empieza a bombardear el caza que tienen hasta encontrar el fragmento de código que desactiva los escudos.
De hecho, la conversación orignal era así:
—David, venga, que te vas a acatarrar. Te voy a tener que mandar a la cama como si fuera tu madre.
—¿Cómo has dicho?
—Bueno, hay veces en la vida de...
—¡No, no! Eso no, lo otro.
—¿Que te voy a tener que mandar a la cama como si fuera tu madre?
—Genio... ¡Genio! ¡Eres un genio!
Entonces tenemos el plan en marcha: Meterse en la nave nodriza, cargarles la señal el virus y lanzar un ataque coordinado en toda la tierra. Y todo esto coordinado por código Morse, un recurso antiguo y que nadie habría tenido en cuenta. Obviamente, tampoco los aliens, ¿quién utiliza Morse hoy día?
La batalla final
Esta película en todo momento mantiene el sentido de la espectacularidad (si existe esta palabra) tan típica de los noventa. Por supuesto, tenía que haber una americanada tan grande como que el presidente haga un discurso justo antes de subir a un caza.
"¡Hoy celebramos nuestro día de la independencia!" ¡Ese es mi presidente, j*der, viva América!
Esta última batalla aérea se sigue contando como una de las más espectaculares de toda la historia del cine. Solo en el primer plano de la formación se pueden ver nada menos que 45 F/A 18 listos para el combate. Si a eso le unimos el conocimiento del fracaso que fue el primer enfrentamiento contra los aliens -que supuso la completa destrucción de un escuadrón veterano- junto al hecho de que todo ese plan depende de que la señal el virus cumpla con su cometido... La emoción está en el aire.
El momento de la verdad.
Recuerdo teniendo yo 11 años entonces que, en el cine, cuando el primer misil falló, pense "oh, no, ¡tío!". Pero cuando el segundo misil del presidente (OBVIAMENTE, ¿cómo iba a ser de otra forma) logra atravesar el escudo y dañar el destructor alien, literalmente me puse en pie a la vez que todo el equipo de tierra de la película. Es el momento en que después de haber visto morir a millones de personas en un momento, de que todo intento de diplomacia fracase, de que no parezca haber esperanza alguna... En ese momento se ve una minúscula posibilidad de éxito. ¡SÍ SEÑOR!
Ya, durante la batalla final, llegamos a la heroicidad del héroe Redneck Randy Quaid. Obviamente este señor llegaba a tiempo para salvar el mundo y, al fallar sus armas, se sacrifica por sus hijos. Tópico, es cierto, ¿pero queréis decir que un padre que ama a sus hijos no lo habría hecho? Sabiendo que, de otra forma, toda su familia iba a morir, ¿de verdad no lo habría hecho? Yo sí, no lo dudéis. Luego se puede discutir sobre que el rayo del destructor debería haber llegado a tierra y no reventar en la nave pero... ¡qué diantres! Recordemos que this is a movie y es ciencia ficción: Cuando hablamos de lásers, blásteres, rayos de fusión o la tecnomagia que os dé la gana, podemos suponer que cualquier explicación sería válida.
Ya hay poco que contar: El destruír la nave nodriza desde dentro, el humo de la victoria (nada noventero, nooooooo), y otras escenas cumbre como el bienvenido a la tierra, el pase para entrar en el Area 51, o la muerte de Jimmy (JIMMY NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!).
Esta película acaba feliz: un mundo que acaba de sobrevivir a una guerra en la que no tenía ninguna posibilidad, en parte por chiripa y en parte por ingenio. Un mundo que queda destrozado, pero con montón de tecnología alien a su disposición, y listo para reconstruirse.
Ahora que ya sabéis qué pienso de esta película... en el siguiente post hablaremos de lo que sabemos de Independence Day 2.